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Edición 358
Escrito por Jorge Santa Cruz   
Lunes, 05 de Junio de 2017 12:18

48mini

El canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, terminó de dar al traste con la otrora muy respetada política exterior mexicana, basada en la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de las controversias.

Sin embargo, al participar en la 29 Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la situación en Venezuela, que se llevó a cabo el pasado 31 de mayo en Washington, titular de Relaciones Exteriores hizo lo contrario: intervenir en el conflicto venezolano, violar la autodeterminación del pueblo venezolano y atizar la violencia que hiere a la nación hermana.

Remitámonos a las pruebas:

La OEA es una extensión del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Se diseñó para proteger los intereses políticos, diplomáticos, económicos, militares y mediáticos de Washington y Nueva York. Al pronunciarse Videgaray de manera unilateral, en la OEA, lo único que hizo fue reconfirmar su servidumbre al presidente Donald Trump y a su secretario de Estado, Rex Tillerson.

“El que se lleva, se aguanta”, dice un refrán popular; pues bien, al convocar a todos los países del continente a entrometerse en el conflicto venezolano, lo que hace de facto es borrar cualquier vestigio de soberanía nacional en beneficio del complejo militar e industrial que manda en EU. Videgaray “justificó” su intervencionismo con las siguientes palabras: “La grave situación política, económica y social por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, constituye uno de los mayores retos para el Continente Americano; el deterioro paulatino se ha venido reflejando en crecientes niveles de hambre, desnutrición, desabasto y desatención médica, pobreza, violencia, desempleo y una cada vez más descomposición política y social.” Canciller Videgaray: ¿no acaso lo anterior podría aplicarse a México, donde la violencia criminal ha dejado más de cien mil muertos? ¿Y qué nos dice del hambre, de la desnutrición, de la desatención médica y del desabasto de medicinas? En este mismo número de Voces del Periodista exponemos cómo están liquidando al Instituto Mexicano del Seguro Social. Le recomendamos dos cosas: 1. Leer ese material y 2, ir al IMSS o al ISSSTE, de incógnito, como cualquier mexicano, para que vea que estamos diciendo la verdad.

A usted le preocupan “la falta de garantías para ejercer el derecho a manifestarse, el alto número de detenciones arbitrarias; además del creciente número de ciudadanos venezolanos que están siendo juzgados en tribunales militares.” Lo que le tiene sin cuidado, en cambio, es el burdo, grosero y vulgar intervencionismo yanqui. Dicen que “a río revuelto…”, ganancia de Goldman Sachs, quien acaba de comprar una deuda de 2 mil 800 millones de dólares de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en apenas 865 millones de dólares. Estados Unidos no tiene amigos, sólo intereses. Y el que más le atrae de Venezuela es su riqueza petrolera; las reservas de crudo de esta nación garantizan una explotación -a niveles actuales- de por lo menos 300 millones de años.

¡Ah! Trump y compañía quieren echar abajo el Acuerdo de París sobre Cambio Climático para seguir con los procesos industriales sustentados en la explotación del carbono, porque le dejan miles de millones de dólares cada año. Por eso -entre otras cosas- el intervencionismo gringo en Venezuela. ¿Escucharemos de usted, canciller Videgaray, una denuncia en ese sentido? ¡Claro que no!, puesto que tiene puestas sus esperanzas de llegar a Los Pinos en el 2018, mediante la imposición de Trump y del yerno de éste, Jared Kushner.

Lo que usted acaba de hacer es entregar la poca soberanía nacional al régimen mundialista neoliberal. Cito, otra vez, palabras suyas: “Frente a estos grandes desafíos nuestro país se abre al mundo, para enfrentarlos y superarlos entendiendo siempre al escrutinio internacional como un poderoso instrumento de cambio.

Por ello, creemos que ni la negación de los problemas, ni el aislamiento o la autoexclusión de la OEA ayudarán a Venezuela a la solución de la situación actual.” ¿Abiertos al mundo? ¿Con “verdades históricas” que no convencen ni al autor mismo de la frase? ¿Con opacidad y negligencia en los crímenes cometidos contra periodistas? ¿Con manipuleos electorales cuya marca patentada es “PRI”? ¿Con enfados y descalificaciones, cuando organismos internacionales exhiben la incontrolada violencia que tiñe de sangre, todos los días, el territorio nacional? ¿Así, canciller Videgaray? Así, no.



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