Seis
activistas islamistas que trabajan en la Administración de Barack Obama son miembros
de la hermandad musulmana.
El
FBI ya ha identificado a la red terrorista en
América
del Norte.
En los últimos años han proliferado en América del
norte, organizaciones musulmanas
autodenominadas de ayuda a los seguidores de este culto, dentro y fuera
de los países donde se encuentran las sedes, EE.UU. y Canadá mayoritariamente.
Arif Alikhan Rashad Hussain. Eboo Patel.
El
asunto que atrajo la atención de varias organizaciones gubernamentales en ambos
países fue el “destape” de una serie de irregularidades
fiscales que llevaron al descubrimiento de que estas “inofensivas organizaciones religiosas” están apoyando a grupos terroristas dentro y fuera de América y
que esto se está realizando con la más que aparente complicidad de funcionarios
(por lo menos seis) de la administración de Barack Obama
y evidentemente con el conocimiento de éste.
Imam Muhammad Magid. Mohamed Elibiary Salam al-Marayati.
Los funcionarios de Barack Husseim Obama, miembros de
la “hermandad musulmana” son: Arif Alikhan, Mohammed Elibiary, Rashad Hussain, Salam
al-Marayati, el Imam Mohamed Magid y Eboo Patel… como se puede notar por los nombres, todos de pura cepa americana “WASP”.
El
asunto apesta a conspiración y terrorismo y en especial a los miembros de la
organización llamada “hermandad
musulmana” la cual, luego de ejercer
el poder en Egipto fue echada a patadas del gobierno al tratar de imponer la sharia a la población bajo el disfraz de
una naciente democracia que no era otra cosa que la imposición de un gobierno
islámico encabezado por clérigos fanáticos. Varios de los jefes e integrantes
de esa organización han sido encarcelados y puestos fuera de la ley por el
actual gobierno militar egipcio.
Un miembro más de la hermandad musulmana.
Esos
mismos fanáticos se han infiltrado profundamente en el gobierno de EE.UU. y
llegado hasta la Casa Blanca. El objetivo; convertir a América en musulmana…
llevar a todo el continente el atraso mental de esta religión, objetivo que es
apoyado por los saudíes gracias a sus enormes recursos económicos con los
cuales compran gobiernos enteros.
Podemos decirnos y muchos lo hacen, que estos son
problemas ajenos a nosotros, pero estas organizaciones ya están en México haciendo su labor de zapa y no hay manera de
saber a cuantos funcionarios y políticos mexicanos (que se venden barato) no
habrán comprado ya.
Funcionan
mezquitas clandestinas en México y es sabido que éstas son sitios de reunión
ideales para los islamistas. ¿Habrá modo de frenarlos antes de que nos llegue la lumbre a los
aparejos?
Ettore Casanova.
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