Universidad Autónoma de Campeche-Conago-PRIAN
¿Triángulos infinitos de corrupción electoral?
MUCHAS HORAS DE LARGAS y amenas charlas logré disfrutar con el ex gobernador de Campeche Don
José Ortiz Ávila, siempre frente a su bien fría cerveza clara, acompañada con
un tequila Don Julio, y esa alegría
que muy pocos pudimos conocer de un hombre recio, de origen humilde y carente
de satisfactores, hasta verlo convertido en activo y próspero empresario, siempre nostálgico de su inolvidable terruño-Hecelchakán
(Sábana del descanso)- donde
rememoraba su niñez de pies descalzos, agrietados por las cálidas lajas de las
calles polvosas.
Uno de sus muchos
logros que presumía el mejor gobernador de toda la historia moderna de
Campeche, consistió en la creación de dos universidades en el estado.
La Universidad Autónoma del Sureste (hoy de
Campeche UAC) nombre que se le cambió para saciar sus histéricas hieles de venganza personal de Jorge Carpizo
Mac Gregor, quien nunca le perdonó al
Coronel Ortiz Ávila haber construido el Circuito
Baluartes, que, para lograrlo, el entonces ejecutivo de la entidad se enfrentó a la soberbia de la familia
Carpizo-Mac Gregor, que se oponía a ser
afectada en su residencia por un gobernador de origen mestizo y menor alcurnia de esa familia de presunto y
presuntuoso abolengo; con fuertes
raíces de nobleza y nexos con las
rancias monarquías europeas y a la que, al final “el indio” les derrumbó su residencia para
cumplir su promesa de inaugurar esa víalidad de prometida a su entrañable amigo el presidente Gustavo Díaz
Ordaz.
Recordamos siempre
los orígenes de la Universidad Autónoma del Carmen, como la gestión lograda con
recursos económicos generados, entre otras fuentes, en frenéticos encuentros de
beisbol entre los inolvidables Camaroneros
del Carmen y Los Piratas de Campeche.
Nuevo rector de la Unacar José Antonio Ruíz Hernández.
Los Carmelitas también querían su Universidad ante la falta
de cobertura del mítico Liceo Carmelita, plantel que no cubría la demanda y la
natural salida de muchos jóvenes que aspiraban hacer carreras profesionales en
otras universidades lejos de casa. El gobernador campechano mantenía una
competencia increíble de superación y obras con su homólogo de Tabasco, Don
Carlos Alberto Madrazo, unidos y a la
vez enfrentados políticamente por haber sido los dos únicos gobernadores que
habían apostado a la candidatura de Díaz Ordaz cuando nadie le daba muchas
posibilidades, y donde ambos creían estar en vías de mayores logros que nunca
se cristalizaron.
Así, después de 113
años, el Liceo Carmelita cedió el paso a la flamante Universidad Autónoma del
Carmen (UNACAR) con el apoyo decidido de Ortiz Ávila, y la promesa cumplida de
los camaroneros de los sectores empresarial y social de autoimponerse un
impuesto sobre exportación del crustáceo para que la construcción del plantel
no se suspendiera por ningún inconveniente presupuestal y la juventud de la
Isla pudiera cumplir sus ciclos de formación, sin salir de su entorno.
El año de 1967, el pacto quedó sellado con el simbolismo de
una fuente-monumento con un Camarón de
bronce frente al Alma Mater, para que nunca se olvidara su origen y raíz se debía a la generosidad de
sus hombres de mar con sueños de futuras generaciones mejor preparadas y útiles
a su patria; ¡La UNACAR!
Arturo Núñez Jiménez
Lejos, muy lejos
imaginar que aquel sueño hecho realidad sea hoy no sólo ejemplo de la
conjunción de voluntades y fe para materializar esa esperanza, sino que, al ser
detonado el boom petrolero en la
década de los 80s con el presidente José López Portillo, quien nos advertía la
urgente necesidad de prepararnos para “administrar la abundancia” .
Nuestras universidades se fueron trasformando
en una vorágine de creciente opacidad, y
sus nobles funciones de educar se relegaron para convertirse -prácticamente- en
una instancia de abusos políticos, tráfico de influencia, velo sobre sus
convenios con entidades federativas, instancias de gobierno en sus tres niveles
y asociada en muchos nada claros negocios con empresarios, funcionarios y
políticos fuertemente ligados a Pemex, donde el prestigio universitario es
salvoconducto a todo, y la autonomía universitaria opera como blindaje a la
completa falta de rendición de cuentas y turbiedad en las finanzas.
La disputa por el
botín se da entre las dos instituciones. En la Unacar en forma directa y dentro
de la UAC (Universidad Autónoma de Campeche) con su Instituto de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México (Epomex),
que buscan dar mayores facilidades con el objeto de atraer a los clientes,
principalmente Pemex, y seguir con el
despojo de la actividad petrolera y sus
derramas multimillonarias contra la Isla del Carmen, estando como ejemplo la
mega obra de más de seis kilómetros de largo en el Puerto de Seybaplaya,
Champotón, el cual, con todo y estudios de impacto ambiental y científico marino de Epomex, parece que nunca se tomaron en cuenta las
corrientes que azolvan la magna obra en vías de ser un nuevo fracaso millonario
del cual nos ocuparemos en otro reportaje al respecto.
Pero entremos en
materia del fraude Unacar-Aguacalientes-Tabasco- Pemex.
Durante muchos años
se ha denunciado estas fuertes ligas de poder y nada claras maniobras con las
finanzas del plantel, lo mismo para entregar “estudios de factibilidad” con el
aval de la institución, hasta perder todo el presupuesto en la Bolsa de Valores
en devastadores cracks; o los
presuntos financiamientos en campañas políticas mediante triangulaciones a
favor del grupo que comanda en Tabasco el subdirector Javier Hinojosa Puebla, y dentro de Pemex
Exploración y Producción, el indispensable
ingeniero Carlos Morales Gil.
Pero nunca se pudo
acceder a ninguna aclaración, ni menos lograr dar curso a las denuncias que se
perdieron en el tiempo el espacio por
la evidente protección de los
presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Hoy, las cosas son
diferentes y el escándalo es de pronósticos reservados. La punta del iceberg apenas muestra las señales de
tantas complicidades, como también los cimientos de la arquitectura diseñada
para maquinar un fraude desde el estado de Aguascalientes.
Gracias a la denuncia
administrativa y judicial del Institutito de Educación de Aguascalientes (IEA),
iniciada a partir de la nueva administración encabezada por Carlos Lozano de la
Torre, se ha abierto la Caja de Pandora. Se
encontró la nada agradable sorpresa de que el gobierno del panista Luis
Armando Reynoso Femat, éste
habría instruido al titular del IEA Francisco Javier Chávez Rangel
(quien posteriormente fue candidato perdedor del PRI perdedor a la Presidencia Municipal de Aguascalientes
pero que, inexplicablemente, el propio gobernador lo tiene a su lado como
flamante coordinador de asesores), para que el 4 de agosto de 2011 firmara un
contrato millonario con la Unacar, que el propio Lozano de la Torre busca
matizar con la pueril hipótesis de que
fue la Secretaría de Educación Pública, en tiempos del fallecido Alonso
Lujambio Irazábal, quien habría
condicionado dicho contrato a favor de la Unacar.
En una contundente
declaración que consigna la periodista Gabriela Jiménez Castañeda en Pagina 24, el gobernador Lozano de la Torre afirma: “Es
un tema que viene de tiempo atrás. No es una responsabilidad que tuvo el instituto. Fue una decisión de la
SEP, de que así se hiciera y no
solamente Aguascalientes, sino en otros estados”.
Evidentemente,
estamos ante un asunto que aún no muestra sus direcciones de ida y todo lo que
ello involucra. No obstante, llama la atención que sea el mismo Lozano de la
Torre, quien ordenó la denuncia, quien hoy
parezca encubrir al principal
involucrado, su flamante colaborador Francisco Javier Chávez Rangel, e insista en que es un problema que
corresponde resolver a la SEP y su titular en turno Emilio Chayfett.
El expediente de la
denuncia lo recibimos en memoria electrónica (USB) y, al estudiar su contenido,
caímos en cuenta que durante meses se había ventilado el tema con notas
periodísticas de muy bajo impacto, a manera
de crear condiciones para
posibles arreglos o casi parea compartir
el botín.
La demanda la inició
la Dirección Jurídica y apoderada para pleitos y cobranzas del IEA. Se radicó en el Juzgado Quinto de
lo Civil
en turno, con número de expediente 0568/2013. Fue publicada el 8 de
marzo de 2013. Según pruebas, la Unacar recibió un pago de 399 millones 140 mil
343.06 pesos en contrato de asignación directa para cumplir con la instalación de soporte en
equipos y conectividad de 645 aulas temáticas; 732 aulas básicas en escuelas
secundarias técnicas, generales y telesecundarias, así como la entrega de 15
mil 601 computadoras portátiles (laptops)
dentro del programa Habilidades Digitales para Todos (HDT).
Los cheques de pago,
así como el incumplimiento de lo contratado, siguieron su puntual rumbo,
prefigurando tráfico de influencia y la presunción de que se estarían desviando
dineros para las campañas políticas de los estados de Aguascalientes, Tabasco,
y “otros estados más”, como expuso el contrastante Lozano de la Torre, quien demanda al rector
de la Unacar Maestro Sergio Augusto López Peña, pero emplea como acusador al ex
titular del IEA, contraparte del contrato citado, y por lo tanto, es parte del
litigio.
El expediente
judicial consultado es demoledor en todo su contenido: Muestra la cronología de
los pagos y, sorpresivamente, a la vez
la auditoria correspondiente manifiesta que el producto pagado no existe.
¿Cómo se pueden
solventar tantos millones sin que nadie reclame la falta de cumplimiento por
casi tres años? ¿Cuántas universidades existen más próximas al estado de
Aguascalientes, y por qué fue favorecida
la Unacar? ¿Dónde estaban los órganos de control del gobierno de
Aguascalientes, de la SEP, de Gobernación y de la Función Pública? ¿Cuantas
universidades y entidades federativas más están involucradas en este asunto con
fuerte hedor a delitos electorales con dinero del sector educativo? El caso no
termina con esta demanda, pues similar operación se ejecutó desde Tabasco con
la Unacar.
Sobre el tema también
recibimos el expediente de pólizas,
copias de cheques, relación de proveedores entre los que están los nombres de
las empresas que se beneficiaron como Levante
SA de CV, Administradora de Servicios,
SA de CV, Prof-Tech Servicios SA de
CV..
Se detecta una
erogación del ex gobernador de Tabasco
Andrés Granier Melo, por más de 200
millones de pesos bajo la misma modalidad de operación por los conceptos de
equipar salones, entregar computadores y tecnificar la educación. Todo pagado,
pero sin comprobación física de la entrega de la contraprestación.
Sorprende que -a diferencia del de Aguascalientes-, el
gobernador de extracción perredista de
Tabasco, Arturo Núñez Jiménez no parezca tener la intención de iniciar
ninguna querella en contra de la Unacar, a pesar que se respiran aires de
muchas complicidades y que desde el inicio de su gestión se ha dedicado a
combatir los abusos y tropelías de su antecesor y compadre.
En el ambiente
gravita la ineludible pregunta: ¿A
quiénes se está protegiendo en estas triangulaciones millonarias turbias? ¿Por
qué Aguascalientes si se animaron a
denunciar y en el caso de Tabasco no se quiere ni hablar del asunto?
Muy lejos de la
fuerza mediática para exhibir el
trasiego de montañas de dinero que nos mostraron de casi 80 millones de pesos
en efectivo, los desmayos del ex
secretario de Finanzas de Granier Melo, las investigaciones a sus hijos y
familiares, sorprende mucho no
se dé el mismo tratamiento a este
evidente fraude.
Universidad Autónoma del Carmen.
Aunque las
autoridades educativas de todos los niveles de gobierno en Campeche se desligan completamente apanicadas del putrefacto asunto de la
Unacar, su otrora confiado y reelecto rector
Sergio Augusto López Peña -quien
ya fue cesado en su encargo-, reconoció sin rubores el fraude y dio sus versiones de catástrofes
en Asia como coartada de las empresas proveedoras para no cumplir sus compromisos, mientras
el secretario general Andrés Edgardo Salazar Dzip declaraba sobre
el caso que se trataba de “un programa nacional de la SEP, en el que
participaron 16 estados del país”.
Muy poco convencieron
las declaraciones anteriores, pues la presión estudiantil, social y académica
terminó por obligar a renunciar a López Peña, la noche del 28 de agosto, siendo electo como relevo José Antonio Ruz
Hernández, ex director de la Facultad de Ingeniería, quien recibió la rectoría
con la velada amenaza de perder convenios
de vinculacion con Pemex si se intenta cualquier rendición de cuentas de
todos esos convenios, que se entregarían a Epomex de la Universidad Autónoma de
Campeche, aprovechando que se encuentra
bajo el control de grupo Mouriño, y con el argumento de las facilidades que
daría la rectora Adriana Ortiz
Lanz, nuera del flamante “ asesor
jurídico del gobierno de Campeche, Álvaro Arceo Corcuera, gran apologista del
malogrado ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño .
Para entender de qué
estamos hablando y sus alcances políticos, es pertinente señalar los conflictos
que darían mucha tela de donde cortar, si recordamos que Tabasco lo perdieron
las fuerzas priistas locales como
consecuencia de su confrontación con la dirigencia nacional, cuando
pretendieron vetar toda injerencia del entonces candidato presidencial Enrique
Peña Nieto en el Edén, y el hecho de
que esa confrontación se produjo cuando actuaba como delegado del CEN del PRI en la vecina entidad
el ex gobernador campechano José Antonio González Curí (ahora flamante
colaborador del titular del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio
Chong).
Andrés Granier Melo.
González Curi tuvo fuertes pugnas con el grupo de Roberto
Madrazo Pintado, en los tiempos en que el aún
priista Arturo Núñez Jiménez fue líder
en la LVII legislatura con Ernesto
Zedillo Ponce de León, tiempos en que Madrazo hacia alarde de poder hankista y asaltaba el Palacio
Legislativo de San Lázaro en busca de
Santiago Creel, con su su personificación
bufonesca de Catalina Creel.
No creemos que se
pudiera considerar factor de inacción la dirigencia priista de Cesar Camacho
Quiroz y que éste tenga en Tabasco como
delegado general al senador Raúl Pozos Lanz,
fuerte aspirante a la gubernatura de Campeche, y proyecto para
eventualmente suplir al actual gobernador Fernando Eutiquio Ortega Bernés. Son
personajes que guardan indisolubles ligas de maniobrabilidad y éxitos
empresariales-políticos con el ex gobernador de Tabasco y actual delegado del
CEN del PRI en el Distrito Federal, Manuel Andrade Díaz, considerado estratega
y financiero del triunfo de Ortega Bernés
sobre Mario Ávila Lizárraga, del clan Mouriño-Calderón-Cordero.
Las cadenas de
complicidad no terminan en simples convenios incumplidos. Sus alcances parecen
no tener límites con miras en planes a mediano y largo plazo, teniendo siempre
a la Unacar como plataforma de poderosos empresarios, sustentados el Proyecto
2030, que durante los 12 años
de presidencias panistas logró convertir a Pemex en su fuente de
enriquecimiento, al través del mouriñista Grupo ESGES y su alianza con el
Partido Popular Español.
Las instalaciones del
campus universitario son una
auténtica empresa de usos y costumbres consolidados por la impunidad y la
evidente complicidad del Consejo Universitario, el patronato y sus pactos con
el gobierno de Campeche.
Para ejemplo, el demoledor
despojo del Campus II, cuyas
instalaciones fueron construidas para beneficio del estudiantado, pero
hoy están en manos del polémico empresario petrolero Amado Yáñez,
principal accionista de Oceanografia, aquella empresa que tantas querellas
provocó por ser beneficiada por las influencias de Marta Sahagún de Fox -por intermedio de sus
hijos- y los enjuagues del entonces director jurídico de Pemex, César Nava.
Amado Yáñez es visto
hoy como un acreditado benefactor político de varios aspirantes a la
gobernación del estado, y determinante
personaje que habrá de impulsar la candidatura de un ciudadano nativo del
Carmen para romper la inercia del grupo capitalino de la entidad, y por ello
sus empresas deportivas en los rubros del beisbol y futbol tienen su asiento dentro de la Unacar.
Como simple
antecedente de la forma en que se hacen negocios en el Campus, la publicidad de los involucrados penden del Estadio de Béisbol Resurgimiento, de los universitarios carmelitas, entregado en comodato a estos empresarios
mediáticos, petroleros y extranjeros, felices de haber encontrado la fórmula del Celta de Vigo, de la Liga Española, como
ejemplo a seguir para salvar de suspicacias dineros de procedencia
inexplicable.
La siguiente lista
nos muestra los contratos canalizados a
la Unacar, sin que se tenga idea de cómo, cuándo y dónde se distribuyen los presuntos beneficios; ni
tampoco de las empresas que podrían estar involucradas en otras triangulaciones
multimillonarias.
Los contratos ejercidos en los últimos 26 meses con la Unacar:
Contrato Fecha Monto
420401804 15/03/2011 201.353.621,78
420401860 21/10/2011 4.100.000,00
420402802 04/05/2012 190.588.495,00
420821806 22/09/2011 50.000.000,00
420830811 26/01/2011 24.780.839,55
420830812 26/01/2011 62.207.697,84
420832803 20/04/2012 194.325.759,10
420842802 20/04/2012 111.014.290,90
421001858 15/09/2011 6.140.769,07
421002827 14/06/2012 45.000.000,00
421002848 17/08/2012 39.734.630,44
421002858 29/10/2012 90.310.431,20
422181800 08/02/2011 87.000.000,00
422181802 14/04/2011 3.074.914,59
422201803 15/04/2011 30.000.000,00
422201806 08/07/2011 2.993.412,94
422202800 13/02/2012 15.000.000,00
422261811 14/09/2011 3.650.850,56
422301800 28/01/2011 13.500.000,00
422302802 24/08/2012 13.599.986,89
423021810 10/06/2011 31.721.071,20
423021813 28/06/2011 26.137.500,00
423021843 02/12/2011 8.000.000,00
423021844 02/12/2011 20.909.856,00
423022804 02/04/2012 78.000.000,00
423022805 13/04/2012 41.610.988,00
424011942 22/11/2011 3.164.733,39
424411813 07/12/2011 12.000.000,00
425101809 29/04/2011 30.000.000,00
428221813 08/02/2011 38.805.155,92
428221902 15/08/2011 27.589.620,34
428221905 22/08/2011 5.896.157,71
428221927 24/10/2011 16.042.626,45
428221932 23/11/2011 12.976.247,07
428222890 31/07/2012 4.171.639,05
428222922 26/10/2012 19.671.945,59
428811807 21/02/2011 96.618.679,54
428811833 25/07/2011 1.278.314,66
428811835 29/07/2011 1.240.394,21
428812804 10/02/2012 111.891.644,00
428812841 11/10/2012 845.444,18
TOTAL
EJERCIDO 1.776.102.264,00
Sumida la Unacar en el escándalo y desprestigio nacional e
internacional, sorprende la pusilánime actitud del Consejo Universitario, su Patronato; del gobierno federal por medio de la SEP; de
la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y del gobierno Campeche, que asume sospechosa actitud de indiferencia.
Frente a esa omisión,
el gobierno de Peña Nieto y su Cruzada Anticorrupción serán tomados como simple
ocurrencia de campaña, y, al ritmo del trópico, seguiremos viendo la danza
universitaria de los millones. y una quimera-albañal de posible delincuencia
financiera-política organizada. No
aceptamos ver a la Unacar convertida
en la
cloaca autónoma del delito.
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P.D. Ofrecemos a las autoridades de los tres
niveles de gobierno toda la documentación que avala este trabajo periodístico
de quien lo firma y ratifica.
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