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Edición 229 | ||||
Escrito por JOSE ANTONIO CRESPO | ||||
Martes, 16 de Marzo de 2010 12:38 | ||||
JUÁREZ; ¿PALOS DE CIEGO?
La trágica ejecución de 15 jóvenes en Ciudad Juárez - que no eran miembros e narco-pandillas, aunque ello hubiera convenido al gobierno para seguir manejando la complaciente tesis de que “se están matando entre ellos” -, llevó al Felipe Calderón a incorporar en su cambiante diagnóstico algunas variables que no habían sido plenamente contempladas, y que obligarían a dar una orientación distinta a esta guerra. Varios especialistas y los partidos de izquierda habían destacado la importancia de llevar a cabo un programa social, asumiendo que la criminalidad organizada tiene un caldo de cultivo en la pobreza, el desempleo y la marginalidad juvenil. Pero el gobierno había señalado que por ahí no iba la cosa, si bien en 2007 había ya planteado un programa integral para Juárez, que incluía el plano social, y simplemente fue relegado. Desde luego, no es posible esperar a que la nueva política social rinda frutos en la economía y la educación de esa ciudad, pues ello, en el mejor de los casos, tardará bastante tiempo.
Falta también incluir en el enfrentamiento al narcotráfico el combate decisivo a la corrupción. Calderón recordó en Juárez aquello de que “la corrupción se limpia como las escaleras; de arriba abajo”, y ofreció hacerlo con las policías. Pero no basta combatir la corrupción asociada al narco para obtener resultados; se requiere de una estrategia integral que combata la corrupción en todos sus ámbitos, El problema es que dicha estrategia tocaría los intereses de muchos políticos (de todos los partidos) y de otras personas “decentes” de la sociedad mexicana (los no asociados directamente con el narcotráfico). Mientras no se dé un combate serio a la corrupción en general (que constituye el modus vivendi del país), no hay mucho que hacer contra el narcotráfico. Afirma Francesco Forgione, presidente de
Un ejemplo de ello lo vemos en Medellín, Colombia. Entre 2002 y 2007 los homicidios cayeron de
Sobre los relativos éxitos de la estrategia colombiana, el ex-presidente de Colombia, César Gaviria, recientemente dijo en Monterrey: “Colombia ha logrado que el narcotráfico no sea una amenaza permanente para la democracia y redujo el fenómeno de secuestros y de muertos, pero el narcotráfico está ahí, igual, vivo; y es algo que los mexicanos tienen que tener presente, el problema del narcotráfico no lo van a controlar". Por ello, como otros ex-presidentes de la región que enfrentaron el problema, recomienda la legalización.
MUESTRARIO: Ante el creciente número de homicidios, Margarita Zavala nos da un triste consuelo; debemos celebrar que la no sea mayor, considerando que la tasa de impunidad en este país es del 95 %. Así, en realidad, debemos celebrar que el nivel de violencia en México no sea tan alto como llevaría a pensar nuestro elevado índice de impunidad (8/feb/10). Cosa de poner buena cara al mal tiempo.
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