SE DESMORONA EL GRAN MEDIO ORIENTE
Y SURGE UNO NUEVO
Ginés FERRATER ARANDAOLA
(En exclusiva para Voces del Periodista)
- Las políticas y estrategias estadounidenses han fracasado en la región, muy a pesar del apoyo irrestricto e incondicional a Israel, su punta de lanza y poderoso ariete militar; ahora se fortalece el eje Teherán-Damasco-Ankara y Rusia parece entrar en sustitución de la Unión Americana para forjar el Nuevo Oriente Medio.
De acuerdo con lo que afirma el analista político galo Thierry Meyssan, la ingeniería geopolítica que diseñó y aplicó Estados Unidos en el Medio Oriente de los tiempos recientes, ha fracasado rotundamente, dejando el campo libre para una nueva sociedad de naciones de la región, integrada por Irán, Siria y Turquía, apadrinados por la Rusia de Medvedev en sustitución de Norteamérica con todo y su aliado israelí, el que parece haber enloquecido y estar atacando a todo lo que se mueva, sea aliado o enemigo.
En efecto, los vientos están cambiando y de manera radical en la región del Medio Oriente. El poderoso ariete norteamericano, Israel, parece ya no tener la misma fuerza y efectividad como lo demostró en sus ofensivas con el Líbano (2006) y contra Gaza (2008), pues si bien es cierto que impactaron por su efectividad y poder destructivo, dejaron en evidencia que hasta hoy no han podido acabar con dos objetivos importantes: Hamas y Hezbollah, grupos islámicos clave en una cruenta guerra que parece no tener fin.
Y es que frente al poderoso armamento y capacidad de combate de los israelitas, sus opositores están siendo reforzados con armamento de punta de procedencia rusa y china, como son los casos de los RPG y S-300 rusos, así como los misiles chinos tierra-mar.
EL FACTOR KURDO
Con el apoyo estadounidense para la creación y reconocimiento del Kurdistán, protegido por Israel, los turcos han cambiado de posición de manera gradual evitando confrontarse políticamente con E.U., pero si con Israel, como fue palpable en el enfrentamiento público en el pasado Foro de Davos entre el israelí Shimon Peres y el turco Recip Erdogan. Así, mientras la dupla Washington-Tel Aviv siguen apoyando y protegiendo a los separatistas kurdos de Siria, los de Turquía (PPK) y de Irán (Pejak), hoy se está conformando un eje otrora impensable: Siria-Turquía-Irán, mismo que representa un conjunto que abarca todo el espectro político en el Oriente Medio: Siria laica, Irán chiíta y Turquía sunita.
Según el francés Meyssan, esta situación presenta varias vertientes cuya suma nos da un panorama más claro de lo que se está cocinando en esa región del planeta: la caída del principio colonialista occidental del Divide et Impera (Divide y Vencerás), la aparente terminación de la llamada “fitna” o guerra civil y religiosa entre chiítas y sunitas, y la posibilidad de que Turquía, con mayor poder e influencia regional pueda acceder, al fin, a la Comunidad Europea que tanto se le ha dificultado y negado. Sin embargo, para nosotros, estos dos últimos puntos, si bien tienen sustento político, nos parecen muy volátiles, pues en el caso de la fitna no es tan sencillo acercar a dos ramas del Islam que se aborrecen hasta el fanatismo, mientras que la posibilidad del ingreso otomano a la CE sigue estando muy en el aire.
LA INTROMISIÓN RUSA
Con este panorama tan tenso y de muchos movimientos estratégicos, militares y diplomáticos, Israel, por su agresividad bélica se está convirtiendo en el aliado incómodo de Estados Unidos, el que a su vez tiene cada vez más problemas con el movimiento y mantenimiento de sus fuerzas empantanadas en Irak y Afganistán, abriendo con ello, sin proponérselo, la puerta de entrada a los rusos como nuevos aliados del eje Damasco-Therán-Ankara.
Dimitri Medvedev se ha movido rápido y con habilidad diplomática haciendo sendos viajes a Ankara y Damasco, apoyando el arreglo pacífico a través de la ONU respecto a conflictos regionales como el de los palestinos, el aceptar los principios de Madrid sobre un tratado de paz y la restitución israelí de territorios ocupados en Jerusalén Este y el Golán sirios. Además de pronunciarse por una reconciliación entre los grupos islámicos Hamas y Al Fatah, así como la eliminación de visas entre Ankara y Moscú, los trabajos de empresas rusas como Rosatom y Atomstroyexport que construyen una central nuclear de carácter civil en Bushehr, Irán, la primera de una serie de éstas, las negociaciones para construir un más en Turquía y otra en Siria, además de que las firmas rusas Stroitransgaz y Gazprom, ya trabajan para instalar los sistemas de traspaso de gas sirio al Líbano, mientras que ya hay una flamante base naval rusa en territorio sirio.
¿QUÉ PASARÁ EN MEDIO ORIENTE?
Ante este panorama, la región parece entrar en un momento tenso y a la espera de las reacciones de Washington y Tel Aviv, quienes, les guste o no, están viendo desmoronarse su poder y dominio frente a una alianza hasta hace poco impensable, a la que se agrega la participación de Moscú. Ahora todo está en manos de la diplomacia y las fuerzas militares de las naciones inmiscuidas. La situación es sumamente volátil y las negociaciones, las alianzas y las posiciones varían con una rapidez que aumenta los riesgos de una conflagración regional con más actores de los esperados.
|
RSS Comentarios