Edición 227 |
2010: ahora sÃ
la última oportunidad
CARLOS RAMÃREZ HERNÃNDEZ
AUNQUE LAS ÉLITES POLITICAS no quieran verlo, el año de 2010 será decisivo. Y no en la lógica de las maldiciones centenarias sino en el hecho de que en el 2010 se darán las condiciones históricas para dar por terminado el viejo modelo de nación y construir uno nuevo. Si no hay visión histórica en las élites, entonces México ingresará este año en el espacio de la mediocridad social.
El 2010 será de acumulación de muchas crisis. Pero todas pueden centrarse en una sola: el agotamiento del modelo de desarrollo de la nación.
Ahora el 2010 habrá de decidir el gran dilema nacional: reencontrar el camino de un desarrollo nacional o continuar por el camino de un desarrollo mediocre que profundice la desigualdad social. No hay más. Las caracterÃsticas del 23010 serán cinco:
Las necesidades: Encontrar el modelo productivo para crecer anualmente seis por ciento sin inestabilidades ni crisis. El actual modelo sólo garantiza una media de tres por ciento. Y se requiere crecer a seis para dar empleo a la población económicamente activa. Si no, seremos una nación de ambulantes, subempleados y braceros.
Los objetivos: Empleo, bienestar y expectativas para todos los mexicanos. La estabilidad económica es condición para la estabilidad polÃtica y social. Y no hay más que una estabilidad económica: crecer en función de la demanda de empleo y sin desequilibrios.
El camino: El modelo globalizador ya no garantiza el cumplimiento de los objetivos sociales. Se necesitan cuando menos cinco objetivos estructurales: un nuevo modelo de desarrollo, un nuevo sistema polÃtico, un nuevo Estado, un nuevo pacto constitucional y una nueva polÃtica de bienestar.
La encrucijada: O la clase polÃtica y gobernante decide debatir lo serio que tiene que ver con el destino nacional o en el 2010 veremos jaloneos por pequeñeces polÃticas y microscópicos espacios de poder. O se debate el proyecto nacional de desarrollo o regresamos a la disputa por la silla presidencial.
El horizonte histórico: Aunque suene demagógico, lo que está en juego es un dilema filosófico: o la grandeza o la mediocridad. Los grandes cursos históricos de la nación lo definieron los estadistas: independencia, reforma, revolución, globalización. El 2010 mostrará si nuestros dirigentes polÃticos son estadistas o burócratas del poder.
La crisis nacional no es de coyuntura o importada o de fácil arreglo con mayores impuestos. Es una crisis de proyecto nacional, de modelo de nación. La propuesta nacional de
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