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Edición 295

DEFINICIONES
MANUEL MAGAÑA CONTRERAS
(Exclusivo para Voces del Periodista)


Humanicemos la vida

Mis 60 años en el periodismo

 

SESENTA AÑOS SE DICEN FACIL, pero vivirlos no lo son, sobre todo tratándose de la actividad periodística  y, más aún, si en este lapso se ha presenciado, a través de la información diaria, la transformación del mundo en un dramático viraje de 180 grados  que ha hecho víctima de la deshumanización al hombre.

Magana

HACE SEIS DECADAS, en 1952, después de terminado el período de post guerra de la Segunda Guerra Mundial y cuando arreciaba  la “guerra fría”  entre  los EU y la URSS, la deshumanización a los alarmantes niveles a que ha llegado en el 2012, aún no era intuída  por la generación de esos años.

En 1952, la guerra en Corea ya causaba estragos y en México ocurría la “matanza en la Alameda”,  cuando partidarios del candidato presidencial Miguel Henríquez Guzmán  protestaban por “las elecciones fraudulentas” en las que resultó triunfador  Don Adolfo Ruiz Cortines, un presidente que implantó  la austeridad en el gasto público, luchó contra la corrupción y combatió los monopolios.

La capital mexicana tenía ambiente de provincia y muy pronto lo empezaría a perder bajo los golpes de piqueta  del “Regente de Hierro” Ernesto P. Uruchurtu, que arrasó barrios en el Centro Histórico y empezó a sembrar el desorden urbano en la Metrópoli.

En  1952, me incorporé profesionalmente  al periodismo, al que ciertamente, en forma amateur, ya ejercía desde los 12 años. Esto es, en 1940, en mi natal Zamora.

En Voces Mexicanas empecé a cobrar por mi trabajo periodístico. No se conocía de cuestiones como el narcotráfico. Las noticias sobre secuestros sólo se daban de vez en cuando, porque no ocurrían diariamente como ahora.

Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a variar las costumbres. Primero a nivel de espectáculos y en el ramo del baile, irrumpió el “rock and roll” o “rocanrol, que empezó a romper el romanticismo de los años 40 en cuestiones de ritmo y melodía. Vinieron películas como “Rebelde sin Casa” que fueron preludio de la crisis generacional  que empezaba.

Después de que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial se hicieron de los controles para conducir el mundo a su conveniencia, se veía venir un proceso un proceso de deshumanización de la vida y de pérdida de valores.

Así, después  del conflicto bélico 1939-1940 y de la muerte del Papa Pío XII, ascendió al Trono de San Pedro Juan XXIII, quien puso en marcha el Concilio Ecuménico Vaticano II, que causó una gran desilusión en miles de files en todo el mundo, porque fueron demolidos valores tradicionales y el culto dejó de ser Teocéntrico para convertirse en antropocéntrico.

La Misa en latín, codificada a perpetuidad  por el Papa San Pío V en base al Concilio de Trento, fue sustituida  por  el “Novus Ordo” en cuya elaboración participó un grupo de protestantes. La mujer dejó de cubrirse la cabeza  y cambió la formación de los sacerdotes en los seminarios, al grado de que por la disminución de la espiritualidad, afloró hasta nuestros días, la violación de menores de edad por sacerdotes exentos de vocación.

El proceso que se ha dado en el mundo a lo largo de los últimos 60 años, registra un saldo adverso a la Humanidad, porque al perderse los valores  se ha caído en la deshumanización.

Sí, la ciencia ha avanzado mucho y esto es un tanto que hay que anotar a favor de muchos científicos  que han hecho descubrimientos extraordinarios, sobre todo en el campo de la medicina, la aeronavegación espacial, la computación, etcétera,

Sólo que los avances científicos son un medio y por la falta de valores que se han perdido, sobre todo a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II. Conductores del mundo faltos de ética, han permitido que esos avances de la ciencia sirvan a los poderosos, para fines tan perversos como cometer la cobardía de matar seres humanos con misiles, sin que se ponga en riesgo la vida de los atacantes.

Lo más criminal está en los “drones” o aviones no tripulados, que arrojan bombas sobre inermes poblaciones civiles, tal como ha ocurrido últimamente en naciones del Oriente., cuyo único delito es tener petróleo que se necesita para el dominio del mundo.

La computación, en términos generales , sirve de instrumento de control sobre los seres humanos y por eso el hombre ahora es menos libre que antes, pese a los avances científicos logrados en estos 60 años.

La deshumanización  se ha agudizado en grado extremo y por eso vemos ahora gobernantes con apoyos extranjeros ajenos al bien de los respectivos países que representan, implantan sociedades autodestructivas, con supuestos “avances”, como la promoción masiva de abortos,  “divorcios express” y toda clase de agravios a las leyes moral y natural que son la base de toda civilización sana, sin que hagan acto de presencia  en la sociedad, orientadores  de buenas costumbres que neutralicen el mal que se siembra impunemente por gobernantes sin escrúpulos.

Al cabo de 60 años en el periodismo profesional -52 de ellos en el diarismo, ininterrumpidamente -,  queda la convicción de que debe empezar, a la brevedad, una labor de humanización de la vida, porque ahora vemos asesinatos colectivos que se cometen con la mayor impunidad del mundo, como el ocurrido en el estado de Tamaulipas, a costa de indocumentados centroamericanos, según la información trascendida.

Se necesita rescata valores para salvar a las generaciones contemporáneas de grandes males como la narcodependencia. Se requiere urgentemente de la aplicación de principios, para evitar que continúen los enriquecimientos “inexplicables” al amparo del poder. Estamos inmersos en el río revuelto de la pérdida de valores, en el que pescadores perversos, dueños de las tecnologías, imponen su voluntad  en un mundo presa de nuevos procedimientos de esclavización de los pueblos.

Se requiere de un nuevo proceso de restauración de los valores perdidos, para que podamos lograr  el renacimiento de la humanidad.

Al cabo de 60 años de actividad periodística que incluyen los diarios Atisbos del célebre escritor y periodista Don René Capistrán Garza; La Afición -Sección de Información General-, de Don Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano: El Sol de México de la cadena de periódicos García Valseca, propiedad  del coronel Don José García Valseca y de Excelsior dirigido por Regino Díaz Redondo y editado por la cooperativa de sus trabajadores, a la cual pertenecí cuando fue uno de los 10 mejores diarios del mundo, considero mi deber expresar mi gratitud a Dios, por todo lo que me ha protegido en una actividad tan rodeada de peligros.

Agradezco a Dios que, a mis 84 años de edad, me permite la salud para estar en activo en publicaciones como Voces del Periodista, “Agencia de noticias AMEX”,  “Siminforma” y  “Audiencia Legislativa”; y el darme la oportunidad de preparar mi libro número 21, de corte autobiográfico.  Gracias Señor , por todo lo que me has dado y me das. Gracias por la familia que me permitiste formar al lado de la esposa que seleccionaste para mí. Gracias por el don de mi vocación periodística que me ha permitido servir a la sociedad a través de la información, el análisis y la conclusión.



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