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Edición 373

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Cumbre de Singapur

Eduardo Roldán*

EL INICIO DE LA NEGOCIACIÓN entre Corea del Norte y Estados Unidos se dio en la Cumbre de Singapur el 12 de junio de 2018. Ha sido el primer paso en la era Trump. Sin embargo, la negociación per se será larga y sinuosa.

EL PRESIDENTE de Estados Unidos, Donald Trump, y el máximo dirigente de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, tuvieron al mundo en gran tensión durante todo el 2017. Sus constantes acusaciones y mutuos señalamientos hicieron pensar a la comunidad internacional que en cualquier momento estallarían bombas atómicas por doquier.

La trama se gestó así: El 1 de enero de 2018, Kim Jong-un declaró en el discurso de año nuevo su voluntad para buscar la paz y la desnuclearización de la Península Coreana. En común acuerdo, las dos Coreas desfilaronn juntas bajo una bandera blanca con un mapa azul de la Península Coreana durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno 2018 en Pyongchang.

 

El 27 de abril de 2018, se reunieron el presidente surcoreano Moon Jae-in y su contraparte norcoreana Kim Jong-un en la zona desmilitarizada de Pamunjom y llegaron a un acuerdo para la desnuclearización, el intercambio de familias, etc.

Firmaron la Declaración de Pamunjom. Fue un día histórico. Una cumbre simbólica celebrada con bombo y platillos con guardias presidenciales vestidos a la usanza de la dinastía Chosón que gobernó Corea por 500 años. Todos ellos vestidos al estilo de los tres grandes reinos –Paekche, Koguryo y Shilla— que dieron origen a la Corea de hoy. En esta reunión se dialogó y acordaron acercar a las familias separadas por la guerra de Corea se habló sobre la desnuclearización y la posible firma de un tratado de paz y una plausible reunificación.

En ese entorno, el mismo presidente Trump dio a conocer al mundo que estaría dispuesto a reunirse con Kim Jong-un en mayo o junio del 2018.

Intercambiar estrategias

Ante la reunión entre el Presidente Donald Trump y el presidente de Corea del Norte Kim Jong-un anunciada para el 12 de junio, el 7 de mayo de 2018, el presidente de China, Xi Jinping, se reunió con su contraparte Kim Jong-un para intercambiar estrategias frente a Estados Unidos. Al igual que el canciller de Rusia Lavrov se reunió con su contraparte china, de Corea del Norte y Corea del Sur.

Así, el 9 de mayo de 2018, Michael Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, fue a Pyongyang y se reunió con Kim Jong-un. En ese encuentro afinaron los detalles de la cumbre planeada para el 12 de junio entre Trump y Kim.

El 9 de mayo de 2018, los primeros ministros de China y de Japón y el presidente Moon Jae-in de Corea del Sur se reunieron en Tokio para diseñar toda una estrategia ante la cumbre del 12 de junio.

Sin duda, todo esto fue detalladamente planificado. Además, después de la Cumbre de Singapur, tanto Corea del Norte como EE.UU. se encargaron de informar a sus aliados correspondientes de lo ocurrido en dicha cumbre. China, Rusia y Japón estuvieron al tanto de los detalles.

Todo lo anterior dio la pauta para que el 22 de mayo el presidente surcoreano Moon Jae-in se reuniera con Trump en Washington. Evidentemente fue portador de las posiciones y expresiones de China, Japón y Rusia sobre la reunión del 12 de junio. Es claro que discutieron la estrategia común a seguir por Estados Unidos y Surcorea frente a Norcorea. No obstante, dos días después, el 24 de mayo, el presidente Trump canceló abruptamente la reunión del 12 de junio debido a las declaraciones poco afortunadas hechas por la vice ministra de Relaciones Exteriores norcoreana en el sentido de que ellos tenían fortalezas nucleares y que no se dejarían presionar o intimidar por parte Estados Unidos.

Al respecto, el diario El País, refiere el hecho de la siguiente manera. “En una carta de Trump dirigida a Kim, fechada el 24 de mayo, se quejó de lenguaje ofensivo empleado por la vice ministra de Exteriores norcoreana, Choi Son-hui, quien calificó de “estúpido” a Mike Pence, después de que el vicepresidente estadounidense, como el consejero de Seguridad Nacional John Bolton previamente, hubieran vuelto a sugerir el modelo libio para el hipotético desarme norcoreano. Una sugerencia que para el Norcorea era inaceptable”.

Patinazo diplomático y nueva invitación

La declaración norcoreana, sin duda, fue dada con la anuencia de su máximo líder para medir el terreno político previo a la reunión cumbre, pero nunca se esperaron la respuesta tajante y contundente de Trump. En ese tenor, el día 26 de mayo de 2018, se volvieron a reunir secretamente los presidentes norcoreano y surcoreano en la Zona Desmilitarizada del Pabellón Norte, en el paralelo 38, con el propósito de destrabar la confrontación innecesaria provocada por la alta oficial norcoreana.

Las dos Coreas decidieron que el diálogo tenía que continuar.

El presidente Moon se comunicó directamente con Trump y éste aceptó nuevamente el diálogo directo entre Norcorea y Estados Unidos sin condiciones. En esa coyuntura Trump invitó al segundo hombre más fuerte en Norcorea el general Kim Jong-chol, vicepresidente del Partido de los Trabajadores y mano derecha de Kim Jong-un a visitar Washington.

Dicho general —es un personaje político encargado de todas las negociaciones con Corea del Sur y con EE.UU. y un conocedor profundo de todos los detalles de dicha relación— fue a Washington, el 30 de mayo, para afinar los detalles de la cumbre del 12 de junio.

Trump tuvo que emitir una directiva presidencial para otorgar dispensa y permiso extraordinario para otorgar la visa de inmigración a dicho general. Esto en virtud que Kim Jong-chol estaba en la lista negra de las personas sancionadas por Estados Unidos en sus bienes y prohibida su entrada a territorio estadounidense. Kim Jong-chol y Trump limaron asperezas y afinaron los detalles para la visita ya reconfirmada para el 12 de junio en Singapur. El mismo Trump le dijo al general que si todo fuera bien le extendería una invitación al mismo Kim Jong-un en Singapur para que visitara Washington.

El 12 de junio de 2018, ambos líderes se reunieron mostrando al mundo una faceta diferente: la de una cordialidad inusitada donde Donald Trump y Kim Jong-un se trataban con una gran camaradería. Trump resaltó: “El presidente Kim Jong-un y yo acabamos de firmar una declaración conjunta en la que él [Kim Jonng-un] reafirmó su compromiso para realizar la desnuclearización de la Península Coreana". Agregó: “Estamos muy orgullosos de lo que ocurrió hoy. Creo que toda nuestra nueva relación con Corea del Norte va a fomentar una situación muy distinta a la del pasado. Los dos [Trump y Kim] queremos hacer algo. Ambos vamos a hacer algo”. Por su parte, Kim Jong-un destacó: "Hoy tuvimos una reunión histórica y decidimos dejar el pasado atrás”.

Un vital primer paso

La cumbre de Singapur abrió la puerta a futuras negociaciones, al restablecimiento de las relaciones bilaterales y se dio un primer paso en favor de la pacificación de la península coreana. La cumbre binacional fue un éxito para Corea del Norte porque le permitió sentar en la mesa de negociaciones a Donald Trump en calidad de iguales y desde la posición de fuerza que le daba el armamento nuclear que posee.

Todos somos ganadores en este momento. Es un quiebre histórico. Y tenemos que verlo así. Pues da una esperanza para lograr la paz en el noreste asiático y a nivel mundial y así poner de lado un conflicto histórico de 70 años. Hay que mantener un optimismo moderado, en virtud de que sí se generaron expectativas, pero es solo un inicio de una negociación que tendrá un camino largo y sinuoso. Se llegó a un acuerdo de una desnuclearización completa de la península coreana. Lo que no se trató, que era la propuesta original de Estados Unidos, fue una desnuclearización completa, verificable e irreversible.

Esto significa que el proceso se llevará por fases: por etapas. No se mencionó el concepto de verificable, que es un factor muy importante, porque una desnuclearización verificada por la Organización Internacional de la Energía Atómica permitiría mayor confianza de Estados Unidos y con la presencia de expertos estadounidenses. Asimismo, tampoco se tocó que el proceso fuera irreversible, para que no pudiera darse el recomienzo de la carrera nuclear por parte de Corea del Norte, como sucedió en el periodo a partir del año 2006 a 2017. A pesar de que ambos países firmaron un acuerdo mutuo en 1994. Ello se debió a que los demócratas perdieron las elecciones del 2000 y George W. Bush colocó a Norcorea en la lista de los países del Eje del mal en el 2003, según él, porque fomentaba el terrorismo y transfería tecnología nuclear a Irán.

En el entorno singapurense, se reafirmó la declaración intercoreana de Pamunjom del 27 de abril de 2018. Donde las partes acordaron el desmantelamiento de las instalaciones nucleares y lograr tener la paz en una Península Coreana ya desnuclearizada. La Cumbre de Singapur permitió avances. Se aceptó, la insistente propuesta norcoreana que le ha lastimado e irritado durante las últimas décadas, la suspensión de los ejercicios militares, terrestres, navales y aéreos conjuntos entre EE.UU. y Corea del Sur de agosto del 2018, denominados Foal Eagle, Freedom Guardians, Team Spirit, etc.

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DECLARACIÓN DE PANMUNJOM PARA LA PAZ, LA PROSPERIDAD Y LA UNIFICACIÓN DE LA PENÍNSULA COREANA.

 

DURANTE ESTE transcendental período de transformación histórica en la península coreana, que refleja la imperecedera aspiración del pueblo coreano por la paz, la prosperidad y la unificación, el presidente de la República de Corea, Moon Jae-in, y el presidente de la comisión de asuntos de Estado de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, mantuvieron una reunión cumbre intercoreana en la “Casa de la Paz” en Panmunjom, el 27 de abril de 2018.

Los dos líderes declararon solemnemente ante los 80 millones de coreanos y el mundo entero que no habrá más guerras en la península coreana y que una nueva era de paz ha comenzado.

Los dos líderes, compartiendo el firme compromiso de poner fin rápidamente a una división y un enfrentamiento largamente prolongados reminiscentes de la Guerra Fría, para acercarse con valentía a una nueva era de reconciliación, paz y prosperidad nacional, y mejorar y cultivar las relaciones intercoreanas de una manera más activa, declararon en este sitio histórico de Panmunjom lo siguiente:

 

1.Corea del Sur y Corea del Norte volverán a reconciliar las relaciones de sangre de las personas y promoverán el futuro de la prosperidad conjunta y la unificación liderada por los coreanos facilitando el avance integral y pionero en las relaciones intercoreanas. Mejorar y cultivar las relaciones intercoreanas es el deseo predominante de toda la nación y el llamamiento urgente de la historia que no se puede retener más.

Corea del Sur y Corea del Norte afirmaron el principio de determinar el destino de la nación coreana por sí mismos y acordaron generar el momento decisivo para la mejora de las relaciones intercoreanas mediante la completa implementación de todos los acuerdos y declaraciones existentes adoptados entre las dos partes hasta ahora.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron mantener el diálogo y las negociaciones en varios campos, incluido el de alto nivel, y tomar medidas activas para la implementación de los acuerdos alcanzados en la cumbre.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron establecer una oficina de enlace conjunta con representantes residentes de ambas partes en la región de Gaeseong con el objetivo de facilitar estrechas consultas entre las autoridades, así como intercambios fluidos y cooperación entre las personas.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron fomentar la cooperación, los intercambios, las visitas y los contactos más activos a todos los niveles para rejuvenecer el sentido de la reconciliación y la unidad nacional. Entre el Sur y el Norte, ambas partes fomentarán la atmósfera de amistad y cooperación mediante la organización activa de varios eventos conjuntos en las fechas que tienen un significado especial tanto para Corea del Sur como para Corea del Norte, como el 15 de junio, en el que los participantes de todos los niveles, incluidos los Gobiernos centrales y locales, parlamentos, partidos políticos y organizaciones civiles, estarán involucrados. En el frente internacional, ambas partes acordaron demostrar su sabiduría, talentos y solidaridad colectiva al participar conjuntamente en eventos deportivos internacionales como los Juegos Asiáticos del 2018.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron esforzarse para resolver rápidamente los problemas humanitarios que fueron el resultado de la división de la nación, y convocar la reunión de la Cruz Roja Intercoreana para discutir y resolver varios asuntos, incluida la reunión de las familias separadas. En este sentido, Corea del Sur y Corea del Norte acordaron proceder con los programas de reunión de las familias separadas con motivo de la celebración del Día de la Liberación Nacional del 15 de agosto de este año.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron implementar activamente los proyectos previamente acordados en la Declaración del 4 de octubre de 2007, a fin de promover el crecimiento económico equilibrado y la prosperidad conjunta de la nación. Como primer paso, ambas parte acordaron adoptar medidas prácticas hacia la conexión y modernización de los trenes y carreteras en el corredor de transporte del este, así como entre Seúl y Sinuiju para su utilización.

 

2.Corea del Sur y Corea del Norte harán esfuerzos conjuntos para aliviar la profunda tensión militar y eliminar prácticamente el peligro de guerra sobre la península coreana. Aliviar la tensión militar y eliminar el peligro de guerra es un desafío muy significativo, directamente relacionado con el destino del pueblo coreano, y también una tarea vital para garantizar una vida pacífica y estable.

 

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron cesar por completo todos los actos hostiles entre sí en todos los ámbitos, incluyendo tierra, mar y aire, que son fuente de tensiones y conflictos militares. En este sentido, las dos partes acordaron transformar la Zona Desmilitarizada en una zona de paz en un sentido genuino cesando a partir del 1 de mayo de este año todos los actos hostiles y eliminando sus medios, incluida la transmisión a través de altavoces y distribución de folletos, en las áreas a través de la Línea de Demarcación Militar.

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron diseñar un plan práctico para convertir las áreas alrededor de la Línea Limítrofe del Norte en el mar del Oeste en una zona de paz marítima con el fin de prevenir choques militares accidentales y garantizar actividades de pesca seguras.

 

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron tomar varias medidas militares para garantizar una cooperación mutua activa, intercambios, visitas y contactos. Ambas parte acordaron mantener reuniones frecuentes entre las autoridades militares, incluida la reunión de ministros de Defensa, con el objetivo de discutir y resolver de inmediato asuntos militares que surjan entre ellos. En este sentido, ambas partes acordaron en primer lugar convocar diálogos militares a nivel del rango de general en el mes de mayo.

 

3.Corea del Sur y Corea del Norte cooperarán activamente para establecer un régimen de paz permanente y sólido en la península coreana. Poner fin al actual estado antinatural del armisticio y establecer un régimen de paz sólido en la península coreana es una misión histórica que no debe demorarse más.

 

Corea del Sur y Corea del Norte reafirmaron el Acuerdo de No Agresión que impide el uso de la fuerza en cualquier forma entre sí, y acordaron adherirse estrictamente a este acuerdo.

 

Corea del Sur y Corea del Norte acordaron llevar a cabo el desarme de manera gradual, a medida que se alivien las tensiones militares y se logre un progreso sustancial en la construcción de la confianza militar.

 

Durante este año, que marca el 65º aniversario del Armisticio, Corea del Sur y Corea del Norte acordaron buscar de manera activa reuniones trilaterales involucrando a las dos Coreas y a Estados Unidos, y reuniones a cuatro bandas involucrando a las dos Coreas, Estados Unidos y China, con miras a declarar el final de la guerra, convirtiendo el armisticio en un tratado de paz y estableciendo un régimen de paz permanente y sólido.

 

Corea del Sur y Corea del Norte confirmaron el objetivo común de realizar, a través de una desnuclearización completa, una península coreana libre de armas nucleares. Corea del Sur y Corea del Norte compartieron la opinión de que las medidas iniciadas por Corea del Norte son muy significativas y cruciales para la desnuclearización de la península coreana, y acordaron buscar de manera activa el apoyo y la cooperación de la comunidad internacional para lograr la desnuclearización de la península coreana.

 

Ambos líderes acordaron, a través de reuniones regulares y conversaciones telefónicas directas, mantener discusiones frecuentes y sinceras sobre asuntos vitales para la nación, fortalecer la confianza mutua y esforzarse conjuntamente para fortalecer el impulso positivo hacia el avance continuo de las relaciones intercoreanas, así como la paz, prosperidad y unificación de la península coreana.

 

En este contexto, el presidente Moon Jae-in acordó visitar Pyongyang este otoño.

27 de abril de 2018

Hecha en Panmunjom

Moon Jae-in,

Presidente de la República de Corea

Kim Jong-un,

Presidente de la comisión de asuntos de Estado de la República Popular Democrática de Corea

 

Nueva era de relacione

No se habló de un tratado de paz, lo interesante es que sí se acordó el establecimiento de una nueva era de relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. Yo interpreto que, de acuerdo con el avance de las negociaciones, podría llegarse incluso al reconocimiento diplomático de parte de Washington, en el futuro, y esto tiene que ver mucho con la invitación verbal que le hizo Donald Trump a Kim Jong-un, en Singapur, para que lo visite en la Casa Blanca.

Esto ciertamente no es nuevo. Pues ya había un antecedente en el año 2000, cuando la secretaria de Estado, Madeleine Albright fue a Corea del Norte e invitó oficialmente al entonces líder Kim Jong Il para que visitase Washington. No se llevó a cabo, tampoco Bill Clinton concretó la invitación que se le hizo para visitar Norcorea, pues los demócratas perdieron las elecciones y por tanto los republicanos dieron marcha atrás con todos los avances logrados hasta entonces.

 

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DECLARACIÓN CONJUNTA DEL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS, DONALD TRUMP, Y EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POPULAR DEMOCRÁTICA DE COREA (RPDC) KIM JONG-UN, EN LA CUMBRE DE SINGAPUR.

 

EL PRESIDENTE TRUMP y el presidente Kim celebraron una primera cumbre histórica en Singapur, el 12 de junio de 2018. Llevaron a cabo un intercambio de opiniones amplio, profundo y sincero sobre las cuestiones relacionadas con el establecimiento de nuevas relaciones entre EE.UU y la RPDC y la construcción de un régimen de paz duradero y robusto en el Península Coreana.

El presidente Trump se comprometió a brindar garantías de seguridad a la RPDC, y el presidente Kim reafirmó su compromiso firme e inquebrantable con el fin de completar la desnuclearización de la península coreana.

Convencidos de que el establecimiento de nuevas relaciones contribuirá a la paz y la prosperidad de los coreanos y el mundo, y reconociendo que la construcción de confianza puede promover la desnuclearización de la Península de Corea, el presidente Trump y el presidente Kim declaran lo siguiente:

  1. 1.Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a establecer nuevas relaciones entre los Estados Unidos y la República Popular Democrática de Corea según el deseo de los pueblos de los dos países por la paz y la prosperidad.

 

  1. 2.Los Estados Unidos y la RPDC se unirán a sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la Península de Corea.

 

  1. 3.Reafirmando la Declaración de Panmunjom, del 27 de abril de 2018, la RPDC se compromete a trabajar hacia la desnuclearización completa de la Península Coreana.

 

  1. 4.Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a la recuperación de los POW/MIA (prisioneros de guerra y desaparecidos en acción de combate) restantes, incluida la repatriación inmediata de aquellos ya identificados.

 

Después de haber reconocido que la cumbre de EE.UU-RPDC, la primera en la historia, fue un acto histórico de gran importancia y superando décadas de tensiones y hostilidades entre los dos países y para la apertura de un nuevo futuro, el presidente Trump y el presidente Kim se comprometen a implementar las estipulaciones en esta declaración conjunta completa y de forma inmediata.

Los Estados Unidos y la RPDC se comprometen a llevar a cabo negociaciones de seguimiento dirigidas por el Secretario de Estado de EE.UU, Mike Pompeo, y un alto cargo relevante de la RPDC, en la fecha más pronto posible, para implementar los resultados de la cumbre.

El presidente Trump y el presidente Kim se han comprometido a cooperar para el desarrollo de nuevas relaciones entre EE.UU y la RPDC y para la promoción de la paz, la prosperidad y la seguridad de los coreanos y del mundo.

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Lo interesante de la cumbre de Singapur es que se acordó la recuperación de los restos de los prisioneros de guerra y de los soldados fallecidos durante la guerra de Corea (1950-1953), algo que había sido un clamor desde hacía mucho tiempo, por parte de las familias de los fallecidos.

También era una bandera de Estados Unidos para limpiar la cara frente a los familiares de esos fallecidos. Algo relevante que se trató fueron las garantías que exige Norcorea. Es importante que estos acuerdos a que se llegaron tengan Estados garantes —como China, Rusia, Japón y Corea del Sur que forman parte del grupo denominado de las seis partes—, para que todas las partes operen con plena confianza de que se van a cumplir dichos acuerdos.

En estas condiciones podemos decir que ha sido un enorme avance para buscar una paz estable en el noreste asiático, concretamente en la Península Coreana. Por eso, recomiendo que debemos de ver todo ello con un optimismo moderado, pues el presidente Trump es impredecible y por eso hay que poner más atención a este acontecimiento. Sobre todo a que esta cumbre de Singapur tuvo lugar en un mundo paradójico y contradictorio, provocado por el mismo Trump.

Eso nos lleva a preguntarnos por qué con sus enemigos sí se acerca, negocia y tiene voluntad para solucionar problemas graves, pero con sus aliados se pelea, y se confronta como pasó en la reunión del G7. La cumbre del G7 o de las economías más fuertes del mundo, celebrada en Quebec días antes de que Trump se reuniera con Kim Jong-un, fue un fracaso.

Así mismo, hay que remarcar que paralelamente se estaba llevando a cabo en Qingdao, China, la reunión de la Organización de Cooperación Shanghai (OCS), que es un grupo que busca una equivalencia a la OTAN. La OCS está integrada por China, Rusia, India y Pakistán, que son cuatro países denominados Estados nucleares pues tienen la bomba atómica y que también son grandes productores de gas y petróleo, al igual que Irán, Kazajstán, Kirguistán y Turkmenistán que también son miembros de está organización y que manifiestan su fuerza para contraponerse a la influencia de la OTAN, sólo que a diferencia de ésta, la OCS aborda además de los temas de seguridad, la cooperación y el desarrollo.

Puede haber más avances

Espero que los resultados que hasta ahora hemos visto de la cumbre de Singapur, que logró un avance sin lugar a dudas, justifiquen los 20 millones de dólares que se gastaron solamente en la seguridad para hacer viable esta reunión binacional, que tuvo un diálogo de cinco horas. Ha habido resultados, no todos los que esperábamos, pero sí vemos que puede haber más avances al respecto.

La posición de Donald Trump la podemos entenderal leer su libro sobre el Éxito y La negociación. Trump dice que es precisamente con sus rivales fuertes negocia —y se puede interpretar que Corea del Norte es un rival fuerte porque posee la bomba nuclear—, un aspecto que le ha permitido a Pyongyang lograr lo que quería. Para los norcoreanos es un gran éxito. Trump logró ponerlos en la mesa de negociación y además que se les diera reconocimiento internacional. Eso era lo que querían ellos: negociar desde la fuerza y con la fortaleza de detentar armas nucleares. Esto último lo he dicho anteriormente en mi libro "Las grandes potencias en la península coreana: ¿Qué pasa en Corea del Norte y Corea del Sur?” y lo reiteré en mi libro más reciente intitulado “Trump contra el mundo: el presidente de la discordia”.

Se esté o no de acuerdo, Trump ha sido consecuente con sus ideas y con sus acciones: con los fuertes negocia, pero no actúa así con Canadá, México, la UE y la OTAN, porque los considera débiles. Pienso que la culpa no es tanto de Trump, sino de los países occidentales que no han sabido mostrar unidad para hacerle frente.

Él dice en uno de sus libros: “sé cuándo mi oponente es débil y cuándo debo arrasar con él”. Basado en esto, dijo a Trudeau que era un personaje débil. Hay que entender esto, pues es una clave para poder comprender cómo manipula al mundo.

En otro apartado afirma: “me encanta vengarme cuando alguien me hace daño”. Él siente que le han hecho daño y se está vengando al no firmar el acuerdo del G-7.  De hecho, mostró a los integrantes del G-7 como débiles ante el mundo.

También ha afirmado que “no hay nada más emocionante para mí que ir contra la corriente y hacer algo que nunca antes había hecho”. Esta ha sido su conducta y lo he analizado en mi libro “Trump contra el mundo: el presidente de la discordia”. Con esto digo que es necesario comprender sus actitudes, pues realmente el mundo occidental se ha mostrado débil, y lo ha dividido, sobre todo a la Unión Europea.

La neutralidad no vale para nada en esta coyuntura, es decir, mostrar que no queremos hacerle daño a Trump. Hay que mostrarse fuertes, pues él solo negocia con los fuertes y ahora él ve una Unión Europea desunida. Ve a un Canadá y un México frágiles y por eso actúa así.

Con él hay que enfrentarse y mirarle a los ojos directamente, negociar desde la fortaleza, con una fórmula del “tit for tat” “tú me haces esto, pues yo te hago esto” o del “quid pro quo” o sea “yo te doy algo a cambio de algo”. Hay que ver por qué no lo hace con China, simplemente porque China le ha respondido con aranceles a sus aranceles en una política al estilo del “Arte de la guerra” a cada acción corresponde una reacción.

Finalmente en las negociaciones con Trump se debe tener eso en mente. China, Corea del Norte y Rusia lo han entendido muy bien y están actuando en consecuencia. Se tiene que reaccionar en el momento, no esperar a que Trump agreda más, hay que dejar de confundir coordinación con subordinación. Que le quede claro que la coordinación implica un quid pro quo y que no se cede todo a cambio de nada. Los chinos lo han logrado, los rusos lo han logrado y, ahora, los norcoreanos lo han logrado.

Un quiebre histórico

La cumbre histórica en Singapur entre Donald Trump y Kim Jong-Un en Singapur es un quiebre histórico, que marca el inicio de un camino sinuoso y largo para la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península coreana. Fue el inicio de un diálogo y proceso de negociación que podrá durar años.

Trump ha actuado en política interna y externa de acuerdo a lo que ha escrito en sus libros. A los que hemos seguido su trayectoria, en todos estos años, no nos toma por sorpresa lo que hace. Lo hace por cuestiones internas y externas de acuerdo a su pensamiento. Primero, porque Trump ha creado una cortina de humo con la Cumbre de Singapur la cual le ha permitido, aunque sea temporalmente, no se hable del asunto denominado Rusiagate.

Segundo, Trump detesta a los Obama, a los Bush y a los Clinton. Lo que quiere es pasar a la historia para resaltar que lo que ellos no lograron él lo hizo. Y, tercero, Trump busca ganar la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y del Senado en las próximas elecciones de noviembre para así fortalecerse políticamente y poder gobernar con amplia mayoría y cumplir sus compromisos políticos con sus electores. Lo anterior quiere lograrlo mostrándose como un “estadista” frente a sus electores y posibles nuevos adeptos para una plausible reelección en el 2020.

Por otra parte, con mi formación y experiencia de haber sido diplomático de carrera, embajador en diferentes países y Cónsul general alterno de México en Hong Kong, puedo afirmar que China, Rusia y Japón estuvieron al tanto del proceso de negociaciones antes de la cumbre. Y que las partes, Estados Unidos y Corea del Norte llegaron a la cumbre con una preparación minuciosa.

El encuentro de Singapur generó una esperanza para encontrar la paz mundial de un problema que ya tiene casi 70 años.

La condición de la desnuclearización completa comprende la destrucción de todos los arsenales, pero con los avances del proceso de negociación podría permitir a los expertos de EE.UU. y a los de la Organización Internacional de Energía Atómica supervisar la destrucción de las instalaciones nucleares y que una vez tomada está decisión no se podrá regresar a la carrera nuclear de Corea del Norte. Esto último es la irreversibilidad negociándola por partes y que sea gradual a cambio de apoyos para su desarrollo tecnológico y comercial, además de pedir un reconocimiento de relaciones diplomáticas.

Trump podrá ofrecer un levantamiento paulatino a las sanciones impuestas a Norcorea, además de brindar suficientes garantías de apoyo para el desarrollo económico del Norte a cambio de su buen comportamiento o cumplimiento de los acuerdos formulados en la Declaración Conjunta de Singapur. La negociación será por partes y gradual a cambio de apoyos para su desarrollo tecnológico y comercial, además de un eventual establecimiento de relaciones diplomáticas.

Todo ello tomará tiempo en función de que siga habiendo voluntad política de las partes y cumplimiento real a los acuerdos actuales y futuros.

*Internacionalista, diplomático, analista político y escritor.

 



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