Periodistas: sexenio de horror
JORGE MELÉNDEZ PRECIADO
A un año del fallecimiento de Miguel Ángel Granados Chapa
EN LOS ÚLTIMOS DÍAS de este amargo y cruel sexenio, Felipe Calderón quiere hacer lo que no intentó durante su administración: Transparentar los empréstitos de los gobiernos estatales -no el de la Federación-, ponerle ciertos frenos a los líderes sindicales -de ninguna manera a Elba Esther- y hasta medio combatir el lavado de dinero, reconociendo que es uno de los motores del narcotráfico.
Pero donde ni siquiera intentó lo mínimo, es castigar a los responsables de innumerables muertes de informadores habidas en estos años.
Ello se debe a que no obstante su oneroso gasto en publicidad oficial: 21 mil millones de pesos -hay que oír los más recientes e insistentes respecto a cultura y la CFE-, el señor de Los Pinos está indignado porque siempre hubo una prensa crítica a su gestión.
Hay datos contundentes que no dejan lugar a dudas. La Fiscalía Especial para los Delitos contra la Libertad de Expresión -largo título y nulos resultados-, encabezada ahora por Laura Angélica Borbolla, tuvo en 2010 un presupuesto de 695 mil pesos del que sólo ejerció 316 mil. Mientras que en 2011 se le asignó la ridícula suma de 636 mil pesos, cifra menor porque ni siquiera erogó lo programado un año antes.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), señaló que resultaba un horror que hubiera 30 homicidios en la era Calderón.
Esa organización señaló hace poco que el silencio de los periodistas y el asesinato de esos profesionales es parte integral de lo que ocurre en México. Añadió que el gobierno actual está incapacitado para resolver los crímenes contra los reporteros. O sea, perder toda esperanza en los próximos días. ¿Hará algo Enrique Peña Nieto en este terreno o sólo lanzará promesas que nunca llegarán a ser realidad, como en los tres primeros asuntos que dijo iban a ser su punta de lanza en su gobierno: la transparencia, la ley anticorrupción y la fiscalización de los recursos públicos en publicidad gubernamental?
Para Eduard Vulliamay del mencionado Comité, el estado más trágico es Veracruz. En dicha entidad la policía dice que los reporteros se meten en la boca del lobo por indagar al narcotráfico. Es decir, debe haber impunidad para los malosos y quienes deben informar son unos tontos y metiches.
Laura Angélica Borboa
Pero los impresos que hablan de estos y otros asuntos espinosos, son comprados por el gobierno de Javier Duarte para que no circulen. Desparecer tecleadores o publicaciones es la consigna, por lo que todo está en la oferta y la demanda, no en las libertades de expresión y comunicación.
Recientemente en el puerto jarocho, músicos de diversas agrupaciones, incluidas estadounidenses, demandaron respeto a la libertad de expresión.
El procurador veracruzano, Amadeo Flores, incluso dijo orondo: algunos reporteros han sido los causantes de la muerte de otros periodistas, asesinados por la organización delictiva autodenominada Los Zetas. En síntesis, los criminales únicamente hacen su trabajo y los que buscan la verdad son los responsables de que se acalle a otros. ¡Lógica colonial!
(No se olvide que en el gobierno del nefasto Fidel Herrera, quien se sacó la lotería cuando menos dos veces, los hijos de Enrique Peña Nieto fueron baleados y estuvieron a punto de morir en un atentado. De ese tamaño es el poder de los criminales y la ausencia estatal).
En un reciente informe internacional acerca de los sitios más peligrosos del mundo, cuatro de ellos de un total de diez, son mexicanos. Acapulco en el 4, Torreón, Coahuila, en el lugar 7; Chihuahua, en la casilla 8, y Durango en la 9. Por lo tanto, hay muchas ciudades que compiten con Veracruz. En ésta, por cierto, han asesinado últimamente a cinco tecleadores y huyeron del lugar media docena, algunos pidieron asilo en Estados Unidos y otros están protegidos en el DF por la Casa de los Periodistas; desde luego que su identidad no se puede dar a conocer.
Fredoom House ha dicho que de 196 países, 68 gozan de libertad de prensa y 65 son parcialmente libres. En este segundo grupo está México, lo que habla de nuestras limitaciones para muchas cuestiones, entre ellas ejercer la democracia, pues ya sabemos que sin prensa libre todo se puede manipular.
Para Artículo 19, los gobiernos (federal y estatales) atacan más a la prensa que al crimen organizado.
Y la mitad de las agresiones contra informadores son de parte de políticos, funcionarios y policías.
Un caso para terminar. Hace poco se detuvo a Jorge Eduardo Castillo -motejado por los servicios gubernamentales como El Coss, nadie informó en el norte del país del asunto, excepto El Mañana de Nuevo Laredo. El terror priva en los medios ante el desinterés de Calderón y sus empleados por algo fundamental de un gobierno: proteger la vida de los ciudadanos.
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
More articles by this author
Buenos DeseosEnrique Peña Nieto va a lugares donde lo reciben muy...
|