Miércoles, 13 de Agosto de 2014 20:58 | 
Author: Jorge Santa Cruz | 
| Edición 322 |
Los niños: Enemigos públicos
Jorge Santa Cruz
Tenemos frente a nosotros un reporte periodístico que da cuenta de que 260 niños figuran entre las casi dos mil víctimas mortales de los ataques israelíes, a la Franja de Gaza. Sabemos, también, que una multitud de jóvenes judíos se concentró en Tel Aviv, el pasado 26 de julio, para corear, entra otras, la siguiente consigna: “¡Ya no hay clases; ya no hay niños en Gaza!”
La desfachatez de estos extremistas es, apenas, un reflejo de la criminal política militar del gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, misma que predomina, por cierto, en Estados Unidos.
El gobierno israelí sabe perfectamente, porque su servicio de inteligencia, el Mossad, presume de ser el mejor del mundo, que la indefensa población civil palestina de Gaza dista mucho de ser su enemiga.
Esa gente pobre, hacinada, sin los servicios sanitarios básicos, metida –por la fuerza- en un verdadero campo de concentración- nada tiene que ver con su otra fuerza opresora: Hamás.
Si Netanyahu y demás halcones de la guerra quisieran, podrían obrar conforme a los más elementales principios de la Ley Natural. ¿Cómo? De manera muy simple: evacuando a los inocentes, poniéndolos en lugares seguros y, después, haciendo la guerra a los terroristas de Hamás.
Pero no: Esta célula islámica radical le da la coartada perfecta para descargar su furia asesina contra los palestinos. Para Israel no existe otra ley natural, que la del Antiguo Testamento.
México, Estados Unidos y Centroamérica
Muchos años hace que, como periodistas, hemos denunciado los abusos que se cometen en México, contra los migrantes centroamericanos. Podemos citar, a manera de ejemplo, una entrevista que hicimos en 2008, al relator de los Derechos Humanos de los Migrantes, de la Organización de Naciones Unidas, y ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Jorge Bustamante. El audio sigue vivo en nuestro archivo.
Nos acercamos a Bustamante con motivo de la visita a nuestro país, y de su encuentro con la entonces comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero.
Las denuncias hechas por el especialista, ante la funcionaria panista, y ante algunos medios mexicanos, no fueron atendidas. Seis años después, la crisis se volvió incontrolable. Hoy, el gobierno del estado norteamericano de Texas, para citar sólo un caso, se dispone a ejercer 38 millones de dólares, para movilizar a la Guardia Nacional, durante tres meses, con el fin de contener el ingreso de niños y adultos migrantes indocumentados. Perry lanzará a sus soldados contra los niños que se atrevan a llegar a la frontera texana.
Y si para Netanyahu, los ataques a Gaza le sirven para consolidar su poder en Israel, así para el gobernador de Texas, Rick Perry, el mandar soldados contra niños centroamericanos -y tal vez, mexicanos- refuerza sus aspiraciones de ser el candidato presidencial republicano, en el 2018.
El subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Sergio Alcocer, expresó (24 de julio) lo siguiente: “Entendemos que si bien es una prerrogativa del gobierno de Texas, no conduce a la atención integral que el problema de la migración, muy especialmente el de los menores no acompañados, requiere y merece”.
Subrayó que el gobierno federal estadounidense ha aceptado los principios de buena vecindad y responsabilidad compartida que México ha impulsado. “Es bajo estos principios que México ha reiterado su preocupación por la decisión del gobierno de Texas”, dijo.
Enfatizó que nuestro país ha planteado la atención del fenómeno desde un punto de vista regional, con una visión de mediano plazo, que permita el desarrollo social y económico de los países y que requiere de la coparticipación de las naciones involucradas.
Lo que deben hacer México y CA
Entendemos y avalamos los argumentos del subsecretario Alcocer; pero no estamos de acuerdo en que nuestros países se queden esperando a que la solución venga de Estados Unidos. Lo que tienen que hacer, de entrada, es fomentar un modelo económico propio –que no esté supeditado al libre comercio impuesto desde Washington-, que mejore las condiciones de los respectivos mercados internos.
Urge que se replanteen, también, las políticas de seguridad y migración, sobre bases firmes de entendimiento, sustentadas en el respeto genuino a la integridad humana, tal y como lo plantea la Ley Natural.
Dicho de otra manera: México, Guatemala, Honduras y El Salvador deben constituir un mercado común, impulsado por cada uno de los gobiernos, que detone –sobre todo- la producción agropecuaria e industrial en cada país. La mejor forma de prevenir la expulsión de personas es dándoles un trabajo digno, y bien remunerado. El trueque puede ser una buena manera de iniciar la constitución de este bloque.
El caso específico de Gaza
Parafraseando al subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Sergio Alcocer, la solución a la tragedia humanitaria de Gaza amerita la atención del fenómeno desde un punto de vista regional, con una visión de mediano plazo, que permita el desarrollo social y económico de los países, y que requiere de la coparticipación de las naciones involucradas.
Lo anterior implica, de entrada, que Israel reconozca el derecho que tienen los palestinos de tener su propio Estado, con acceso al agua y tierras fértiles. No se vale que Tel Aviv acapare los recursos.
La mejor manera de garantizar la seguridad del pueblo israelí es mediante “el desarrollo social y económico de los palestinos”. Tal y como el gobierno de México plantea la solución del problema migratorio en América Central y América del Norte.
La comunidad internacional, representada –se supone- por la Organización de Naciones Unidas, está llamada a terminar con todos los fundamentalismos fanáticos, que son los que comprometen, a diario, la paz en el mundo.
Nombremos algunos de esos fundamentalismos:
1. El de Hamás, que no se tienta el corazón para usar a niños, mujeres y ancianos como “escudos humanos”.
2. El del sionismo, representado por Netanyahu, que no se toca el corazón para proseguir con la “limpieza étnica”, en Gaza.
3. La del gobierno de los Estados Unidos, que en voz del presidente Barack Obama, reconoció que “torturó a unos tipos”, luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. (Lo conducente es que se hubiera investigado al entonces presidente George W. Bush, ante el cúmulo de evidencias de que su administración sabía del ataque, pero no lo previno, a fin de tener el pretexto para invadir a Afganistán (por su opio), y a Irak (por su petróleo).
4. El de Rick Perry, gobernador texano -como los dos ex presidentes Bush- que aprovecha el drama de los niños y adultos migrantes, para hacer una descarada precampaña, con rumbo a la Casa Blanca.
El caso de “Mamá Rosa”
Es otro ejemplo de cómo se abusa de los niños, para lograr poder y dinero, y de cómo otros fundamentalistas (Enrique Krauze, Vicente Fox, Marta Sahagún, Jorge G. Castañeda, y compañía), maniobraron para proteger a una mujer que, por los testimonios que hemos recabado, abusó, incluso sexualmente, de niños y jóvenes, que tuvieron la mala fortuna de ir a parar a ese campo de concentración, instalado en pleno Zamora, Michoacán.
Como se ve, los Netanyahu, los Hamás, los Perry, los Obama, etcétera, no son ajenos a los mexicanos. Podrán decirnos que Jean Succar Kuri sigue en prisión. De acuerdo, pero… ¿y sus socios?
Sabemos que, en el caso de la trata de personas, alrededor de 70 mil menores de edad están en calidad de esclavos, tan sólo en la República Mexicana. ¿Por qué? ¿Quiénes y desde qué posiciones de poder político y económico, los protegen?
Aclaración
Criticar un modelo político-religioso imperialista, como lo es el del sionismo, no tiene que ver con al antisemitismo. Judíos y palestinos son semitas. Nuestras críticas a Netanyahu, por ejemplo, no parten de su raza. Las que hacemos a Hamás, tampoco.
Se sustentan en los crímenes que cometen, en aras de ideologías intolerantes. Tan asesinos son los de Hamás, como los del gobierno de Netanyahu.
¡Paren la guerra!,
exhortan historiadores a Washington
Apoyada con la firma de más de 600 académicos de las más prestigiadas universidades de los Estados Unidos, la agrupación Historians Against the War (Historiadores contra la guerra) dirigió al presidente Barack Obama y a los miembros del Congreso una carta urgente por la que se exhorta a Washington suspender la ayuda militar a Israel para detener la guerra en Gaza.
El texto es el siguiente:
“Deploramos los ataques realizados contra civiles en Gaza y en Israel. Reconocemos también el desmedido daño que el ejército israelí, armado y apoyado por Estados Unidos durante décadas, está infligiendo en la población de Gaza.
“Nos conmueve hondamente que las fuerzas israelíes estén matando e hiriendo a tantos niños palestinos. Las condiciones desesperadas que reinan en Gaza a causa de la política israelí han vuelto virtualmente imposible una real evacuación de las zonas de guerra. Consideramos inaceptable el fracaso de los funcionarios electos estadunidenses en exigir cuentas a Israel por tales acciones.
“A medida que miramos crecer el número de muertos y vemos el terror de los habitantes atrapados en Gaza, llamamos a ustedes a pedir un cese el fuego, el inmediato retiro de las tropas israelíes de Gaza y un cese permanente del bloqueo, de tal modo que su pueblo pueda retomar alguna forma de vida normal. Exhortamos a ustedes a suspender la ayuda militar a Israel hasta que haya seguridad de que esta ayuda no será utilizada para cometer crímenes de guerra”
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