El triunfo de Correa consolida
la integración latinoamericana OSCAR LABORDE*
RAFAEL CORREA HA VUELTO a triunfar en Ecuador, ratificando el camino trazado por su “revolución ciudadana”; aplastando a un heterogéneo arco opositor.
Pocos hubiesen supuesto siete años atrás, que este profesional, con una maestría por la Universidad de Lovaina en Bélgica, y que a su vez vivió un año haciendo alfabetización en comunidades pobres del interior de su país, donde terminó aprendiendo el idioma quichua, iba a consolidar su presencia tan fuertemente y comenzar a producir cambios estructurales en la nación.
Propios y extraños, le reconocían antes y durante el proceso pre electoral, que los logros en materia social y económica eran dos elementos muy fuertes y que estaban positivamente evaluados por el conjunto de la población.
Las estrategias de Rafael Correa: Ir a una elección presidencial sin candidatos a diputados, llamar luego a una reforma constitucional, poner a consideración de la población una serie de temas para lograr consenso político para implementar medidas de Estado, presentarse nuevamente como candidato efectivizada la Reforma, hablan de una democracia dinámica, basada en procesos de cambio y en lecturas correctas sobre las necesidades y expectativas de la mujer y el hombre ecuatoriano.
Pero, a su vez, muestran la riqueza y diversidad del propio proceso de integración regional, donde no aparece una única receta, y donde medidas adoptadas por un mandatario y consensuadas por la población, son impensadas en otro país.
La nueva institucionalidad en la región, básicamente la UNASUR y la CELAC, formaron premisas muy importantes en la acción de gobierno del presidente del Ecuador. Junto a Néstor Kirchner tuvieron un rol protagónico en la construcción de la UNASUR, fundamentalmente, cuando en un principio muchos descreían de ese “formato” de integración suramericana.
También tenemos que reconocer que durante este período de transformaciones han aparecido los históricos instrumentos de dominación que han saboteado los movimientos y gobiernos populares en el continente. Detrás de un planteo policial, apareció en el año 2010 un claro intento de golpe de Estado que contó inmediatamente con la solidaridad de todos los mandatarios de Sudamérica y logró ser sofocado.
Los grandes medios de comunicación, repitiendo la experiencia de otros lugares, también llevaron adelante un fuerte enfrentamiento con el gobierno, especialmente al tratar de implementar una nueva legislación en la materia.
Y no debemos dejar de mencionar el retiro estadounidense de la base militar de Manta, sus críticas al accionar de la DEA, o los intentos secesionistas, de menor envergadura, pero muy similares en su concepción a los planteados en Bolivia para destituir a Evo Morales, como emergentes de la realidad ecuatoriana en estos últimos años.
Como podemos observar, desde estos hechos, contradicciones e intereses Rafael Correa ha construido su proyecto político.
Seguramente el año 2013, encontrará a este pequeño país, que mira al Pacífico, haciendo su incorporación al MERCOSUR. Otra buena consecuencia del resultado electoral.
* Oscar Laborde, dirigente nacional del Frente Transversal y Presidente del Centro de Estudios del Sur (Argentina). * Rebelión
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