![]() |
Edición 305 | ||||
Escrito por Rodolfo Sánchez Mena | ||||
Domingo, 16 de Junio de 2013 19:03 | ||||
Cordero dirigente
del nuevo PRIAN RODOLFO SÁNCHEZ MENA EL SENADOR ERNESTO CORDERO ARROYO encabeza el nuevo PRIAN, una organización semiclandestina de carácter operativo en el interior del gobierno de Enrique Peña Nieto. Su antecesor, el viejo PRIAN, era de carácter elitista, restringido; se sustentaba en acuerdos pactados en la recámara del poder.
EL NUEVO PRIAN que dirige el senador Cordero funciona en la semiclandestinidad al amparo del Pacto por México. Permite que más de seis mil panistas sigan cobrando en plazas con ingresos mensuales de entre los 90 y los 200 mil pesos. Es importante destacar que el PRIAN dirigido por Cordero va más allá del número de plazas que conservan en función de mantener vigente el Pacto por México. En la reunión del adéndum del Pacto durante la intervención del dirigente del PRD, Chucho Zambrano, se ganó el aplauso con algo que parecía una ocurrencia o un simple error, al llamar a César Camacho, “dirigente del PAN”, en lugar del PRI. El equívoco de Zambrano fue deliberado. Camacho, efectivamente, no dirige a los priistas, dirige al PAN. Hay más panistas que priistas en el Pacto. Cordero, independientemente de ser depuesto como líder de
la bancada panista del Senado, es el jefe del PRIAN, integrado por la alta
burocracia panista ubicada en los puestos estratégicos del gobierno de Peña
Nieto. Estamos hablando de funcionarios del PRIAN que ocupan posiciones en Los
Pinos, en Gobernación, en Hacienda, en Relaciones Exteriores y otras
dependencias del Ejecutivo federal. No hay sitio del gobierno federal y
de organismos descentralizados en que no aparezcan panistas. El nuevo PRIAN
tiene el control de posiciones clave aunque en la cúspide aparezca un peñista.
El nuevo PRIAN tiene por objetivo recuperar el poder desde dentro. El viejo PRIAN se servía del poder y de servir al poder. Así, el jefe del viejo PRIAN, Diego Fernández de Cevallos logró reunir una fortuna que le permitió pagar 60 millones de dólares para que lo liberaran sus secuestradores con la encomienda de no volver a participar en política. Los miles de cuadros del nuevo PRIAN, cobran,
inclusive, plazas dobles como en el senado y en el CISEN, por encima del
tabulador que tiene como límite la percepción del presidente de Ahora, el nuevo PRIAN se sirve a sí mismo y a sus propósitos de estar dentro del poder. Los alcances políticos del PRIAN hacen que analistas políticos y militantes del PRI se pregunten, ¿cuándo inicia el gobierno de Enrique Peña Nieto? Las apuestas están abiertas si el nuevo PRIAN es sexenal como el Pacto o sólo estará un breve tiempo, coyuntural. Si es sexenal, miles de priistas seguirán a la espera de poder ocupar las miles de plazas que hoy están en manos del nuevo PRIAN. Aquí el problema es de poder, no es sólo de plazas; es el de empezar a gobernar. El PRIAN está constituido por un enorme ejército de élite de la alta burocracia panista que recientemente y durante seis años dio sustento a la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón. Esta élite burocrática incrustada en organismos y dependencias federales, autocalificada como humanista, avaló la ejecución extrajudicial de 70 mil mexicanos y la desaparición forzada de otros 30 mil. En términos de poder, la rebanada del pastel que se come
el PRIAN es de orden cuantitativo y cualitativo. Lo importante es su presencia
en calidad de invitados especiales donde comparten y dominan espacios
estratégicos de gobierno. Estamos hablando que en el caso de la política
exterior mexicana, cubren la mayor parte de las representaciones diplomáticas
de México. Para dar respuesta argumentan que los embajadores panistas representan a México y no al gobierno priista Peña Nieto. Ahí empieza el problema. Si bien en el Senado los nombramientos en el servicio exterior han sido aprobados a paso de tortuga, por el control que ejercen en el Senado los senadores Ernesto Cordero y Manuel Camacho, el problema no se ha subsanado por la simple remoción de Cordero. Más bien parece ser un problema de concepción y de estrategia. El presidente ha designado a 12 Embajadores, y
Cónsules; entre ellos al embajador en
El nuevo PRIAN mantiene a través de las embajadas y de los consulados la percepción de que la política exterior calderonista sigue vigente. Un buen ejemplo es la designación del prianista embajador en Washington, promovido desde Londres, Eduardo Lalo Medina Mora o la de Marisela Morales, como cónsul ordinaria en Milán, la catedral de la mafia. Por el contrario, la promoción de la responsabilidad global de México a través de una política exterior vigorosa, sustantiva y activa, permanece en el cajón del escritorio de los embajadores y cónsules del nuevo PRIAN. Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, quien tiene como responsabilidad el Centro de Investigaciones de Seguridad Nacional (Cisen), no ha podido desmantelar la red de inteligencia de mujeres que dirige El Yunque, o sea, la organización de ultraderecha del PAN, ahí permanece. Es como se ve, inamovible. Como lo es la policía política panista del Cisen que enlaza con la estructura del PRIAN del Senado. Con sueldos que van de los dos a los 2.4 millones
anuales, el aparato de inteligencia y de seguridad del PRIAN en manos de
Cordero, se encuentra fuertemente enraizado en el Cisen, que lo provee de
municiones para la guerra especial que sostiene contra el gobierno de Enrique
Peña Nieto. En el PRIAN, no hay conversos del PAN al PRI. Que por
magia del cambio de gobierno y por simple acomodo avienten la camiseta azul y
se pongan la camiseta tricolor y adopten el credo peñanietista en un evento público; no es creíble. Por eso extraña
que, hasta la tesorera del nuevo PRIAN, siga como si nada en su puesto. Da
señales que los del PRIAN con Cordero seguirán cobrando y cogobernando desde
dentro. More articles by this author
|