AMY GOODMAN*
DOS PARALELISMOS repiten la historia de México: la usurpación del poder presidencial y golpe de estado tanto en 1910 como en 2006.
OBAMA DEBE SABER y seguramente lo sabe, que Felipe Calderón no es un presidente legítimo y también debe saber que se robó la Presidencia de la República con la complicidad de su gobierno, los Estados Unidos. Huerta asesinó al único presidente elegido limpiamente en 1911, Francisco I: Madero, con la complicidad del presidente Wilson y perpetró un golpe de Estado que originó la famosa Revolución mexicana, ahora tan traicionada por el Perreprian. Por lo menos Felipe no ha mandado matar a Andrés López Obrador, el que ganó las elecciones. Si Obama sabe que Felipe no es Presidente legítimo y viene a apoyarlo, las consecuencias lógicas son que lo va a apuntalar en el poder y con eso va apuntalar el fraude electoral, el golpe de Estado, la corrupción y la impunidad. En adelante Obama no podrá hablar ni predicar nada sobre la democracia, porque está apoyando la antidemocracia con todas las consecuencias que ello implica. Por ejemplo, el aumento de la pobreza, el aumento del desempleo, el aumento de la inmigración ilegal, el aumento de la corrupción, el aumento de la impunidad, el aumento del narcotráfico porque este se nutre precisamente de todo lo anterior. Todo esto debe saberlo Obama y si aún así se presenta en México, entonces sus objetivos son otros. En primer lugar, los recursos naturales de México, empezando por el petróleo. Lo estamos viendo ya; Reyes Heroles acaba de firmar otro contrato con una de las empresas más corruptas de los Estados Unidos, la Halliburton donde Cheney -amigo de Bush- está metido, porque en un país fallido con la impunidad y corrupción ejercidas desde la Presidencia de la República es sumamente fácil apropiarse de todo ello, y la inseguridad y violencia desatada está premeditadamente promovida para convertirlas en el pretexto perfecto para intervenir en el país y servirse con la cuchara grande. Todo esto no es de ninguna manera nada nuevo y la clase política corrupta mexicana lo sabe pero no le importa dada su perversidad y corrupción. Esta clase política tiene intereses políticos y monetarios que se asocian perfectamente con los intereses del imperio por lo que no solamente no se opuso a la visita de Obama, sino que la están festejando. Obama no puede actuar en contra de los intereses de su país aunque sean injustos y voraces -aunque tarde o temprano tenga consecuencias desastrosas para los Estados Unidos- por aquello de que el que siembra recoge y recoge lo que sembró; injusticia; porque detrás de él está una poderosísima maquinaria financiera y militar que lo han estado y seguirán estando presionando para endosar las consecuencia de sus fraudes gigantescos internos en las espaldas de los países que se dejen, como México, gracias a nuestra clase política que está totalmente perdida y podrida. La única esperanza que le queda al pueblo de México es intervenir decididamente y atajar y acabar con los políticos criminales que se apoderaron de la Presidencia de la República y de todas sus instituciones. En todo el mundo los pueblos se están levantando, tanto en Asia como en Europa, y ahora en América del Sur. Vamos a ver cuándo nos toca a nosotros. La pregunta no es si nos va a tocar o no sino cuándo. El hambre es canija y Felipe con Carstens la están promoviendo alegre y estúpidamente. * El texto anterior fue retomado de la dirección electrónica de la comentarista.
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