LUIS MALDONADO PRESENTA LIBRO Trilogía Magisterial:
Ignacio Ramirez, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez, que documenta las bases de la educación pública
PARA EL ESCRITOR Y ACTUAL secretario general de Gobierno de
Puebla, Luis Maldonado Venegas, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano y
Justo Sierra Méndez, sentaron las bases del sistema educativo en México a
partir del siglo XIX, en una época donde el 90% de la población de México era
analfabeta y en donde no existían las instalaciones de la escuela pública a
diferencia de ahora con cerca de 250 mil planteles.
En el orden acostumbrado Saúl Juárez Vega, el autor y Miguel Limón Rojas
Un texto básico
“Era una época en donde no se formaba a ningún maestro y
muchos de ellos tenían que cumplir la misión de enseñar viviendo casi de la
dádiva, hoy tenemos más de un millón 200 mil maestros incorporados al sistema
educativo”, aseguró Luis Maldonado Venegas en la presentación de su libro
Trilogía magisterial: Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra
Méndez; realizada este domingo 9 de junio en la Sala Manuel M. Ponce del
Palacio de Bellas Artes.
Acompañado de Saúl Juárez Vega, titular de la Secretaría
Cultural y Artística del Conaculta y del presidente de la Fundación para las
Letras Mexicanas y autor del prólogo de la obra, Miguel Limón Rojas, Luis
Maldonado Venegas explicó que la publicación tiene dos objetivos fundamentales:
El primero es abordar el perfil biográfico y el impacto
histórico de estos tres grandes personajes de nuestro pasado histórico del
siglo XIX y el segundo, plantear a través de su obra, cómo sentaron las bases
de la escuela pública en el México independiente, es decir, el surgimiento de
un nuevo sistema de educación que sustituía al que se había implantado durante
el periodo novohispano”.
Pioneros de la educación
Por su parte, Saúl Juárez Vega destacó que cada una de estas
figuras a su manera y desde distintas trincheras, lucharon por diseñar modelos
educativos no sólo como vehículos de instrucción, sino también como procesos de
desarrollo social para alcanzar metas que en aquella época no sólo parecían
distantes sino imposibles.
“Son creadores
–destacó Saúl Juárez– de una mística de la educación, con ellos toma forma la
idea de la educación como una obligación de gobierno. Los tres son muy
distintos entre sí, pero educadores los tres, cultos, rebeldes, de pluma
punzante, políticos, legisladores, periodistas, idealistas en un país que
construía su identidad a la luz de los paradigmas”.
Agregó que la obra no sólo es la biografía sino una puerta
para acercarse al periodo fundacional de la nación en donde se consideró que el camino de la educación era
la ruta principal para que el país saliera del atraso.
“Lo que hoy ocurre
con la educación y con los profesores, nos obliga a mirar hacia atrás para
repensar los valores educativos esenciales. México hoy requiere de un nuevo
impulso educativo y este libro es esencial en ese empeño”, advirtió Saúl Juárez
Vega.
El presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas,
Miguel Limón Rojas consideró que a pesar de provenir de contextos distintos,
Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez tenían notas
en común.
“Les preocupaba
construir un sistema educativo y ponerlo al servicio de la sociedad en especial
de los oprimidos, creían que la educación era el camino más claro para
construir una sociedad de libertades”.
Destacó que Ignacio Ramírez es quizá el primer pensador
mexicano que se preocupó por los indios, considerándolos como poseedores de una
riqueza y valores culturales que debíamos de respetar.
“Fue el que más se
adelantó políticamente al valorar los derechos fundamentales de la mujer y
también se caracterizó por ser un luchador implacable, pues consideraba a la
educación como un arma para luchar por la igualdad”.
Tres ejemplos a seguir
De Ignacio Manuel Altamirano, recordó que fue un hombre
capaz de luchar en la arena política y hacer valer su pensamiento a través de
la construcción de una figura magisterial: “Trabajó hasta que se construyó la
Escuela Normal de Maestros, indispensable para la formación de profesores con
un conocimiento en común”.
En el caso de Justo Sierra, el ex secretario de Educación
Pública, puntualizó que debemos recordarlo como educador y fundador de la
Universidad Nacional que tenía el fin de nacionalizar la ciencia y mexicanizar
el conocimiento para que pudiera servir a todos en el camino de la construcción
de un gran país.
“Es bueno recordar a
estos varones que con su ejemplo, pudieron construir una nación, si tenemos
patria y valores nacionales que nos siguen llenando de convicción es por la
labor de ellos. Este es un libro que deberá de estar no sólo en las
bibliotecas, sino en las escuelas en todas las modalidades de estudio de
bachillerato, ya que puede servir para tener un conocimiento de por qué tienen
patria y para qué hay que trabajar”.
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