Desde que -en 1982- se instaló en Los Pinos la tecnoburocracia criolla, a contrapelo de
la idea-fuerza-compromiso de Miguel de la Madrid de establecer en México la sociedad igualitaria, el colonialismo
interno, como enervada reproducción del colonialismo imperial, ha expuesto a
los mexicanos, ahora 115 millones, al más criminal expolio que no se compadece
de la vida humana. El despojo y la depredación de los recursos naturales y la
cancelación de los derechos sociales consagrados por la Constitución, son la
insignia del neoliberalismo global metido a México a sangre y fuego. La imagen
de la crisis humanitaria: A 6.5 millones de jornaleros se les niega la Seguridad Social,
sólo para referirnos a la principal de las negaciones. Entre ellos, a 3.5
millones de indígenas, expulsados de sus comunidades de origen, se les trata
como esclavos. Casi 800 mil trabajadores del campo son niños. La Justicia Social quedó abolida
antes de que la Revolución
mexicana cumpliera 100 años. Los neocientíficos
practican la técnica de Tierra
arrasada.
NEOLIBERALISMO A SANGRE Y FUEGO Guerras
por el agua
ABRAHAM
GARCÍA IBARRA
“El dinero es buen siervo, pero mal maestro”. Canciller
Francis Bacon
Al principio fue la “doctrina”
En el tema que vamos a abordar, nos parece sugerente
hacer hincapié en una especie de dictado cínico que en México se repite ahora a
título de fe: Un político pobre… es un
pobre político. (Eco: Un gobernador
pobre, es un pobre gobernador…)
El cuño de la frase se atribuye al difunto profesor Carlos
Hank González -de origen alemán por el lado paterno-, cuya figura condensa en
México la simbiosis del político-empresario o del empresario-político.
Sin embargo, en recientes lecturas hemos encontrado un
texto del médico y escritor tomista Federico D. Wilhemsen, una de cuyas líneas
afirma que un calvinista pobre… es un
pobre calvinista.
Juan Calvino, teólogo preferido de los que postulan la
doctrina del individualismo salvaje por encima de cualquier otro interés de la
colectividad humana, forma parte -con Nicolás Cop y Guillaume Farel- de un trío
de audaces pensadores que, iniciados en Paris en la Reforma Protestante
proclamada por Martín Lutero hace cinco siglos, establecieron en Ginebra,
Suiza, cabeza de playa contra el papado romano.
La burocracia dorada
Hoy, Ginebra es un aclimatado santuario en el que
conviven lobos y ovejas -o las gallinas con el zorro- al amparo de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), administrada por el coreano Ban Ki-moon. (Su paisano Jim
Yong Kim presume que manda en el Banco
Mundial: Lacayismo de ojos rasgados).
Ahí tienen sede, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial
de Comercio (OMC), arietes de la depredadora globalización económica.
Pero también, sus antípodas: La Organización
Internacional del Trabajo (OIT), la Coordinación de
Asuntos Humanitarios y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos; el
Instituto de Investigación para el Desarme, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y el Fondo
de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
etcétera; algunos de esos oganismos con oficinas centrales o alternas. En
casillero especial colocamos la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los programas para el Medio
Ambiente y Hábitat.
Del FMI, es pertinente decir que forma parte de la troika en la que lo acompañan la Comisión Europea
(CE) y el Banco Central Europeo (BCE). Esta troika
es en la actualidad el terror de las frágiles democracias mediterráneas,
derrocadas a golpes de Estado para imponer regímenes neoliberales.
La Comisión Europea tiene su matriz en Bruselas
(Bélgica) y oficina alterna en Luxemburgo. Si bien la CE obedece a una tiranía
colegiada, la voz cantante se le reconoce a la alemana de Angela Merkel.
Ese periplo descriptivo nos remite a una terminal
tenebrosa: Lúcidas y críticas mentes europeas y americanas sostienen que, a
partir de la crisis financiera mundial de 2008, un fantasma recorre el Viejo
continente: El fantasma del calvinismo
-variante radical del el luteranismo alemán-, vestido con los ropajes del nazismo y revestido, para ser leal a su
afiliación, por una praxis implacable,
intransigente.
Apuñalad y degollad a los campesinos
Algunos textos históricos recuerdan que, cuando los campesinos
alemanes, tomando muy a pecho la misión emancipadora de la Reforma se sublevaron en
masa, Martín Lutero empezó por predicar “clemencia
y dulzura” hacia los labriegos levantiscos, pero, al ver en peligro las
pelucas polveadas de los príncipes afiliados a la Reforma, emitió su mensaje
Contra las bandas de campesinos “saqueadores y asesinos”: Queridos señores, apuñalad, destrozad y degollad a cuantos más, mejor.
Hasta el 20 de noviembre salieron de su guarida
(Como dato cultural, no precisamente accesorio, un
agregado que no tiene desperdicio: En la guerra de despojo contra México, en
1847 -condenada por Abraham Lincoln-, capellanes presbiterianos de las tropas
gringas invasoras, de filiación calvinista, convirtieron aulas de Palacio
Nacional en púlpito para oficiar servicios religiosos de “evangelización”
protestante.)
Si el agua es poca, al niño rico le toca
Vámonos adentrando al tema que hoy nos ocupa: Del total
de sus reservas líquidas, el planeta Tierra sólo dispone de 2.5 por ciento de agua dulce, la mayor
parte acumulada en los glaciares y los casquetes polares. 60 por ciento del
caudal está atrapado por alguna infraestructura hidráulica.
De acuerdo con el más reciente informe mundial sobre
Desarrollo de los Recursos Hídricos, como consecuencia del crecimiento
demográfico, problemas de contaminación y efectos del previsible cambio
climático, la disponibilidad de agua dulce disminuirá en los próximos veinte
años en un tercio.
En orden de prioridades, actualmente se privilegia la
agricultura, la producción de energía, el uso industrial y hasta el cuarto
lugar se deja el suministro para el consumo humano.
En términos de reparto, un dato denuncia la inequidad y
la iniquidad: Un niño del Primer Mundo dispone de agua dulce de entre 30 a 50 veces más respecto de
un niño del Tercer Mundo.
Con registros desde 2000, por falta de sistemas de
saneamiento e higiene (obviamente en el Tercer Mundo), la tasa de morbilidad y
mortandad alcanzó a dos millones 213 mil personas infectadas por esquistosomas,
tracomas y helmintos trasmitidos por el suelo, que enfermaron a 300 millones de
personas. Las víctimas más frecuentes son niños menores de cinco años. Lo grave
del asunto es que se clasifica aquellos males (la diarrea primordialmente),
como enfermedades prevenibles.
Obviamente, no se previenen.
La agricultura absorbe 70 por ciento del suministro, de
cuyo criminal desperdicio se carece de cuantificación exacta. Es previsible que,
para 2050, el requerimiento de alimentos se incremente en 70 por ciento. No es
ésta, sin embargo, la gran cuestión: La gran duda, advierten los estudios, es
si esos alimentos llegarán al estómago de
la gente.
Para 2035, la demanda mundial de agua dulce puede
elevarse en 50 por ciento. Tampoco es ésta la gran cuestión. La gran cuestión
radica en que, de esa demanda futura, 84 por ciento se generará sólo de los
países con asiento en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE):
Treinta con voz y voto. La regentea desde Paris, el “mexicano” José Ángel
Gurría Treviño, que ha sido secretario de Relaciones Exteriores y de Hacienda y
Crédito Público del salinato transexenal.
Es mejor conocido como El ángel de la
dependencia.
Las guerras que vienen: Por el agua
Conviene dejar claro que destacan como miembros de la OCDE, en Europa: Alemania,
Francia, Gran Bretaña, Suiza, Bélgica, Austria, etcétera. En Asia, Japón. En
América, los Estados Unidos y Canadá.
Para decirlo pronto, con una población mundial de casi
siete mil millones de individuos (2011), el consumo de agua dulce se concentra
en núcleos urbanos con población de tres mil 400 millones habitantes. Para 2050
serán seis mil 300 millones los residentes urbanos que llevan mano en la disposición del servicio.
El informe sobre Desarrollo de Recursos Hídricos -que,
frente el drama del agua, acusa suavemente la “inercia de los dirigentes” gubernamentales-, retoma una advertencia
que circula desde hace al menos dos décadas: Las guerras del futuro ya no serán por el petróleo; serán por el agua.
¿Es posible que esas guerras tengan como escenario el
territorio mexicano? Dicho con más preocupación: ¿El Estado mexicano está
conciente de ese peligro, ya prefigurado en algunas regiones del país?
A la vista de los conflictos activos en territorio
nacional, la prevención se queda en mera retórica exorcista, cuando no en la
deliberada omisión de una corrupta burocracia a la que competen las soluciones
de cara a un destino que no está alcanzando; de un futuro que ya está aquí.
Como siempre, los texanos amagan
Perdida en la indiferencia de los medios de comunicación
mexicanos, en mayo pasado registramos una nota fechada en Weslaco, Texas. Tiene
como fuente la voz del director ejecutivo de Lower Río Grande Regional Water
Authority, Joe Barrera, quien culpó a México del desastre provocado por la
sequía que asuela el sur de Texas, por “no pagar” 400 mil pies acre de agua,
según lo pactado en el Tratado de Límites y Aguas suscrito por los gobiernos de
México y los Estados Unidos el 13 d e febrero de 1944 para la distribución de
aguas limítrofes. México jamás ha
cumplido con la parte que le corresponde, aseveró Barrera.
La afirmación de Barrera dio pie a que el debutante
representante federal Filemón Mata (de sangre mexicana, oriundo de Brownsville)
demandara al Departamento de Estado y al Capitolio considerar la cancelación o
revisión de ese Tratado, por incumplimiento de la parte mexicana. (El agua que
recibe Texas corresponde a la cuota que tiene como tributario principal el río
Conchos.)
Sigilosa confección del Acta 319
El origen de esa provocadora reacción texana, es el
Acta 319 (adéndum es el término de moda) del Tratado, firmada
el 20 de noviembre de 2012 (aniversario de la Revolución mexicana), en
Coronado, California, que a su vez ratifica el Acta 318 de 2010, en la que se
impone diferir por cinco años (ahora hasta el 31 de diciembre 2017) el pago la
cuota correspondiente a México, proveniente de la Cuenca del Río Colorado para
su uso en Baja California; volumen que se almacena en el lago Mead, del estado
de Nevada. (En Baja California y el norte de Sonora habitan unos dos millones
de familias.) Vale la memoria: En 1936, México propuso a la Casa Blanca
la firma del Tratado. Se frustró la iniciativa porque California se negó a
aportar al intercambio mil 850 hm3. Como “cabezas de sector” en la supervisión del Tratado de
1944, aparecen en el momento de la firma el Acta 319, por el lado de EU, la
secretaria de Estado, Hillary Clinton; por el lado mexicano, la secretaria de
Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano. (La primera, en 2012
arrancó a México el Acuerdo para la Exploración y Explotación de Yacimientos
Petroleros Transfronterizos, en Los Cabos, Baja California Sur) Los representantes ante la Comisión
Internacional de Límites y Aguas, por EU, Edwar Drusina; por México, Roberto
Fernández Salmón Castelo. En la ceremonia de Coronado, por México firmaron como
testigos el subsecretario de Relaciones Exteriores, Julián Ventura, y el director
general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el ingeniero metalúrgico
José Luis Luege Tamargo.
La agenda para llegar al Acta 319, si no fue oscurecida
por el secretismo, sí por el sigilo. De entrada, llama la atención que Felipe
Calderón Hinojosa haya autorizado la suscripción de ese documento diez días
antes de entregar la banda presidencial a Enrique Peña Nieto. Dos días antes de
terminar su mandato, Calderón Hinojosa expidió en favor de Patricia Espinosa el
selectivo nombramiento como Embajadora Emérita de México.
Senadores agachones presididos por el priista Aarón Irízar López.
El segundo dato que debe apuntarse, es que la Autoridad del Agua del
Sur de Nevada (Las Vegas) y el Distrito de Conservación del Agua de Arizona,
habrían pagado 10 millones de dólares para tener acceso a 23 mil acres-pies de
líquido; suma, la de dólares, que habrían recibido el director de Conagua Luege
Tamargo, y el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán; ambos
panistas.
El sismo de 2010 como coartada
¿En qué consistió la coartada para llegar sigilosamente
al Acta 319? El 4 de abril de 2010, el Valle de Mexicali (230 mil hectáreas
rurales) resintió un sismo que colapsó la infraestructura hidráulica que recibe
para ese valle y el de San Luis Río Colorado, Sonora, caudal al través del
distrito de riego del río Colorado. Sospechosamente, México no atendió con
oportunidad las obras de rehabilitación requeridas. La recepción de agua fue
trastornada por esa omisión. Buena excusa para la parte estadunidense.
Su subleva el Frente Zona Cero
Al enterarse sorpresivamente por medios de comunicación
de los Estados Unidos -entre ellos el Ángeles
Times-, el Frente Campesino de la Zona
Cero reaccionó airadamente: La restricción del suministro
afecta potencialmente 57 mil hectáreas y expresamente 14 mil a punto de
siembra, que irriga el Canal 4 de Abril.
La suspensión del abasto perjudica a 15 ejidos y 20
colonias poblados por más de tres mil 500 familias víctimas, según el Frente,
de “extrema pobreza agrícola”, agravada porque un acuerdo para apoyar a los
damnificados del sismo pasan aún por las infames “reglas de operación”
aplicadas por la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Por supuesto, con el cambio de gobierno la desatención al problema subvierte el
ánimo de los campesinos que han iniciado una hasta ahora pacífica campaña
internacional para hacerse escuchar. En vías de mientras, el Frente logró por vía
de amparo una suspensión provisional contra el Acta 319.
El Senado de la Republica, cuya Comisión de Recursos Hidráulicos
preside Aaron Irízar, no obstante un punto de acuerdo votado en la Cámara baja, le saca al
bulto pretendiendo desvincular el Acta 319 como un “acuerdo” ajeno al Tratado
de Aguas. Qué manera de leer el Derecho de Gentes. La Secretaría de
Relaciones Exteriores, ahora en manos del calderoniano Antonio Meade, después
de expresar entusiastamente su beneplácito por el atraco, responde con un
galimatías como alegato, y la
Secretaría de Gobernación le sigue la corriente.
No tiene el mismo entusiasmo el señor Meade frente al agandalle que la estadunidense Asociados
Panamericanos LLT, asestó a la etnia pai
pai, engulléndose 60 mil
hectáreas pertenecientes a esa comunidad en Baja California; donde otra
trasnacional -la Sempra Energy-,
considerada gigante de la energía en los Estados Unidos (donde está
indiciada), hace de aquel estado,
literalmente, su patio trasero con
sus plantas regasificadoras que “representan
un riesgo para la seguridad de los habitantes de la región y daño ecológico”.
Yaquis a punto de las armas
No salgamos del noroeste mexicano. Pueblo de Vícam (Valle
del Yaqui, Sonora). ¡Los Pueblos Yaquis
defenderán su agua con las armas! El viejo grito de guerra de la etnia más
numerosa e indómita de México se vuelve a escuchar, provocado por el insolente
gobernador panista Guillermo Padrés Elías, quien, solapado por su compañero de
partido, Calderón Hinojosa, tramó el despojo de cuantiosos volúmenes captados
del río Yaqui por la presa Plutarco Elías Calles (El Novillo).
Todo empezó con la llegada de Padrés Elías a la
gobernación de Sonora, impulsado por el entonces compañero de escaño y paisano
ex gobernador, el priista Manlio Fabio Beltrones Rivera, cabecilla de la
contrarreforma energética calderoniana de 2008, y ahora, desde la Cámara de Diputados, gestor
de la iniciativa de reforma al 27 constitucional para ceder a extranjeros el
dominio en propiedad de territorios costeros y fronterizos.
Resulta que a Padrés Elías -ansioso de inmortalidad- se
le ocurrió como obra cumbre de su sexenio, construir el acueducto Independencia
desde El Novillo hasta Hermosillo. El Novillo provee de agua a los valles de El
Yaqui y El Mayo. El primer Valle alcanzó celebridad mundial en los años 70 por
el gran ensayo de la denominada Revolución
verde que daría a México autosuficiencia alimentaria, con sobradía para la
exportación. El creador de esa Utopía fue Norman Borlaug, mecedor por sus
experimentos del Premio Nobel. El Nobel fue real. La “revolución”, una falacia.
Pero el Valle de El Yaqui fue también incubador de la
ruptura entre el poder empresarial y el poder presidencial, cuando a fines de
su sexenio Luis Echeverría decretó la expropiación de latifundios.
El “lago del amor”
de Padrés
Pues bien. Padrés Elías consideró innecesaria la consulta
a los gobernadores yaquis de los Pueblos de Vícam, Potan, Belem y Lomas de
Guamúchil, y a las autoridades municipales de Cajeme, Bácum, San Ignacio Río
Muerto, Rosario Tesocapo y Benito Juárez, demarcaciones dependiente de las
aguas de El Novillo para usos agrícolas y humanos que, al desviarse, privilegian preferentemente los usos
industrial y comercial de usuarios como las trasnacionales General Motors, Walmart,
Sam’s, Cotsco, etcétera. Y al pequeño lujo del gobernador: Un lago artificial
con requerimientos de volúmenes hasta de un millón 300 mil metros cúbicos.
El proyecto arrancó en 2010 y no bien se puso en servicio
el acueducto, a las pocas semanas se detectaron al menos 288 tomas
clandestinas. La más notoria, para el predio El Adivino, de la poderosamente económica familia Mazón.
Antes, sin embargo, los pueblos afectados interpusieron
el 4 de noviembre de 2011 un recurso de amparo, por el que el juzgado octavo de
distrito con sede en Hermosillo, a cargo María del Rosario Alcántar, concedió
la suspensión provisional. El 14 de mayo de 2012, el juzgado cuarto de distrito
con sede en Culiacán declaró insubsistente una resolución sobre impacto
ambiental otorgada por la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. La Suprema Corte de
Justicia de la Nación,
a su vez, atrajo el caso, y consideró violado el derecho de audiencia a los
demandantes, consagrado por la Constitución.
Sonsacado por el sinlustre
egresado de la Escuela Libre
de Derecho -el señor Calderón Hinojos-, Padrés Elías ha desacatado todo tipo de
mandamientos y recomendaciones.
Incitadores del odio social
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión giró un exhorto al
gobernador para que cumpliera los mandatos del Poder Judicial. De su lado, la Comisión Nacional
de Derechos Humanos expidió la recomendación 37/2012 en el mismo sentido. No oigo, soy de palo, fue la respuesta
de Padrés Elías quien, en pleno desafío, invitó al Presidente, y éste aceptó, a
inaugurar la obra.
Como para el gobierno panista de Sonora el Estado de Derecho
quedó derogado, los afectados por el despojo -que trataron de resolver el
problema por las buenas- declararon
el Estado de resistencia. La acción más espectacular ha sido el bloqueo de la Carretera Internacional
15 México-Nogales, con duración de más de tres semanas. “Cuando se establece
que la justicia deber ser pronta y expedita, es porque la tardanza le abre espacio al odio y da lugar a quienes
quieren dividir a Sonora y a México”, han advertido los de la resistencia
que hasta ahora han pretendido pacífica.
Los sinaloenses ya tomaron las armas
Permanezcamos en el noroeste, pero al sur del río Fuerte,
en Sinaloa. En la tercera semana de mayo pasado, más de 200 agricultores del
Valle del Carrizo, en el municipio de Ahome, armados, hicieron un plantón
frente a la delegación de la Comisión
Nacional del Agua (que dirige ahora David Korenfeld),
exigiendo líquido para regar sus siembras de maíz, frijol, ajonjolí y sorgo. La
callada por respuesta, a pesar de que el subdirector de Infraestructura de la Conagua es el sinaloense
Oscar Lara.
El 24 de mayo, los agricultores de los ejidos
Bachomobampo, del municipio de Ahome, y La Arrocera, de El Fuerte, mantuvieron a raya a los
inspectores de la Conagua,
intimidándolos con las armas para impedirles que suspendieran la extracción de
agua.
En esos episodios hay gato… no muy encerrado. En efecto,
la sequía afecta el norte de Sinaloa, antes famoso por sus fascinantes y
fecundadores once ríos. Pero ese fenómeno de protesta tiene otra vertiente. Con
la contrarreforma salinista para privatizar el ejido, el mercado de la tierra
se abrió a toda clase de postores que se apropiaron de la propiedad rural. En
Sinaloa, ya se sabe quienes tienen abundante liquidez dineraria para
incursionar en el mercado inmobiliario. El de la tierra de labor es una de sus opciones
favoritas. Señores de horca y cuerno de
chivo saben imponer su ley. En excursiones nocturnas, en unidades móviles,
operan las llamadas bombas charqueras
para vaciar los canales. A los que de veras mandan en Sinaloa no les falta agua
para riego.
Riegan el campo con saliva
No tiene la culpa el indio… Desde hace al menos medio
siglo se propuso un Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO) para captar y
distribuir los caudales de la región con obras de infraestructura
interconectadas, desde el río Santiago (Nayarit) hasta la presa de El Novillo,
(Sonora). Se consideraba entonces la solución ideal a futuro para la actividad
agropecuaria y el consumo humano.
El PLHINO se actualizó como Sistema Hidráulico del
Noroeste (SHINO): De entrada, 60 mil millones de pesos de presupuesto; 22
presas con capacidad de 26 mil millones de metros cúbicos; incorporación de un
millón 650 mil hectáreas al proceso productivo. Beneficios para 200 mil
familias. Todo un portento.
¿Qué pasa ahí? ¡Que México correría el riesgo de tener
autosuficiencia en granos y productos pecuarios para la alimentación de su
gente, y para proveer de insumos bastantes
a su industria. Esto molestaría a los salinistas idólatras de los
tratados de Libre Comercio¡ No puede ser.
La temible Comisión Federal de Electricidad
Bajemos más al sur (pasando sobre la presa de Picachos -río Presidio, Sinaloa- donde
los campesinos están en pie de guerra, enervada por la indolencia del
calderonismo), para llegar a Nayarit. En la mira: La cuenca del Río San Pedro
Mezquital. Los nayaritas lo proclamaban como “el último río libre”, al menos de México… mientras no se apareció
la devastadora Comisión Federal de Electricidad (CFE), dispuesta a exterminar,
como lo ha hecho en otros estados y en el propio Nayarit, los núcleos indígenas
y arrasar su patrimonio natural.
Primero lo humano: Parte de esa cuenca la pueblan
indígenas náyari, wixarati, tepehuanes y
mexicaneros. El aspecto ambiental:
Sus aguas fecundan 92 mil hectáreas contabilizadas en el Sistema Marismas
Nacionales, humedales que preservan la naturaleza y reproducen vida. ¿Y, a
quién importa la vida, sobre todo si se trata de indios?
En la zona la
CFE se propone la presa Las Cruces, mejor no podía
denominarse si se trata de ponerlas a la
indiada y las especies estuarinas.
En el sur de Nayarit, la CFE ya probó su “obra benefactora”, despojando a coras y huicholes con las presas de Aguamilpa, El Cajón y La Yesca. Cómo se recuerda cuando
Carlos Salinas de Gortari se apareció por ahí anunciándole a los indios que con
el producto de las privatizaciones
públicas se crearía un fondo con el que se les sacaría de la pobreza.
Una de cal por las que van de arena
Puestos en la frontera con Jalisco, el dato a consignar
es que el ex gobernador panista Emilio González Márquez se engolosinó con la
expropiación de predios y fincas en Temacapulín, para inundar la zona con el
proyecto de la presa El Zapotillo, en los Altos de Jalisco (Cuenca
Lerma-Santiago-Pacífico). El Zapotillo compartiría sus volúmenes con
Guanajuato, gobernado también por el PAN. Para no pellizcarle los tentáculos al
tigre, el nuevo gobernador, el priista Aristóteles Sandoval Díaz dejó en suspenso
los procedimientos de expropiación contra los cuales el movimiento Salvemos Temacapulín (también a Acasico
y Palmarejo).
Lo dejamos de ese tamaño en Jalisco, por lo pronto, para
remontarnos aún más al sur: Oaxaca, tierra de indios también. Por ahora no
profundizaremos en la fundada sospecha de que en la década de los 80s., ríos y
arroyos de la región fueron inoculadas deliberadamente con bacterias del cólera
para crear un alerta de salud y favorecer el desarrollo de la industria
embotelladora de agua.
El paradisiaco Huatulco, impulsado durante el sexenio de
Miguel de la Madrid
(a quien se le atribuyó interés propietario), ha prosperado con man de obra
cuasi esclava de: Zapotecos, chatinos, mixtecos y algo de tzeltzales
y txotziles de Chiapas.
No faltaba más: Huatulco está ubicado en Parque Nacional,
protegido con certificado de reserva natural. Lo cual importa un bledo al Fondo
Nacional de Fomento Turismo (Fonatur) que dispara a placer licencias para
construir más habitaciones hoteleras en el proyecto Desarrollo Playas Cacaluta,
Órgano y Maguey. Campos de golf, canchas de tenis y clubes de playa. Todavía
hay clases.
Bien para el turismo; mal para la naturaleza. De nuevo
hace presencia la CFE:
Se lanza con una subestación eléctrica. Lo que ocurre que Huatulco es (o era)
reservorio de humedales, ríos, lagunas, lagunas y arrecifes coralinos, en los
que se deleitan y reproducen 300 especies de aves prioritarias sometidas a un deliberado proceso de extinción.
Soconusco: ¿Estado 33?
Para concluir el recorrido de frontera a frontera por el litoral del Pacífico, lleguemos al
extremo sur de Chiapas, empezando por recordar que desde, hace décadas, se
impulsa un movimiento separatista civil para crear el Estado 33 (Soconusco). Esa
región ha sido ya invadida por trasnacionales mineras acogidas amorosamente
durante la Docena
trágica panista. El primer dato es que esas empresas envenenan con arsénico
las aguas naturales.
Con el fin de potenciar sus ganancias, casi exentas de
impuestos, las compañías extractoras de mineral requieren para operación
plantas generadoras de energía eléctrica. De ahí que se anuncie con fanfarrias
la construcción de las presas Huixtla y Tapachula para disponer de los
volúmenes de los ríos Cuilco y Coatán, en cuyas cuencas subsisten mayoritariamente
comunidades indígenas.
En otras ocasiones ya hemos platicado sobre el estudio El sur existe, documento elaborado por
el ex subsecretario de Hacienda Santiago Levy y por la que después sería
secretaria de Energía calderniana Georgina Kesler. Su propuesta principal es
cambiar la constitución para derogar la propiedad comunal de la tierra.
Retomaremos el tema, según lo requiera este reportaje.
En Chihuahua también hace mal aire
En los últimos tres años, han sido ejecutados en
Chihuahua al menos 19 líderes sociales. No
pasa nada. El gobernador: Yo, César
Duarte Jáquez… pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi
consagración, que me ayude; y por intercesión del Inmaculado Corazón de María,
le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que somos. (¿A Felipe del
Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa?)
El 22 de junio fueron asesinados en el ejido Benito
Juárez, de Chihuahua, el dirigente de El
Barzón, Ismael Solorio y su esposa. La atmósfera del crimen se relaciona con la
pugna por el agua que protagonizan los militantes de ese Movimiento y las
comunidades menonitas. Una semana después, escuadrones armados se lanzaron
sobre tres menonitas acusados de cavar pozos profundos y desmontar tierras para
su cultivo. Qué diligencia, la de la Procuraduría Federal
de Protección al Medio Ambiente.
¿Qué pasa ahí? Que la prolongada sequía pone lumbre en
los aparejos y los corazones de los hombres del campo, sobre todo en las zonas
áridas del estado. Con su mentalidad centralista, los burócratas de de la
Comisión Nacional de Aguas -tan celosos de pagar
puntualmente las cuotas del líquido a los Estados Unidos-, disparan a mansalva cancelaciones de permisos o cierra pozos
clandestinos. ¿160, 200? Qué más da.
El asunto es que los productores rurales de la entidad
-que tiene en el mapa nacional algunos de los municipios más miserables-, en
las regiones de escasez, históricamente han dependido para su supervivencia de
los pozos para riego, cría de ganado y consumo humano. Durante casi medio siglo
han aumentado de cinco mil a 14 mil de esas fuentes, ganadas a pulso, a
diferencia de los valles exportadores en que los aforos les aseguran a sus
usuarios volúmenes hasta para el desperdicio; y otras, en las que la Conagua se ha prodigado
con el recurso para las embotelladoras de refresco; si son trasnacionales,
mejor.
¡Échense a esa
pinche vieja!
En el municipio de Carichic, donde existe el ejido de
Baqueachi, de población rarámuri, la
sentencia fue dictada por voz de los ganaderos : ¡Échense a esa pinchi vieja! “La vieja” blanco de la amenaza era la
abogada de los indígenas y Premio Nacional de los Derechos Humanos Sergio
Méndez Arceo, Estela Àngeles Mondragón. Para entonces, su marido ya había sido
ejecutado.
Los ganaderos habían perdido los juicios fallados por el
Tribunal Superior Agrario que ordenó en 2011 la restitución de tierras a los
indígenas despojados para meter sus reses. Por lo visto también han perdido el
juicio.
Otro es el cantar de los agricultores de los municipios
de Delicias, Meoqui, Saucillo y Camargo, en el sur de Chihuahua, cuyas
superficies de cultivo dependen de la presa La Boquilla, cuya capacidad
de almacenamiento es de dos mil millones de metros cúbicos, pero como el aforo
sólo tenía acumulado 440 millones, la multicitada Conagua sólo les autorizó a
los agricultores la siembra de 31 mil 400 hectáreas para el
ciclo primavera-verano. Ansiosos de resarcirse de ciclos adversos, los
productores sembraron 21 mil hectáreas más. Naturalmente, la austera
dependencia no les autorizó riego extra. Se avistan conflictos económicos y
sociales por esa causa.
Indios no; colonizadores sí
El tema da para más (lo continuaremos), pero nos
detenemos en esta sórdida estación:
En la actualidad, en México existen (en riesgo) 174 áreas
naturales protegidas: 41 reservas de biósfera, cinco monumentos naturales, ocho
áreas de protección de recursos naturales, 35 de protección de flora y fauna y
18 santuarios: 25 millones 383 mil 818 hectáreas (12.92
por ciento del territorio nacional).
A reserva de una próxima entrega, cerramos con éste
crimen de lesa humanidad: En la superficie contada, destaca la alta densidad de
población indígena acorralada, despojada, expulsada; asesinados algunos de sus
líderes más combativos. Del otro lado, el acecho: Empresas protegidas por las
secretarías de Economía y Medio Ambiente y Recursos Naturales. Citemos al azar
algunas de las extranjeras: La canadiense First
Majestic Silver Corp, con su filial Minera Real Bonanza; Revolution Resource Corp, con sus
filiales Minera La
Golondrina, Minera Cascabel, y Minera Dyna-Nevada de México…
Apenas unas cuantas entre las europeas, canadienses y estadunidenses invasoras.
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