Sábado, 03 de Noviembre de 2012 22:55 | 
Author: Juan Ramón Jiménez de Leòn | 
| Ediciòn 293 |
Petróleo y Revolución
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ DE LEÓN*
(Primera de tres entregas)
DESDE QUE MAXIMILIANO DE HABSBURGO y sus geólogos franceses descubrieron alrededor de 1864, las chapopoteras de Tabasco y Campeche (citado en 100 años del petróleo mexicano, Memoria de PEMEX con apoyo financiero de la petrolera francesa-belga, Schlumberger, socia de Pemex y dicen que con capital de Carlota), México sufre enormemente el saqueo de ese recurso estratégico, primero por la avaricia de las grandes petroleras trasnacionales y segundo por el entreguismo de las clases dirigentes.
El hecho histórico es que tuvimos que expulsar a los franceses que deseaban recuperar la Louisiana y extender sus dominios coloniales en nuestra América; luego, con todo y los errores históricos de Porfirio Díaz, su ley minera de 1884 buscaba regular el guano de las islas del Golfo y sacar lentamente a los norteamericanos del litoral, pues ellos ya veían al Golfo de México como su Mare nostrum o sea su mar local, pues ya desde los inicios del México independiente, querían el control territorial de la Florida, Cuba y Yucatán (recordar que en esas épocas, Campeche y Quintana Roo formaban parte del brazo peninsular.)
(El nombre Lorenzo de Zavala es de ingrata memoria, pues habiendo sido parte de las corrientes liberales independentistas, al final se alió con el separatismo de Texas y a la vez impulsaba el separatismo de la denominada Republica de Yucatán. De esa estirpe viene Margarita Zavala Gómez del Campo. Su prima Marcia esta mencionada como dueña de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde murieron quemados 50 bebes por la corrupción, ineptitud y soberbia de la familia presidencial. Luego, otro primo, Álvaro Arrigunaga Gómez del Campo, está mencionado como un lavador de Wal Mart; otro primo, Javier Arrigunaga Gómez del Campo, está mencionado en el lavado de dinero de HSBC y Pemex. Su hermano Hildebrando , se hizo famoso por haber implementado el algoritmo que venció al popular AMLOVE, en la campaña presidencial del 2006, en las “ganó” Calderón. De otro hermano de Margarita, Juan Ignacio, se dice es novio de Clara Scherer, la hija del fundador del prestigiado semanario Proceso. Su sobrina es la nefasta Mariana Gómez del Campo, fascista irredenta, encargada del PAN en el DF. El grupo político de Margarita se sitúa alrededor de Casa sobre la Roca, una secta seudo-católica, dirigida por sus subordinados, Rosy y Alex Orozco, bajo sospecha de lavado de dinero de Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, y asesor áulico de Felipe Calderón y su campaña de exterminio con 100 mil connacionales y migrantes centroamericanos.)
La primera ley petrolera de México fue emitida el 24 de diciembre de 1901 por Díaz, quien consciente de la importancia del petróleo y de la necesidad de no depender solamente de Estados Unidos, convocó y otorgó concesiones a empresas de origen canadiense, holandés, francés, inglés y alemán, para invertir en exploración, explotación y refinación de petróleo en la zona conocida como la Faja de Oro en la zona norte de Veracruz y sur de Tamaulipas. Entonces otorga los primeros permisos para la explotación del petróleo a empresas británicas, alemanas, holandesas, japonesas, canadienses y norteamericanas.
El periodo de extinción de dominio era de 10 años, pero en 1905 viene la crisis de la plata, principal producto de exportación y su secretario de Hacienda, Yves Limantour, para compensar las perdidas, decide gravar con 10 centavos de dólar el barril de 42 galones de crudo, lo que origina el inicio de la inestabilidad económica en el país, pues las petroleras empiezan a conspirar contra Díaz. La Standard Oil, de Rockefelller, le entrega un millón de dólares a Francisco Madero en 1909, en San Antonio, Texas, donados por la Shell y la Standard Oil de los Rockefeller para derrocar a Porfirio Díaz e inicia la Revolución. Madero triunfa rápidamente gracias a Pascual Orozco, Francisco Villa y Pepe Garibaldi.
Ya en el poder, Madero ratifica las concesiones petroleras por otros 10 años más. Sin embargo, decide continuar con los impuestos al petróleo, por lo que los Estados Unidos deciden conspirar para sacarlo de la presidencia y lo hacen mediante un infame cuartelazo de Victoriano Huerta, Bernardo Reyes y Félix Díaz.
Aquí podemos ver la importancia tanto de las políticas monetarias como de las fiscales, esenciales para continuar con la gobernabilidad. En 1917, Venustiano Carranza promulga la nueva Constitución, en la que plasma que los recursos del subsuelo son de la Nación, no de un grupo en el poder, menos de un partido político. Cuando por las circunstancias políticas originadas por la guerra de facciones, Carranza traslada su poder presidencial al puerto de Veracruz, recibe el apoyo de políticos del Golfo de México, como Heriberto Jara y Miguel Alemán en Veracruz, Emilio Portes Gil en Tamaulipas; Tomás Garrido Canabal, en Tabasco, y en Yucatán el brillante gobernador de ideas socialistas Felipe Carrillo Puerto, amor de Alma Reed corresponsal del New York Times, y hermana de John Reed, el periodista que cubrió la Revolución Mexicana y la bolchevique de la que surgió la URSS.
Con el apoyo de ellos se plasmó la idea de la empresa Fomento del Sureste, asentada en Yucatán. Posteriormente en marzo de 1915, Carranza forma la Comisión Técnica del Petróleo, encabezada por Pastor Roix, cuya función básica era combatir la monopolización del petróleo en manos de Rockefeller, Dohoney, Rhodes, Pearson y Hammond, quienes, con sus prestanombres, controlaban la extracción de carbón mineral, cobre, y los ferrocarriles y deseaban controlar todos los puertos.
El general Manuel Peláez inicia la Gran Conspiración Petrolera con un ejército de mercenarios pagados por las petroleras asentadas en Tampico. Este general recibía unos 15 mil dólares mensuales por su labor de guardia blanca (unos 15 millones de dólares actuales). Por esa razón, Venustiano Carranza lo declara bandolero en las adiciones de 1914 al Plan de Guadalupe, emitido el 26 de marzo de 1913 en las cercanías de Monclova, Coahuila. Esos dineros eran entregados por la Estándar Oil (ESSO, hoy EXXON), representada por Herman Fleishman, en contra del gobierno de Carranza, que ya había derogado los contratos otorgados por Porfirio Díaz y ratificados por Madero.
Los enconos petroleros contra Carranza venían desde julio de 1914 cuando les duplicó el impuesto de Limantour y Madero, a 20 centavos de dólar por barril y a toda la cadena productiva del petróleo (el barril valía tres dólares), lo que de hecho era un impuesto en cascada. Para entonces se descubrió otro gigantesco “gusher” llamado Poza Rica, que llegó a producir cuatro mil 550 toneladas anuales de crudo. En represalia por los impuestos, EUA en diciembre de 1914, decide invadir los puertos de Tampico y de Veracruz. EU se retira después de que el general Lucio Blanco, el ala radical del Constitucionalismo, amenaza con quemar los pozos petroleros. Ahí se radicaliza otro personaje, César Augusto Sandino de Nicaragua, quien en ese entonces trabajaba en las empresas petroleras que operaban en México.
Al terminar la guerra europea, durante el gobierno Woodrow Wilson se maquinan los asesinatos de Carranza y Villa, que se planearon en el Hotel El Paso del Norte, a donde asistieron, entre otros, el jefe de Inteligencia militar de Fort Bliss (El Paso), Zack Lamar Cobb y George Cupples Carrothers, éste cónsul en Torreón y espía especial de Wilson; Randolph Hearst, el magnate del periodismo amarillista de los Estados Unidos, senador y dueño del gigantesco rancho Babicora, de Chihuahua; Félix A. Sommerfeld, de quien el renombrado historiador de la Universidad de Chicago y director del Centro de Estudios Mexicanos, Friedrich Katz escribió que era un doble o triple agente representando los intereses alemanes en este asunto y que se querían vengar de Carranza por no haber declarado la guerra a EUA. En la conjura participa también el espía ingles Sherbourne Hopkins, que trabajaba para el cónsul alemán en Torreón, Samuel Bush quien era llamado el Mercader de la muerte y era el proveedor de armas más importante de la época.
Están también y los generales sonorenses Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, líderes del Plan de Agua Prieta (Sonora), del 23 de abril de 1920, en el que desconocen a Carranza. Contaron con el apoyo de los más prominentes generales del Ejercito Constitucionalista, como Pablo González. (Fuente : Zack Lamar Cobb, El Paso Collectors of Customs and Intelligence during the Mexican Revolution 1913-1920).
Álvaro Obregón decide, con el apoyo de Estados Unidos, eliminar a Carranza y posteriormente a Villa, ambos peligro para los intereses de la potencia emergente, y, en 1923 se firman los Acuerdos de Bucareli, con los que el sonorense decide invalidar los avances en materia petrolera y de impuestos de Carranza, y por 50 años declara la inaplicabilidad del articulo 27 constitucional y la moratoria sobre las industrias petroleras, petroquímicas, gasíferas, mineras, metalúrgicas, siderúrgicas y de la aviación.
Lázaro Cárdenas rompe el maleficio en 1938, nacionalizando toda la cadena productiva del petróleo y creando Petróleos Mexicanos (Pemex). Pero los poderes petroleros de las Siete Hermanas (ESSO, Gulf, Texaco, Chevron, Mobil, Royal Dutch Shell y British Petroleum) conspiraron contra Lázaro Cárdenas y Pemex.
En aquel entonces empezaba su carrera militar Franz Von Papen, quien luego sería una pieza importante con Hitler, y de nuevo su intención era dominar a México, aliados siempre con la facción obregonista, hegemónica por varios años, participando en las administraciones de Pascual Ortiz Rubio, Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán, Gustavo Díaz Ordaz, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo -ya entregado a Goldman Sachs-, Vicente Fox, manipulado por los gestores del Irán-Contra, el Mossad, y los Legionarios de Cristo, de Marcial Maciel, cercanos a Juan Pablo II. Felipe Calderón, entregado a Repsol, Exxon, Shell, es el más genocida de todos los anteriores, el más corrupto de todos y el más ineficiente de todos.
En el marco de la II Guerra Mundial, los nazis obligan, dadas las circunstancias del boicot, a negociar un counter-trade (trueque) con Pemex. México vendió petróleo a Adolfo Hitler, entre 1938 y 1940, iniciando la exportación de manera indirecta; se enviaba en teoría a la Argentina, pero en realidad iba a Holanda. El 28 de septiembre de 1938, ese crudo se enviaba al recién nacido mercado spot de Rotterdam, Holanda, impulsado por el economista nazi, Hjalmar Schacht, a cargo del Reichbank o Banco Central, y con el acuerdo tácito de los presidentes Lázaro Cárdenas y Franklin D. Roosevelt, con lo que dicho comercio, permitió a Pemex romper el bloqueo de las compañías petroleras expropiadas.
Franklin Delano Roosevelt (FDR), fiel a la tradición anti-monopolio de su tío Teodoro Roosevelt, había fraccionado en una miríada de empresas a la todopoderosa ESSO de los Rockefeller, que a su vez conspiraba contra FDR y quería imponer el nazismo en Estados Unidos. Aliado con Henry Ford y el Reich, actuaría nada menos que Prescott Bush. Al ser descubiertas las operaciones de venta de petróleo mexicano a los países fascistas, en junio de 1939 Roosevelt urgió a Cárdenas suspender las exportaciones, pues veía venir un escándalo interno en Estados Unidos y a nivel internacional.
Pemex empezaba a producir sus propios lubricantes como el Faja de Oro, además dedicó grandes recursos al desarrollo nacional.
El episodio de abastecimiento de petróleo a los nazis se manejó en secreto, hasta que el 15 de junio de 1939 revelaciones de la prensa de Estados Unidos dieron detalles de las ventas. Antes, hubo una batalla de poder de republicanos contra demócratas en el Senado y se agudizaron las presiones sobre Roosevelt y el Departamento de Estado, por parte de las compañías ansiosas de la devolución de propiedades petroleras en México. Aquel 15 de junio el embajador mexicano en Estados Unidos, Francisco Castillo Nájera fue recibido por Roosevelt en la Casa Blanca, para tratar de detener el escándalo. Amigos del presidente FDR como el petrolero texano William Rhodes Davis, quien tenía contacto directo con Himmler (el nefasto jefe de la policía política nazi- las temidas SS) y Goering (el jefe de la Fuerza Aérea, la Luftwaffe), quienes realizaban los embarques.
Desde 1935, Davis con su pequeña empresa radicada en Houston, Davis Oil, obtenía pequeñas cantidades de petróleo mexicano y cuando se vino la nacionalización en 1938 se hizo de la amistad del líder obrero John L. Lewis, de la poderosa CIO (la equivalente a la CROM mexicana), quien a su veza tenía ya relación directa con el vice-cónsul nazi en Cuernavaca, Gerard Meier.
Para abril 18 de 1938, un mes después de la expropiación, Lewis se comunicó con Alejandro Carrillo, brazo derecho de Cárdenas para impulsar la venta de petróleo mexicano a Alemania e Italia. La primera venta fue por 17 millones de dólares se empezó a embarcar desde junio de 1938 que duró hasta mayo de 1939.
En Europa, Henri Detering, un fanático nazi se había infiltrado hasta la Dirección General de la Royal Dutch Shell (de las reinas de Inglaterra y Holanda) que querían hacerse del petróleo mexicano y enviaban a la bella espía y artista Hilde Kruger.
Summer Wells, subsecretario de Estado de FDR, le dio un ultimátum a Cárdenas de suspender los envíos a Alemania. La URSS de Stalin, por su parte enviaba escuadrones de la muerte decididos a eliminar la influencia nazi en México, que ya llegaba a los hermanos Manuel y Maximino Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés, Ramón Beteta, Ezequiel Padilla. El ingeniero nazi encargado de la operación en México, Otto Probst, fue asesinado en un hotel de la ciudad de México por una célula comunista enviada directamente por Stalin para detener la influencia nazi en la cúpula sindical del STPRM.
En la actualidad debería de investigarse quienes son los beneficiarios de la venta de crudo mexicano en el mercado spot de Rotterdam que todavía se envía a escondidas desde Isla del Carmen, según fuentes consultadas con la inteligencia rusa en Bruselas, Bélgica, en el evento Axis for Peace.
Luego viene el manejo nada transparente del Deutsche Bank de los excedentes petroleros generados en ese mercado negro del crudo negro mexicano, que hasta la fecha según inteligencia francesa se canalizan al extraño fondo MXE (Mexico Equity and Income Fund) de la Bolsa de Nueva York, que tiene su asiento en la ciudad de Cuernavaca, segundo punto a investigar. (Continuara la parte II de III)
*Economista, académico y periodista,
miembro de ATTAC, Harvard Watch,
Axis for Peace, etc.
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