México a la saga en materia
de Seguridad Energética
MIGUEL GARCÍA REYES*
UNO DE LOS PAÍSES MÁS PODEROSOS DEL MUNDO que hoy día sufre un debilitamiento económico acentuado y también de una cierta balcanización política -que es en gran medida permite el resurgimiento del Estado-Nación y el Estado benefactor a nivel mundial- es Estados Unidos, el cual, debido a su debilidad económica ya no puede sacar adelante su Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, con el cual pretendió gobernar el planeta durante los próximos 100 años.
Entre los posibles factores que ocasionarlo el debilitamiento de nuestro vecino del norte, sobre todo en el área financiera, destaca la explosión a finales de 2009 de la burbuja financiera y de bienes raíces.
Los Bush: de tal palo tal astilla.
El caos económico que produjo esta crisis derribó a la potencia norteamericana, provocando que en ésta el Estado tuviera que intervenir para operar la recuperación económica de Estados Unidos y en gran medida del resto de la comunidad internacional. Sin embargo, esto no indica que la potencia mundial vaya a dejar de ser el principal promontorio económico del mundo, en el cual la fórmula Estado-empresa facilita el desarrollo económico.
En el caso del debilitamiento de Estados Unidos, en el terreno de la política internacional, consideramos que el factor que más contribuyó a que esto ocurriera es el de la guerra simultánea que mantiene este país desde 2001 en Irak y Afganistán.
La intención de Washington, en el caso de la guerra de Irak, es obtener el control del petróleo de este país y con ello el del Medio Oriente; en el caso de Afganistán, posicionarse en la frontera de Rusia para poder vigilar mejor y el mismo tiempo para tener acceso a los campos de amapola de la región centroasiática.
Sin embargo hoy, a una década de guerra en ambas regiones, finalmente Washington, en el marco de la política exterior que intenta reconstruir la imagen de la potencia mundial ante la comunidad internacional, comienza a reconocer que, efectivamente, hubo excesos en los planes que diseñó para convertirse en policía del mundo y al mismo tiempo en el país líder del mercado petrolero mundial.
Ahora reconoce también que para poder reconstruir el imperio, en términos geopolíticos, deberá aceptar que en esos diez años, ante la falta de atención que brindó a ciertas regiones del planeta, entre las cuáles destaca América Latina, en ellas surgieron nueva potencias intermedias que ahora le disputan el poder mundial; se trata de China, Rusia y la Unión Europea, entre otras. Todas éstas, junto con Brasil, India, Venezuela y algunas otras naciones asiáticas trabajan hoy de manera conjunta para poder sustituir el sistema internacional unipolar que impuso Estados Unidos en 1992, a raíz de la caída de la URSS, cuando era presidente George H. Bush, por otro sistema multipolar, que también tendrá tintes imperialistas. Hoy, Estados Unidos realiza un repliegue estratégico en algunas regiones par después comenzar la contraofensiva en algunas de ellas.
Sin embargo, vale la pena señalar que, a pesar de ese repliegue geopolítico que realiza Estados Unidos, en otras regiones hace lo contrario; es decir, comienza a expandir o, en otras palabras, busca ampliar su lebensraum o espacio vital. Esto lo lleva a cabo, por ejemplo, en América Latina, donde ya inició la contraofensiva en la región para detener la influencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En lo que se refiere a América Latina, la tendencia se ha estado fortaleciendo una vez que un puñado de líderes de izquierda han llegado al poder: Se trata de Chávez (1999), Néstor Kirchner y Lula da Silva (2003); Evo Morales (2005), Manuel Zelaya y Daniel Ortega (2006), Cristina Fernández y Rafael Correa (2007) Y con menor énfasis Tabaré Vázquez (2004), Michelle Bachelet (2006), Fernando Lugo, Álvaro Colom y Leonel Fernández (2008) y Mauricio Funes (2009).
Algunas de estas figuras, en el contexto de esta nueva ola izquierdizante en la región, han instituido nuevas alianzas que los han llevado a crear nuevas instituciones como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-2004), el Banco del Sur, el Consejo Energético del Sur (2007), la Unión de Naciones del Sur (Unasur), el Parlamento Suramericano y el Consejo de Defensa del Sur; asimismo, en el marco de la nueva alianza de las naciones latinoamericanas y con la fuerza de la unión, estas naciones han solicitado la reincorporación de Cuba al Grupo de Río (2008), así como también la derogación de las medidas que en 1961 expulsaron a ese país de la OEA.
De esta manera, y ante el fortalecimiento político, económico, energético y militar en la región del sur de América, lo que en términos reales pone en riesgo la Seguridad Nacional y Energética de Estados Unidos, Washington se propone mantener vigente, aunque sea por unos años más, la Pax Americana, con la que gobernó el planeta a raíz de la desaparición de la URSS. Sin embargo, hay que reconocer que a pesar de sus esfuerzos, estados Unidos tal vez no logre su cometido, permitiendo entonces que una nueva Pax, la BRIC (Brasil, Rusia, China e India), la rusa o la euroasiática tomen el control político a nivel mundial, Eso, reiteramos, facilitará el arribo del Nuevo Orden Internacional, que será multipolar.
Aterrizando esas ideas, podemos indicar que si se considera como de alto riesgo para la seguridad de la humanidad la actual crisis energético-político ambiental, a las que podemos agregar ahora la alimentaria, la informática, la sanitaria y la de seguridad pública, entonce resulta inaplazable e ineludible introducir modificaciones a la actual Agenda de Seguridad Internacional, ya que de no hacerlo, se pone en riesgo la presencia del hombre en el planeta. Entre las recomendaciones destacan las siguientes:
* En primer lugar, se debe reformular la Agenda de Seguridad Internacional para darle prioridad a la crisis energético-ambiental la cual, insistimos, permanecerá cuan do haya concluido la actual crisis financiera. Detrás de esta amenaza podrán estar otras como el terrorismo internacional, el narcotráfico y las pandemias
* Permitir que cada país, según sus intereses y sus preocupaciones, diseñe su propia Agenda de Seguridad Nacional.
* Finalmente, hay que convencer a la gente, en especial a los Policy Makers y también a algunos académicos especialistas en Energía, de que la Seguridad Energética es un concepto de moda o que creó Estados Unidos para manipular al resto de los países del planeta. Por el contrario, hay que influir en el reconocimiento de que el origen de este término se encuentra en l actual crisis energética, la que amenaza castigar al hombre debido a los excesos que se han cometido en los ámbitos de energía y el medio ambiente.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea están muy avanzados en la construcción de su Agenda de Seguridad Energética; al contrario de lo que ocurre en los países emergentes, entre los que se encuentra México.
* Extractos de la introducción al libro La Seguridad Energética en el Siglo XXI / Los nuevos actores, el gas natural y las fuentes alterna de energía, del autor.
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