Recuerdo su visita a Chile en 1972avisando al presidente Allende que debía armar al pueblo porque no creía en la transición electoral frente a la oposición del imperialismo.
Sobre la muerte de Fidel Castro de lo que ha habido mucha información contradictoria.
Petras: Debemos empezar con la vida de Fidel Castro, un gran internacionalista primero, apoyando las luchas con hechos, voluntarios en Angola, Mozambique y en el sur de África, derrotando al ejército blanco de África del Sur y eso era una gran victoria. Y antes de eso, estableciendo por primera vez la capacidad de América Latina de defenderse de los ataques directos del imperialismo norteamericano con la derrota contundente de los mercenarios que invadieron Cuba en el año 1961.
Yo recuerdo claramente, porque nos estábamos preparando para ír Cuba a defenderla, pero nos informaron en México que debíamos quedarnos en el país y hacer el apoyo de la revolución desde allá, haciendo marchas y movilizaciones.
Recordamos también cómo la asesoría muy sabia de Fidel durante su visita a Chile en el año 1972 avisando al presidente Allende que debía armar al pueblo porque no creía en la transición electoral frente a la oposición del imperialismo. Desafortunadamente los chilenos no escuchaban la palabra y la inteligencia de Fidel y cayeron en un golpe.
Hay otro hecho que debemos reconocer, a pesar de 630 esfuerzos de asesinar a Fidel Castro por la CIA y sus asesinos, no tuvieron éxito. Fidel derrotó todos los esfuerzos de la CIA de atacar y aterrorizar a los pueblos de Cuba. Digo pueblos porque Fidel integró Cuba entre los afrocubanos, los mulatos cubanos y todos los diferentes grupos que vivían en Cuba.
Y debemos reconocer su famoso discurso sobre la ecología 50 años atrás, recordamos también en Fidel la idea de unificar los países no alineados y formar un liderazgo para más de 80 países en el mundo. Y esas todas son expresiones del internacionalismo.
Debemos reconocer cómo EE.UU. trata de derrocar la revolución a partir de represalias económicas canalizando sus esfuerzos en paralizar las importaciones y exportaciones. Cuba responde muy inteligentemente con Fidel, abriendo relaciones con Rusia, China y los demás países progresistas.
Y entiende Fidel también cuando Rusia y China cayeron en conflicto, decía que no iba a tomar partido por uno o el otro. Podríamos reconocer que todos los esfuerzos de sabotear la revolución con embargos, bloques, no tenían éxito. Fidel supo cómo vincularse con Rusia, cómo mantenerse en un estado de emergencia cuando Rusia cayó. Ningún otro país socialista en Europa y Asia pudo mantenerse frente a la caída del socialismo en la URSS. Y la transformación de China en un país capitalista tampoco tuvo un impacto sobre Cuba.
Y recuerdo últimamente los escritos de Fidel, criticando las modificaciones liberales que han introducido en Cuba. Fidel siempre era la conciencia de la revolución socialista apoyando y discrepando con las medidas tomadas últimamente en Cuba. Manteniendo la importancia del eje de la revolución por encima de cualquier otra modificación y adaptaciones al mercado que han introducido en el último período.
En otras palabras, desde la revolución doméstica, las luchas contra el imperialismo y también el internacionalismo. No tenemos ningún ejemplo anterior de tanta envergadura. Ni Lenin, ni Ho Chi Minh, ni Mao Tse Tung estaban a este alcance.
Y debemos reír frente a los pequeños grupúsculos en Miami que han decidido festejar en la calle comiendo sus propias defecaciones. Yo no creo que tenga mayor importancia, más allá de la publicidad que reciben de los medios de comunicación dirigidos por el imperialismo. El Wall Street Journal, New York Times están tratando de poner lodo sobre la memoria de los pueblos. Pero frente a estos ataques escandalosos podemos citar cientos de millones de personas en el mundo que están manifestándose en apoyo, respeto y gran homenaje a Fidel.
No saben que los pocos cubanos, y digo pocos porque las encuestas que tenemos indican que más del 65% de los cubanos exiliados, más que nada la segunda o tercera generación, rechaza el festejo. Quieren mantener y profundizar las relaciones con Cuba, y eso no se escucha, sólo se miran las fotografías de algunos locos sueltos que están emborrachándose en las calles de Miami buscando un pretexto para emborracharse y celebrar uno de los grandes, celebrar el muerto de los mejores representantes de la conciencia de humanidad en el mundo.
La actual relación de Filipinas con EE.UU.
En la primera instancia debemos reconocer que el nuevo presidente Duterte ha declarado que Filipinas ya no es una colonia norteamericana. Ni neo colonia, ni colonia, ni cualquier otra cosa que indique la dominación norteamericana. Ha declarado la independencia, ha declarado que va a profundizar relaciones con China y Rusia y cualquier otro país.
Y segundo, ha dicho que va a movilizar al pueblo, la policía, el ejército contra los grandes traficantes de narcóticos y drogas que sirven como unos lúmpenes que apoyan el sistema neocolonial. Y por eso Obama y otros lo critican.
Y el presidente Duterte no se come la lengua, dijo que Obama es un hijo de... Podríamos decir que Duterte ha empezado a tomar algunos pasos hacia la independencia. Y eso implica que va a dejar de permitir que los aviones y la Marina norteamericana usen Filipinas como un trampolín para atacar China. Eso es un gran golpe.
Ya han anunciado que van a terminar los ejercicios conjuntos entre el ejército filipino con el de EEUU. Son sólo los primeros pasos y el presidente tiene que mirar atrás porque el ejército filipino y los generales eran entrenados por EE.UU. Y entendemos que la oligarquía de Manila, de Filipinas, sigue organizando golpes para tumbar al gobierno.
Pero Duterte tiene enorme apoyo popular y las medidas que ha anunciado tienen respaldo de más del 90% de la población. Entonces, un golpe podría precipitar una guerra civil y no creo que los oligarcas puedan derrotarlo en estas circunstancias. En otras palabras EE.UU. está perdiendo influencia en Asia.
El Transpacífico no tiene el apoyo de Donald Trump.
Es cierto, Donald Trump dice que va a terminar con el tratado Transpacífico, el Transatlántico y renegociar los acuerdos binacionales. Es decir, no está en contra del comercio entre EEUU y los países de Asia y del Pacífico, lo que quiere hacer es renegociar. Y cada acuerdo podría mejorar las condiciones de la industria y las exportaciones norteamericanas. En otras palabras, ha adoptado una concepción nacionalista en este sentido, pero no excluye acuerdos.
Y debemos tomar en cuenta que muchas de las declaraciones de Trump son discursos de campaña y vamos a ver en qué grado va a cumplirlas, porque hay miembros del nuevo equipo que son liberales y buscan mejorar los tratados. Entonces, podríamos decir que lo que dijo Trump antes de las elecciones no necesariamente implica que lo va a hacer.
Ahora, están pendientes los acuerdos entre China y Uruguay. Tabaré Vázquez está en negociaciones con China, que es el principal mercado para las exportaciones de lana y agricultura de Uruguay. Quieren profundizar y extender los lazos. El problema es que sigue el viejo patrón de exportación de materias primas, lo que hizo antes y ahora con China. No sé en qué grado va a mejorar la economía uruguaya simplemente asociándose con China como en el pasado con los europeos y los otros socios del Mercosur. Concentrarse en la madera, la celulosa y otras materias primas, no es en ningún sentido adecuado para las necesidades de un país soberano.
La Haine
Fuente: Rebelión
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