Miércoles, 17 de Julio de 2013 21:04 | 
Author: Teo Luna | 
| Edición 307 |
Miedo al miedo
TEO LUNA
MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE TONTOS. Siete de cada 10 personas tienen un tipo de miedo. El pánico escénico es uno de los miedos más comunes y es un factor en contra que pocos se dan la oportunidad de superar.
Aunque es un síntoma incómodo, te pones rojo, ganándote el bochorno, sudas de la frente, espalda, axilas, pies, manos, te tiembla la voz al inicio; hay una molesta y constante raspadita en la garganta, no hay saliva, se te seca todo el sistema del habla. Por supuesto, tartamudeas, titubeas, das un mensaje de duda, de inseguridad, tu cara parece de what; rígida, tensa, seria, demasiada formal diría yo. Hay quienes bailotean en el escenario, o manifiestan algún tic nervioso, parpadean, se quedan sin aire; no son congruentes con sus ideas, de un tema se brincan a otro y cantinflean; es decir, dicen muchas cosas, sin decir nada. Otro punto son las muletillas, que es el repetir palabras a cada momento como es el este.
Los miedos van encadenados
La diferencia entre fobia y miedo, consiste en que la fobia es real, puedes tenerle fobia a las palomas y ponerte mal cuando las estás viendo o te sientes amenazado, mientras que el miedo es imaginario. Pensar en que si pasas debajo de una escalera se te viene abajo el edificio entero. En el pánico escénico te domina el pensamiento negativo. Por ejemplo, el miedo a hacer el ridículo, ligado al miedo a la burla, ligado al rechazo, ligado a la crítica y cuando alguien es secuestrado por sus pensamientos por sus miedos, lo más seguro es que suceda exactamente lo que está pensando.
Mi peor enemigo, soy yo mismo
Muchos alcohólicos como yo, son víctimas de sus miedos. Somos seres humanos llenos de prejuicios, nos domina la especulación, el pensar y dar por hecho cuando las cosas ni han sucedido ni habrán de suceder como se piensan. Se tiene inseguridad al socializar, al negociar, al conquistar una relación, a la pareja, o pánico a la mujer; Otra de las características del pensamiento alcohólico, además de los miedos, es la negatividad,. Se le pone pero a todo, pretextos, justificaciones; somos Contreras: contradecimos tengamos o no la razón. Es como si fuera un mecanismo de defensa llevar la contra. Los miedos son precisamente eso, estár en contra de uno mismo, miedo al pedir aumento de trabajo, de solicitar una oportunidad, de pedir un préstamo, de gestionar algún tipo de beneficio personal o familiar; miedo a emprender algo nuevo o a tirar un penalti..
Encarcelado y
secuestrado por mis miedos
Crecí con muchos miedos, miedo a la violencia de mi hermano mayor, a las consecuencias y a sus reacciones, miedo a mi padre, mucho miedo que me limitó tener una buena comunicación con él, la que felizmente logré casi hasta el final de su vida; me dominaron los miedos a la autoridad, a mis maestros, a los agentes de tránsito, miedo a las mujeres, a lo desconocido, a tomar decisiones y a correr riesgos y aunque propiamente nací en la industria de la radio, crecí entre los arbustos, los tascates en Santa Bárbara e Hidalgo del Parral Chihuahua, México, donde mi padre, fue pionero de la radio, yo le tuve un miedo espantoso al micrófono. Me hice director de noticias y de un grupo de radio; yo no salía al aire, por miedo. Cada vez que me entrevistaban me secuestraba el pánico escénico, se me caían los chones y me daba mucho coraje no poder dominar el micrófono; me llenaba de ira contra mí mismo por tantos nervios y miedos. Felizmente, el miedo se fue y se me dio la oportunidad de salir al aire, de disfrutar lo hermoso que es la comunicación radiofónica y salí al aire con un gran éxito, gozaba cada segundo, me encantaba la radio, pero de repente, todo se esfumó, la droga me hizo trizas y lo perdí todo. Vivo de milagro.
Conocí a alguien que diariamente pierde hasta tres horas en usar el trasporte urbano, de su casa al trabajo y al revés; él fue infraccionado por conducir en estado de embriaguez, le detuvieron su auto, le dieron cárcel por 48 años y además, lo obligaron a asistir a 40 juntas de Alcohólicos Anónimos y éste buen amigo, decidió claudicar, abandonar su carro y dejar correr la multa diaria o renta que es de 10 pesos, mas o menos 10 dólares diarios, dejó su licencia y prefirió sufrir y andar en un camión urbano que someterse al grupo de auto ayuda.
Hablar en público, hablar sin miedo, hablar con éxito
Mi vida cambió cuando me comprometí a cambiar. Decidí enfrentarme a mí mismo. Muchas veces hice el ridículo en mis exposiciones; me daba coraje que los jóvenes se levantaran y se salieran del auditorio mientras yo hablaba. Otros se ponían a platicar sin prestarme la más mínima atención, no me concentraba, la voz apagada, no me salía, la boca seca, un pésimo manejo de ideas, quería decir tantas cosas que no decía nada.
Hallé finalmente que una de las bases era conocerme a fondo, encontrarme a mí mismo; otra, el depurar toda la energía negativa, hacer catarsis hasta quedar libre y ligero, sacar resentimientos, liberarme de culpa, romper con mi pasado y crecer verdaderamente como ser humano.
Estoy muy agradecido con Dios por ésta oportunidad, porque hoy tengo a Ernesto; soy libre, porque no tengo miedos, ni complejos, ahora bailo. Aunque tengo la gracia de un hipopótamo, puedo bailar el pollito pío con mi propio estilo.. Hoy no tengo todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo.
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