Democracia sindical, y la defensa
de los intereses nacionales
Enrique Pastor Cruz Carranza
“En materia de Petróleo ni un paso atrás”:
Adolfo López Mateos.
CUANDO EL GENERAL LÁZARO CÁRDENAS del Río decretó la nacionalización del petróleo, en contra de la soberbia y profundo desprecio a las leyes laborales de nuestro México en contra de los trabajadores petroleros a los que pretendía mantener como esclavos en las áreas de exploración y explotación, no solamente se daba un paso gigante para recuperar nuestra soberanía energética en manos de las transnacionales y poderosas empresas petroleras, sino también se lograría la aprobación de todos los sectores de nuestra sociedad, para afrontar los retos de indemnizar a las petroleras, quienes dimensionaron los costos en las arengas internacionales, a la vez de iniciaron una profunda e injusta campaña de descredito al evento realizado aquel memorable 18 de octubre de 1938.
La respuesta de la ciudadanía fue un ejemplo mundial de cómo se apoya a un presidente y su gobierno nacionalista, cuando logra revertir hechos históricos nefastos de haber entregado el patrimonio petrolero, con el afán de mantener perpetuo poder, traficar privilegios, engrandecer vanidades y olvidar que, lo que está en los mares, suelo, subsuelo y espacio aéreo en todo lo ancho de nuestra Patria, es por siempre de quienes nacimos en esta Nación, para beneficio y gracia de todos.
Los verdaderos patriotas llevarían sus joyas, monedas, aves de corral, ganado porcino y todo lo de valor, para reunir el dinero y pagar el reclamo inmoral de los depredadores globales que no salían de su asombro de haber fallado en todos sus cálculos de dominio y tenían el criterio de tener un control total, solamente por haber abanicado la soberbia de apátridas hoy en el cesto inmundo del basurero de la historia.
Las empresas defenestradas apostaban la nacionalización sería un inminente y seguro fracaso, pues, desestimando no solo los derechos laborales de los petroleros mexicanos, los consideraban incapaces de poder sobrevivir a los requerimientos técnicos, específicos y de seguridad elemental dentro de la industria petrolera. Los plazos para ser requeridos casi en calidad de súplica se perdieron frente a la respuesta de los Ingenieros, técnicos, obreros y administrativos quienes lograron pulverizar los pronósticos en contra y al crearse Petróleos Mexicanos.
Ciudadanía y sindicalismo
En su libro Historia de la Expropiación Petrolera (Cuadernos Americanos 1963), Jesús Silva Herzog narra en la página 108 e insertamos el texto: “¿Cómo iban a ser substituidos con éxito los técnicos norteamericanos e ingleses por mexicanos ignorantes, por gente impreparada y torpe? ¿Cómo iban a distribuirse los productos petroleros en el interior del país, si habían tenido la diabólica precaución de enviar un gran número de carros tanque a los Estados Unidos y el único barco tanque disponible, el “SAN RICARDO” se hallaba en reparación Mobile Alabama?”.
La narrativa del Maestro Silva Herzog es obligada, cuando el debate sobre la importancia de PEMEX se pone en la mesa y los apologistas del neoliberalismo se atreven a descalificar el intento heroico de recuperar la total viabilidad energética de PEMEX y CFE para un nuevo criterio en la materia.
Fue un sindicalismo profundamente comprometido y la fuerza ciudadana los que revirtieron esas nefastos augurios, que se convertirían en una sentencia de revertir la gesta histórica cuando Gómez Morin crea —con financiamiento de las petroleras desplazadas el Partido Acción Nacional—, para culminar la villanía con la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto y su traidor “PACTO POR MEXICO” como parte de la estrategia operada desde el gobierno de Miguel de la Madrid y el posterior asalto al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana aquel 10 de enero de 1989, cuando el mismo Ejercito operado por Carlos Salinas de Gortari y la estrategia del lúgubre Secretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios, con tanquetas, soldados de asalto, Notario Público en cadáver congelado y sin el mínimo respeto a los Derechos Humanos detenían al Líder Joaquín Hernández Galicia por nunca haberse sometido a los caprichos de tecnócratas educados en la maldición de Robert Lansing para regresar a los saqueadores sin fronteras nuestro petróleo .
Existe una narrativa propia de Hernández Galicia , en el libro “LA QUINA” MEMORIAS EDITORIAL OCEANO donde se dibuja la verdadera personalidad de Carlos Romero Deschamps quien hoy por conducto de toda su estructura delictiva sindical , premio de haber actuado en calidad de “Halcón para entregar a su amigo y líder, ahora frente a la 4T y las políticas de rescatar PEMEX del presidente Andrés Manuel López Obrador, intenta mantener el control pleno del Sindicato Petrolero, tratando de asustar al Gobierno Federal con una gran HUELGA GENERAL Petróleos Mexicanos, pues la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, la Secretaria de Energía no se pliegan a entregarle el acuerdo de del Contrato Colectivo de Trabajo, como elemento para seguir induciendo las elecciones de todos sus lugartenientes en las secciones y seguir manteniendo toda la opacidad, corrupción, chantajes, asociación delictiva financiera con los integrantes de “La Mafia Petrolera” asentada principalmente en Ciudad del Carmen Campeche.
No a las tradicionales represalias
Las reglas para un proceso electoral sindical en el actual gobierno son totalmente diferentes a los montajes acostumbrados, con el voto abierto y en asamblea publica, donde los asesores de cada Líder mantenían bajo terror, amenazas de muerte, cohesión e intimidaciones apoyadas por directivos coludidos en todo el montaje de marrullerías y falsa democracia.
El Primer intento de chantaje se diluye en el plazo del mes de junio, donde ningún líder pudo cristalizar sus objetivos. Sin el intocable (próximo cliente de la UIF de Santiago Nieto) el infumable Carlos Romero Deschamps, fuera de la cobertura del PRIAN que los blindaba con cargos de elección popular y fueros legislativos.
Sin red de protección pues sus aliados están en capilla, rindiendo cuentas, explicando sus riquezas mal habidas y abusos de poder con tráficos de influencia, la amenaza de realizar una huelga general contra PEMEX este 30 de septiembre, es un lamente de impotencia, pues no habrá ninguna revisión de Contrato Colectivo de Trabajo, hasta después que se realicen las elecciones con VOTO ELECTRÓNICO y sus chantajes, votos inducidos y menos represalias tradicionales en la Delincuencia Sindical, que los encumbró contra sus propios agremiado y contra México.
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