Martes, 29 de Marzo de 2011 15:37 | 
Author: MANUEL MAGAÑA CONTRERAS | 
| Edición 255 |
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Los gobernantes del mundo a los pies de E.U.
¿Cuál es el futuro de la humanidad?
Después de los llamados movimientos de rebelión en países árabes, entre ellos Egipto y Libia, y la intervención armada de los Estados Unidos con el bombardeo sobre instalaciones militares para favorecer la revuelta contra Muhamar Kadaffi, muchas preguntas relacionadas con el futuro de la humanidad hay que hacer.
En primer término debe esclarecerse lo que quiso decir el presidente Obama recientemente al exclamar en términos enigmáticos: “Para Estados Unidos, el futuro ya llegó”. ¿Acaso se refiere a que el establecimiento del temido gobierno mundial ya empezó a actuar abiertamente para, en primer término, impulsar revueltas como las de los líderes del “jazmín” -que al llegar al podeer-, le permitan ejercer control sobre los yacimientos petrolíferos de los países árabes?
Para Obama, “el futuro ya llegó” y esto ¿Quiere decir que la intervención armada en Libia es parte de ese “futuro que ya llegó?”. La sumisión de los países a esos designios de dominio mundial, incluyendo a las naciones de la Unión Europea es parte de lo que “ya llegó”, de lo que ya nos alcanzó.
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La primera consideración que debe hacerse es que, a partir de la colaboración de naciones europeas como Francia e Italia, el duopolio mundial EE. UU.-Inglaterra parece ser que ya está se organizado para ser el brazo armado mundial que se apodere del petróleo en todo el mundo, después de la tragedia en Japón donde cobró actualidad el tema del peligro mortal que para la humanidad representan las plantas nucleares productoras de energía.
¿Dónde quedó el nacionalismo árabe?
Una de las novedades que han asomado ahora que ocurren las revueltas en forma orquestada en los países árabes, consiste en que el conocido y prestigiado nacionalismo árabe ahora enseña otro rostro, el internacionalista, y los rebeldes alzados contra Kadafi aplauden la ingerencia armada de los EE. UU. y sus cómplices del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Kadafi, derecha, con Silvio Berlusconi
El nacionalismo árabe y su amor a la Patria, ha sido una guía para el mundo. El Islam señala en sus preceptos que el ser humano está obligado a defender su país de origen ante los ataques del extranjero. El nacionalismo árabe empezó a desgastarse con motivo de la invasión gringa en Irak, en la que muchos enemigos de Hussein contribuyeron a la invasión de su país y a la matanza de civiles dentro de los cuales no se distinguió a niños, mujeres y ancianos. Es vergonzoso para el nacionalismo árabe, que los rebeldes libios aplaudan la agresión armada de EE.UU., Inglaterra y Francia, sin considerar que lo que puede venir después es una sumisión que los coloque en el papel de “protectorados” o algo así, en aras del petróleo que busca controlar totalmente en el mundo árabe, el imperialismo gringo que no se para en medios, incluso los crímenes de guerra, para lograrlo.
Internacionalismo, la mayor amenaza
Para los EE. UU. “el futuro ya llegó”. Se trata de un futuro de dominio mundial sobre todos los pueblos de la tierra. No existe poder que se le oponga. Puede cometer crímenes de guerra como los hechos en perjuicio de la población civil en Irak, sin que se levanten voces de protesta. Con la excepción de Fidel Castro y Hugo Chávez, ningún otro líder de nivel mundial ha reprobado la incursión armada en Libia.
Ese futuro que “ya llegó”, se ha logrado a través del proceso de internacionalización a que se ha sometido a la Humanidad, ya con los Tratados de Libre Comercio de naciones de los cinco continentes, ya con la creación de instituciones financieras de alcances universales como el Fondo Monetario Internacional,. mediante préstamos condicionados a los gobiernos, para dictarles luego lo que tienen qué hacer “para garantizar el pago” del préstamo que se les ha concedido.
A través del internacionalismo financiero de BM Y FMI, se presta dinero a quienes tienen el mando en las naciones, sin que les preocupe a esas instituciones si hacen mal uso del dinero, puesto que lo conveniente, para los fines de control de dichos bancos, es “tener cola qué pisarles” y así disponer de incondicionales a quienes manipular.
Manuel Zelaya
Al control logrado por el imperialismo gringo nadie escapa. En declaraciones al reportero Arturo Cano, Manuel Zelaya, el derrocado presidente de Honduras, declaró a La jornada -marzo 22, página 21-, el hecho de haber recortado ganancias a las petroleras trasnacionales en su país, es el origen de su caída.
“El futuro” alcanza a México
El mundo está cada día más supeditado a los intereses de EE.UU. y México no es la excepción, desde luego. Los vuelos de “aviones espía” del imperialismo gringo constituyen la muestra más reciente y descarada de ese intervencionismo yanqui que se manifiesta en nuestro planeta.
Ante la serie de situaciones que afloran con motivo de las revueltas en naciones árabes y la tragedia nuclear en Japón, tal parece que no hemos tenido tiempo de pensar sobre el grado de dependencia que los gobiernos neoliberales, sobre todo los de Fox y Calderón, han contribuido a imponerle a México.
Tenemos dependencia económica, más de la debida y el riesgo de una invasión de los EE. UU. A México se cierne amenazadoramente por la firma del “Plan Mérida” que está hecho para uncirnos a los intereses norteamericanos, incluso con la pérdida de nuestra soberanía nacional e Independencia.
En aras del Tratado de Libre Comercio firmado por Carlos Salinas, hemos perdido la soberanía alimenticia y ahora, además del desempleo y empobrecimiento en el campo, estamos obligados a consumir víveres a precios muy elevados, fuera del alcance de las clases necesitadas. En carne propia, consecuentemente, sufrimos los estragos del injerencismo yanqui en todos los órdenes de nuestra vida.
La “guerra” contra el narco es una batalla que deben librar los EE UU., dentro de su territorio, porque es ahí donde existen los consumidores más numerosos del mundo. La presencia de “la guerra” antinarco es una demostración más de la excesiva intervención del gobierno norteamericano en territorio mexicano. Si no quieren droga, es en las entradas a EE.UU. donde no deben autorizar su penetración.
¿EE.UU. sheriff del mundo?
En los momentos de redactar este comentario, continuaba el ataque armado de EE. UU., Inglaterra y Francia contra Libia y la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN) se disponía a asumir el mando de la ofensiva imperialista. Obama, antes de declarar que “para EE. UU. el futuro ya llegó”, había mostrado un rostro y una vez que lanzó el poderío militar contra Libia, su política tiene una nueva cara que es como la de Bush, su antecesor. No se puede adivinar por ahora, hasta donde quiere llegar.
Con la Iniciativa Mérida como pretexto, ¿se atreverá a invadir militarmente a nuestro país? Por ganas no queda y la misma Hillary Clinton, en funciones de secretaría de Estado, usa un lenguaje “de mando”, cuando se refiere a los asuntos de México y confunde los compromisos que pueda establecer a nivel gubernamental, con las aspiraciones de mantener Soberanía e Independencia, que es deseo del pueblo de México.
Los gobernantes del mundo -salvo unas cuatro honrosas excepciones -, le besan los pies a Obama. ¿Qué pasará con nuestro petróleo que siempre ha ambicionado tener totalmente a su disposición? ¿Cuál será el futuro del mundo en manos de EE. UU. convertido en sheriff de la Humanidad? La historia que siempre tiene algo sabio que decirnos, enseña que los imperios, después de alcanzar la cima, empiezan a declinar, atrapados por sus vicios. En EE. UU. , los soldados gay y el hecho de ser los más grandes consumidores de droga, constituyen dos muestras de la decadencia del imperio gringo.
Su sociedad hedonista, permisiva, sodomita, es decir, autodestructiva, ya empezó a carcomerle sus entrañas.
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