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Ediciòn 291

OBSERVATORIO 2012-2018
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
(Exclusivo para Voces del Peridista)


Videgaray y Peña
Es del dominio público, que el hombre de más confianza del Presidente electo Enrique Peña Nieto es Luis Videgaray. En un alarde de seguridad -¿o de ingenuidad?- el hombre de mayor rango en el equipo de transición aparece incesantemente en pantalla de televisión blasonando: “No seremos rehén de ninguna persona o grupo de personas”. Esto está por verse.

 

ENTRE LA SARTÈN Y EL FUEGO

“No seremos rehén de ningún grupo…”


PUESTO QUE MUCHOS TECNOBURÓCRATAS -neoliberales de pastiche made in USA-, optaron por lamer el yugo imperial, vale iniciar esta entrega con alguna consideración sobre el modelo desarmado de la afamada democracia estadunidense; ay, tan lisonjeada por Tocqueville.


EN LA INTRODUCCIÒN de su estudio La ideología y Utopía de los Estados Unidos 1956-1976 (La experiencia norteamericana con la tragedia política), Irving Louis Horowitz sostiene que el comportamiento de las élites y de las masas por igual, no requiere de ningún nihilismo para explicar el malestar actual. Asesinatos que cambiaron el curso del liderazgo político; conspiraciones para impedir el funcionamiento adecuado del proceso electoral; la mala información o desinformación que prolongó la duración de guerras sin esperanzas, tales son los legados de los últimos decenios. La experiencia norteamericana de la derrota nacional, la forma más acusada de la tragedia, dice el autor, constituyen el tema de su obra.

En los enunciados de su investigación, el historiador Horowitz aborda el asesinato de Robert Kennedy (primavera de 1968) que, junto con los asesinatos anteriores del Presidente John F. Kennedy y de Martin Luther King hijo, pareció anunciar “la muerte del modelo político liberal clásico de la política presidencial del siglo XX. De ahí en adelante, la política ya no sería normal, en el sentido de reflejar la voluntad popular, sino sería parte de la sensación de terror traída a tierras norteamericanas por el malestar general de las guerras extranjeras, no apoyadas por los Estados Unidos”.

En la presentación de la obra de Horowitz (1976, Instituto Tecnológico de Massachusetts), Walter Dean Bunham apunta que el tema común de sus ensayos es el de las contradicciones y el fruto de esas contradicciones: El desplazamiento de la política norteamericana hacia la zona crepuscular de las ilegalidades oficialmente cometidas, de apatía de las masas y de luchas hobbesianas entre grupos étnicos, raciales y otros intereses, radicalmente polarizados.

Imitación, pero ¡A lo bestia!

Como suele suceder con todos los imitadores, los tecnoburócratas mexicanos -encriptados por las universidades gringas- trasplantaron tardíamente la democracia enaltecida por Tocqueville, como si fuera una novedad. Al modelo de importación, al correr de los sexenios, le han agregaron su propia cosecha de asesinatos,  conspiraciones para pervertir el proceso electoral y la guerra intestina sin esperanza. ¡Pero a lo bestia!

“Como, a pesar de todo, conviene jugar al juego de la democracia y respetar sus ritos, los gobiernos repiten que no utilizan la fuerza más que al servicio de la libertad”, escribe por su lado en 1972 Claude Julien, en su obra El suicidio de las democracias.

Remitiéndose al profesor en derecho en Chicago, Philip B. Kurland, Claude Julien cita: “Si, como nación, somos culpables de un fracaso, no es porque no hayamos logrado alcanzar el ideal: Es porque, cínicamente, no hemos tratado de alcanzarlo”.

Entre 1968 en que asesinaron a Robert Kennedy y el momento en que escribe Julien (“La democracia no podrá contentarse con sobrevivir; no durará sino a condición de hacer todo por desarrollarse. ¿Lo ha intentado?”), México pasó por las tragedias de Tlatelolco y el Casco de Santo Tomás, según sus publicistas el parteaguas que abriría la era de la postmodernidad democrática y hasta la de la metapolítica. ¡Qué buen chiste!

¿Cómo se designa a los ministros de la Corte?

Desde una modesta regiduría o sindicatura municipal hasta la jefatura del Poder Ejecutivo federal -que formalmente pasan por el filtro de las urnas populares-, hasta los cargos administrativos del sector público, que pasan por designación directa, no hay puesto aborrecido para los empedernidos empleonómanos.

De la jugosa nómina pública, sin embargo, nada parece más codiciado que el encargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyas recompensas ya las quisiera el premier inglés. Su designación la hace el presidente de la República mediante terna que el Senado examina y resuelve. ¿Así es, “conforme a Derecho”? Ya vimos como lo hizo Ernesto Zedillo Ponce de León en las primeras semanas de su mandato: Tácitamente disolvió la Corte con la anuncia del Congreso de la Unión.

Aviso: Dentro de unas semanas quedan dos sillas vacantes en la Corte. Hay nerviosismo en el Poder Judicial de la Federación. Las nominaciones, ¿estarán a cargo del Presidente designado? ¿Pueden ser prospectos los magistrados electorales? Se cierra el aviso. Dos magistrados electorales en funciones creen que sí pueden aspirar al máximo ministerio judicial.

En la nómina del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que por unanimidad de siete en 2006 designó presidente a Felipe Calderón Hinojosa, estuvo el magistrado Alejandro Luna Ramos. El Trife, que en 2012 designó por unanimidad a Enrique Peña Nieto, fue presidido por el magistrado Alejandro Luna Ramos. El chiapaneco Luna Ramos exhibía credencial de asesor del PRI del Distrito Federal entre 1968 y 1969, diez años después de que la girara de notificador de la Oficina Federal de Hacienda en San Cristóbal las Casas.

Margarita Luna Ramos

Historia relacionada: Compartí (con Alejandro Luna Ramos), “por más de diez años, un sinfín de reuniones y fiestas en su casa y la mía. Quiero abundar aquí sobre mi relación de amistad con Alejandro Luna Ramos. Habíamos estrechado lazos entre nuestras familias. Margarita Luna Ramos, por esas cuestiones inexplicables que tiene la vida, en gran parte a mi intervención y a la negociación de los famosos videoescándalos, logró llegar a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“En enero de 2004, un fin de semana, llegó Alejandro a mi casa y me preguntó cómo era mi relación con Diego Fernández de Cevallos. Le dije que en esos momentos creía que era buena y entonces me comentó que su hermana Margarita había sido propuesta para ocupar el lugar de ministra, como relevo de Juventino castro. El 2 de diciembre, la fracción del PAN en el Senado, encabezada por Diego, no había aprobado el nombramiento, a pesar de contar con el apoyo del PRI y del PRD. La terna fue devuelta al presidente Fox, quien estaba obligada a presentar una nueva.

“Alejandro consideraba que en la nueva propuesta seguramente iría nuevamente su hermana Margarita, y por ello quería contar con el apoyo de Diego y, por lo tanto, del grupo en el Senado del PAN. Sin embargo, era tanto el deseo de conseguir el apoyo de Diego a través mío, que con el pretexto de que viera la remodelación de su casa, obra que me había pedido que realizara, me pidió que ese mismo día fuera a su casa ubicada en la calle de Sargazo número 118, en la colonia El Rosario, en Coyoacán.

“… Alejandro subió a la planta alta y me mandó decir que si podía subir, porque justo había hablado su hermana Margarita (…) Me dijo que Margarita me quería saludar. Me agradeció de antemano cualquier gestión que pudiera realizar con el Jefe Diego para su ratificación como ministra. Salí de la casa e inmediatamente hablé con Diego. Lo que hice fue plantearle la situación de Margarita Luna Ramos. De entrada me dijo que era una señora muy conflictiva y pagada de sí misma (...) como muestra de mi apoyo hacia tu persona, está bien, la voy a apoyar. El 19 de febrero de 2004, Margarita Luna Ramos fue nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el apoyo del Jefe Diego y la mayoría de los senadores del PAN. Después, cuando yo estaba preso, Alejandro Luna Ramos se desatendió de mi…”.

Esta historia de Margarita Luna Ramos y su hermano Alejandro la cuenta Carlos Ahumada Kurtz en Derecho de Réplica (Editorial Grijalbo/2009.)

Diego Fernández de Cevallos

El PAN (Partido Acción Nacional) siempre ha tenido una actitud de defensa de la democracia en todas las circunstancias nacionales e internacionales”, dijo en uno de sus momentos de fe partidista el difunto Carlos Castillo Peraza. Cuando Calderón Hinojosa llegó a la jefatura nacional de ese partido, el filósofo yucateco renunció a su militancia azul.

Los caminos de la congruencia, no son como yo esperaba. Carlos Castillo Peraza formó parte del grupo selecto de panistas que en 1988 firmó en Los Pinos la alianza estratégica con el usurpador Carlos Salinas de Gortari. En ese grupo participó Diego Fernández de Cevallos. Cuéntase que Diego actuó en determinado periodo o contingencias como abogado del robusto y aguerrido empresario sinaloense Manuel El Maquío Clouthier del Rincón. Éste fue el candidato presidencial del PAN traicionado en 1988 por los panistas aliados de Salinas de Gortari.

En entrega anterior platicamos que, en el otoño de 1993, después de que el PRI dio luz verde a la candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio, en Los Pinos, Salinas de Gortari soltó una susurrante y meliflua pregunta: Y usted, Diego, ¿por qué no? Iba dirigida al entonces diputado panista. Unas cuantas semanas después el PAN anunció la candidatura de Fernández de Cevallos a la presidencia de México.

Por ahí existen algunos registros que recuerdan que, dos meses antes de las elecciones de 1994, Fernández de Cevallos declaró: Durante mucho tiempo se me presentó como una persona entregada al gobierno, como político claudicante. Pero ha quedado claro que soy un opositor serio…”. El candidato azul barrió con Ernesto Zedillo Ponce de León y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el debate correspondiente. Luego se replegó. Se rajó, diría después su correligionario Vicente Fox Quesada.

De la Familia feliz al Grupo compacto

La Familia feliz fue un hallazgo célebre bajo palio de Miguel de la Madrid, datado por algunos en 1982. De ella formaba parte el secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari. Tan bella familia rompió la hegemonía de la dictadura de los sectores en el interior del PRI, que, a finales de aquel sexenio, sufrió la fractura que el 6 de julio de 1988 De la Madrid vio como un terremoto político.

En la mudanza de aquella familia hacia el grupo compacto saliniano entraron a una nueva jerarquía el malogrado Luis Donaldo Colosio Murrieta, Ernesto Zedillo Ponce de León, Manuel Camacho Solís, Emilio Gamboa Patrón, Joseph Cordoba Montoya, Pedro Aspe Armella y Jaime Serra Puche. Colosio fue asesinado; Zedillo terminó reñido con Salinas de Gortari. Camacho Solís desertó del PRI para aventurarse con las izquierdas electorales. Gamboa Patrón tildó de loco a De la Madrid cuando éste, en 2011, confesó que en 1988, cuando impulsó a Carlos a la presidencia, no conocía la catadura moral de los Salinas de Gortari, a quienes relacionó con la delincuencia organizada en su modalidad narca.

Fue el sexenio de Salinas de Gortari en el que se vendieron 251 entes públicos. Venta de garaje, le denominaron algunos insidiosos. Sólo 22 de esos entes se transfirieron al sector social. El resto fueron para el sector privado. Al menos 15 se otorgaron a inversionistas extranjeros. ¿Quién olvida el alegre convivio aquel en que el PRI pidió a cada uno de los integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios un entre de 25 millones de dólares para la próxima campaña presidencial? Cómo se extraña a Emilio El Tigre Azcárraga Milmo.

El famoso complot siempre negado

Si alguien hace revelaciones incriminatorias y los aludidos no demandan judicialmente al incriminador por calumnias, difamación o ataques al honor, los leguleyos dicen que el dato crea estado. Hasta donde sabemos, Carlos Ahumada Kurtz no ha sido demandado por los contenidos de su Derecho de réplica. Si acaso, según testimonio propio, Ahumada Kurtz fue conminado por su abogado Juan Collado y otros implicados a que abandonara México una vez liberado del Reclusorio Norte de la ciudad de México. Dicho en buen cristiano, se le anunciaba el destierro.

El Complot
En edición anterior presentamos la fotografía que reproducimos arriba. Esa imagen fue captada en la reciente boda de Juan Collado, abogado en cierto momento de Carlos Ahumada Kurtz. A cuadro aparecen el ahora diputado Manlio Fabio Beltrones Rivera (1); el nuevamente senador Emilio Gamboa Patrón (3), el abogado Juan Collado (4); Carlos Salinas de Gortari (5) y Diego Fernández de Cevallos (6). Esos personajes son involucrados por Carlos Ahumada en el complot para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegara a Los Pinos en 2006, en su libro Derecho de réplica.

 

“Todos los días se discutía si había habido un complot (contra Andrés Manuel López Obrador); si había participado Carlos Salinas, si en el estaba el presidente Vicente Fox, Santiago Creel, Diego Fernández de Cevallos o si estaba no se quién más. ¡Sí! Sí estuvieron todos ellos, hoy puedo decir: Sí, estuvieron todos

“… Nos bajamos, caminamos unos pasos y apareció Salinas (de Gortari Carlos). Abordamos el tema de los videos de Bejarano y el de Imaz (Carlos). Debo confesar que durante el tiempo que lo traté, nunca lo vi tan emocionado: Le brillaban los ojos y sonreía (…) estaba muy entusiasmado, muy alegre. En repetidas ocasiones, cuando por cualquier motivo salían asuntos relacionados con Televisa o Televisión Azteca, nos decía de manera presuntuosa: ‘Si quieren, ahorita le hablo al güey de Bernardo Gómez o al pendejo de Jorge Mendoza’. En fin, daba a entender que estas televisoras estaban dentro de su ámbito de influencia.

Otro charolazo para otros fines

“Todo lo negocié directamente con Carlos Salinas de Gortari, muchas veces en presencia de Rosario Robles, con Diego Fernández de Cevallos, con Ramón Martín Huerta, con Eduardo Medina Mora, el actual procurador general de la República, en aquel entonces director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), así como con el general Rafael Macedo de la Concha. Todos ellos intervinieron, formaron parte, realizaron alguna tarea en especial; pero concretamente negocié con Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández. ¿Y por cuánto? Acordamos 400 millones de pesos, los cuales nunca me pagaron. (Según Juan -Collado- le  encargaron coordinar este asunto a Manlio Fabio Beltrones.)

“Como lo mencioné, Carlos Salinas me dio dinero a cambio de los videos. Antes de entregárselos, me hizo llegar aproximadamente 35 millones de pesos. Me los entregaron Manuel Andrade, entonces gobernador de Tabasco, Arturo Montiel Rojas, entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, entonces diputado del PRI en el Estado de México, Elba Esther Gordillo y Jorge Kahwagi. Entre todos ellos me entregaron esa cantidad de dinero. Diego Fernández me hizo el primer pago, a cuenta, por la cantidad de 33 millones el día 19 de febrero de 2004”.

Lino Korrodi Me la jugué

Ahora está de moda ver e ir hacia adelante. Echarle la franela al retrovisor. La retrospectiva, sin embargo, guía mejor la nueva ruta que, por lo visto, es la misma.

“Éramos conscientes de que enfrentaríamos artimañas sin fin y golpes bajos de parte del sistema. Con todo, me tomó por sorpresa la noticia, el 21 de junio de 2000, de que Enrique Jackson había denunciado en sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el supuesto financiamiento ilegal de la campaña de Vicente Fox, exhibiendo copias de 60 cheques y registros de operaciones por un  monto de 300 mil dólares que, presumiblemente, avalaban las acusaciones y que más tarde repartió entre diversos reporteros”.

Ese es apenas un enunciado del escándalo de los Amigos de Fox, réplica al espejo del priista Pemexgate, cuestiones que tan bien conoce cierto actual consejero del Instituto Federal Electoral. Lo arriba trascrito lo escribe Lino Korrodi en su libro Me la jugué/ un verdadero amigo de Fox.

Afirma Korrodi que estaba claro que el PAN estaba al tanto de la lana que reunía Amigos de Fox. Pero también la forma en que se empleaba, ya que en las reuniones se decidía quién afrontaba a los distintos gastos, según la disponibilidad de fondos, amén de que el partido tenía conocimiento estrecho sobre los recursos captados a través del fideicomiso. Y aun si hubiera ignorado esta información, que no es el caso, de cualquier modo la responsabilidad de las operaciones, contravinieran o  no la ley, recaía sobre la Alianza por el Cambio. El comité mencionado recibía reportes de ingresos y egresos. Reitero. Tuvimos la asesoría de Fauzi Hamdan. (Hamdan es actualmente nuevo rector de la honorable Escuela Libre de Derecho.)

Metida la asociación Amigos de Fox en el brete judicial, dice Korrodi, nadie pidió al PAN defensores de oficio y menos aún alguno con el perfil de (Diego) Fernández de Cevallos. “¡Sólo dañado del cerebro iba a confiar en él como representante legal! No sólo hablemos ya de aquellos casos que le encomendé y desatendió o de la sospecha fundada de que violó la ética profesional, filtrando información confidencial de un cliente.

“El escándalo que (Luis Felipe) Bravo Mena  y otros gatos de Angora de Fernández de Cevallos se negaron a atajar y, por el contrario, ayudaron a mantener vivo por más de dos años y medio, es un filón de oro que grupos políticos y medios de comunicación seguirán explotando en el futuro, sobre todo en tiempos electorales”.

Manlio Fabio Beltrones, peligro para México

En su libro testimonial Señal de alerta/ advertencia de una regresión política, el ex jefe nacional del PAN y ex presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA), Manuel Espino Barrientos desempolva la descripción que su partido hizo en 2006 de Andrés Manuel López Obrador como Un peligro para México, para asestársela en 2008 al entonces senador priista Manlio Fabio Beltrones Rivera, a quien emparenta también con César Borgia. Teme el ex panista ver al sonorense empoderado en Los Pinos.

Entre otros datos (Caso Colosio), Espino Barrientos recuerda que cuando mataron a Luis Donaldo Colosio, bajo la justificación de la “representación presidencial” que le asignó Salinas, Beltrones pidió al procurador Digo Valadés que le “prestara” al asesino mientras permanecía en Tijuana, para someterlo a un irregular, ilegal y clandestino interrogatorio. Mario Aburto, el presunto homicida, dice Espino Barrientos, “aseguró que fue sacado de la delegación de la PGR con las manos esposadas y envuelto en un colchón para torturarlo en la playa y obligarlo a inculpar a alguien más”.

En la página 161 de su libro, Espino Barrientos sostiene: “A partir de entonces la fama de Manlio sería la de un político peligroso, no sólo intrigante e indigno de confianza. Aun entre sus correligionarios esa percepción se agudizó  por su relación amistosa con Raúl Salinas de Gortari.

“En otra ocasión, en un reportaje de Jim Cason y David Brooks, publicado en The New York Times y reproducido en una gran cantidad de periódicos mexicanos, Manlio fue señalado como estrechamente ligado al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, El señor de los cielos. Según el diario neoyorkino, en investigación fechada en 1884, firmada por Sam Dillon y Craig Pyes, Beltrones figuraba en una lista de sospechosos de corrupción proporcionada al equipo de transición del entonces presidente electo Ernesto Zedillo, y habría asistido a tres reuniones entre 1990 y 1993, donde narcotraficantes le daban maletas de dinero a Raúl Salinas por la protección brindada a sus operaciones”.

Casi a manera de spot, en pantalla de televisión aparece incesantemente el hombre fuerte de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, diciendo, sin mencionar nombres: “No seremos rehén de ninguna persona o de grupo de personas…”. ¿Puede, el joven mexiquense, desanudar la camina de fuerza que le han tejido los intereses creados desde que era gobernador del estado de México?

 



 

Te luce muy bien la banda presidencial

 

ROSARIO ESTABA OBSESIONADA con  ser presidenta de la República. ¡Ob-se-sio-na-da. Definitivamente, ha dejado escrito Carlos Ahumada Kurtz.


Rosario Robles
Foto: CNN

“Al llegar a la caseta del fraccionamiento (donde residía Carlos Salinas de Gortari), Rosario se recostó en el asiento trasero para ocultarse. En la madrugada, antes de despedirnos, surgió una de las escenas más impactantes que he visto en mi vida: “Salinas le mostró su biblioteca a Rosario. Había condecoraciones y fotografías, entre otros recuerdos. Cuando llegamos a la vitrina donde conserva sus bandas presidenciales, Rosario le comentó que debía ser un gran honor y un orgullo portar la banda presidencial. Salinas inmediatamente tomó una escalerita para subir a abrir la vitrina y sacó una de las bandas presidenciales. Yo creía que nos la quería mostrar, y en efecto así lo hizo, pero no fue sólo eso, sino que la tomó y se la puso a Rosario cruzándole el pecho y le dijo: ‘Te luce muy bien’””.

 



 

Más emisarios del pasado

 

LOS CLÁSICOS CONSIDERAN que un rasgo de la democracia es la “circulación de las élites”. El PRI describía este proceso como de capilaridad del sistema político. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, estos eran nombres de moda, y los siguen siendo: Aguirre Rivero Ángel Heladio, desertó del tricolor y hoy es por segunda vez gobernador de Guerrero, pero por el PRD.


Observa4

ASPE ARMELLA PEDRO CARLOS, devenido  enriquecido magnate en busca, sin embargo, de reciclarse de nuevo en el gabinete. Azuela Güitrón Mariano (ministro de la Corte, implicado en el desafuero de López Obrador). Bejarano Martínez René Juvenal, llamado señor de las ligas y ex diputado desaforado e indiciado, hoy en busca de dos millones de mexicanos para su Izquierda Democrática Nacional. Beltrones Rivera Manlio Fabio, no quiso ser senador en la LIV legislatura federal. Prefirió ser subsecretario de Gobernación con Salinas de Gortari. Hoy está de nuevo como legislador chapulín en San L.azaro. Camacho Solís Manuel, el gran sacrificado en el PRI en 1993. Hoy senador por las izquierdas electorales. Campa Cifrián Roberto, del PRI al gordillista Partido Nueva Alianza; se placea para la Secretaría de Seguridad Pública federal. Cavazos Lerma Manuel, otra vez senador, fuero que lo pone fuera del alcance de Marisela Morales Ibáñez. Chuayffet Chemor Emilio, Zedillo no se la cumplió para 2000, pero está en la nómina de mexiquenses con futuro. Ebrard Casaubon Marcelo Luis, ex priista con sueños guajiros para 2018. Fox Quesada Vicente, LIV Legislatura federal; ahora incorporado por voluntad propia en el zoológico de las tepocatas y las víboras prietas.  Gamboa Patrón Emilio Antonio, campeón del derecho a picaporte y relacionado por el salinismo con Carlos Cabal Peniche; hoy en la cumbre senatorial. Fernández de Cevallos Ramos Diego, ajonjolí en todos los moles. García Medina Amalia Dolores, dejó un fétido olor azufre en Zacatecas, pero hoy la ampara el fuero diputadil. García Ramírez Sergio, postulante de la renovación del PRI; hoy consejero electoral. González Roaro Benjamín Ernesto, del PRI a Nueva Alianza: ¡Premio Mayor! ¡Premio Mayor”. Gurría Treviño José Ángel, dando recetas desde la OCDE que no aplicó durante el salinato. Hamdam Amad Fauzi, dignifica la percudida rectoría de la Escuela Libre de Derecho. Joaquín Coldwell Pedro, desde la digna memoria de don Javier Rojo Gómez al establo saliniano. Luna Ramos José Alejandro, gratos recuerdos de Carlos Ahumada Kurts. Monreal Ávila Ricardo, sólo fuera del PRI se ha vuelto revolucionario. Montiel Rojas Arturo, el primer tío de México. Muñoz Ledo y Lazo de la Vega Porfirio, el correoso imbatible. Murillo Karam Jesús, primero muerto que fuera del presupuesto. López Gutiérrez David, la sombra del nuevo caudillo. Pérez Motta Eduardo, que digno desempeño en la Comisión Federal de Competencia. Rojas Gutiérrez, Carlos y Francisco. ¿Cuál será su reacomodo? Romero Deschamps Carlos, patriota defensor del petróleo mexicano: No maximicen los 30 muertos de Tamaulipas. Ruffo Apple Ernesto, usufructuario en Baja California de la primera concertacesión saliniana; hoy con fuero senatorial. Ruiz Esparza Gerardo, siempre hay nuevas oportunidades. Scherman Leaño María Esther de Jesús, de las viudas de Colosio. Serra Puche Jaime José, segundo debut festejando en estos días los éxitos del Tratado de Libre Comercio. Téllez Kuenzler Luis Manuel Enrique, siempre tendrá refugio en el Grupo Carlyle. A qué continuar. La patria reclama esa honrada juventud. Puro cuadro de excelencia.



LÍNEAS PARA EL DISCURSO DEL PRIMERO DE DICIEMBRE

Empléate a ti mismo

Todo un océano de posibilidades:
Droga, tráfico de armas, trata de personas, prostitución…


AL DARSE EL BANDERAZO para la compulsiva implantación del neoliberalismo en México -siguiendo la línea antisindicalista de El Capitolio, dictada en Colorado Spring en 1985-, colocado en la frecuencia de la tecnoburocracia que profundizaba las políticas de ajuste  ordenadas por el Fondo Monetario Internacional, el viejo Consejo Nacional de la Publicidad (CNP), al servicio de la clase patronal, impulsó la campaña: Empléate a ti mismo.


Este es nuestro Poder Legislativo. Foto: Erick Meza
Este es nuestro Poder Legislativo. Foto: Erick Meza

FUE TAL EL ÉXITO de esa campaña que hoy, hoy, hoy, la propia clase patronal se queja de que unos 15 millones de mexicanos operan en la economía negra -“informal”, es el eufemismo-, que abarca el tráfico de drogas y armas, la trata de personas, la prostitución y anexas. Es el ejército de reserva del que disponen los cárteles del crimen organizado. Ahora, el sucedáneo del CNP, el Consejo de la Comunicación rinde tributo a los “emprendedores” Pepe y Toño y asegura que ocho de cada diez empleos los crea la empresa privada.

¡Un momento! De acuerdo con la doctrina laboral mexicana, que designa al Estado tutelar de las garantías sociales de la clase trabajadora, el concepto empleo implica la existencia de una relación contractual obrero-patronal, regida por el artículo 123 de la Constitución y la Ley Federal del Trabajo que amparan los derechos a la organización sindical, a la  huelga o paros; a la Seguridad Social y a la vivienda. Establecen las jornadas diurna de ocho horas y nocturna de siete, así como el séptimo día de descanso. Prohíbe la utilización del trabajo de menores de 14 años.

Mandan esos ordenamientos que los salarios mínimos sean suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Los trabajadores tendrán derecho a una participación de las utilidades de las empresas empleadoras.

Como esos imperativos elementales no se satisfacen, de lo que están hablando en realidad la clase patronal, aliada al gobierno, y los legisladores seguidistas, es de meras ocupaciones en las que no hay responsabilidad social del ocupador. Esas ocupaciones ni siquiera cumplen los estándares mínimos de la simulación. Ese sistema de explotación del trabajo, que no encuadra ni en la Doctrina Social de la Iglesia (católica), que condena la esclavitud del obrero, es el que quiere legitimar el fallido Presidente del empleo Felipe Calderón Hinojosa, a punto de abandonar el poder.

De tal sistema de explotación del trabajo humano deriva la galopante miseria que tiene postrados a más 70 millones de mexicanos que padecen pobreza alimentaria y de patrimonio; fuente de criminalidad y de violencia, y mentís al discurso del humanismo político pintado de azul y tricolor.

¿Qué hacer frente a ese desafío, que tiene a México a la par de Haití en materia de desigualdad social y a la par de Irak y Afganistán en materia de barbarie? Claves para un discurso de Primero de Diciembre, a partir de esta acusación: “Tácticas preelectorales de algunos opositores y deficiencias en el mecanismo de información, no explicadas a tiempo por autoridad competente, contribuyeron a dejar dudas en algunos grupos sobre el resultado de la elección. En esto se montó el engaño que enarbolan algunos opositores y que han aprovechado para levantar una bandera de reivindicación y justificación personal y como táctica de negociación política”.

Establecida esa “juiciosa” premisa para la reconciliación nacional, el credo y el decálogo. Tengo fe en que los vientos de cambio nos serán favorables porque nuestro esfuerzo tiene rumbo. Cambiaremos para estar en la vanguardia de la transformación mundial. Nuestro camino para el cambio será la modernización nacionalista, democrática y popular:

  1. I) El Estado no puede ni debe intentar ser el único actor, sino el conductor de una sociedad democrática; no el más grande, sino el más justo y eficaz;
  2. II) El Estado moderno es aquel que garantiza la seguridad de la Nación y, a la vez, la seguridad del ciudadano. Mantiene transparencia y moderniza la relación con los partidos y los sindicatos…
  3. III) La garantía más urgente es la transparencia de los procesos electorales. La decisión de los votantes será contada y reconocida por todas las partes;
  4. IV) Respondamos con talento a la sensibilidad política del pueblo mexicano, que para expresar su angustia ante el deterioro del nivel de vida, escogió medios institucionales: Las urnas y no la confrontación;
  5. V) Tres acuerdos nacionales tres: Para la ampliación de nuestra vida democrática; para la recuperación económica y la estabilidad y para el mejoramiento productivo del bienestar popular. Mantendremos los hábitos de ahorro, productividad y eficiencia. El pueblo trabajador de México sabe lo que ha ganado o lo que ha protegido con su esfuerzo. Expanderemos el mercado interno, aumentando el empleo y fortaleciendo gradualmente, en la recuperación, el poder adquisitivo del salario;
  6. VI) Mantendremos la soberanía de la Nación sobre los energéticos.
  7. VII) El motor del nuevo crecimiento vendrá en lo fundamental del ahorro interno;
  8. VIII) La prioridad ya no será pagar, sino volver a crecer;
  9. IX) Prioridades sociales ya no admiten titubeos ni posposiciones: Erradicación de la pobreza extrema y garantía de seguridad pública. Los que menos tienen deben beneficiarse más y los que más han alcanzado, menos;
  10. X) El bienestar de cada familia tendrá que ser la medida de la prosperidad de la Nación. Me inspiro para proponerlo en los Sentimientos de la Nación de Morelos.

No fue verdad tanta belleza. Con sus propias palabras, dijo, ofreció, prometió lo arriba transcrito Carlos Salinas de Gortari después de que el 1 de diciembre de 1988 juró frente al Honorable Congreso de la Unión: Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, “y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y, si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande”.

Mexicanos al grito de guerra/ el acero aprestad y el bridón…



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