S谩bado, 26 de Febrero de 2011 13:34 | 
Author: PABLO MOCTEZUMA BARRAG脕N | 
| Edici贸n 253 |
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Egipto: Historia en suspenso
PABLO MOCTEZUMA BARRAG脕N
Luego del derrocamiento del dictador de T煤nez, donde en quince d铆as el pueblo tunecino se moviliz贸 para acabar con el gobierno de Zine El Abidine Ben Ali, logrando acabar con el dominio de 茅ste d茅spota con 23 a帽os en el poder y que huy贸 del pa铆s el 14 de enero para refugiarse en Arabia Saudita, comenz贸 la lucha en Egipto.
A los pocos d铆as, el 25 de enero se iniciaron las movilizaciones en Egipto. Decenas de manifestantes salieron a las calles de El Cairo y las principales ciudades de Egipto y fueron reprimidos brutalmente por la polic铆a, que mat贸 a docenas e hiri贸 a cientos de quienes protestaban. Como reacci贸n, del 26 al 28 de enero, cientos de miles de egipcios salieron a las calles para exigir la renuncia de Mubarak, el dictador pro yanqui y pro Israeli.
El viernes 28,聽聽 conocido como el D铆a de ira, se logr贸 la movilizaci贸n m谩s importante desde 1919: M谩s de dos millones se manifestaron en El Cairo y cuatro millones en otras ciudades como Alejandr铆a y Suez. El gobierno opt贸 por bloquear las comunicaciones de celulares e Internet, encarcelar a cientos de manifestantes y asesinar a otros. Para crear el caos e impedir la escalada de protestas, el gobierno de Mubarak sac贸 a criminales de la c谩rcel para que atacara a los manifestantes, pero al no lograrlo empez贸 a聽 ceder y prometi贸 elecciones en septiembre adem谩s de pedir la renuncia a todo su gabinete, nombrando a Omar Suleiman vicepresidente.
Del 29 al 1 de febrero millones siguieron manifest谩ndose, ante lo cual el gobierno sac贸 el ej茅rcito, tanques y aviones militares -que no se ve铆an desde 1967- para aterrorizar a los combatientes por la democracia, pero no lo logr贸. Estados Unidos, aterrorizado por perder a su principal aliado del mundo 谩rabe, manda a un enviado especial聽 del Presidente de EU, de nombre Frank Wisner para intervenir en el conflicto.
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El 30 de enero en la Plaza Tahrir, el r茅gimen mand贸 decenas de v谩ndalos armados para luchar contra los manifestantes, agredi茅ndoles con proyectiles y armas de fuego para aplastar las protestas, hubo cientos de muertos y miles de heridos y desaparecidos, el gobierno luch贸 con desesperaci贸n apoyado por sus bandas criminales y provocadores, pero no logr贸 su objetivo y el movimiento avanz贸 con m谩s fuerza y contest贸 a la dictadura con un plant贸n permanente -ya llevaba 12 d铆as -en la Plaza Tahrir que en ar谩bigo quiere decir聽 Liberaci贸n- y movilizaciones que el 5 de febrero alcanzaron los cinco millones en todo el pa铆s. Esto provoca la renuncia en masa de todos los l铆deres del partido del gobierno, incluido Gamal Mubarak, hijo del presidente, que muchos cre铆an que estaba siendo preparado para suceder a su padre.
El 6 de febrero, el gobierno de cara a la opini贸n p煤blica internacional, comenz贸 un 鈥渄ialogo鈥 con partidos opositores, para simular que escuchaba al pueblo, pero 茅stos no representaban ni al 10 por ciento de la poblaci贸n. La represi贸n gubernamental ya hab铆a causado al menos 500 muertos y el pueblo segu铆a exigiendo la ca铆da del odiado Mubarak. Cuando el ej茅rcito plane贸 una ofensiva con tanques para dividir a los contingentes de la plaza que ten铆an bloqueados a los edificios gubernamentales la poblaci贸n se organiz贸 para rodear a los tanques e impedir el ataque del ej茅rcito.
El d铆a 7, l铆deres religiosos cristianos y musulmanes manifestaron su apoyo al gobierno y rechazaron las protestas, como reacci贸n millones de creyentes musulmanes y cristianos continuaron unidos y con entusiasmo 聽la lucha contra el gobierno; los j贸venes declararon que rechazaban el dialogo que hab铆a sido convocado por el gobierno, mientras Mubarak aparec铆a en la televisi贸n dirigiendo la reuni贸n del gabinete de ministros para demostrar que 茅l segu铆a en total control del gobierno y otorga un aumento salarial聽 y a las pensiones para calmar a los trabajadores.
El vicepresidente Omar Suleiman, se manifiesta el 8 de febrero por el fin de las protestas e insin煤a que puede haber un golpe militar. Insiste en que Hosni Mubarak seguir谩 en el poder hasta septiembre. Dijo que los llamados a la desobediencia civil son 鈥muy peligrosos para la sociedad y no podemos admitir esto 聽en absoluto鈥; amenaz贸 sutilmente: "No quiero tratar con la sociedad egipcia con instrumentos policiacos."
Ese d铆a los manifestantes dieron un ultim谩tum para que Hosni Mubarak dejara el poder el 11 de febrero o de lo contrario ir铆an en masa a tomarlo prisionero y juzgarlo por los cr铆menes que hab铆a cometido en 30 a帽os en contra del pueblo. As铆 fracasaron las 鈥渘egociaciones鈥 y el 鈥渄ialogo鈥 abierto por el gobierno de Mubarak, su objetivo y el de Washington era dar tiempo hasta septiembre para unas elecciones en la que quedara el hombre preferido de EU, el torturador y polic铆a Omar Suleiman. El movimiento no se dej贸 enga帽ar y sigui贸 creciendo en fuerza y tenacidad con la consigna: 隆 Fuera Mubarak ! Tampoco funcion贸 la idea de maniobrar para la renuncia de Mubarak y su sustituci贸n inmediata por Suleiman. Entonces la 煤nica salida para mantener el control fue que el ej茅rcito tomara directamente el poder. Despu茅s de Israel, el ej茅rcito egipcio es el que recibe mayor financiamiento, alrededor de mil quinientos millones de d贸lares anuales, 聽y la c煤pula est谩 controlada por Washington.
Ante la presi贸n de millones de egipcios en movimiento, el ej茅rcito cit贸 el 10 de febrero a una reuni贸n del Consejo Militar de Estado, que no se hab铆a reunido m谩s que en las crisis de 1967 y 1973, pero sin la asistencia de Mubarak ni de Suleiman.
Esto mostr贸 la intenci贸n del ej茅rcito de dar un golpe de Estado. Pero la promesa de Arabia Saudita, ese mismo d铆a, de darle el subsidio completo al ej茅rcito y el respaldo del Rey 聽Abdullah, envalenton贸 a Mubarak, quien de manera arrogante y de espaldas a la decisi贸n que ya hab铆a tomado Washington de que renunciara ese mismo d铆a, declar贸 que permanecer铆a en el poder hasta las elecciones de septiembre.
La reacci贸n no se hizo esperar y de inmediato se llam贸 a la 鈥Marcha de la Despedida鈥, calculando movilizar a 20 millones de egipcios el viernes 11 de febrero. Las masas colmaron la Plaza de la Liberaci贸n o Tahrir, rodearon el Palacio Presidencial, se desataron las protestas en Alejandr铆a, segunda ciudad del pa铆s y tambi茅n en Mansoura, Mahala, Tanta, Ismalia y en Suez. Entonces Mubarak opt贸 por salir huyendo a 聽Sharm al-Shaikh, sitio de descanso en el mar rojo, mientras los militares tomaban el poder.
Los militares prometieron levantar el 鈥渆stado de Emergencia鈥 que ya lleva 30 a帽os 鈥渃uando se regrese a la normalidad鈥, llamando a la desmovilizaci贸n. El nuevo hombre fuerte, Mohamed Tantaui -ministro de Defensa y jefe del Consejo Supremo Militar- ha ordenado con el apoyo del primer ministro Ahmed Shafiq disolver el Parlamento, suspender la Constituci贸n y garantizar la convocatoria de elecciones a finales de agosto de este a帽o, para as铆 calmar al pueblo que exige la democracia y que en 18 d铆as de protestas derrocaron al anciano dictador Hosni Mubarak, que hart贸 al pueblo con su corrupci贸n y entreguismo a las corporaciones extranjeras, sus medidas neoliberales que sumieron al trabajador en la precariedad laboral y mantienen a millones de j贸venes en el desempleo.
Sin embargo el Consejo Supremo Militar mantiene el estado de emergencia que entr贸 en vigor bajo orden de Mubarak en 1989; no ha liberado a los presos pol铆ticos y ha comenzado el desalojo de la Plaza de la Liberaci贸n o Tahrir. En su primera rueda de prensa tras la dimisi贸n de Mubarak, el primer ministro egipcio, Ahmed Shafik, apunt贸 que 鈥渆l mantenimiento de la seguridad es la tarea m谩s importante a realizar.鈥
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De modo que hoy por hoy dos fuerzas se enfrentan en Egipto: Las del ej茅rcito que quiere continuar con las pol铆ticas pro Washington e Israel, pro oligarcas y neoliberales, y que, despu茅s de efectuar un golpe de Estado, quiere dar la apariencia 鈥渄emocr谩tica鈥 al poder de la oligarqu铆a -como hicieron en Honduras- y las fuerzas del pueblo que aspiran a la democracia, a la transformaci贸n profunda de su sociedad, su econom铆a, sistema pol铆tico y social, para que las riquezas y el trabajo sean para beneficio del pueblo.
La moneda est谩 en el aire. Si el pueblo contin煤a organizado聽 y movilizado ver谩 el triunfo completo, logrando un cambio de r茅gimen e impulsando nuevas revoluciones en la regi贸n. Los imperialistas de EU, Israel y Gran Breta帽a, llenos de espanto maniobran para detener el proceso de liberaci贸n popular en Egipto y mantener su dictadura bajo la m谩scara de la 鈥渄emocracia estilo americana鈥, que consiste en el sistema multipartidista -en la que los partidos defienden a las grandes corporaciones- que va junto al libre mercado y garantiza los intereses del gran capital. Pero el pueblo egipcio aspira a un r茅gimen que le favorezca y ya se ha levantado para conseguirlo. Estados Unidos quiere aparentar que la renuncia de Mubarak soluciona el problema; sin embargo, tan solo significo el inicio del proceso. En esta lucha los trabajadores, con la huelga general convocada el 8 de febrero y su movilizaci贸n en todos los frentes han sido un factor determinante, junto con los j贸venes para lograr 茅ste primer triunfo.
La lucha de T煤nez y Egipto, se han extendido a Yemen, Jordania, Marruecos, Argelia y hasta Albania. Los triunfos de cada pueblo son una gran aportaci贸n a la lucha internacional. Hoy el Medio Oriente ya no es el mismo y una transformaci贸n en 茅sta regi贸n tendr谩 un indudable impacto global.
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