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Edición 433 | ||||||||
Escrito por Ernesto Salayandía García | ||||||||
Martes, 05 de Julio de 2022 16:33 | ||||||||
Familia atrapada en un pantano Ernesto Salayandía García PROGRESIVA Y MORTAL ME TOCA ver a muchos jóvenes que no quieren o que no pueden, creen que esta enfermedad la pueden controlar y como todos, toman poquito, solo los viernes, de poquito en poquito, los viernes se ponen borrachos, al día siguiente son víctimas de las lagunas mentales, no se acuerdan donde dejaron las llaves ni el auto, no se acuerdan que hicieron o que les hicieron, vomitaron una y otra vez, lloraron toda la noche y se pusieron como arañas fumigadas, al pasar del tiempo, los viernes ya no son suficientes y tú les dices, aguas, vas a crecer con la enfermedad y no te creen, siguen tomando hasta que el alcohol lo destilan por los poros, luego siguen los sábados, ligado a ello, los domingos, y así, hasta que la maldita enfermedad perversa del alma los atrapa y beben todos los días, con el tiempo, el pantano de arenas movedizas de torna más complejo, ligado a ello, esta bola de cristal, genera una pésima relación en casa, un borracho, como yo, siembra cizaña,. Cero comunicación, soy un tipo aislado, raro, seco, inexpresivo, mi rostro expresa un lenguaje facial de indecisión, no se sabe si voy a mentar madres , si me está llevando la tía de las muchas o así soy de neurótico, el sin amigos, el sin convivencia y nula comunicación, en ese movimiento en ascenso, la bola de nieve crece y derrumba la estabilidad del hogar, extermina tu departamento laboral, de todos lados te corren o quiebras en tus negocios, por supuesto, que estos efectos repercuten en tu economía y en tu salud, en poco tiempo, te conviertes en la vergüenza de tu familia, en la decepción de tus hijos, en un parasito social, un neurótico empedernido y en un profesional de la mentira. Típico. Mediocre, nacido para perder.
LA CULTURA DEL NIÑO AHOGADO ES ESE VIEJO y nefasto procedimiento de tapar el pozo, después del niño ahogado, es decir, buscar soluciones, cuando ya es demasiado tarde, como los niños calcinados en Hermosillo, más de 50, o las personas asesinadas en el casino de Monterrey y ahora, las víctimas del terremoto del 23 de septiembre en la ciudad de México, que murieron, debido a que vivían bajo techos de alto riesgo, sensibles ante los temblores y murieron por culpa de la corrupciones e ineptitud de burócratas y políticos, y ahora sí, después de que se ahogaron en ese pozo muchos seres inocentes, el Gobierno de la ciudad de México, decidió tapar el pozo con un nuevo reglamento de construcción, es decir, tuvieron qué morir aplastados 369 personas para que después se supiera que esos edificios, esas casas habían sido declaradas inhabitables, dictadas débiles, declaradas en alto riesgo, con fisuras y pruebas de peligro, nadie hizo caso y ahí están las consecuencias, lo mismo sucede con este perra enfermedad, el niño, el joven comienza arruinando los autos de casa, chocándolos con pérdida total, todos y cada uno de los autos de la familia, es multado y encarcelado algunas veces, por supuesto, que por sus adicciones, el estudiante claudica a su estudios, se rodea de puro mala vibra, marihuanos igual que él, llegan a fumar adentro de las casas, son un verdadero calvario, NINIS, jóvenes mediocres atrapados por la bola de nieve de las adicciones, cuando les dices a los padres de que la marihuana.- es una droga peligrosa, muy adictiva, que de ahí brinca a drogas más fuertes. Te tiran a lucas y hasta gordo les caes cuando les dices. Sácalo de tu casa, déjalo que toque fondos, pon un límite. Por supuesto, que te ignoran y luego pasan los años y las cosas fueron de mal en peor, pleitos con golpes físicos, los padres perdieron todo el terreno y toda la autoridad, el maestro emocional, se adueñó de la situación y el consumo, lo hizo explosivo, violento e inestable, en ese proceso, se cometieron muchos errores, la vida de este ser humano, se hunde en las sustancias y en las conductas toxicas, en mi libro, Un drogadicto en casa, hablo de ello y los padres o la esposa, después de muchos años, por fin toman la decisión y tapan el pozo, después del niño ahogado. Nadie se imagina el infierno que se causa así mismo un drogadicto, ni visualizan la tormenta que se avecina cuando un joven inicia con las sustancias y las conductas toxicas. LOS FONDOS DE LOS JÓVENES NO SON SUFICIENTES VISITO UN BUEN número de centros de rehabilitación para adultos y menores de 17 años, hombres y mujeres, una de las dinámicas, la tituló Yo me siento. Y así, uno a uno va compartiendo su diario vivir, edad, droga de impacto y algún fondo, el aprendizaje es muy rico, palpo el crudo sufrimiento al que han sido expuestos, reflexiono y mucho sobre el origen de sus adicciones compulsivas y la deducción, son los hogares disfuncionales, es así donde está el meollo del asunto, trato de darles lo mejor de mí, de regalarles una y otra vez mi historial, hacemos dinámicas, bailamos, reímos, lloramos y hacemos catarsis, hay honestidad probada, luego, les pregunto. ¿En este momento, quien de ustedes piensa en drogarse cuando termine el proceso? Tristemente, son muchos brazos y manos que se levantan, veo que no tienen derrota, no quieren rendirse ante las drogas a pesar de los estragos amargos que han vivido y sé que no soy Dios para convencerlos a que cambien de opinión, veo, que aún les hace falta tocar más fondos, a la edad que tienen, parece ser que el vaso no se ha llenado y sin duda alguna, les llegara la bola de nieve que los habrá de exterminar, los llevara a un hospital, un psiquiátrico, al panteón o la cárcel, solo hay cinco caminos y el ultimo, es la recuperación. Se, al igual que estos internos, también hay muchos indecisos que solo han tapado la botella, pero segundo a segundo generan reventarse lo piensan tanto, que al final truenan como espárragos y no hay vuelta de hoja,
RECORDAR ES VOLVER A VIVIR A VECES como que se me olvida de dónde vengo, se me borra del mapa, el abismo profundo y negro donde me encontraba, del pantano infernal donde me dañaba severamente en todos los sentidos, tengo amnesia, del refugio del huracán rugiente que exterminaba y lesionaba a mis seres cercanos, se me olvida los estragos amargos de esta maldita, perversa enfermedad del alma y como que me siento muy recuperadito, es más, ni consiente me veo respecto a la magnitud de mi enfermedad emocional que es de por vida, de repente me lleno de soberbia, mis egos afloran en mis pensamientos, lenguaje y actitudes, ahí está en vivo y a todo color esta triste enfermedad, que no es solo alcohol y drogas, es la ruina espiritual, las falsas expectativas de mí mismo, sin ver el cúmulo de defectos de carácter, que tengo y los patrones de conducta equivocados que me arruinaron la vida, y de repente, vuelvo a repetir la triste historia con mis actitudes de súper dotado, no veo, lo que se me da con facilidad, expresar mi lenguaje de superioridad, destilando soberbia hasta las cachas, como que de repente se esfuman esos recuerdos de los amargos estragos del alcohol y las drogas, pero Dios es muy grande y por si acaso se me olvida, él me lo recuerda de mil maneras y esta tarde, él me mandó un mensaje muy claro, me vi a mí mismo, regresé a 18 o 20 años atrás de mi vida, y aún estoy reflexionando, tenía que escribirlo y compartirlo, si me lo permites.
VIVO DE MILAGRO LLEGUE A PESAR menos de 50 kilos, flaco, cansado, ojeroso y sin ilusiones, con un pulso tamborino, triste, apagado, humillado ante mi compulsión, arruinado, en quiebra espiritual, sin amigos, sin mí mismo, distante de mi esposa y de mis hijos, muerto en vida, atrapado sin salida, intoxicado, soberbio, arrogante, negado, yo no sabía vivir y lo perdí todo, me veías y no dabas por mí un cacahuate, me volví loco, perdí el sano juicio, caí lo más bajo que te puedas imaginar, pero un día, un buen día, tuve un despertar espiritual y Dios me toco, sentí su fuerza, su vida dentro de mí y desperté, salí del pantano de arenas movedizas, volví a nacer, y de ahí para delante, siento esa luz Divina, esa energía a cada instante, soy libre, soy feliz y me siento útil, solo por la gracia de Dios. Correo: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla . Tel.: 614 256 85 20. More articles by this author
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