Viernes, 14 de Octubre de 2011 16:39 | 
Author: E. Pastor Cruz Carranza | 
| Edición 268 |
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PEMEX – REPSOL,
El escándalo
Gran conflicto y muchas interrogantes está levantando la reciente incursión financiera en donde PEMEX, nuestra empresa mexicana, ha decidido invertir en el extranjero; al parecer en forma unilateral, es decir, sin cumplir los lineamientos que la propia paraestatal debe cubrir de forma y fondo dentro de su Consejo de Administración para realizar dichas inversiones internacionales, amén de presuntas vinculaciones no muy trasparentes con la asociación “estratégica” con la empresa Constructora Sacyr, que transita en el marco de estar envuelta en finanzas no muy recomendables.
De igual forma crea conflicto e interrogantes la nada clara incursión en estos momentos, para buscar el control de Repsol YPF, considerada por varios analistas de la denominada “Madre Patria”, como la petrolera insigne para la política energética de España, que a partir del siempre enigmático Juan José Suárez Coppel, Director General de PEMEX, parece jugar un papel definitorio (o al menos así se pudo planear) ante conflictos empresariales de sujetos como el hoy celebre beneficiario, Luis del Rivero, a la postre, factor del encontronazo entre este peculiar “socio predilecto” de la empresa mexicana, casi manejada como particular por Suarez Coppel, quien sin solicitar ninguna autorización de forma y fondo, decide incursionar en esta presunta inversión por el bien de la industria nacional y las ventajas de tecnología que ello significa, sin dejar en claro los elementos que den certidumbre a la polémica decisión, tanto por la premura, como también por las reacciones de diversas aristas que está provocando en los sectores empresariales y políticos de España, por considerar que este incremento de participación en sus acciones, PEMEX favorece el control de Repsol en una prolongada pugna que se mantiene entre el propio Luis del Rivero (Sacyr-Vallehermoso) contra el tambaleante presidente de Repsol, Antonio Brufau.
La empresa española REPSOL ¿en México?
El destacado periodista Alejandro Gutiérrez nos da algunas luces de esta jugada, en su trabajo denominado Fallido madruguete transatlántico al indicar que el fatídico 2 de septiembre, PEMEX confirma que había incrementado su paquete accionario de 4.8 por ciento a 9.8 por ciento, acciones “sindicadas” que, con el 20 por ciento de Sacyr Vallehermoso, alcanzarían en conjunto 29 por ciento de los títulos de Repsol. Que ambas empresas tuvieron cuidado de no rebasar el 30 por ciento de las acciones, lo que habría obligado a cumplir con una norma de la legislación española, de lanzar una oferta pública de adquisición para comprar el 100 por ciento de las acciones de la empresa.
Este documento nos revela que: En México, los directivos de PEMEX habían acelerado los preparativos de su estrategia. Recibieron el visto bueno del presidente Calderón y (agilizaron los preparativos) antes de la salida de Ernesto Cordero de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público; no dejando de citar, que en esa operación fue clave la gestión de Ignacio Quezada -director de Finanzas de la paraestatal, hombre muy cercano a Ernesto Cordero, para que la SHCP agilizara los recursos públicos con el propósito de comprar las acciones.
Este trabajo del maestro Alejandro Gutiérrez no deja a la imaginación ninguna duda de la maniobrabilidad de Felipe Calderón cuando cita: “El consultor sostiene que Calderón telefoneó a José Luis Rodríguez Zapatero para comunicarle la ampliación de capital de PEMEX y el acuerdo con Sacyr-Vallehermoso en el ánimo de allanar la operación política (¿?) de la alianza”.
No puedo dejar de sentir envidia de la buena de estos empresarios-políticos-globales que sí saben hacer negocios privados, con dineros públicos. Con tan buen ánimo de confirmar estas secretas alianzas, que a la mayoría de los connacionales nos tienen en obscuras, sobre todo, cuando vemos la restricción de recursos a entidades federativas que no reciben, la parte correspondiente de tantos excedentes en el precio internacional del crudo y la manera que se muestra solvencia para fortalecer una empresa privada extranjera, por encima de los requerimientos en la nación y los infaltables incrementos mensuales a las gasolinas, gas domestico, diesel y electricidad en forma inmutable y sin piedad.
El presidente Calderón.
Las reacciones no se hicieron esperar -en España- y casi de inmediato se reflejan en los diferentes medios los calificativos subidos de tono y la exigencia, de grupos importantes de opinión quienes consideraron (sic) un asalto de Sacyr-Pemex en Repsol solicitando la inmediata cancelación de la operación y pidiendo la intervención de la Comisión de Energía para investigar la operación, que les permita mantener la Españolidad de Repsol. El periodista José Antonio Navas en su artículo Sebastián, la CNE y el coyote detrás del correcaminos; en la sección de economía del Diario ABC, con fecha 15/09/2011, sentencia: “El asalto de Sacyr y PEMEX en REPSOL produce rechazo en el PP y tampoco agrada a Zapatero. Moncloa quiere que la nueva Comisión de Energía remozada por el ministro Sebastián (que) actúe rápido y deje a salvo la responsabilidad del gobierno socialista”.
Para culminar sus reflexiones de forma contundente: “Si la CNE toma finalmente cartas en el asunto, la operación de Luis del Rivero y sus mariachis entraran a un compás de espera que puede resultar mortal de necesidad para los intereses del matrimonio de conveniencia, formado por Sacyr y PEMEX. EL pacto entre los dos socios de referencia de REPSOL tiene reminiscencias con otras operaciones de infausto recuerdo como la alianza Acciona-Enel que propició el traspaso de Endesa a manos italianas.
También recuerda (nos relata el columnista), en parte, al intento de la propia Sacyr para derribar en 2004 a Francisco González del BBVA. Algunos hacen incluso comparaciones con los esfuerzos de Florentino Pérez para saltar el muro de Ignacio Galán en Iberdrola. Sin embargo, y teniendo en cuenta el rechazo que la jugada ha provocado en el Partido Popular, lo más probable es que la aventura de Rivero (Calderón-Suárez) termine siendo algo así como la carrera del coyote por atrapar al Correcaminos petrolero.
¿Ejemplar papelón estratégico del PAN y PP está haciendo nuestra paraestatal dentro de las grillas de sucesión en España y el próximo proceso electoral del 2012 en México?
En medio de estas turbulentas aguas de bajos instintos saqueadores dentro de PEMEX, que fuera nacionalizada por Lázaro Cárdenas del Río para el bien de los mexicanos, gracias a la “inteligencia” de Felipe Calderón Hinojosa, su alfil Suárez Coppel de emergencia y con agenda apretada arribo a Madrid y según nota de J. Vales del 4 de Octubre de 2011 no solamente aprovecho su visita para “apuntalar” aspectos básicos de su empresa en España (¿?) aparte de participar (a cara de perro) en el consejo de administración de Repsol. Para contrarrestar el efecto que la alianza pueda deparar en contra de PEMEX, el director de la empresa -hipotéticamente- de todos los mexicanos, mantuvo un desayuno de trabajo con el presidente del BBVA, Francisco González, uno de sus aliados estratégicos en México. El BBVA tiene comprometido buena parte de su negocio y de su beneficio a la filial Bancomer, de la que PEMEX es uno de los principales clientes.
PEMEX, el botín de todos.
Donde siento profundas nauseas, es al saber que: La intercesión de González a favor de la petrolera centroamericana (PEMEX), puede ser muy necesaria a la hora de trasladar al futuro gobierno del PPE, las mejores credenciales de PEMEX. Las siguientes líneas son demoledoras al concluir con peculiar soberbia: “Están preocupados por la reiterada crítica que se hace desde el PP a la operación. Cristóbal Montoro ha llegado a asegurar que no le hacen ninguna gracia los acuerdos con empresas extranjeras estatales. PEMEX necesita reconducir sus relaciones en España y por eso, Suárez Coppel ha hecho gestiones también durante la última semana (los diputados, senadores y mexicanos pueden esperar cuanto sea necesario) en la alta dirección del PP con apoyo del ex presidente del gobierno José María Aznar, uno de los pocos que todavía defienden el desafío de Sacyr y cuya mediación quizá sirva de bálsamo para reconducir las relaciones de PEMEX en nuestro país”.
No me resulta fácil concluir esta colaboración realizada en la seductora Isla del Carmen, campamento petrolero, donde el manto Cantarell ha dado más de 30 años de certeza financiera a la patria, sin preguntarme con vergüenza:
¿Cuándo nuestros legisladores pedirán una explicación de esta escandalosa y profundamente sucia maniobra apátrida, que en los albores de las elecciones se juega con la evidente complicidad de partidos políticos, gobernadores y poderes fácticos de manipulación informativa?
¿Tendremos que seguir escudriñando la prensa española para saber cómo ningunean al intratable y soberbio director de nuestra petrolera?
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