Los enredos de Berrueto
RAYMUNDO RIVA PALACIO
LA ANALOGÍA QUE HIZO en el periódico Milenio Federico Berrueto entre Andrés Manuel López Obrador y Manlio Fabio Beltrones propiciaron hasta críticas de los propios directivos del diario en sus espacios respectivos.
Berrueto dijo que ambos están luchando contra el mismo enemigo, el gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto, aunque en el caso del tabasqueño dice que es de frente, y en el del sonorense que es por la espalda (o sin dar la cara). Berrueto es socio en el Gabinete de Comunicación Estratégica con el ex vocero presidencial Liébano Sáenz, y la empresa trabaja para Televisa y varios gobernadores, entre los que se encuentra Peña Nieto. El junior coahuilense Federico no es periodista, sino político, por lo cual la lectura que hay en los corrillos priistas es que el ataque, que en efecto no tenía ni ton ni son, tenía que ver con el debate legislativo entre gobernadores del PRI por el presupuesto. Beltrones es senador, pero le adjudican un poder enorme, en cuya calidad se habría dado el ataque de Berrueto. A quién estaba defendiendo éste, si el contexto de las pugnas internas se exteriorizaran de esa manera, no se sabe, pero nadie duda, de ser el caso, que fuera una proyección mexiquense. Con Rodrigo Medina, el otro gobernador para el que trabajan Berrueto, Liébano y Televisa, no, pues Nuevo León no jugó de manera central. ¿Veracruz? No, corrigen. El gobernador Fidel Hererra no los contrató.
Rodrigo Medina, el enigma
Rodrigo Medina asumió la gubernatura de Nuevo León con grandes expectativas para la clase política nacional. Los conocedores de la política neoleonesa advertían que no había que echar campanas al vuelo, por la relación umbilical que tenía con el mandatario saliente Natividad González Parás. A poco más de haber asumido, los escépticos probaron tener la razón. Medina no ha logrado cuajar su gobierno y los más críticos dicen que ni siquiera ha podido despegar. Empiezan los análisis ácidos a partir de su equipo de gobierno, donde calculan que hay más de 85 por ciento de los cuadros que son herencia de González Parás. Pero si esa relación lo ha mermado, otro impacto negativo para él se dio cuando el alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández, hizo declaraciones polémicas sobre el narcotráfico. Aunque muy criticado por la clase ilustrada, en términos de política barrió con Medina, lo eliminó del escenario público y se convirtió en el único gobernante neoleonés que, bien o mal, suena en el país.
Pedro Aspe está de fiesta
El ex secretario de Hacienda Pedro Aspe pudo reinventarse muy bien después de su largo paso por la administración pública y fundó una consultoría llamada Protego que fue evolucionando en uno de los llamados "bancos de inversion boutique", que es un fenómeno que avanza en México y América Latina, que se enfocan a transacciones donde agregan valor a sus clientes en forma personalizada y sin los riesgos de la banca tradicional. Pues al convertirse en uno de los pioneros exitosos, la prestigiada revista LatinFinance, acaba de otorgarle un reconocimiento a Protego, que se asoció hace pocos años con Evercore, como la mejor institución de su tipo en México, con lo cual Aspe, que trabaja con muchos gobiernos estatales, está de fiesta.
El festejo de Alonso Lujambio
Desde la esquina del restaurante japonés, todavía sin mucha clientela en Antara de Polanco, se escuchaban las risas en una mesa de tres donde estaban francamente contentos. Estaban el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, el ministro de la Suprema Corte sana alegría de José Ramón Cossío, y la muy poderosa y odiosa jefa de Oficina de la Presidencia, Patricia Flores. No estuvieron mucho tiempo, pero parecían celebrar con vino Petrús. Cossío fue maestro de Lujambio en el ITAM, y Flores... no, no es del ITAM. "Su único defecto", bromeó Lujambio. ¿Y cómo le fue con el presupuesto? "Bien, muy bien", contestó.
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