Edición 222 |
¿Y si el SIDA no existe?
Con este artículo la revista Knot no quiere tomar partido sobre la posición alternativa del SIDA, sino abordar una de las discusiones más interesantes y complejas de los últimos tiempos.
En 1981 se detectó, en San Francisco, California, el primer caso de SIDA. Desde entonces, la pandemia se ha esparcido por el mundo, dejando millones y millones de muertos. En América Latina, según un informe de 2007 del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), existen cerca de e 1,6 millones de personas que viven con el VIH en esta región y sólo en el 2006 murieron aproximadamente 58 mil personas. Esta enfermedad es una de los principales miedos que embargan a las personas en la actualidad, especialmente a las personas del sector LGTB, pues desde la década de los ochenta época en que fueron advertidos los primeros casos en Estados Unidos -se dijo que era la enfermedad de las cuatro haches: hemofílicos, heroinómanos, haitianos y homosexuales.
Los que dicen que sí y los que dicen que no
Sin embargo, existe un grupo de personas y organizaciones que dudan de la mortalidad de esta enfermedad, que sostienen que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) no es la causa del SIDA e incluso cuestionan que este virus exista. Se trata de aquellos que prefieren elaborar perspectivas alternativas sobre el SIDA y que sustentan que alrededor del tema se ha manejado mucha información falsa o tergiversada. Estos planteamientos alternativos también dicen que la cura para el SIDA existe y está en cada uno de los afectados.
Algunos de las posturas alternativas sobre el SIDA plantean que el VIH es un virus inofensivo. Por tal motivo, la verdadera causa del SIDA no se encuentra en el virus sino en otros factores más ligados a la mente y a la psiquis de las personas. Pero otras posiciones que cuestionan el HIV como causa del SIDA van aún más allá, negando incluso que este virus exista. Según el médico especialista en enfermedades infecciosas Roberto Giraldo, presidente de Monarcas-Movimiento de replanteamiento científico del SIDA, dice que “el virus del ‘VIH’ nunca ha sido aislado en ningún laboratorio del mundo. Tampoco ha podido ser fotografiado ni se ha comprobado con precisión el mecanismo en como se supone atacaría a las células del cuerpo humano”.
Lluís Botinas, miembro de
Para estos analistas alternativos, la cura del SIDA existe pero no es un medicamento o una droga. Se trata de tratamientos de medicina alternativa en los cuales se potencia el autoestima, las defensas corporales y una actitud positiva hacia la vida.
Una de las pioneras de este debate fue la norteamericana Christinne Maggiore. En su libro ¿Qué tal si todo lo que lo conoce del Sida fuera falso? se dio a la tarea de desenmarañar algunas de las hieráticas tesis que han rodeado al Síndrome de inmunodeficiencia Adquirida y al virus que supuestamente lo desencadena. En las arriesgadas propuestas de Maggiore se pone en duda que el VIH exista, que las pruebas que lo detectan efectivamente sirvan y que los medicamentos logren contrarrestar los síntomas de la enfermedad. Como ella misma sostiene en la introducción del libro, nunca lo hubiera escrito si no fuera por su propia experiencia de vida.
Uno de las primeras sentencias del libro consintió en poner en duda la eficacia de las llamadas “pruebas del Sida”, que en la actualidad son
Según el grupo “Replantear el SIDA-Demoler el Mito”, son sede en España, Maggiore no murió como consecuencia del Sida, sino del desgaste físico y mental que le produjo un tratamiento de medicina alternativa que realizó para mejorar el funcionamiento de sus pulmones. “La causa del fallecimiento de nuestra querida compañera Christine Maggiore fue la neumonía. Este es un claro ejemplo de cómo se perjudicó hasta la saciedad a esta incansable activista, desde todos los flancos, sin piedad y de forma inhumana, lo que le generó un estrés y una ansiedad sin precedentes y que la agotó más allá de lo que sus energías podían permitirle”, comenta Raúl Palma, vocero de este grupo.
Pero Maggiore no ha sido la única que ha puesto en cuestión las explicaciones tradicionales de esta enfermedad. A la lista de “disidentes” se han integrado científicos, intelectuales, médicos y hasta políticos. Uno de los más famosos es el Premio Nobel de Química 1993, Kary Mullis. En 1997 prologó el libro “Inventing the AIDS virus” del virólogo Peter Dusberg y más tarde, en el 2000, en su autobiografía “Dancing naked in the mind field” (Bailando desnudo en el campo de la mente), le dedicó un capítulo a debatir las hipótesis tradicionales con relación al Sida. Es recordado por la frase “Sabemos que errar es humano, pero la hipótesis de que el VIH es la causa del SIDA es un error diabólico”.
Otro disidente famoso es el virólogo alemán Stefan Lanka, quien en 1997 -en una entrevista concedida al español Lluís Botina- aseguró “Para comprobar la existencia de un virus se demandan cuatro requisitos básicos. El primero es la toma de cuatro fotografías en diferentes estados del virus; el segundo es la caracterización exacta de cada proteína del virus; el tercer requisito es efectuar los experimentos de control y el último requisito es publicar artículos revistas científicas especializadas donde se informe de los avances investigativos con el virus. Pues bien, con el VIH no se han cumplido con ninguna de estas cuatro exigencias”.
En Hispanoamérica este debate ha repercutido con cierta fuerza. En países como México y Argentina ya existen grupos de disidentes de la teoría oficial del Sida. Uno de ellos es Monarcas-Movimiento de replanteamiento científico del SIDA, con sede en Buenos Aires y varias ciudades de México. Según comenta Roberto Giraldo, presidente de esta asociación, actualmente hay muchos intentos por acallar estas versiones alternativas sobre el Sida.
Algunas de las posturas de los disidentes sostienen que el Vih es una conspiración de las empresas farmacéuticas obsesionadas en producir medicamentos de altos costos que no ayudan en nada a los seropositivos. En particular suelen ser muy incisivos denunciando los efectos colaterales del medicamento AZT o azidotimidina, que se había convertido en la “esperanza” para muchos enfermos diagnosticados con VIH. De acuerdo con algunos disientes de grupos de investigación científica (como los estudiosos del Perth Group y el científico Peter Duesberg) afirman que las cualidades farmacológicas del AZT impiden qué este medicamento ayude a contrarrestar el virus e incluso que su tratamiento favorece la vulnerabilidad del sistema inmunológico.
Carlos Arango Calad, psicólogo con una maestría en Psicología Comunitaria y con un doctorado en Psicología Social y quien mantuvo correspondencia con Maggiore, si bien dice que no puede dar fe de que las tesis de la autora sean ciertas, sí cree que hay muchos inconsistencias en torno al Sida y al VIH. “Para mí es absolutamente claro que vivimos en una sociedad caníbal, una sociedad que conspira permanentemente. Su principal conspiración es el consumo, que ha desarrollado una industria farmacéutica empeñada en que la gente consuma fármacos que no necesita”, expresa.
Y según Raúl Palma, el objetivo de las organizaciones alternativas es “esclarecer la verdad sobre este síndrome y las mentiras y fraudes que le rodean, a depurar las responsabilidades que puedan haber respecto a las millones de muertes innecesarias que han habido por error en el diagnóstico y en el tratamiento, tanto políticas como científicas, civiles y penales, ofrecer ayuda también a los diagnosticados para no ser atropellados por la mentira y el fraude político-médico-científico, y ofrecer alternativas para la recuperación y mantenimiento de la salud por uno mismo”.
Por otra parte, Álvaro Hernán Plazas, activista del sector LGTB que trabaja con personas que viven con VIH en Colombia, sostiene que su cercanía a las historias de vida de muchos enfermos le permite tener una visión más fehaciente al problema. “El haber conocido a personas que han fallecido de su tránsito de una fase VIH a una fase SIDA y a otras que viven con el virus del sida me permiten dar certeza de que el Sida es una realidad manifiesta Plazas, quien asegura además que ha tenido la oportunidad de observar el virus a través del lente de un microscopio. “Maggiore y los otros negacionistas plantean algunos supuestos interesantes, pero aun no han podido refutar de manera clara los planteamientos claros de la ‘línea hegemónica’ de la ciencia ubicada en la existencia del VIH y el sida”, asegura Plazas. “Es una teoría irresponsable toda vez que la realidad habla por si sola: millones de personas han fallecido o son personas que viven con el virus. Son claros sus efectos individuales, familiares, sociales, culturales e institucionales. Cerrar los ojos ante tal realidad atenta contra el cuerpo social y el sistema nervioso colectivo”, agrega.
Para Arango Calad la explicación a la existencia del SIDA no se encuentra en un virus sino en toda una trama social y mercantil: “La sociedad misma lleva a que las personas tengan un actitud irresponsable frente a su cuerpo, su sexualidad y su vida. Para mí el problema de la autoagresión a la sexualidad es el principal factor. Yo no diría que es un virus sino una institución empeñada en hacer toda una guerra ideológica en la sociedad, lo que es más mortal que cualquier virus”.
Independientemente de estas controversias, lo cierto es que con la muerte de Maggiore reabrió una serie de discusiones alrededor del sida que enfrentan a los que creen que en la versión oficial y los que dudan incluso de que el VIH exista.
Christine Maggiore
Nació el 25 de julio de 1956 en Chicago (Illinois) y paso gran parte de su infancia en el sur de California. Graduada con honores de Reseda High School, luego estudió mercadeo y la publicidad en Los Ángeles. Siendo una empresaria exitosa, en 1992, mientras se realizaba un chequeo de rutina, Maggiore fue diagnosticada con VIH y, como suele ocurrir, se le pronosticaron pocos años de vida. Tras superar la dolorosa noticia, Maggiore comenzó a ayudar voluntariamente a algunas organizaciones que trabajan con enfermos de Sida. No obstante, un años más tarde, conoció al científico Peter Duesberg y rápidamente empezó a dudar de las versiones oficiales sobre el SIDA. Inconforme con ese veredicto médico, Maggiore se dio a la labor de consultar múltiples documentos y textos sobre al Sida y después de leer, comparar y analizar, los hallazgos a los que llegó fueron desconcertantes para muchos investigadores y activistas del Sida. En 1995 fundó el grupo Alive & Well IDS Alternatives, el cual se encargaba de promover el no consumo de medicamentos antirretrovirales en mujeres embarazadas diagnosticadas seropositivas. Tiempo después publicó el libro ¿Qué tal si todo lo qué cres acerca del SIDA fuera falso? Para demostrar sus argumentos, tanto a su hijo Charlie como a su hija Eliza fueron amamantados por Maggiore. En1995, la pequeña Eliza falleció tras diagnosticársele neumonía relacionada al SIDA. Esta muerte generó una dura controversia en los Estados Unidos, pues Maggiore y Scovill contrataron a un patólogo particular que afirmó que la niña había fallaecido debido a una reacción alérgica al antibiótico llamado amoxicilina. Dos años más tarde, Maggiore y su esposo demandaron al condado de Los Ángeles, diciendo que los resultados de la autopsia no eran los suficientemente claros. Amigos cercanos a Maggiore dicen que la muerte de Eliza la sumió en una profunda depresión, causándole rápidamente malestares de salud.
Según una noticia publicada por el diario Los Ángeles Time, el 27 de diciembre de 2008 Maggiore falleció en su casa en los Ángeles a la edad de 52 años. Según informó el mismo periódico, el diagnostico de su muerte fue pulmonía bilateral aguda, aunque los datos suministrados no son muy profusos.
Comunicado sobre el artículo
En la edición número dos de Knot se publicó el artículo “¿Y si el sida no existe?”, que ha generado varias reacciones por parte de nuestros lectores, tanto positivas y de felicitaciones como de desaprobación, y cada una de éstas nos parecen formas saludables de demostrarnos nuestro compromiso como revista dirigida al sector LGTB.
Como dejamos claro desde el inicio, con la publicación de la nota, la revista Knot no estaba, en ningún momento, tomar partido sobre las visiones alternativas sobre el SIDA. Lo que animó la escritura y posterior publicación del artículo fue poner en primer plano una polémica y unas posturas sobre el VIH-SIDA tan reales como las personas que mueren anualmente por dicha pandemia.
Para aquellos que sostienen que la publicación del artículo podría “influenciar” a algunos lectores a dejar de creer en el riesgo o los problemas relacionados al VIH/SIDA, habría que recordarles que la teoría funcionalista sobre la comunicación ha sido seriamente debatida desde los años 60 y 70 del siglo pasado, y que hoy se habla no de la “influencia” o de “los efectos” de los medios en los receptores, sino de “procesos” que se pueden agenciar, concibiendo a los lectores no como personas reactivas o pasivas, sino autónomas y con capacidad crítica frente a la información que reciben de los medios.
Esto no nos exime de nuestra responsabilidad como periodistas y de la ética como revista dirigida a la población LGTB, y prueba de ello es la inclusión al interior del artículo de voces disidentes de las teorías alternativas sobre el VIH, y también la publicidad siguiente al artículo. En Knot no pretendemos tomar el derecho a la libertad de expresión (amparado en la mayoría de países de nuestro continente) como defensa para publicar artículos imprudentes y ofensivos, pero queremos apostarle a una información pluralista y liberal, que cuestione, que se deslice por terrenos inexplorados y que cree que hay algo más allá de lo que siempre se dice.
Superando las críticas sobre la objetividad o la escritura del texto, éste pone una vez más en el centro del debate las discusiones sobre cuáles son los limites de la libertad de expresión cuando toca temas tan sensibles como el SIDA en una población que ha sido estigmatizada históricamente. Por tal motivo, solicitamos disculpas a los lectores que verdaderamente pudieron sentirse ofendidos o conmocionados con la publicación del artículo.
Jorge Luis Aparicio - Editor general revista Knot
SIDA
En México tenemos el primer mandatario, que no presidente (que abiertamente otorga la honrosa medalla Belisario Domínguez a un personaje que murió de Sida), y del que se especula fue más que el tutor de Felipe Calderón, Carlos Castillo Peraza, quien en su campaña a la jefatura de gobierno del DF, cometió el error de arremeter contra el uso del preservativo, alegando en forma hipócrita que debería restringirse por razones “ecológicas”, para evitar que el plástico tape las cañerías, o también dijo en otra ocasión: "El sida se da por la promiscuidad, no se da por no usar condones". Castillo Peraza (a) Leperaza (por sus groserías los conoceréis}, convivió por ocho años con Calderón en la tórrida Campeche, murió de Sida en Bonn, Alemania, el 8 de septiembre del 2000, algo inaudito para los mojigatos panistas que mal gobiernan el país mediante esquemas moralistas del siglo XIX. Lo espurio de ese mandato lleva hacia políticas de eugenesia (aborto y eliminación de discapacitados, a las que se les aumentan las leyes lésbico-gays, que bajo el aura de progresismo, llevan subliminalmente hacia el control de la población mexicana), de intolerancia y de desgaste acelerado de la poca credibilidad del sistema político mexicano que se acerca inexorablemente hacia otro estallido brutal en el 2010.
El virus del Sida, pensamos, fue desarrollado como un instrumento de contención demográfica de la raza negra. Se dice fue desarrollado en el tenebroso Fort Detrick de Baltimore, Maryland. La primera mujer africana en recibir el Premio Nóbel de
En la investigación llamada “Biowar Conspiracy: CIA-Pentagon Labs Make HIV” (
Esta lucha irrespetuosa de la voluntad de la población que pretendían defender, había comenzado aun antes de que el último soldado portugués hubiera dejado el territorio angoleño. Los 14 años de lucha contra el coloniaje estaban apoyados por
La esclavitud a manos de los portugueses fue remplazada por la esclavitud interna. Ahora hace 55 años que día al día las tropas oficiales, los mercenarios y las tropas paramilitares actúan según la lógica militarista de Sudáfrica, la potencia regional, los Estados Unidos e Inglaterra. Tampoco hay que olvidar los bancos que financian la guerra: UBS-Suiza, Warburg Dillon Read-Inglaterra, Paribas-Francia... en total 44 bancos y financieras ilustres. Este fue el territorio propicio para soltar el virus HIV.
El VIH/SIDA es una grave amenaza para la estabilidad de Angola y del África Negra, solo entre 1999 y 2005 la tasa de seropositividad de las mujeres embarazadas en Luanda aumentó en un 250 por ciento. Es sumamente preocupante el gran desconocimiento que existe sobre la enfermedad y las actitudes adoptadas con respecto al VIH/SIDA: el 32 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años de edad nunca han oído hablar del VIH/SIDA; sólo el ocho por ciento conoce debidamente la forma de transmisión y de prevención.
“El closet de la carne”
En 2001 quedaron huérfanos por el SIDA 104 mil niños, y las estimaciones indican que esta cifra aumentará a 331 mil en 2010. En la era Reagan-Bush, y en una operación de
Las sociedades fascistas de los EUA, como
En otro lenguaje mas refinado, el CFR, Council on Foreign Relations, hablaba de controlar por cualquier medio, la propagación del SIDA en la raza blanca. Una nueva variedad o mutación del virus del SIDA, se está desarrollando de nuevo en Angola, la fiebre Marburg, según mencionan los Médicos sin Fronteras en RECOMBINOMICS.COM, del 10 de abril, 2005, en donde la tasa de mortalidad es de 100 por ciento. Otro medico, ALAN CANTWELL, en un artículo titulado, Do TB-Type Bacteria Cause AIDS? (¿Una bacteria tipo TB-Tuberculosis es la causa del SIDA?), escribe que hay una rara mutación entre ambas bacterias, las que producen el SIDA y
En general sus libros, videos, páginas de internet, han sido sólo catalogados como “teorías de la conspiración” e ignorados por el CDC, el NIH, las organizaciones para el combate del SIDA. La doctora Arrigo menciona en su correo electrónico dirigido al doctor Altwell (
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), que ella fue a Irak a recoger las muestras de peligrosos agentes patógenos de la bíoguerra desarrollada en Fort Detrick y en los laboratorios de Langley (sede de
www.ecapc.org/Registry, www.tvnewslies.org/phpbb/viewtopic.php, y en foros militares como www.usafa.af.mil/jscope/JSCOPE01/Arrigo01.html,
En 1974, la prestigiada National Academy of Sciences (NAS), les dijo, Detengan esta locura genética. Las autoridades militares dijeron entonces que quien defenderá la frontera sur de Estados Unidos, si México contagiado por la pobreza de Centroamérica, se va hacia la izquierda radical. En 1975 George Bush Padre llega a ser Director General de
Al final, soltaron el virus del SIDA en Uganda, Haití, Brasil, Japón y China. El doctor Strecker de
En los EUA, hay de
Se dice que una persona padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodepresión provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones. Cabe destacar la diferencia entre estar infectado por el VIH y padecer de sida. Una persona infectada por el VIH es seropositiva, y pasa a desarrollar un cuadro de sida cuando su nivel de Linfocitos T CD4 (que son el tipo de célula al que ataca el virus) desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre. El VIH se transmite a través de los fluidos corporales, tales como sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna. El Día Mundial de Lucha contra el Sida se celebra el 1 de diciembre. La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando el Center for Disease Control and Prevention (Centro para la prevención y control de enfermedades) de Estados Unidos convocó una conferencia de prensa donde describió cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles. Eran los años en que también se inició el neoliberalismo. Finalmente un grupo de científicos y activistas surgido en la década del 80 que cuestiona la conexión entre el VIH y el sida, e incluso la misma existencia del virus. También ponen en tela de juicio la validez de los métodos de prueba actuales. Estos disidentes alegan que no son invitados a las conferencias sobre la enfermedad y que no reciben apoyo monetario para sus investigaciones. Miembros significados de este movimiento son el profesor de Biología molecular y celular Peter Duesberg, el matemático Serge Lang, la física médica Eleni Papadopulos-Eleopulos, el biólogo molecular Harvey Bialy, el químico experto en inhibidores de la proteasa David Rasnick y los Premios Nóbel Kary Mullis (Química en 1993) y Walter Gilbert (Química 1980). Parte de estos científicos disidentes acusan a los científicos del Sida ortodoxos de incompetencia científica y fraude deliberado. Según los disidentes del Sida, los tratamientos aceptados oficialmente "provocan Sida". Según ellos, esta afirmación se ve respaldada por la farmacocinética de los medicamentos, y puede ser comprobada con una lectura cuidadosa de los prospectos. Ahora en el horizonte están la gripe aviar y la porcina. Dicen los expertos en guerras bioterroristas, una preparada para China y Japón, y la otra para México y los latinos. Todos los indicios muestran que serán las pandemias del Siglo XXI.
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