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Edición 381
Escrito por Eduardo Roldán   
Domingo, 03 de Marzo de 2019 01:06

 38114

Resulta claro que Estados Unidos está tratando de reencontrar y reafirmar su hegemonía, en virtud de que se distrajo con guerras en Medio Oriente y el norte de África, mientras China se consolidaba en Asia, África y América Latina desde el punto de vista économico.

El mundo hoy

Eduardo Roldán*

Estamos viviendo un cambio de régimen y de época.

HOY EN DIA estamos viviendo un sistema capitalista de carácter global con todo lo que trae consigo: conflictos en los mercados, lucha por mantener una competitividad e intercambios desiguales.

Es evidente el desplazamiento de la hegemonía estadounidense por otra: China.

SIN DUDA, EN EL PASADO el hegemón mundial fue Europa, hasta principios del siglo XX. Hoy en día, EE.UU. es aún el hegemón principal pero en un futuro el eje del poder económico mundial será Asia y China como su centro de gravedad. Este es el nuevo tablero de ajedrez mundial. Hoy en día, CHINA tiene las reservas mundiales más grandes del mundo con 3,235,681 dólares (más de tres trillones de dólares)

JAPON ocupa el segundo lugar con 1,264,140 dólares ( más de un trillón de dólares)

EE.UU. ocupa el tercer lugar con 451,200 millones de dólares.

RUSIA ocupa el cuarto lugar con un monto de 432,730 millones de dólares.

Además, Rusia también está haciendo lo suyo, en julio del 2017 el Banco Central de Rusia tenía el 46.3% de sus activos nominados en dólares pero en julio de 2018 su porcentaje disminuyó hasta el 21.9%. El dinero que fue retirado de las reservas en dólares fue redistribuido entre sus reservas nominadas en otras divisas, como el yuan y el euro. Las reservas del yuan aumentaron un 14.6% y las reservas del euro en un 6.9%. En junio del 2018, el 14.7% de los activos del Banco Central de Rusia fueron nominados en otras monedas: en yenes (el 4.5%), en dólares canadienses (el 2.9%) y en dólares australianos (el 1%). En total, el volumen de activos del organismo nominados en divisas extranjeras y oro aumentó de 40,400 millones de dólares, hasta alcanzar los 458,100 millones. Por otra parte, la deuda global de EE.UU. en porcentaje a su PIB es de 32%, la de japón es de 18.7%, y la de China es de 8%. China tiene elementos de negociación poco conocidos, pues casi 40% de los bonos emitidos por el tesoro de Estados Unidos están en manos del capital chino. (FMI y Banco Mundial :2018). China se ha ido adelantando ante un futuro volátil. De acuerdo con Oro y Finanzas, del 22 de marzo de 2018, « las exportaciones suizas de oro han subido bruscamente gracias a China. En febrero del 2018, ascendieron a casi 146 toneladas por valor de más de 5,060 millones de dólares. Solo China recibió 66 toneladas de oro. Comparado con el año anterior, este volumen de entrega se triplicó. En total, China ha importado 158 toneladas de oro de Suiza desde diciembre de 2017 a la fecha. Por tanto, China se está preparando para el futuro.

A ello tenemos que añadir que, a partir del 28 de marzo de 2018, China paga la importación de petróleo en petroyuanes y no en dólares. Esto es relevante en virtud de que China es el primer importador de petróleo en el mundo. Ha impuesto nuevas reglas del juego comercial y, dadas sus fortalezas, su economía es menos vulnerable a los vaivenes de la economía estadounidense. Además, China ha estado creando nuevas instituciones que están substituyendo a las que EE.UU. creó al finalizar la Segunda Guerra Mundial. “Con tal fin, China y veinte países asiáticos, entre ellos, India, Filipinas y Tailandia  firmaron en Beijing, el 24 de octubre de 2014, un memorando de entendimiento para la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB)». Después se integraron, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, entre otros. La sede del banco se estableció, por supuesto, en Beijing.

De acuerdo al Departamento del Tesoro de EE.UU. China detenta el 40% del total de los bonos del Tesoro emitidos por el gobierno de EE.UU. China ha invertido más de 110, 000 millones de dólares en el sector inmobiliario en Estados Unidos. Otro dato duro fundamental de comparación es que China tendrá un 35.2% de crecimiento global en relación a su PIB para el período 2017- 2019, en tanto que, el de EE.UU. será sólo de 17.9%. Además, de acuerdo al FMI el crecimiento del PIB de China será de 6.4% en el 2019, y el de EE.UU. de 2.7%. Una de las fortalezas de China ha sido su diversificación comercial en todos los sectores; con EE.UU. sólo mantiene el 12.90% de su comercio, con la UE el 14.30%, con la ANSEA 11.20%, con Hong Kong 8.70%, con Japón 7.30%, con Corea del Sur 6.80%, con Taiwán 4.60%, con Australia 3.20%, con Rusia 2.20%, con Brasil 2% y con otros países 26.90%.

La clase media de China, altamente consumidora, ha crecido en un promedio de 30% y crecerá a un 50% en el 2020 y llegará a casi 65% en el 2030. De acuerdo con el FMI a partir del 2040 la economía china sobrepasará a la estadounidense hasta convertirse en la primera economía mundial en el año 2050. Esto de acuerdo a las predicciones de PriceWaterhouseCoopers que señala que China tendrá un PIB de 50 billones de dólares (50 millones de millones), EE.UU 34 billones (34 millones de millones), India 28 billones (28 millones de millones), etc.

Exportaciones

EE.UU es el segundo exportador de petróleo en el mundo con 134,876 millones de dólares, en tanto que China ocupa el lugar quince con 34,005 millones de dólares. Pero, China es el principal país productor mundial de automóviles y EE.UU. es el segundo (IHS Markit : 2018). En producción de autopartes a nivel mundial, EE.UU. ocupa el segundo lugar con un 11.62% y China el cuarto con un 8.03% (Centro Internacional de Comercio :2018). China es el primer proveedor de textiles a EE.UU. por más de 10 mil millones de dólares. La era digital es una realidad contemporánea, China es el líder global en comercio electrónico mundial con más de 733 millones de usuarios del comercio electrónico. La Unión Europea ocupa el segundo sitio con más de 413 millones de usuarios, le sigue la India con 391 millones de usuarios y EE.UU. ocupa el cuarto lugar con 246 millones de usuarios (World Development Indicators.2018). Son elementos que nos ayudan a visualizar el inicio de un cambio de época en la historia de la humanidad.

Tecnología

EE.UU sigue siendo el número uno a nivel mundial en cuanto a innovación tecnológica se refiere y lo seguirá siendo hasta el 2020. Sin embargo, China de ocupar el octavo lugar en el año 2000, brincó a segundo lugar en el 2018 (Hcères :2018). Así mismo, considerando el crecimiento de la riqueza privada generada a nivel mundial resulta importante destacar que China ocupa el primer sitio con un crecimiento de 198%, la India con un 160% y EE.UU. con un 20%.

En cuanto al crecimiento de China en su PIB per capita vemos que en el 2004 fue de 1,090 dólares y en el 2018 de 8,027 dólares ; considerando que tiene una población de más de 1, 300 millones de habitantes es un enorme avance. En pocas palabras, China produce 28% de los automóviles del mundo, el 70% de los celulares y el 40% de sus buques y la mitad del acero que consume.

Las exportaciones de valor añadido a Estados Unidos desde China son equivalentes a 3% del PIB chino. Esto significa que Beijing perdería con la guerra comercial, pero la nación americana también se vería afectada. Los consumidores tendrían que pagar alrededor de 10% extra por los productos fabricados en empresas estadounidenses localizadas en China. En 2017, China contribuyó con 18% a las exportaciones totales de todo el mundo, en tanto que Estados Unidos lo hizo con 9%. La guerra apenas comienza, como lo señale en mi libro Trump contra el mundo, y por ello vaticino años difíciles por venir. En el fondo la guerra comercial es un pretexto para contener a China en su avance en la tecnología digital pues en el presente-futuro quien controle la tecnología digital controlará el mundo.

Un gigante

Lo anterior nos lleva a entender que China es una potencia mundial. Es miembro del consejo de seguridad de la ONU. Es una potencia nuclear. Tiene una cultura antigua respetada a nivel mundial. Es una economía con gran crecimiento. Mantiene una mayor participación en el comercio internacional. Tiene una población enorme que le permite ser tomada en cuenta en la resolución de problemas globales. Y tiene una política exterior activa que le permite fortalecer su posición en el sistema internacional. China está marcando las nuevas reglas y valores del mundo y creando nuevas instituciones que pudieran ir desplazando a las creadas por EE.UU. al final de la Segunda Guerra Mundial. Es el inicio de una nueva época.

No va a ser fácil que Estados Unidos le imponga decisiones a China. China va a dar una respuesta firme y contundente, ya que está a favor del libre comercio y de la globalización. Además, se asume como “potencia responsable” ante la situación prevaleciente en el mundo. China está convencida de la globalización en serio. Estados Unidos está en una reafirmación hegemónica equivocada. Todo ello nos debe llevar a entender que, el crecimiento y desarrollo económico en la región asiática es primordial y motor del desarrollo económico en el mundo actual. Por ello, debemos enfocarnos hacia esa área.

Tenemos que orientarnos con una firme y determinante estrategia hacia las nuevas áreas del desarrollo mundial.

En suma -como lo afirmé en mi libro Trump contra el mundo-, « la nueva configuración del poder internacional no es más que este nuevo periodo mundial que estamos viviendo. Se ha estado construyendo a partir del término de la Guerra Fría, con cambios dramáticos en las concepciones geopolíticas y geoeconómicas, y en la búsqueda de un nuevo ajuste del equilibrio de nuevos Estados, poderes militares, poíticos, económicos, de coordinación, cooperación o confrontación entre las grandes potencias existentes. Estados Unidos, China y Rusia han jugado un papel fundamental. Es claro que, en esta nueva era de configuración del poder internacional, esas potencias tienen un carácter de líderes globales ».

Hoy ya no es una conquista netamente geopolítica, de conquista de territorios o de posicionamiento en ellos, más bien es una lucha de conquista geoeconómica de lucha por nichos enormes de mercados. Reitero lo que escrito en otras ocasiones « Estados Unidos, a nivel mundial, ya no puede imponer todo o hacer lo que quiera como en el pasado. No alcanza a darse cuenta de que hay nuevos Estados, actores políticos, económicos, financieros, religiosos, organizaciones no gubernamentales, entre otros actores, que balancean este nuevo orden mundial en gestación, con nuevas reglas o ideas de cambio donde aparentemente se percibe un desorden mundial caótico ». El mundo vive un cambio de época histórica 

El jefe de la Casa Blanca, « Donald Trump, contraviene las leyes esenciales del capitalismo, al ir en contra de la globalización y el libre comercio, y favorecer la autarquía, contraponiéndose a las normas tradicionales de la oferta y la demanda.

Es claro que la comunidad de naciones dejó la bipolaridad ideológica y estamos en la multipolaridad económica, donde China poco a poco ha ido ocupando los vacíos de poder a nivel internacional. Ese desplazamiento ocurre porque ya no se trata de una lucha política, sino geoeconómica la que se libra; y la guerra comercial estadounidense contra el gigante asiático constituye un intento por detener el ascenso de esa nación oriental como la primera potencia económica global ».

Control del planeta

Vivimos en la era digital, quien controle el espacio cibernético controlará el planeta, y China va en ese camino. Además, el 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se está generando en Asia Pacífico, donde China es el centro económico y está creciendo a un ritmo de 6.8 por ciento al año, contra 2.3 por ciento que alcanzó Estados Unidos en 2018.

China tiene una estrategia para su economía, de ahora al 2050, mientras que Estados Unidos la tiene para dos o seis años, si bien le va a Trump en su intento por reelegirse.

PriceWaterhouseCoopers señala que si México hace bien las cosas, a partir de la coyuntura de cambio de régimen por la que transita, el país podría pasar de ser la decimoquinta a ser la octava economía del mundo.

El futuro está en la innovación tecnológica y en la creatividad de los estudiantes y de sus profesionistas. México se encuentra en el lugar 56 en el índice de innovación tecnológica, por lo que debe tener en mente la visión de innovar, pues ¿cómo transformar un país sin innovación tecnológica?

En esa tesitura, estoy convencido que, entre el 2019 y el 2024, la política exterior del gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador y de su canciller Marcelo Ebrard estará fundada en una estrategia multidimensional hacia el mundo.Mi perspectiva personal en México mantendrá lazos de amistad y cooperación con todas las regiones y continentes en el marco de una verdadera diversificación de la política exterior. Asimismo se atenderá de manera prioritaria la vinculación con América Latina y el Caribe por razones históricas, culturales y de solidaridad.

*Internacionalista, diplomático, analista político y escritor.



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