La influenza humana fue descrita hace cientos de años, y ya se conoce que puede ser causada por tres grupos de virus diferentes, denominados de grupo A, B, C. Los dos últimos grupos, tanto el B como el C, son causantes de casos leves de influenza humana cada invierno; lo que se conoce como influenza estacionaria. Los casos más severos son los causados por el virus del grupo A, en los que además del que afecta al hombre están los virus que afectan a aves (gripe aviar) y a los cerdos (influenza porcina) y hay más de 140  posibles combinaciones en función a dos proteínas la neuraminidasa y la hemaglutinina, de las nace la nomenclatura de N1H1 o de N3H1, etcétera.  
   Pero todos ellos ya definidos e identificados, sélo es desconocido el hecho de que los de especies afecten a otras especies como es el caso que nos ocupa. No se conocía un caso de afectación de virus porcino N1H1 que causara afectación al los humanos, de lo que se infiere el hecho de que se dio una mutación en alguna de las cadenas de la estructura viral, la cual le confiere capacidad para ocasionar influenza en el humano.
   Cabe señalar que por el hecho de que ya se tenía conocimiento de todas las composiciones de la estructura viral descritas, de sus mecanismos de transmisión y de sus cuadro clínico, se ha podido establecer cuáles son por un lado las medidas sanitarias a implementar para contener una pandemia más seria que la que se presentó. Hablamos de pandemia por el hecho de que hay casos reportados por el mismo virus en diferentes países y continentes. Afortunadamente, no se han presentado cifras catastróficas como la epidemia que se presento en 1818 en la llamada gripe española, y que seguramente se dieron tantas muestres por el desconocimiento del virus que lo ocasiono, por la no existencia de la vacuna contra la influenza que hoy en día se aplica cada año, y que puede conferir alguna protección  contra los virus no incluidos. Debo aclarar que la vacuna aplicada en septiembre-octubre del 2008, NO PROTEGE contra el virus identificado hasta el momento aun cuando se habla de que puede conferir cierta inmunidad , y la vacuna especifica es posible que la podamos tener pronto ya que se conoce la estructura viral y hay la biotecnología instalada para su desarrollo y producción. Seguramente este virus será observado en la siguiente vacuna contra la influenza que se palique este año.
   Debemos recordar sobre todo  que en epidemias anteriores se han presentado reportes hasta de 50 mil muertes, porque no se  sabía qué las causaba y no se contaba con el tratamiento especifico, que son los antivirales.  Hoy sabemos que el virus que nos ocupa es sensible al osetalmivir y sanamivir, que están fabricados y en el mercado desde hace años y se han usado en el tratamiento de este u otros virus, ya que tampoco es la primera vez que hay reportes en la literatura que señalan la transmisión de un virus N1H1 a un humano. Se han documento casos anteriores a la pandemia, ocasionados por este virus.
Es muy importante en casos de pandemia como el que estamos pasando las medidas de precaución además de que deberían ser permanentes, el lavados de manos frecuente, el desecho de elementos que tienen material infectante, como pañuelos desechables, cubre bocas etcétera; el no besar a un enfermo ni saludar de mano, la forma de cubrirnos al estornudar  o toser. Si no tenemos cubre boca o pañuelos desechables, el no compartir cubiertos, platillos, en general comida de una persona a otra y los cubiertos lavarlos perfectamente bien antes de ser usados; el aseo de espacios y objetos que pueden contaminarse con cloro o solución clorada que destruye el virus entre otras bacterias parásitos etc. Y esperamos que estas mediadas sean permanentes.

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