En el Triángulo Dorado JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE LEÓN*
Por la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información, ¡Hasta la Victoria Siempre! Abraham García Ibarra (Periodista originario de Mazatlán, Sinaloa)
A MI MAESTRO JOSE LUIS CECEÑA GÁMEZ, también de Mazatlán, Sinaloa, maestro normalista titulado en la Escuela Nacional de Maestros y licenciado por la Escuela Nacional de Economía (hoy Facultad) de la UNAM; con estudios de posgrado en The American University, Washington, D.C., investigador de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM desde 1961.
FUÉ PROFESOR TITULAR de la Escuela Nacional de Economía (hoy Facultad) de 1944 a 1977, director de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM de 1972 a 1977 (durante su gestión se logró la transformación de la Escuela en Facultad), y director del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM de 1980 a 1986. Obras publicadas: El capital monopolista y la economía mexicana, 1963 (traducido y publicado en ruso.) México en la órbita imperial y El imperio del dólar.
(Este articulo de opinión esta dedicado a nuestro amigo periodista Abraham García Ibarra, recientemente homenajeado en el Club de Periodistas de México, debido a su larga trayectoria en los medios. Actual director editorial de nuestra revista Voces del periodista (www.vocesdelperiodista.com.mx). Su origen mazatleco nos lleva a analizar brevemente algunos temas relacionados con el bello puerto del Océano Pacifico.)
Hace ya bastantes ayeres, cuando este escribidor era parte del grupo de Investigación de Mercados de Banamex, me tocó la fortuna de conocer este paraíso terrenal. La primera impresión fue el malecón alrededor de Olas Altas, donde un montón de pelicanos estaba a unos pasos cazando peces; la rica cocina sinaloense, un huracán que se acercaba al puerto daba pavor en la gente, porque en estas aguas el mar se embravece rápidamente. Recuerdo que cuando Julia Carabias, secretaria de Estado de Ernesto Zedillo convenció a este de que era necesario salir a alta mar a dar a conocer la recién adquirida flota camaronera. El mar se encrespó y destruyó totalmente la flamante flota. Como siempre, los funcionarios no son castigados. Ahora Carabias es una prestigiada académica de la UNAM y Zedillo un prestigiado académico de Yale.
Julia Carabias
En mis épocas de académico de la Universidad Autónoma de Sinaloa, un viaje desde Sabinas, Coahuila hasta Mazatlán era de tres días, descansando en Durango. Luego, cruzar la enorme sierra Madre Occidental, donde todo era posible, desde densa neblina, fuertes aguaceros, nevadas inesperadas, granizadas violentas hasta llegar a la cúspide de la montaña, en el famoso Espinazo del Diablo, donde en noches transparentes se podía observar en toda plenitud la bahía de Mazatlán.
Según Felipe Calderón, el más inepto, corrupto y asesino de los presidentes de la época moderna de México, el puente Baluarte es una de sus máximas obras de infraestructura carretera. Los sinaloenses dicen que es con dinero del narco (http://www.youtube.com/watch?v=HEGIIjq-INg), pues la droga será mas fácilmente trasladada del puerto de Mazatlán hacia Torreón, que es donde esta la gran-http://www.youtube.com/watch?v=m-0Tv9UvmRI&feature=related- aduana de los cárteles de la droga, pues en La Laguna confluyen el cártel de Juárez, el de Sinaloa, el de los Herrera, de Durango, los Zetas, los golfos, La familia, etcétera.
De Torreón, la droga se desplaza en aviones de vuelo rasante a San Antonio, Texas. Recordemos que, desde los tiempos coloniales de la Nueva España, cuando los novohispanos estaban instalados en lo que hoy es Hong Kong y entonces la Nao de China traía en sus bodegas el opio, en la fértil llanura sinaloense y en las cañadas boscosas del llamado Triangulo del Opio localizado entre Sinaloa-Durango-Chihuahua, donde por cierto están también los grandes yacimientos de oro, entregados criminalmente a los canadienses.
Desde los años 40s, específicamente en 1944, cuando en sujeción a los Acuerdos de Bretton Woods, México cedió su soberanía monetaria del Patrón Bimetálico Oro-plata, para doblegarse frente al Patrón Dólar, son continuas las devaluaciones del peso mexicano frente al dólar, pero en aquel entonces, se negoció esa perdida de soberanía con base en que Estados Unidos perdonó el 50 por ciento de la deuda externa de México, el Plan Bracero para que un millón de trabajadores mexicanos se fueran a trabajar a los campos agrícolas con documentos, y, finalmente, se negoció desarrollar el cultivo de la droga en esta macro-región para abastecer a las tropas yanquis.
Esto ultimo aparece documentado en uno de los mejores libros que hablan sobre la historia de la droga en México, llamado Desde Navolato vengo (Sinaloa, área metro de Culiacán http://books.google.com.mx/books/about/La_historia_secreta_del_narco.html?id=TSPFAAAAIAAJ, que es, además, la historia de uno de los grandes capos de la droga, Amado Carrillo Fuentes (a) El Señor de los Cielos, quien “explotaba” precisamente el corredor aéreo de Torreón a San Antonio), http://www.youtube.com/watch?v=FY-haAWqlUo.
El señor de los cielos
Durante la Segunda Guerra Mundial, las batallas entre las tropas inglesas y las nazis en el frente oriental, cortan el flujo de amapola y hachís que viene a Occidente proveniente de Turquía. Las drogas turcas eran la materia prima de la morfina, alivio insustituible de los hospitales de guerra. Para suplir la ruta turca, Estados Unidos llega a un acuerdo secreto con México: ampliar los sembradíos silvestres de amapola de la Sierra Madre Occidental.
La sierra sinaloense se llena de instructores no oficiales de los dos países que enseñan a los pueblos a sembrar amapola. La amapola cunde, la prosperidad llega con sus brillos dorados a los pueblos perdidos de la sierra. Pero una vez que termina la II Guerra Mundial, el cultivo de la droga continua. En esos años nace el primer cartel organizado, el de Los Herrera de Durango, que con sus conexiones con la mafia de Chicago de Lucky Luciano y a través de Bugsy Siegel, el legendario inventor de Las Vegas, el financiamiento y trasiego de drogas inicia en escala comercial. El jefe estadunidense del combate a las drogas, Harry Aislinger advierte en la posguerra contra “los bribones que tratan de convertir a México en una fuente de drogas”.
Jorge Alfredo Andrade Bojorges tiene un libro nutrido con temas de inteligencia militar, denominado La historia secreta del narco, Desde Navolato vengo, de Editorial Océano, y publicado en 1999. Libro que habla desde las épocas mismas del origen del narco en la época colonial 1834, cuando empezó a llegar el opio de China a las playas de Altata, antecedente del primer cartel de Heraclio Bernal (a) El Rayo de Sinaloa, quien luego se politizaría y sería, al igual que Francisco Villa, un revolucionario impulsor del Movimiento por la Restauración de la Constitución de 1857.
Benjamín Arellano Félix
La droga siempre fue manejada desde Guadalajara, en donde el autor escribe que en 1979 nace el narco-poder, con el cártel de cárteles de la droga, el de Amado Carrillo Fuentes. Claro, el título de cártel más antiguo se lo disputa el de Los Herrera, de Durango, encabezado en los años 40s por Juan Herrera Nevares, de Santiago Papasquiaro, Durango.
La revolución creó las condiciones para el surgimiento de nuevos caciques revolucionarios como Gabriel Leyva Velázquez (cardenista), con influencia en toda la región de Culiacán, y Pablo Macías Valenzuela con poder en Guasave y Los Mochis (obregonista), y Pedro Avilés, llamado El león de la montaña, con gran influencia en las zonas serranas de Sinaloa, Durango y Sonora.
Recordemos que Álvaro Obregón persiguió duramente a los chinos por el trafico del opio; sin embargo, sus subordinados eran traficantes del mismo, como los fueron las gentes de Pedro Avilés, Ernesto Fonseca Carrillo (tío de Amado Carrillo), nacido en Culiacán, y que controlaba todo Sinaloa. En Durango estaba Jaime Herrera Nevares, del Cartel de los Herrera, (muy cercanos a los Bush, a través de Patricia Herrera, viuda de Rafael Herrera, comadre de Georgette Mosbacher, esposa de Robert Mosbacher, secretario de Comercio, firmante del TLCAN o NAFTA, con George Bush padre); y en San Luis Río Colorado, Sonora (frontera con USA), operaba Miguel Urias Uriarte.
En el año del olvido de 1952, el general Miguel Henríquez Guzmán es candidato a la presidencia de la República por una Federación de Partidos del Pueblo. La candidatura termina en una matanza en la Alameda Central de la ciudad de México. Los henriquistas son perseguidos, presos, muertos. Uno de los presos es Enrique Peña Bátiz (padre de Enrique Peña Nieto), presidente de la federación de partidos henriquistas. 33 años después de aquellos hechos, Peña Bátiz le cuenta al reportero Elías Chávez de Proceso: “Fue durante el gobierno de Leopoldo Sánchez Celis, entre 1963 y 1969, cuando surgió abiertamente en Sinaloa el tráfico de drogas. Sánchez Celis empezó a rodearse de pistoleros. Uno de ellos fue Hugo Izquierdo Hebrard”. (Por ello Marcelo Ebrard se quitó la H, para que no fuera ligado con esos matones y fuera considerado el adalid de la izquierda rosa.)
Fue la época en que se inició Miguel Ángel Félix Gallardo, a quien Leopoldo Sánchez Celis hizo su ahijado: lo apadrinó en su boda. Años más tarde, Félix Gallardo apadrinó a su vez la boda del hijo menor de Sánchez Celis, Rodolfo Sánchez Duarte. En 1966, esos personajes fueron claves para derrocar al rector de la UNAM, el afamado cardiólogo Ignacio Chávez, considerado un izquierdista. Se iniciaron así los circuitos universidad-narco-políticos. Como contrapartida, los movimientos estudiantiles se radicalizaban con Sánchez Celis, cuando la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS) celebró su Primer Congreso Estudiantil Universitario, en diciembre de 1969. Se llevó a cabo una síntesis crítica de toda la década que concluía y trazó un rumbo de cambios para la universidad, a propósito del nombramiento de nuevo rector que ocurriría en febrero del año siguiente.
Gonzalo M. Armienta.
El movimiento universitario traía la inercia creadora que le había dado el movimiento de 1966, su enlazamiento con las luchas universitarias nacionales de este año hasta principios de 1968. Desde luego, gracias a la inserción marcada en el movimiento nacional estudiantil-popular de 1968. Por ejemplo, en septiembre de 1967 se celebró en Culiacán la primera conferencia nacional de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), que acuerda la Marcha Nacional Estudiantil por la Ruta de la Libertad, hecho que, a su vez, deviene antecedente sobremanera importante de lo que ocurriría casi inmediatamente después en todo el país.
El sucesor de Sánchez Celis fue el economista de la Universidad de Guadalajara Alfredo Valdez Montoya (1969-1975), de quien, en forma unilateral, la universidad recibió con estupor (dada la forma inconsulta, ajena al más elemental conocimiento de los universitarios y con evidencias sobradas de una imposición gubernamental), el nombramiento del doctor Gonzalo M. Armienta Calderón, como nuevo rector.
El hecho abrupto dio para una conflicto interno que se prolongaría largos y azarosos dos años, hasta abril de 1972, incluso con el costo de vidas de estudiantes universitarios. El que escribe vivía a unas cuadras de la Casa de Gobierno, en Rio Piaxtla y Álvaro Obregón, y todos los fines de semana los universitarios pasaban en sus camionetas y empezaban a tirarle a su casa bombas molotov. Armienta Calderón tuvo que renunciar debido a la enorme presión estudiantil a favor del egresado del ITESM, mancuerna de Clouthier,
fueron Radio Universidad que, por cierto, tenía antecedentes en cuanto a su gestión en la historia institucional. Este maestro universitario tenia un programa llamado Realidades Latinoamericanas, bastante critico).
La Preparatoria Hermanos Flores Magón, la Escuela de Ciencias del Mar, la revista Albatros y la apertura de la Casa del Estudiante Benito Juárez (que, por cierto, daría para la distorsión de las casas del estudiante y los servicios estudiantiles en al UAS donde empezaron a salir porros y narcos como los Arellano Félix que controlaban la Preparatoria).
Por su parte, Valdés Montoya fue quien impulsó la nueva zona hotelera de Mazatlán, desde la puntadenominada El Sábalo. Sin embargo, en su sexenio se agudizaron las pugnas entre las izquierdas universitarias del grupo proveniente de la UNAM, dirigido por José Luis Ceceña Gámez, maestro de generaciones de economistas, un crisol dentro de los economistas mexicanos y originario de Mazatlán. Su hijo, José Luis Ceceña Cervantes, graduado en Polonia; Fausto Burgueño, Silvia Millán, y el líder estudiantil de 1968, Salvador Martínez de la Roca (posteriormente Delegado en Tlalpan, donde empezaba a circular fuertemente la droga y la ideología de izquierda) eran las cabezas del grupo José María Morelos, denominados coloquialmente Los Chemones. Desde entonces esa corriente es la dominante en esa delegación defeña.
Por otra parte, estaba la corriente del Partido Comunista de Liberato Terán, Audomar Quintero y Pablo Gómez, quienes eran llamados en el campus universitario como Los Pescados. La rectoría de la UAS estaba ya en sus manos con Arturo Campos Román; eran famosas las confrontaciones de los “PCs” con el agricultor Manuel Clouthier (a) Maquio, egresado del ITESM, a quien continuamente le invadían sus tierras.
Luego el tercer grupo, el mas radical, considerado de ultra-izquierda, el de los Enfermos, llamados así por la frase de Lenin “el izquierdismo, enfermedad infantil en el comunismo”. Ellos tapizaban la universidad con los lemas “¡No queremos apertura, queremos Revolución!”, “Boicot a la Universidad Fabrica”.
La corriente ultraizquierdista, apareció de improviso en las casas del estudiante. Particularmente en la “Rafael Buelna Tenorio” y en la dirección de la FEUS estaban infiltradas por la corriente de Yuri Andropov, Primer Ministro de la URSS, quien en la Operación Bravo planteaba que sólo México podía derrotar a los Estados Unidos con drogas y “mojados-migrantes”. Esa “enfermedad del virus rojo de la revolución” pronto cundió en las universidades de Sonora, Michoacán, Coahuila, Nuevo León, Puebla y en la UNAM, donde a los activistas denominaron “vándalos”.
En la UAS, un acontecimiento lo dice todo: En mayo de 1973, mes y año del primer centenario de la UAS, caían abatidos a balazos por los “enfermos”, en los pasillos del edificio central de la institución, Carlos Humberto Guevara Reynaga, estudiante (alumno del que escribe) y funcionario de Difusión Cultural; así como el joven estudiante Pablo Ruiz.
El pino Martínez de la Roca.
Entre junio de 1973 al mismo mes de 1977 se establece en el control el PCM con la política universitaria del nuevo rector, licenciado Arturo Campos Román, que no fue universitaria ni política. Lo que hizo gananciosos nada más que a los grupos del gobierno y de la corrupción.
Los personajes y personalidades del momento son apenas recordables: Arturo Zama Escalante y José Barragán Gómez optaron por retirarse de la Universidad, pasando a ser Sergio Gómez Montero, Jorge Villalobos López, los principales operadores políticos, ora en la Secretaría General, ora en otros cargos. Martín Dozzal Jottar, Raúl Talavera y Sergio Castañeda Herrerías, los prohombres de la extensión cultural; Arturo Bricio Espinoza quien venia de estudiar un posgrado en La Sorbona de Paris, y que se la pasaba en la mota y la academia, llegó a juntar un grupúsculo en la Escuela de Idiomas encabezadas por dos supuestas agentes, una de Texas y la otra de Montreal. (Bricio era el prototipo de los académicos que hacían de la docencia una verdadera picaresca, reventones y corruptelas); Samuel Trujillo Campos, de tesorero general a impulsor político de José López Portillo, de los ”autorrobos” a Tesorería, las reiteradas quincenas sin pago al personal.
En fin ¿qué era todo aquello si no la confusión misma, el deterioro moral, la absoluta confusión de los rumbos de Universidad, en el mejor caso? Y el rector Campos Román en el medio, impasible, incapacitado y cómplice. Esos “pescados” controlarían desde entonces la Delegación Coyoacán del DF. Hasta la fecha tenemos un ejemplo claro con el chileno Mauricio Toledo, del PC Chileno, otros dicen que del MIR, enemigos jurados de Salvador Allende al que combatieron por “burgués”.
¿Y los enfermos? Se fueron a la narco-guerrilla, especialmente la de los Arellano Félix que controlan Tijuana. Las figuras emblemáticas del narco de esos años, Eduardo Fernández, Don Lalo, y Jorge Favela, se convierten en las cabezas visibles del tráfico, con recolectores de la goma (amapola) en la sierra, y los apellidos Fonseca, Caro, Payán, Quintero, comienzan a emerger. La nueva generación sería posteriormente la de de traficantes, cuyos nombres tomaron fama en el país: Los hermanos Arellano Félix, Manuel Salcido Uzeta, Amado Carrillo Fuentes y Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien está considerado el Capo de todos los capos, nombrado en la lista Forbes.
En cuanto a la UAS, la rectoría del ingeniero Eduardo Franco, 1977-1981, abre con un gran consenso y la promesa de pacificar-reordenar, a la vez que rescatar la academia, en la Universidad. No creo que el balance sea desventajoso para el ingeniero Franco: En medio de las infinitas dificultades supo reencauzar la institución.; conformó nuevas opciones como el INCISA (carreras de medicina y odontología), Psicología y Arquitectura. Lo más interesante: Lanzó y desplegó el Plan de Perfeccionamiento del Personal Académico (PPPA). Consiguió establecer un gran acuerdo entre las fuerzas políticas y los sindicatos, pero avanzó menos en la materialización de aquella que, con su rectorado, pasó a denominarse la Universidad Democrática, Crítica y Popular, el programa formulado por la Coalición de Fuerzas Democráticas, Progresistas y de Izquierda que hizo posible, precisamente, la rectoría del Ingeniero Franco, amigo nuestro. Desde entonces dimos batallas contra el dogmatismo y el infantilismo de las izquierdas hoy llenas de corrupción, de ineficiencia, de frivolidades y trafico de influencias y drogas. El caso “ejemplar” fue El Pino Martínez de la Roca, en Tlalpan, DF.
Las células del PCUS siguen muy activas en su bunker de Antonio de Mendoza 110 de las Lomas y están metidos en tráfico de armas, de drogas, mujeres, de whisky, de patentes, y aparentemente son todopoderosos en Acapulco. Bandas delincuenciales muy poderosas como Solntsevskaya, Tambosvskaya, Poldolskaya, Mazukinskaya e Izama operan en la frontera norte de México, especialmente en Tijuana y Ciudad Juarez, así como en el Distrito Federal y Cancún y se prolongan hacia Chicago.
*Economista, académico y periodista http://mexileaks.blogspot.com
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