VOCES
DEL DIRECTOR
El 24 de febrero marca la nueva era geopolítica mundial
Mouris Salloum George
ESTE 24 DE FEBRERO ha estallado una nueva guerra que pone en peligro a la paz mundial.
Ucrania fue invadida por Rusia, marcando así la entrada de una nueva edad geopolítica en el mundo globalizado.
Es decir, estamos frente a una situación nueva y sumamente grave, probablemente la mayor desde de la Segunda Guerra Mundial.
No se han dado eventos bélicos tan importantes; es decir, sí ha habido otros, cómo la caída del Muro de Berlín, las guerras en la ex Yugoslavia generadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), etc.
Y, es verdad, este acontecimiento se empalma con la Pandemia generad por el Covid-19, que ha azotado a la humanidad desde inicios del 2020 a la fecha, pero no más.
El presidente ruso Vladimir Putin, ha reclamado en todos los foros, pero particularmente europeos de manera insistente, que se garantice a Rusia que la ex República Soviética de Ucrania no entre a formar parte del organismo atlántico.
De pasar a formar parte de la OTAN, tal y como lo ha solicitado en diversas ocasiones el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, el armamento pesado, las armas nucleares se asentarían en la frontera del territorio ruso.
Dicha circunstancia pondrá en evidente peligro, inclusive existencial, a la Federación de Rusia; circunstancia no permisible para Putin, la Duma estadal rusa y la seguridad nacional del país y hasta de la propia Europa.
México aboga por la paz
Porque la seguridad europea pasa por la seguridad de Rusia, así no lo vean los propios europeos: Alemania, Francia, España, Bruselas, etc. De eso no habla, ni por asomo, Estados Unidos, el principal promotor de los planes atlantistas.
Es decir, que los intereses de la OTAN son tanto cercar a Rusia como aislarla del contexto europeo. Esa es la continuidad del plan de adherir en su seno a Ucrania como lo viene haciendo en las últimas décadas con las ex Repúblicas de la órbita Soviética.
Es el principal motivo por el cual Putin ha rechazado en todos los foros de manera rotunda que Ucrania y Georgia formen parte de dicha alianza bélica que hoy en día se marca como el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Por su parte, el gobierno de China ha dado su apoyo y beneplácito a Rusia, a la vez que tiene sus ojos puestos en Taiwán, considerada parte histórica de su territorio. Por ello no piensa renunciar a su derecho de anexarse la isla.
La gran guerra está comenzando y, partiendo del principio, el gobierno mexicano ha marcado su distancia, en palabras del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
Que México es un país pacifista y no aboga por resolver los conflictos por la vía bélica, hoy más que nunca se pone en manifiesto la frase famosa del presidente Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Bien por México.
VOCES
DEL DIRECTOR
El 24 de febrero marca la nueva era geopolítica mundial
Mouris Salloum George
ESTE 24 DE FEBRERO ha estallado una nueva guerra que pone en peligro a la paz mundial.
Ucrania fue invadida por Rusia, marcando así la entrada de una nueva edad geopolítica en el mundo globalizado.
Es decir, estamos frente a una situación nueva y sumamente grave, probablemente la mayor desde de la Segunda Guerra Mundial.
No se han dado eventos bélicos tan importantes; es decir, sí ha habido otros, cómo la caída del Muro de Berlín, las guerras en la ex Yugoslavia generadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), etc.
Y, es verdad, este acontecimiento se empalma con la Pandemia generad por el Covid-19, que ha azotado a la humanidad desde inicios del 2020 a la fecha, pero no más.
El presidente ruso Vladimir Putin, ha reclamado en todos los foros, pero particularmente europeos de manera insistente, que se garantice a Rusia que la ex República Soviética de Ucrania no entre a formar parte del organismo atlántico.
De pasar a formar parte de la OTAN, tal y como lo ha solicitado en diversas ocasiones el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, el armamento pesado, las armas nucleares se asentarían en la frontera del territorio ruso.
Dicha circunstancia pondrá en evidente peligro, inclusive existencial, a la Federación de Rusia; circunstancia no permisible para Putin, la Duma estadal rusa y la seguridad nacional del país y hasta de la propia Europa.
México aboga por la paz
Porque la seguridad europea pasa por la seguridad de Rusia, así no lo vean los propios europeos: Alemania, Francia, España, Bruselas, etc. De eso no habla, ni por asomo, Estados Unidos, el principal promotor de los planes atlantistas.
Es decir, que los intereses de la OTAN son tanto cercar a Rusia como aislarla del contexto europeo. Esa es la continuidad del plan de adherir en su seno a Ucrania como lo viene haciendo en las últimas décadas con las ex Repúblicas de la órbita Soviética.
Es el principal motivo por el cual Putin ha rechazado en todos los foros de manera rotunda que Ucrania y Georgia formen parte de dicha alianza bélica que hoy en día se marca como el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Por su parte, el gobierno de China ha dado su apoyo y beneplácito a Rusia, a la vez que tiene sus ojos puestos en Taiwán, considerada parte histórica de su territorio. Por ello no piensa renunciar a su derecho de anexarse la isla.
La gran guerra está comenzando y, partiendo del principio, el gobierno mexicano ha marcado su distancia, en palabras del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
Que México es un país pacifista y no aboga por resolver los conflictos por la vía bélica, hoy más que nunca se pone en manifiesto la frase famosa del presidente Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Bien por México.
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