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Edición 222
Jueves, 19 de Noviembre de 2009 23:24

La concentración mediática
anula la crítica periodística

BLANCHE PETRICH*

El papel esencial de los medios “debería ser de contrapoder”

EL ESPÍRITU DE LA CRÍTICA en el periodismo moderno, en opinión de Serge Halimi, director general de las ediciones de Le Monde diplomatique -cuya edición para México distribuye La Jornada a sus suscriptores-, está en vías de extinción como consecuencia del fenómeno de la concentración incontenible de las empresas mediáticas en manos de “grandes fortunas que son al mismo tiempo fabricantes de medios de información”.

blanche1Este tema ha sido por más de una década el foco de varios de los análisis, investigaciones y ensayos de este periodista francés, quien lamenta que en muchas latitudes -desde su propio país hasta Estados Unidos, México incluido- las izquierdas y los sectores progresistas “han desertado de la lucha por el pluralismo informativo”.

El papel esencial de los medios -sostiene en entrevista con La Jornada- “debería ser de contrapoder. Pero quienes detentan el poder financiero y económico tienen también el poder político. Así que en lugar de crítica tenemos propaganda, un acomodo de la opinión pública a las grandes exigencias de este orden económico social”.

El joven editor y escritor de origen tunesino, hijo de la pionera feminista Gisele Halimi, no se hace ilusiones sobre la posibilidad de democratizar el sistema mediático global sólo con buenos argumentos e intenciones. “Para lograrlo hace falta tener el soporte de fuerzas políticas. Y hoy día los partidos no tienen esta preocupación en sus agendas; ni siquiera los partidos de izquierda, que han preferido acomodarse al poder mediático, limar asperezas con estas poderosas empresas. Entre la audacia y el empantanamiento, han optado por esto último.”

Más aún, su crítica se extiende hacia el verdadero poder que tiene la información disidente y alternativa en la red cibernética. Subraya “la gran asimetría” que existe entre el impacto directo de la información de los medios masivos, que llega a las grandes mayorías, más bien despolitizadas y pasivas, y los contenidos divergentes que circulan por Internet y son buscados por un lector más informado y activo. “El riesgo -advierte- es que los consorcios dicen que existe la pluralidad porque todos los puntos de vista están en Internet. Pueden preguntar, ¿para qué quieren las opiniones de Noam Chomsky en las grandes cadenas ABC, CBS o NBC, si están en la red? Es una pluralidad aparente.”

Unos cuantos nombres

Habla sobre un fenómeno global: sólo unas cuantas fortunas, unos cuantos nombres -en Francia, Lagardere, Arnaud, Pinot, Bouyges; en Estados Unidos y Gran Bretaña, Rupert Murdoch; en Italia Berlusconi; en América Latina, Cisneros, Slim, Azcárraga- figuran en los directorios de las principales empresas de televisión, radio y prensa escrita.

“Me parece muy esclarecedora la frase del académico estadunidense Robert McChesney: si un jefe de Estado nos hubiera dicho que a partir de ahora los medios ya no se ocuparán demasiado de la política internacional sino que se ocuparán principalmente de las celebridades y de hacer propaganda de los grandes grupos económicos, la mayor parte de los periodistas lo habríamos rechazado, por inaceptable. Cuando esta misma dinámica es impulsada por los grandes corporativos globales, esta evolución es aceptada casi como natural.”

Estas cabezas y sus voceros alegan que hay pluralidad y libertad de expresión.

En la historia del siglo XIX francés, alguien dijo que la regla para la prensa es “silencio a los pobres”. Y es cierto: con mucho dinero, cualquiera es libre de expresar sus opiniones en la radio, la prensa y la televisión. No hay mayor restricción que la falta de dinero.

– ¿Hacia dónde buscar la solución para democratizar el mercado mediático?

Está el ideal y la realidad. La realidad actual es que los gobiernos en el poder no estiman que la concentración de los medios represente un problema. En Francia incluso piensan que los medios deben estar aún más concentrados para alcanzar la talla de los mastodontes angloestadunidenses.

Serge Halimi, durante el encuentro con La Jornada María Luisa SeverianoFoto María Luisa Severiano

Enfrentamos intereses tan poderosos que pueden orientar la información de modo que lo que nosotros identificamos como un problema, ellos lo hacen percibir como una solución. Es necesario presionar directamente sobre los responsables políticos, en particular a los de izquierda. Pero con frecuencia vemos que la izquierda ha desertado del combate por el pluralismo mediático. Esperan que, al ignorar la cuestión, obtendrán el favor de los grandes grupos mediáticos que de tanto en tanto los presentarán en sus pantallas.

Halimi saca de inmediato una serie de casos para ilustrar su afirmación.

Las “culpas” de los liberales Mitterrand, Blair, Clinton

Ejemplo, Italia. Berlusconi llegó al poder por primera vez en 1994. El hombre más rico, el mayor industrial, el dueño de los medios privados más grandes del país, convirtiéndose en el primer ministro y jefe de una mayoría parlamentaria y jefe del Ejecutivo, todo en una sola persona. Ahí había un problema evidente para la democracia, una anomalía. Al cabo de dos años, Berlusconi perdió el poder y llegó la centroizquierda. ¿Qué hizo para resolver este problema? Nada. En consecuencia, cuando Berlusconi retomó el poder llegó más fuerte que nunca.

“El problema no es solamente que la derecha se acomoda ante la concentración del poder mediático y económico -lo que es normal- sino que la izquierda también se resigna. En Francia la concentración de la industria audiovisual y la creación de cadenas de televisión privada se concretó con François Mitterrand. Más aun, fue Miterrand quien buscó a Berlusconi -en aquellas épocas amigo de Bettino Craxi, líder socialista- para asociarse con estas empresas.

Blanche2“Otro ejemplo impactante es el de la relación del laborista Tony Blair con el magnate Rupert Murdoch. Fue en 1992, durante las elecciones legislativas en el Reino Unido. El laborista Neil Kinnock era el favorito. El día de los comicios, The Sun -que es de la cadena de Murdoch- publicó en su primera plana la imagen de un foco apagado y una cabeza principal, que aludía a la posibilidad de un triunfo laborista: “Si ganan los laboristas, el último que apague la luz”. The Sun tenía un tiraje de cinco millones de ejemplares. Resultado: ganaron los conservadores.

“A raíz de este resultado, cuando Blair llega al poder, años más tarde, decide cortejar a Murdoch, dueño de The Sun, The Times y Sky News. Finalmente logró el apoyo de este grupo mediático a cambio de derechizar su programa de gobierno.”

Estados Unidos no puede faltar en su exposición de casos:

Fue precisamente Bill Clinton, un demócrata, no un republicano, quien promovió la desregulación de medios de 1996, que anuló el impedimento que tenían los consorcios de apropiarse de varios medios -radio, televisión o prensa- en una misma ciudad. Los periodistas silenciaron el debate”.

En la polémica sobre si los flujos de contenidos alternativos en Internet representan o no una democratización del periodismo, Halimi advierte que esta creencia entraña un riesgo: “Hay una asimetría de hecho entre los que reciben la propaganda directamente de la pantalla de la televisión -receptores pasivos- y los que para obtener un punto de vista divergente tienen que hacer un esfuerzo adicional. Son receptores activos. Éstos son una nueva elite”.

Entonces, ¿es aparente la pluralidad?

- Este sector más activo tiene una idea deformada de la realidad. Son sobre todo los progresistas que utilizan permanentemente Internet para comunicarse con otros progresistas. Llegan a tener la idea de que el problema de la información está resuelto, porque está resuelto para ellos. Pero no todos van a buscar la información de Telesur, de La Jornada, de Le Monde diplomatique. Los que van a estos sitios son una minoría politizada.

La Jornada


LOS GRANDES PERIÓDICOS RECORTARON SUS TIRAJES, QUE RETROCEDIERON 7.1%, SEGÚN CIFRAS

Se agravó la crisis de los diarios en EU;
cayó 10.6% la distribución en 6 meses

  • The Wall Street Journal es de los pocos que elevaron la circulación; vende 2 millones 24 mil

Portada de The New York Times, que redujo 7.3 por ciento el número de ejemplares y tiene ahora una tirada de 928 mil unidades diarias Foto Ap

WASHINGTON, OCTUBRE. La crisis que padecen los diarios estadunidenses recrudeció durante el semestre de abril a septiembre, con un nuevo descalabro de 10.6 por ciento en distribución, en comparación con el mismo periodo del año anterior, informó la asociación de prensa Audit Bureau Circulations (ABC).

CrisisLa tirada total de los 379 periódicos estadunidenses más grandes se cifraba a finales de septiembre en 30.4 millones de ejemplares, señaló ABC en Schaumburg, en el estado de Illinois. Pero durante el semestre anterior, comprendido entre octubre de 2008 y marzo de 2009, las tiradas cayeron 7.1 por ciento.

Los grandes diarios se han visto obligados a reducir sus tirajes, como The New York Times, Los Angeles Times y The Washington Post, entre otros, mientras The Wall Street Journal es uno de los pocos que lograron incrementar su número de ejemplares, con un avance de 0.6 por ciento, desde septiembre de 2008, hasta llegar a 2 millones 24 mil ejemplares, con lo cual se convirtió en el diario estadunidense de mayor tirada.

El periódico conservador del magnate Rupert Mudorch desbancó así a USA Today, que superaba a todos los diarios en tiraje. El número de ejemplares de este periódico cayó 17.1 por ciento, hasta 1.9 millones.

En el caso del The New York Times contrajo su número de ejemplares en 7.3 por ciento y tiene ahora una tirada de 928 mil ejemplares diarios.

Los Angeles Times sufrió en la semana un desplome hasta de 11 por ciento y actualmente saca 658 mil ejemplares. En tanto, The Washington Post perdió 6.4 por ciento de su tirada, hasta 583 mil unidades diarias.

Los periódicos de Estados Unidos se encuentran inmersos desde hace varios años en una grave crisis que se ha visto acentuada por la debacle económica. De marzo de 2007 a la fecha desaparecieron 12 diarios, según el blog Newspaper Death Watch, entre ellos el Rocky Mountain News y el Kentucky Post.

Desde hace más de dos años los ingresos por publicidad de la prensa escrita han experimentado además una importante contracción. En el primer trimestre de 2009 llegaron a caer 29.7 por ciento. Los pronósticos apuntan a un nuevo gran desplome. Pese al considerable aumento de usuarios que visitan las ediciones online, también en los portales de los diarios cayeron los ingresos por publicidad.


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