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Edición 308
Escrito por Rusia   
Martes, 20 de Agosto de 2013 09:49


Declaración del 1025 aniversario 

del bautismo de Rusia


 

Declaración de los jefes y representantes de las iglesias ortodoxas locales reunidas en la celebración del 1025 aniversario del bautismo de Rusia

 

LOS PRIMADOS y los representantes de las Iglesias Ortodoxas Locales, reunidos en Moscú para las celebraciones en honor del 1025  aniversario del Bautismo de  Rusia, han emitido un comunicado conjunto, cuyo tema principal es la situación de los cristianos en el Medio Oriente. 

El 25 de julio, durante una reunión en el Kremlin, el texto de esta declaración fue dada por Su Santidad el Patriarca Kirill, en nombre de todos los presentes, al Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

Nosotros, los Jefes y representantes de las Iglesias Ortodoxas Locales, reunidos en Moscú por invitación del Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill; con motivo de la celebración del 1025  aniversario del Bautismo de Rusia, creemos que nuestra obligación es hablar en defensa de nuestros hermanos cristianos que hoy son perseguidos por su fe en diversas regiones del mundo.

Miles de creyentes en Cristo están expuestos diariamente a ser atormentados y torturados, obligados a abandonar sus hogares, aún más,  muchos ya han sido asesinados.

Los informes de tortura y asesinatos de cristianos proceden de Nigeria, Pakistán, Afganistán e India. En Kosovo, los santuarios han sido profanados, muchas iglesias fueron destruidas, y muchas personas perdieron la oportunidad de visitar las tumbas de sus seres queridos y rezar a Dios en la tierra de sus antepasados.

La situación en el Medio Oriente causa una profunda preocupación. Un gran número de países de la región, están siendo barridos por  una ola de violencia y de terror, en donde  las víctimas son cristianos. Libia, donde los cristianos han desaparecido casi por completo, se ha dividido en tribus que constantemente se encuentran en guerra unos contra otros. Por otro lado, los ataques terroristas continúan en Irak, allá, del millón y medio de cristianos que vivían hasta hace poco, no queda, más que una  décima parte. La situación en Egipto es cada vez más alarmante, allí, la batalla acaba de entrar en una nueva fase de hechos sangrientos, y se nota un éxodo masivo de la población cristiana de su patria. El dolor y el sufrimiento han caído sobre las familias de miles de personas comunes e indefensas. Por regla general, el conflicto ha afectado  en primer lugar, a los grupos más desprotegidos de la población, incluidas las minorías étnicas y religiosas.

En septiembre de 2010, se celebró en Chipre una reunión de los primados de las Iglesias del Medio Oriente, que han expresado su profunda preocupación por la situación en esta región y su miedo por el futuro de los cristianos que viven allí. Se expresó la misma preocupación en reuniones similares en agosto de 2011 en Jordania, en septiembre del mismo año en Constantinopla y en marzo de 2012, en Chipre. Se adoptó una declaración en apoyo de los cristianos que sufren en el Medio Oriente en la reunión de los jefes y representantes de siete iglesias ortodoxas locales, la cual  se celebró en Moscú en noviembre de 2011.

Hoy en día la situación en Siria es especialmente trágica. En el fragor de la guerra civil, los cristianos, así como los miembros de otros grupos religiosos, son masacrados, expulsados ​​de sus ciudades y pueblos, de los lugares donde habían  vivido fraternalmente  durante siglos, al lado de miembros de otras tradiciones religiosas.



Los grupos paramilitares no desaprovechan  ningún medio para alcanzar sus objetivos. Sus miembros radicales van empujando hasta el límite,  sus actividades delictivas. Las escenas horribles de violencia, ejecuciones públicas, la humillación a la dignidad de la persona, y todo tipo de violación de los derechos humanos, se han convertido en hechos  habituales. Los secuestros y asesinatos, a menudo cometidos trivialmente con fines de lucro, ahora están a la orden del día. Los extremistas no dudan en humillar a figuras religiosas, siendo que el Este, siempre se había caracterizado por su respeto a las mismas.

Los medios de comunicación del mundo, así como muchos políticos, guardan silencio sobre la tragedia de los cristianos en el Medio Oriente.

Expresamos nuestra solidaridad con Su Beatitud el Patriarca de Antioquía y todo Oriente John X, quien  no ha sido capaz de compartir con nosotros la alegría de la fiesta de hoy, después de haber tenido que quedarse con su rebaño en un momento tan difícil. Nuestras oraciones están con él y con nuestros hermanos y hermanas en Cristo que como dice la Escritura “son muertos todo el día” (cf. Romanos 8, 36).

Sufrimos junto con todas las personas que padecen  en Siria. Exigimos la liberación inmediata de los jerarcas prominentes cristianos de Siria, capturados por los rebeldes en el mes de abril: Paulos Yazigy, Metropolita de Alepo y Alejandría, y por el metropolita siriaco ortodoxo de Alepo, Mar Gregorios Yohanna Ibrahim.

Hacemos un llamamiento a todas las partes en el conflicto, como a  aquellos que son capaces de ejercer influencia política sobre la situación de:

1. Detener la ola de violencia y el exterminio de la población civil.

2. Imponer una moratoria de las operaciones militares, para que una solución pacífica del conflicto civil pueda ser resuelta en la mesa de negociaciones.

3. Liberar a los clérigos y a otros civiles secuestrados.

Como siervos de Dios Eterno, elevamos nuestras oraciones con fervor al Príncipe de la Paz, el Señor Todopoderoso, para el restablecimiento de la paz y del amor fraterno en la tierra del Medio Oriente, para el pronto retorno de los refugiados a sus pueblos, para la curación de los heridos y por el descanso eterno de las víctimas inocentes. Que el Señor inspire a todos los involucrados para detener la guerra contra la sabiduría y en la buena voluntad!

La declaración fue firmada por los siguientes Jefes y Representantes de las Iglesias Ortodoxas:

Su Beatitud Teodoro II, Patriarca de Alejandría y toda África.

Antonio,  Metropolita de México, Centroamérica, el Caribe y Venezuela, y Jefe de la Delegación del Patriarcado de Antioquía.

Su Beatitud Teófilo III, Patriarca de la Ciudad Santa de Jerusalén y toda Palestina.

Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda  Rusia.

Su Santidad y Beatitud Elías II, Catholicos-Patriarca de toda Georgia.

Su Santidad Ireneo,  Patriarca de Serbia.

El metropolita Josef de Europa Occidental, jefe de la delegación de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

Su Santidad Neophyte,  Patriarca de Bulgaria.

Su Beatitud Crisóstomo II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre.

Procopios, Metropolita de Filippos, Neapolis y Fasos, así como jefe de la delegación de la Iglesia Ortodoxa de Grecia.

Su Beatitud Savva, Metropolita  de Varsovia y de todo Polonia.

Arzobispo de Rostislav Preshov, jefe de la delegación de la Iglesia Ortodoxa de Checoslovaquia.

Su Beatitud Tycho Metropolita de Norteamérica y Canadá.



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