La podredumbre del Calderonismo
ALFREDO PADILLA PENILLA (Exclusivo para Voces del Periodista)
La REVOLUCIÓN MEXICANA no sólo se encuentra yacente en el panteón del olvido, sino en el de la corrupción-impunidad. Somos ya el primer país corrupto en América Latina, a partir del PRIAN del salinato, aún imperante después de dos décadas. Su pesada herencia la estamos soportando la gran mayoría de mexicanos. Sólo la cúpula política, banquera y empresarial la goza de todas, todas.
A Felipillo Calderón se le está cayendo la casa Presidencial. Le llueve por todos lados por eso reparte a diestra y siniestra palos de ciego. No sólo la izquierda mexicana impugna su régimen espurio y fatal, sino instituciones nacionales e internacionales que ponen de relieve el desastre que padecemos la gran mayoría de connacionales. Estamos a un punto de ruptura social que sería desastrosa.
Veamos pruebas irrefutables: El INEGI reporta que casi tres millones de personas se encuentran sin empleo. Esta situación galopante implica que un millón de mexicanos perdieron su empleo en este año, más que en 2008 y 625 mil más que en el trimestre anterior. O sea, nos deslizamos por un tobogán sin freno.
Sin embargo, sigue sosteniéndose el costoso aparato gubernamental y departidos con un gasto corriente lesivo para la economía mexicana.
Allí está la agresión laboral al extinguir la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y terminar las relaciones de trabajo entre dicho organismo y el Sindicato Mexicano de Electricistas. Acompañan al presidentito Calderón en esta siniestra aventura, algunos diputados priistas y panistas y hasta la chiquillada, así como la Suprema Corte de Justicia. Se violan garantías sociales e individuales, lo cual significa impulsar un caldo de cultivo en constante tensión. ¿Cuánto aguantaremos este debacle?
Pruebas al por mayor
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) aseveró el 19 de noviembre que México es el país Latinoamericano con mayor crecimiento de la pobreza, indigencia y desigualdad en la distribución del ingreso en 2009.
Alicia Barcena secretaria ejecutiva de la CEPAL aseguró: “La verdad es que a partir de 2006 empiezan otra vez a deteriorarse las cosas”. La pobreza en México se incrementó 3.1 por ciento entre 2006 y 2008, México fue la única nación con una clara tendencia al deterioro distributivo, respecto de 2006.
Por su parte, el premio Nóbel de Economía 2001 Joseph Stiglitz, expresó hace unos días: la actitud que el gobierno mexicano ha tenido para enfrentar la recesión “ha sido uno de los peores del mundo”.
Agregó: “Las estadísticas de crecimiento han sido muy débiles y pesimistas para este país, y la combinación de una recuperación muy débil para Estados Unidos y una política fiscal que no estimulé la economía mexicana es una fuente de preocupación”.
Stiglitz precisó que los aumentos al Impuesto al Valor Agregado y al Impuesto sobre la Renta que entrarán en vigor el año próximo en nuestro país “Tendrán un efecto negativo internacional mediante una decidida acción gubernamental.
A mayor abundamiento Stiglitz agregó que dentro de esta debacle económica “la combinación de una recuperación débil de Estados Unidos y una política fiscal que no estimule la economía mexicana es fuente de preocupación”.
Pero aún hay más: Durante el gobierno de Calderón la deuda interna tiene un crecimiento galopante de mil millones de pesos diarios. El débito creció 63.4 por ciento.
Por nuestra parte preguntamos: ¿En qué se ha empleado esa cantidad multimillonaria? La respuesta es obvia: Esos millones se han dedicado ha incrementar el boato de nuestros politiquillos que, aliados con banqueros y empresarios, se llevan parte del león.
¡Que les importa la miseria popular!. En tanto Calderón y sus aliados de la plutocracia gocen de este derroche, viajen como príncipes por todo el mundo y cuenten con el apoyo de la parafernalia publicitaria televisiva, radiofónica y de algunos medios impresos, pueden seguirse riendo de la situación.
Pero cuidado: El horno no está para bollos, máxime que México ocupa el lugar número 5 de 54 países avanzados y en vías de desarrollo al cometer fraudes económicos y delitos financieros.
Tal afirmación proviene del Organismo Internacional Pricewaterhouse Coopers (PWC). Define al delito económico “como el uso intencional del engaño para privar a otra parte de dinero, una propiedad o un derecho legal”. Al respecto, realizó una encuesta entre tres mil treinta y siete personas en 54 países entre los meses de junio a noviembre del presente año. (La Jornada de 20 de noviembre de 2009.)
Según dicha firma empresarial, la mal versión de activos fue el delito más común, seguido por fraudes contables con 38 por ciento de empresas, corrupción y pago de sobornos con 27 por ciento. Otros delitos estuvieron relacionados con la propiedad intelectual, fraudes fiscales, vavado de dinero, uso de información privilegiada y espionaje.
Con estos truenos fraudulentos ¿Cuántos millones de mexicanos podremos dormir tranquilos?.
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