Las maldiciones clericales
contra don Miguel Hidalgo
ALFREDO PADILLA PENILLA
El clero, ahora y siempre, ha sido enemigo acérrimo de la libertad de los mexicanos. Lo mismo condenó y excomulgó a Hidalgo y Morelos que a Benito Juárez. Se declaró igualmente en contra de nuestras constituciones como las de 1857 y 1917. En otro colaboración demostraremos esto último.
Presentamos un documento de su insidia histórica-ideológica que, en la actualidad, lejos de provocarnos indignación, nos produce hilaridad. Es un testimonio contundente que demuestra la cerrazón que aun prevalece en el clero con mentalidad feudal.
Texto del Edicto de Excomunión, lanzado por el obispo de Michoacán, Manuel Abad y Queipo en contra de Miguel Hidalgo y Costilla (Padre de la Independencia), el 23 de septiembre de 1810.
“Por la autoridad de Dios todo Poderoso y Padre, Hijo y Espíritu Santo, de la Inmaculada Virgen María y Patrona del Salvador y de todas las Vírgenes Celestiales, Ángeles y Arcángeles, Tronos y Dominios, Profetas, Apóstoles y Evangelistas, de los Santos Inocentes, que en la presencia del Cordero son hallados dignos de contar el nuevo coro de los Benditos Mártires y de los Santos Confesores, de todas las Santas Vírgenes y de todos los Santos juntamente con el Bendito Elegido de Dios:
Maldecido y condenado
Sea condenado Miguel Hidalgo y Costilla, ex cura del pueblo de Dolores. Lo excomulgamos y anatematizamos, desde las puertas del Santo Dios Todopoderoso, le separamos para que sea despojado y entregado a Satán y Abrirán y con todos aquellos que dice el Señor, apártate de nosotros, no deseando tus caminos; como el fuego se aparta con el agua, así se apague la luz para siempre a menos que se arrepienta y haga penitencia. Amén.
Que el Padre que creó al hombre le maldiga, que el hijo que sufrió por nosotros le maldiga; que María Santísima, virgen siempre y madre de Dios, le maldiga, que todos los ángeles príncipes y poderosos y todas las Huestes celestiales le maldigan; que San Juan el precursor, San Pedro, San Pablo, San Andrés, y todos los Apóstoles de Cristo juntos le maldigan, y el resto de los discípulos, quienes con su predicación convirtieron al Universo y la admirable Compañía de Mártires y Confesores, quienes por su obras fueron dignos de agradecer a Dios le maldigan.
Que el Santo Coro de las Benditas Vírgenes, quienes por honor a Cristo han desaparecido las cosas del mundo, lo condenen, que todos los santos que desde el principio del Mundo las edades más remotas sean amados de Dios, le condenen.
Lo mismo en su casa que en el campo
Sea condenado Miguel Hidalgo y Costilla en donde quiera que esté, ya sea en la casa, en el campo, en el bosque, en el agua o en la iglesia.
Sea maldito en vida y muerte. Sea maldito en todas las facultades de su cuerpo. Sea maldito comiendo y bebiendo, hambriento, sediento, ayunando, durmiendo, sentado, parado, o descansando y sangrando. Sea maldito interior y exteriormente; sea maldito en su pelo, sea maldito en su cerebro y en sus vértebras, en sus sienes, en sus mejillas, en sus mandíbulas, en su nariz, en sus dientes y muelas; en sus hombros, en sus manos y en sus dedos.
Sea condenado en su boca, en su pecho, en su corazón y en sus entrañas y hasta en su mismo estómago. Sea maldito en sus riñones, en sus ingles, en sus muslos, en sus genitales, en sus caderas, sus piernas, sus pies y sus uñas.
Sea maldito en todas sus coyunturas y articulaciones de sus miembros: desde la corona de su cabeza hasta la planta de sus pies no tenga un punto bueno. Que el hijo de Dios viviente con toda su majestad, le maldiga y que los cielos con todos los poderes que los mueven se levanten contra él, le maldigan y le condenen, a menos que se arrepienta y haga penitencia.
Amén, así sea. Amén.
Sociedad de Estudios Históricos de Chihuahua, Chihuahua.
(Sobran comentarios)
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