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Edición 376

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Los cambios políticos del actual gobierno de los Estados Unidos de América, encabezado por el polémico Donald Trump, nos reflejan en su política migratoria, como se perjudica a miles de jóvenes inmigrantes

El fin del sueño americano

Mauricio Laguna

CON PERMISOS TEMPORALES que les fueron otorgados en las administraciones anteriores por el llamado Dream Act, y que ahora son vistos frente a las autoridades del gobierno estadounidense como bad persons que tuvieron en su fragmentado camino para salir de sus países el derecho de soñar por el bienestar social.

En busca de trabajo y estudio

DEBEMOS de recordar que los llamados Dreamers son jóvenes que buscan trabajar o estudiar en los EUA; aproximadamente son 750 inmigrantes beneficiados con el programa de la Acción Diferida para Llegadas Infantiles (Deferred Action for Chilhood Arrivals o DACA por sus siglas en inglés), jóvenes que llegan antes de los 16 años y cumplen otros requerimientos legales.

Hay que mencionar que estos jóvenes se distinguían de los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados por los privilegios otorgados por la ley federal Dream Act, que de manera particular los ponía al frente para lograr su legalización y estancia en el país de norte.

En forma singular destacan ante las políticas antinmigrantes las declaraciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), donde han precisado como el estatus diferido puede ser revocado en cualquier momento, sobre todo cuando alguien comente un crimen o representa una amenaza pública o para la seguridad nacional.

Las nuevas medidas en materia migratoria por el presidente Trump son deportar a todos los migrantes que tengan antecedentes criminales “bad persons”, en el lenguaje oficial.

Ideología a lo Ku Klux Klan

CON ESTAS DECLARACIONES el gobierno de Norteamérica a través del ICE, pretende justificar la detención de los primeros DACA que han ocurrido en las últimas semanas y que por cierto la mayoría son mexicanos

Aunque dentro del gabinete de Trump, miembros conservadores de su partido y los consejeros Steve Bannon y Stephen Miller han orquestado las líneas generales para que el poder ejecutivo prohíba la entrada a EUA de ciudadanos de siete países que son de mayoría musulmana.

Si consideramos los recientes hechos ocurridos en los Estados Unidos de Norteamérica, donde manifestaciones contrarias a las políticas del gobierno de Trump han sido atacadas por organizaciones supremacistas e integrantes del tristemente célebre Ku Klux Klan, el clima anti migratorio tiene en la actualidad fuertes repercusiones dentro y fuera de Norteamérica sobre todo en México, Centroamérica los países árabes y Asia.

Por ello resulta importante destacar como en el año de 2017, el Congreso mexicano, en sus resoluciones aprobó diversas reformas a la Ley General de Educación que pretende hacer simples los trámites a los Dreamers expulsados en EUA, para la revalidación de sus estudios.

Otro punto a favor es que los estudiantes de educación básica pueden inscribirse sin certificado de nacimiento o historiales académicos, porque muchos migrantes no tienen los documentos probatorios básicos.

A su vez muchas universidades públicas como privadas se han comprometido a reservar espacios para muchos jóvenes que al arribar no cuentan con ningún sistema de apoyo en el país, ni siquiera de tipo legal.

En este sentido las iniciativas legales que actualmente vienen realizado de manera general los centros de estudio en estos meses de regreso a clases para lograr el bienestar social a los Dreamers, que están llegando a México al ser expulsados por la política antinmigrante estadounidense del gobierno de Trump nos marcan el fin del llamado Sueño Americano, para estar con el rostro de la nueva pesadilla del vecino país del norte.



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