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Edición 422

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Más muertos por Covid-19

de lo esperado: SSA

Juan Bautista Rojo

Hay más de 300 mil muertes, que no fueron registradas en su momento

Más de medio millón de muertos, de estos el 75 por ciento de covid; se ocultó información o se dijo a medias

La fría cifra de más de medio millón de muertes por causas de la pandemia, en relación al pasado año, confirma las denuncias de “falsos conteos por muerte de covid-19”, que sustentaron las autoridades de la Secretaría de Salud durante las conferencias, tanto en las mañaneras como en la tarde, desde Palacio Nacional.

SON 595 MIL 263 personas fallecidas por causas relacionadas con la pandemia, según declara en un comunicado oficial la Secretaría de Salud. Cantidades que contrastan con la cifra de 288 mil 733 defunciones al 3 de noviembre de este año.

 

¿Cómo podemos analizar este problema que parece más un acertijo?

En seguida se enumera una serie de puntos, para explicar el desfase y manejo de la información.

  1. Cuando existe una situación de crisis, es por consejo de la ciencia política y la praxis, instrumentar, crear una comisión, ello, para “informar” y mantener el control de la misma y de posibles daños.

Aun cuando existe un Consejo de Nacional de Salud, integrado por varias instituciones, el Presidente decidió que fuera el Subsecretario Hugo López-Gatell quien informaría diariamente. Y bastó su palabra para dar por sentada una cifra, un hecho, o un comparativo con otras realidades, con otros países.

  1. En ese lance oficial siempre se minimizaron los riesgos, se dijo, en celebres frases: “En México estamos preparados para enfrentar esta epidemia que será pasajera. No uses cubrebocas, no está comprobado que detenga al virus. Un escenario extremo sería llegar a las 60 mil muertes. La derecha no tiene datos precisos y solo intenta desvirtuar el esfuerzo del actual gobierno. El mejor remedio es estar resguardado ¡Quédate en casa! No existen más muertos que los que reporta el sistema nacional de salud, demás son mentiras, quieren desestabilizarnos”.

Sería largo enumerar las declaraciones de Gatell y no abundar incluso en las del Presidente, quien insistía en que la información veraz, transparente, era la oficial: “No tenemos nada que esconder, no somos iguales”, reitero desde Palacio Nacional.

  1. No se ocultó información, simplemente se sesgó, lo cual ya indica una manipulación en la información a la hora de ofrecer una explicación al público; así se creó una narrativa presidencial, donde sólo se contaron los muertos en hospitales, y se dejó fuera a la enorme cantidad de decesos que registraba el Ministerio Público.

  2. En esa línea del discurso se fortaleció una información que siempre restaría menos, incluso contra estadísticas de instituciones y medios internacionales (universidades y el diario El País) que señalaban el incremento hasta en un 95 por ciento en las defunciones a consecuencia del Covid-19. Líneas que sostuvo durante año y medio, aún en medio de una descomunal realidad que invadía con un manto de luto hospitales, funerarias y panteones.

  3. El tiempo lo arregla todo o al menos lo acomoda de otra manera. Y si era cuestión de tiempo, esperar los resultados comparativos de las defunciones realizadas por la Base de Datos Nacional del Registro Civil y el análisis de las cusas por muerte incorporadas e interpretadas, sin sesgo ideológico alguno por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

  4. Incluso un reporte de la universidad Johns Hopkins, de febrero de este año, afirma que México encabezó lista de los 20 países con mayor tasa de letalidad por Covid-19 desde inicio de la pandemia.

  5. La interpretación de las cifras por muerte por covid en México, fueron manipuladas de tal forma que ofrecieron una falsa visión de una realidad, lo que permitió acelerar las negociaciones para adquirir vacunas a destiempo, e iniciar una campaña de vacunación que por lo pronto ya incluye al 75% de la población nacional de un padrón de 130 millones.

  6. El diario El País, desde los primeros días al inicio de la pandemia el 6 de diciembre del 2019, difundió reportes mundiales sobre el avance del contagio, las políticas de resguardo, el avance en la elaboración de vacunas y dio puntual seguimiento, a partir del análisis de metadatos por muerte de covid en el mundo, señalando siempre la opacidad con que se condujo el gobierno mexicano y la divulgación de solo una parte de la tragedia por muerte de covid.

  7. Para ilustrar el punto anterior, destaca en buena medida el desfase en la aplicación certera del cuidado de salud y preservación a la vida en México, y El país puntualiza en una nota fechada en abril de este 2021: “México es el tercer país con más muertes por covid-19 en todo el mundo y ocupa el cuarto lugar en exceso de mortalidad en una muestra global que recoge un informe de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) comisionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el documento, México pudo haber evitado 190.000 muertes durante la gestión de la crisis sanitaria por covid-19 en 2020, apuntan los expertos. Las pérdidas que señala el informe no son solo provocadas por la pandemia, sino también por otras enfermedades a las que no se pudo dar atención adecuada durante la emergencia por la saturación del Sistema sanitario, volcado en atender a los pacientes con coronavirus. “México ha sido golpeado por una sola ola que ha fluctuado entre niveles muy altos y extremos de covid-19 sin corregir la política para controlar la transmisión”, indican de manera contundente los especialistas en el informe.

  8. La realidad de los datos empujó a declarar la veracidad de la realidad sobre las muertes por covid-19. Y fueron más de lo sostenido por más de año y medio por de la autoridad de salud, quien hoy informa: “El inicio de la emergencia sanitaria se han producido 1 millón 876 mil 263 defunciones, de las cuales se considera que 595 mil 263 son exceso y de éstas, 71.7 por ciento está asociado al Covid-19.

Para cerrar esta nota solo diremos: Siempre sí, fueron más muertos, de lo que nos dijeron. En términos generacionales esta tragedia se pudo haber evitado. China, por ejemplo, lugar donde presuntamente se originó el virus, apenas llega a los 5 millones de fallecidos, en comparación con su población total.

 



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