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Edición 309 | ||||
Escrito por Ebnrique Pastor Cruz Carranza | ||||
Martes, 17 de Septiembre de 2013 23:14 | ||||
Universidad Autónoma de Campeche-Conago-PRIAN
¿Triángulos infinitos de corrupción electoral? MUCHAS HORAS DE LARGAS y amenas charlas logré disfrutar con el ex gobernador de Campeche Don José Ortiz Ávila, siempre frente a su bien fría cerveza clara, acompañada con un tequila Don Julio, y esa alegría que muy pocos pudimos conocer de un hombre recio, de origen humilde y carente de satisfactores, hasta verlo convertido en activo y próspero empresario, siempre nostálgico de su inolvidable terruño-Hecelchakán (Sábana del descanso)- donde rememoraba su niñez de pies descalzos, agrietados por las cálidas lajas de las calles polvosas. Uno de sus muchos logros que presumía el mejor gobernador de toda la historia moderna de Campeche, consistió en la creación de dos universidades en el estado. La Universidad Autónoma del Sureste (hoy de Campeche UAC) nombre que se le cambió para saciar sus histéricas hieles de venganza personal de Jorge Carpizo Mac Gregor, quien nunca le perdonó al Coronel Ortiz Ávila haber construido el Circuito Baluartes, que, para lograrlo, el entonces ejecutivo de la entidad se enfrentó a la soberbia de la familia Carpizo-Mac Gregor, que se oponía a ser afectada en su residencia por un gobernador de origen mestizo y menor alcurnia de esa familia de presunto y presuntuoso abolengo; con fuertes raíces de nobleza y nexos con las rancias monarquías europeas y a la que, al final “el indio” les derrumbó su residencia para cumplir su promesa de inaugurar esa víalidad de prometida a su entrañable amigo el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Recordamos siempre los orígenes de la Universidad Autónoma del Carmen, como la gestión lograda con recursos económicos generados, entre otras fuentes, en frenéticos encuentros de beisbol entre los inolvidables Camaroneros del Carmen y Los Piratas de Campeche.
Los Carmelitas también querían su Universidad ante la falta de cobertura del mítico Liceo Carmelita, plantel que no cubría la demanda y la natural salida de muchos jóvenes que aspiraban hacer carreras profesionales en otras universidades lejos de casa. El gobernador campechano mantenía una competencia increíble de superación y obras con su homólogo de Tabasco, Don Carlos Alberto Madrazo, unidos y a la vez enfrentados políticamente por haber sido los dos únicos gobernadores que habían apostado a la candidatura de Díaz Ordaz cuando nadie le daba muchas posibilidades, y donde ambos creían estar en vías de mayores logros que nunca se cristalizaron. Así, después de 113 años, el Liceo Carmelita cedió el paso a la flamante Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) con el apoyo decidido de Ortiz Ávila, y la promesa cumplida de los camaroneros de los sectores empresarial y social de autoimponerse un impuesto sobre exportación del crustáceo para que la construcción del plantel no se suspendiera por ningún inconveniente presupuestal y la juventud de la Isla pudiera cumplir sus ciclos de formación, sin salir de su entorno. El año de 1967, el pacto quedó sellado con el simbolismo de una fuente-monumento con un Camarón de bronce frente al Alma Mater, para que nunca se olvidara su origen y raíz se debía a la generosidad de sus hombres de mar con sueños de futuras generaciones mejor preparadas y útiles a su patria; ¡La UNACAR!
Lejos, muy lejos imaginar que aquel sueño hecho realidad sea hoy no sólo ejemplo de la conjunción de voluntades y fe para materializar esa esperanza, sino que, al ser detonado el boom petrolero en la década de los 80s con el presidente José López Portillo, quien nos advertía la urgente necesidad de prepararnos para “administrar la abundancia” . Nuestras universidades se fueron trasformando en una vorágine de creciente opacidad, y sus nobles funciones de educar se relegaron para convertirse -prácticamente- en una instancia de abusos políticos, tráfico de influencia, velo sobre sus convenios con entidades federativas, instancias de gobierno en sus tres niveles y asociada en muchos nada claros negocios con empresarios, funcionarios y políticos fuertemente ligados a Pemex, donde el prestigio universitario es salvoconducto a todo, y la autonomía universitaria opera como blindaje a la completa falta de rendición de cuentas y turbiedad en las finanzas. La disputa por el botín se da entre las dos instituciones. En la Unacar en forma directa y dentro de la UAC (Universidad Autónoma de Campeche) con su Instituto de Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México (Epomex), que buscan dar mayores facilidades con el objeto de atraer a los clientes, principalmente Pemex, y seguir con el despojo de la actividad petrolera y sus derramas multimillonarias contra la Isla del Carmen, estando como ejemplo la mega obra de más de seis kilómetros de largo en el Puerto de Seybaplaya, Champotón, el cual, con todo y estudios de impacto ambiental y científico marino de Epomex, parece que nunca se tomaron en cuenta las corrientes que azolvan la magna obra en vías de ser un nuevo fracaso millonario del cual nos ocuparemos en otro reportaje al respecto. Pero entremos en
materia del fraude Durante muchos años se ha denunciado estas fuertes ligas de poder y nada claras maniobras con las finanzas del plantel, lo mismo para entregar “estudios de factibilidad” con el aval de la institución, hasta perder todo el presupuesto en la Bolsa de Valores en devastadores cracks; o los presuntos financiamientos en campañas políticas mediante triangulaciones a favor del grupo que comanda en Tabasco el subdirector Javier Hinojosa Puebla, y dentro de Pemex Exploración y Producción, el indispensable ingeniero Carlos Morales Gil. Pero nunca se pudo acceder a ninguna aclaración, ni menos lograr dar curso a las denuncias que se perdieron en el tiempo el espacio por la evidente protección de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Hoy, las cosas son diferentes y el escándalo es de pronósticos reservados. La punta del iceberg apenas muestra las señales de tantas complicidades, como también los cimientos de la arquitectura diseñada para maquinar un fraude desde el estado de Aguascalientes. Gracias a la denuncia administrativa y judicial del Institutito de Educación de Aguascalientes (IEA), iniciada a partir de la nueva administración encabezada por Carlos Lozano de la Torre, se ha abierto la Caja de Pandora. Se encontró la nada agradable sorpresa de que el gobierno del panista Luis Armando Reynoso Femat, éste habría instruido al titular del IEA Francisco Javier Chávez Rangel (quien posteriormente fue candidato perdedor del PRI perdedor a la Presidencia Municipal de Aguascalientes pero que, inexplicablemente, el propio gobernador lo tiene a su lado como flamante coordinador de asesores), para que el 4 de agosto de 2011 firmara un contrato millonario con la Unacar, que el propio Lozano de la Torre busca matizar con la pueril hipótesis de que fue la Secretaría de Educación Pública, en tiempos del fallecido Alonso Lujambio Irazábal, quien habría condicionado dicho contrato a favor de la Unacar. En una contundente declaración que consigna la periodista Gabriela Jiménez Castañeda en Pagina 24, el gobernador Lozano de la Torre afirma: “Es un tema que viene de tiempo atrás. No es una responsabilidad que tuvo el instituto. Fue una decisión de la SEP, de que así se hiciera y no solamente Aguascalientes, sino en otros estados”. Evidentemente, estamos ante un asunto que aún no muestra sus direcciones de ida y todo lo que ello involucra. No obstante, llama la atención que sea el mismo Lozano de la Torre, quien ordenó la denuncia, quien hoy parezca encubrir al principal involucrado, su flamante colaborador Francisco Javier Chávez Rangel, e insista en que es un problema que corresponde resolver a la SEP y su titular en turno Emilio Chayfett. El expediente de la denuncia lo recibimos en memoria electrónica (USB) y, al estudiar su contenido, caímos en cuenta que durante meses se había ventilado el tema con notas periodísticas de muy bajo impacto, a manera de crear condiciones para posibles arreglos o casi parea compartir el botín. La demanda la inició la Dirección Jurídica y apoderada para pleitos y cobranzas del IEA. Se radicó en el Juzgado Quinto de lo Civil en turno, con número de expediente 0568/2013. Fue publicada el 8 de marzo de 2013. Según pruebas, la Unacar recibió un pago de 399 millones 140 mil 343.06 pesos en contrato de asignación directa para cumplir con la instalación de soporte en equipos y conectividad de 645 aulas temáticas; 732 aulas básicas en escuelas secundarias técnicas, generales y telesecundarias, así como la entrega de 15 mil 601 computadoras portátiles (laptops) dentro del programa Habilidades Digitales para Todos (HDT). Los cheques de pago, así como el incumplimiento de lo contratado, siguieron su puntual rumbo, prefigurando tráfico de influencia y la presunción de que se estarían desviando dineros para las campañas políticas de los estados de Aguascalientes, Tabasco, y “otros estados más”, como expuso el contrastante Lozano de la Torre, quien demanda al rector de la Unacar Maestro Sergio Augusto López Peña, pero emplea como acusador al ex titular del IEA, contraparte del contrato citado, y por lo tanto, es parte del litigio. El expediente judicial consultado es demoledor en todo su contenido: Muestra la cronología de los pagos y, sorpresivamente, a la vez la auditoria correspondiente manifiesta que el producto pagado no existe. ¿Cómo se pueden solventar tantos millones sin que nadie reclame la falta de cumplimiento por casi tres años? ¿Cuántas universidades existen más próximas al estado de Aguascalientes, y por qué fue favorecida la Unacar? ¿Dónde estaban los órganos de control del gobierno de Aguascalientes, de la SEP, de Gobernación y de la Función Pública? ¿Cuantas universidades y entidades federativas más están involucradas en este asunto con fuerte hedor a delitos electorales con dinero del sector educativo? El caso no termina con esta demanda, pues similar operación se ejecutó desde Tabasco con la Unacar. Sobre el tema también recibimos el expediente de pólizas, copias de cheques, relación de proveedores entre los que están los nombres de las empresas que se beneficiaron como Levante SA de CV, Administradora de Servicios, SA de CV, Prof-Tech Servicios SA de CV.. Se detecta una erogación del ex gobernador de Tabasco Andrés Granier Melo, por más de 200 millones de pesos bajo la misma modalidad de operación por los conceptos de equipar salones, entregar computadores y tecnificar la educación. Todo pagado, pero sin comprobación física de la entrega de la contraprestación. Sorprende que -a diferencia del de Aguascalientes-, el gobernador de extracción perredista de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez no parezca tener la intención de iniciar ninguna querella en contra de la Unacar, a pesar que se respiran aires de muchas complicidades y que desde el inicio de su gestión se ha dedicado a combatir los abusos y tropelías de su antecesor y compadre. En el ambiente gravita la ineludible pregunta: ¿A quiénes se está protegiendo en estas triangulaciones millonarias turbias? ¿Por qué Aguascalientes si se animaron a denunciar y en el caso de Tabasco no se quiere ni hablar del asunto? Muy lejos de la fuerza mediática para exhibir el trasiego de montañas de dinero que nos mostraron de casi 80 millones de pesos en efectivo, los desmayos del ex secretario de Finanzas de Granier Melo, las investigaciones a sus hijos y familiares, sorprende mucho no se dé el mismo tratamiento a este evidente fraude.
Aunque las autoridades educativas de todos los niveles de gobierno en Campeche se desligan completamente apanicadas del putrefacto asunto de la Unacar, su otrora confiado y reelecto rector Sergio Augusto López Peña -quien ya fue cesado en su encargo-, reconoció sin rubores el fraude y dio sus versiones de catástrofes en Asia como coartada de las empresas proveedoras para no cumplir sus compromisos, mientras el secretario general Andrés Edgardo Salazar Dzip declaraba sobre el caso que se trataba de “un programa nacional de la SEP, en el que participaron 16 estados del país”. Muy poco convencieron las declaraciones anteriores, pues la presión estudiantil, social y académica terminó por obligar a renunciar a López Peña, la noche del 28 de agosto, siendo electo como relevo José Antonio Ruz Hernández, ex director de la Facultad de Ingeniería, quien recibió la rectoría con la velada amenaza de perder convenios de vinculacion con Pemex si se intenta cualquier rendición de cuentas de todos esos convenios, que se entregarían a Epomex de la Universidad Autónoma de Campeche, aprovechando que se encuentra bajo el control de grupo Mouriño, y con el argumento de las facilidades que daría la rectora Adriana Ortiz Lanz, nuera del flamante “ asesor jurídico del gobierno de Campeche, Álvaro Arceo Corcuera, gran apologista del malogrado ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño . Para entender de qué estamos hablando y sus alcances políticos, es pertinente señalar los conflictos que darían mucha tela de donde cortar, si recordamos que Tabasco lo perdieron las fuerzas priistas locales como consecuencia de su confrontación con la dirigencia nacional, cuando pretendieron vetar toda injerencia del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto en el Edén, y el hecho de que esa confrontación se produjo cuando actuaba como delegado del CEN del PRI en la vecina entidad el ex gobernador campechano José Antonio González Curí (ahora flamante colaborador del titular del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong).
González Curi tuvo fuertes pugnas con el grupo de Roberto Madrazo Pintado, en los tiempos en que el aún priista Arturo Núñez Jiménez fue líder en la LVII legislatura con Ernesto Zedillo Ponce de León, tiempos en que Madrazo hacia alarde de poder hankista y asaltaba el Palacio Legislativo de San Lázaro en busca de Santiago Creel, con su su personificación bufonesca de Catalina Creel. No creemos que se pudiera considerar factor de inacción la dirigencia priista de Cesar Camacho Quiroz y que éste tenga en Tabasco como delegado general al senador Raúl Pozos Lanz, fuerte aspirante a la gubernatura de Campeche, y proyecto para eventualmente suplir al actual gobernador Fernando Eutiquio Ortega Bernés. Son personajes que guardan indisolubles ligas de maniobrabilidad y éxitos empresariales-políticos con el ex gobernador de Tabasco y actual delegado del CEN del PRI en el Distrito Federal, Manuel Andrade Díaz, considerado estratega y financiero del triunfo de Ortega Bernés sobre Mario Ávila Lizárraga, del clan Mouriño-Calderón-Cordero. Las cadenas de complicidad no terminan en simples convenios incumplidos. Sus alcances parecen no tener límites con miras en planes a mediano y largo plazo, teniendo siempre a la Unacar como plataforma de poderosos empresarios, sustentados el Proyecto 2030, que durante los 12 años de presidencias panistas logró convertir a Pemex en su fuente de enriquecimiento, al través del mouriñista Grupo ESGES y su alianza con el Partido Popular Español. Las instalaciones del campus universitario son una auténtica empresa de usos y costumbres consolidados por la impunidad y la evidente complicidad del Consejo Universitario, el patronato y sus pactos con el gobierno de Campeche.
Para ejemplo, el demoledor despojo del Campus II, cuyas instalaciones fueron construidas para beneficio del estudiantado, pero hoy están en manos del polémico empresario petrolero Amado Yáñez, principal accionista de Oceanografia, aquella empresa que tantas querellas provocó por ser beneficiada por las influencias de Marta Sahagún de Fox -por intermedio de sus hijos- y los enjuagues del entonces director jurídico de Pemex, César Nava. Amado Yáñez es visto hoy como un acreditado benefactor político de varios aspirantes a la gobernación del estado, y determinante personaje que habrá de impulsar la candidatura de un ciudadano nativo del Carmen para romper la inercia del grupo capitalino de la entidad, y por ello sus empresas deportivas en los rubros del beisbol y futbol tienen su asiento dentro de la Unacar. Como simple antecedente de la forma en que se hacen negocios en el Campus, la publicidad de los involucrados penden del Estadio de Béisbol Resurgimiento, de los universitarios carmelitas, entregado en comodato a estos empresarios mediáticos, petroleros y extranjeros, felices de haber encontrado la fórmula del Celta de Vigo, de la Liga Española, como ejemplo a seguir para salvar de suspicacias dineros de procedencia inexplicable. La siguiente lista nos muestra los contratos canalizados a la Unacar, sin que se tenga idea de cómo, cuándo y dónde se distribuyen los presuntos beneficios; ni tampoco de las empresas que podrían estar involucradas en otras triangulaciones multimillonarias. Los contratos ejercidos en los últimos 26 meses con la Unacar:
420401804 15/03/2011 201.353.621,78 420401860 21/10/2011 4.100.000,00 420402802 04/05/2012 190.588.495,00 420821806 22/09/2011 50.000.000,00 420830811 26/01/2011 24.780.839,55 420830812 26/01/2011 62.207.697,84 420832803 20/04/2012 194.325.759,10 420842802 20/04/2012 111.014.290,90 421001858 15/09/2011 6.140.769,07 421002827 14/06/2012 45.000.000,00 421002848 17/08/2012 39.734.630,44 421002858 29/10/2012 90.310.431,20 422181800 08/02/2011 87.000.000,00 422181802 14/04/2011 3.074.914,59 422201803 15/04/2011 30.000.000,00 422201806 08/07/2011 2.993.412,94 422202800 13/02/2012 15.000.000,00 422261811 14/09/2011 3.650.850,56 422301800 28/01/2011 13.500.000,00 422302802 24/08/2012 13.599.986,89 423021810 10/06/2011 31.721.071,20 423021813 28/06/2011 26.137.500,00 423021843 02/12/2011 8.000.000,00 423021844 02/12/2011 20.909.856,00 423022804 02/04/2012 78.000.000,00 423022805 13/04/2012 41.610.988,00 424011942 22/11/2011 3.164.733,39 424411813 07/12/2011 12.000.000,00 425101809 29/04/2011 30.000.000,00 428221813 08/02/2011 38.805.155,92 428221902 15/08/2011 27.589.620,34 428221905 22/08/2011 5.896.157,71 428221927 24/10/2011 16.042.626,45 428221932 23/11/2011 12.976.247,07 428222890 31/07/2012 4.171.639,05 428222922 26/10/2012 19.671.945,59 428811807 21/02/2011 96.618.679,54 428811833 25/07/2011 1.278.314,66 428811835 29/07/2011 1.240.394,21 428812804 10/02/2012 111.891.644,00 428812841 11/10/2012 845.444,18 TOTAL EJERCIDO 1.776.102.264,00
Sumida la Unacar en el escándalo y desprestigio nacional e internacional, sorprende la pusilánime actitud del Consejo Universitario, su Patronato; del gobierno federal por medio de la SEP; de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y del gobierno Campeche, que asume sospechosa actitud de indiferencia. Frente a esa omisión, el gobierno de Peña Nieto y su Cruzada Anticorrupción serán tomados como simple ocurrencia de campaña, y, al ritmo del trópico, seguiremos viendo la danza universitaria de los millones. y una quimera-albañal de posible delincuencia financiera-política organizada. No aceptamos ver a la Unacar convertida en la cloaca autónoma del delito. Correo Electrónico: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
P.D. Ofrecemos a las autoridades de los tres niveles de gobierno toda la documentación que avala este trabajo periodístico de quien lo firma y ratifica.
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