joomla visitor
Auditora
Brasil:Balón con pólvora
Buscar Autor o Artículo

PULSE LA TECLA ENTER
Voces Diario
Banner
459
Banner
Posada del Periodista
Banner
460
Banner
458
Banner
457
Banner
456
Banner
455
Banner


Ver Otros Artículos de Este Autor

Edición 307

Brasil: 

Balón con pólvora

HÉCTOR  TENORIO

 

LAS PROTESTAS EN BRASIL son un mensaje para todos los gobiernos latinoamericanos: El pueblo  quiere ser escuchado. Sin embargo, la clase política permanece atónita al comprobar la distancia que la separa de la realidad. La velocidad de las manifestaciones es reflejo del uso de las redes sociales. 


LA MAYORÍA DE LOS INCONFORMES  son estudiantes de secundaria y de universidades,  jóvenes  entre 16 y 25 años que crecieron bajo  las promesas del Partido del  Trabajo (PT), y que carecen de cualquier referente de la dictadura militar. 

Detrás del fenómeno en Brasil  está la inflación. Sao Paulo o Río se volvieron lugares con costos de vida muy elevados. Paradójicamente debido al progreso social y económico que vivieron en la última década. Se dio un aumento de la inflación (6.5 por ciento anualizada en mayo, el techo de la meta del gobierno) y como consecuencia un endeudamiento de la gente, la familia brasileña está destinando hoy 22 por ciento de su renta para pagar deudas. Es un índice muy alto; asimismo  hubo un aumento de 13 por ciento en los precios de alimentos en un año. 

La otra cara de la moneda es el magro crecimiento del producto interno bruto (PIB). En ese entorno adverso, el gobierno de Dilma Rousseff se esfuerza en revertir el debilitamiento del real frente al dólar. 

En este  contexto, las  marchas comenzaron en Sao Paulo, exclusivamente contra el alza del costo de los pasajes, la exigencia inicial fue alcanzada. El problema no paro ahí y se extendió a otras ciudades con  diferentes reivindicaciones, tales como mayores inversiones en salud y en educación, y críticas contra la corrupción y los elevados gastos de la administración en la organización de la Copa Confederaciones y el Mundial de Futbol del próximo año.Cabe señalar  que la pasión por el  futbol ha ido  descendiendo, la asistencia a los estadios  cada vez son  más bajas. Lo contrario de la pasión por la política. 

En este sentido Jerome Valcke quien es secretario general de la Fédération Internationale de Football Association (FIFA), intentó acallar los rumores de que el Mundial de futbol del próximo año se realizaría fuera de Brasil si continuaban las manifestaciones.  El Congreso brasileño aprobó un proyecto de ley que exonera a la FIFA de pagar impuestos, condición del organismo impuso en el 2007  a los brasileños al momento de darle la sede mundialista. 

Al respecto Romario, ex delantero de la selección brasileña, no se equivoca  al señalar  que  al parecer quien gobierna Brasil es la FIFA, ya que se ha convertido en un Estado dentro del Estado. Se estima que el país sudamericano gastará alrededor de 12 mil millones de dólares en el torneo del próximo año.  Esto es el doble de presupuesto que Alemania usó en 2006 y Sudáfrica en 2010, las últimas sedes mundialistas. 

A como van las cosas el mundial del 2014, podría celebrarse sin la presencia de la Presidenta  Rousseff  quien  llegó al poder sin el respaldo de la clase media. La victoria se la dieron los “pobres de Lula”.  Se ganó la fama de “barrendera de la corrupción” y su popularidad subió un 88 por ciento. 

Antes de la revuelta callejera en Brasil, los sondeos para la  elección presidencial del próximo año  le  daban una cómoda ventaja a Dilma Rousseff: un 57 por ciento. Ahora, en plena refriega, una encuesta entre los manifestantes en Sao Paulo le da un 10 por ciento. 

Esta  caída en la popularidad de la Presidenta se debe a la violencia excesiva de la policía militar, cuyo origen se remonta al gobierno militar (1964-1985).  Si bien las escenas de vandalismo,  registradas en los noticieros, fueron provocadas claramente por infiltrados, no se puede ocultar que  existe una falta absoluta de control de los que convocan las movilizaciones. Ya son  cuatro muertos en las manifestaciones. 

Resulta  lógico  que Dilma Rousseff este contra la pared, ante tal situación ha dialogado con Movimiento Pase Libre (MPL), la Central Única de Trabajadores, el Movimiento de los Sin Tierra, y con movimientos indígenas y estudiantiles. 

El   gobierno prepara un plan nacional de mejora a los servicios públicos que incluye, un programa de transporte público urbano, la inversión de 100 por ciento de los recursos petroleros en la educación, el fortalecimiento de los recursos para la salud, y especialmente la contratación de médicos para atender las zonas del país más alejadas. 

Además,  se ha  reunido con 27 gobernadores y 26 prefectos de las capitales, a los que les propuso un plebiscito popular con la idea de convocar a una Asamblea Constituyente donde  no participarían los actuales legisladores y  así plasmar una reforma política, la cual es una de las tantas exigencias de las multitudinarias manifestaciones. 

No obstante, la oposición en el Congreso la rechaza con el argumento de que la convocatoria al plebiscito  es competencia de los legisladores. La Presidenta pretende desviar la presión popular con dirección al Congreso. 

Sin  bien las protestas han perdido impacto desde el jueves  20 de junio cuando cerca de 1.2 millones de personas se movilizaron en un centenar de ciudades. Esto se debe a la ausencia de demandas claras, a pesar de que el 75 por ciento de la población las apoyo. 

El gobierno se encuentra sentado en un polvorín  en forma de balón.



More articles by this author

Cuando el temblor nos alcance Cuando el temblor nos alcance
Cuando el temblor nos alcance Héctor Tenorio EL TEMBLOR de 1985 cambió...
Grandes lecciones de EdomexGrandes lecciones de Edomex
El pasado proceso electoral en el Estado de México demostró...
Comentarios (0)Add Comment
Escribir comentario
 
 
corto | largo
 

busy
¿Quién está en línea?
Tenemos 713 invitados conectado(s)
Noticias
273 Suplemento
Banner
454
Banner
453
Banner
452
Banner
451
Banner
450
Banner