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Edición 321
Escrito por Mouris Salloum George   
Lunes, 11 de Agosto de 2014 16:08

THEODORE ROOSEVELT: NUESTROS HIJODE PERRA

Un intento para encontrar las raíces históricas del mal

A principios del siglo XX aún anidaban en el alma estadunidense algunos residuos de auténtico puritanismo. “Señor Presidente”, le dijo uno de sus colaboradores a Theodore Roosevelt, reprochándole el solapamiento del jefe de la Casa Blanca a los sátrapas latinoamericanos -entre los que se encontraba Porfirio Díaz-, tipificándolos como “verdaderos hijos de perra”.

Sí. Pero son nuestros hijos de perra”, respondió imperturbable don Theodore,  republicano egresado de la Universidad de Harvard, quien llegó a la riberas de El Potomac después del asesinato del Presidente William McKinley, reputado como defensor del interés público contra los rapaces intereses privados.

Una sociedad corrompida por la televisión

PARA ABRAHAM TEMA

El estilo teodoriano

Un siglo después, agotado el puritanismo inspirado en la Ética protestante, Zbigniew Brzezinski, quien fuera consejero del demócrata Presidente Jimmy Carter en materia de Seguridad Nacional, padre de la Comisión Trilateral, después autor de Out of control (Fuera de control), hizo para la institución NPQ -un proyecto postulante de “periodismo de calidad”-, algunas reflexiones sobre la situación de Los Estados Unidos.

Lo que más me preocupa es que nuestra propia autocorrupción cultural podría socavar la capacidad de los Estados Unidos para sostener no sólo su posición como dirigente político en el mundo, sino con el tiempo, incluso como modelo sistémico para otros”, fue el testimonio de Brzezinski.

A manera de argumentos valorativos, Brzezinski hizo, entre otras, las siguientes consideraciones:

1)    Definitivamente, en el caso de hoy en día, los medios de comunicación masiva juegan un importante papel, en particular la televisión, que ha sustituido a la familia, la escuela y la iglesia. Al sustituir a estas tres instituciones previamente decisivas de transferencia de valores y continuidad, la televisión se ha visto impulsada por su equivalente a la Ley de Gresham: La mala programación saca a la buena programación, ya que, en su sentido más amplio, apela no a lo más noble en el hombre, sino a sus intereses lascivos más bajos y a sus temores y ansiedades más malsanos. Así pues, la televisión se ha convertido en un instrumento para la diseminación de valores corruptivos, desmoralizadores y destructivos.

2)    Son, precisamente, los valores que a lo largo de toda la historia civilizada han sido considerados como destructivos y disgregativos por todas las sociedades y todas las religiones: La avaricia, el libertinaje, la violencia, la autogratificación sin límites, la ausencia del recato moral, a los que se alimenta rodeados del encanto de los niños.

3)    Esta sociedad desenfrenada es, por tanto, hedonista, orientada al consumo. No puede proyectar un imperativo moral hacia el mundo.

Nadie ha dicho, no existe signo de sospecha de que Zbigniew Brzezinski sea un antimperialista trasnochado. La Comisión Trilateral es una prueba de ello.

Theodore Roosevelt (hablaba con suavidad y esgrimía un buen garrote), quien desató la guerra contra España para arrebatarle Cuba y otros dominios, era en su tiempo la rencarnación más acabada de James Monroe, delirante impulsor de El destino manifiesto de los Estados Unidos. El testimonio que trascribimos de Brzezinski nos da la medida del destino que sus líderes sucesivos le han deparado e impuesto  a la sociedad estadunidense.

Primeros avisos de advertencia sobre migración

Theodore: hijo de Harvard.

Theodore: hijo de Harvard.

Ya implantada en Washington la Era reaganiana,basada en la Revolución conservadora (placenta del neoliberalismo), leímos el resultado de algunas investigaciones auspiciadas por instituciones académicas subsidiadas por la Casa Blanca, referidas a El Magreb (en árabe Marruecos -Poniente-, que la geopolítica extendió a los pueblos del norte de África costeros del Mar Mediterráneo; incluso al sur de Europa poblado por comunidades musulmanas.)

El centro de gravedad de esos estudios, derivados de la miseria y las guerras anticoloniales africanas, advertía el problema de la emigración masiva hacia Europa de los que Frantz Fanon llamó en 1961 Los condenados de la Tierra.

Frente a ese descomunal desafío ya activo desde los años setenta, al pactarse la Unión Europea y avanzar en sus bases de acuerdo primordialmente de intercambio económico, la alianza incluyó el problema de la mano de obra migrante y “el control de daños” en el interior de los países suscriptores.

Al aceptar las leoninas condiciones del inicial Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (ahora tratado, TLCAN), el gobierno mexicano, en manos del usurpador Carlos Salinas de Gortari, desoyó voces cautelares mexicanas que recomendaban litigar el capítulo de libre tránsito de mano de obra hacia los Estados Unidos y Canadá.

Vicente Fox pedía La enchilada completa

Vicente Fox, quien acuñó la chispeante frase aquélla de que los transterrados mexicanos hacían en los Estados Unidos tareas que ni los negros querían realizar, fue un terco gestor de una reforma migratoria, que bautizó con otro folclorismo: La enchilada completa. México aún espera.

Todo parecía obra de la misericordia

De nuestro trabajo de campo motivado por el oficio periodístico, conservamos un documento que, de entrada, nos pareció casi inocente, y después nos resultó harto revelador.

Se trata de una carta remitida el 10 de marzo de 1989 por el abogado radicado de Albuquerque, Nuevo México (USA), John Russo, dirigida -en nombre de la señora Cindy L. Davis- al despacho de Rogelio Copca-Peralta (suponemos que Coca), domiciliado en Avenida México, Manzanillo, Colima.

En nombre de su representada, Russo gestiona la búsqueda  de algún infante mexicano huérfano total o de alguno de sus padres, o abandonado (infantes, se dice luego en el texto), en orfanatorios o agencias de adopción, con propósitos de “migración legal” y “tutoría” por parte de la señora Davis, enfermera titulada para más señas.

Si existe algo que aún perturba es que, desde aquellos años, respetables instituciones médicas de los Estados Unidos se planteaban si el tráfico de niños hacia la Unión Americana no estaría sirviendo a la venta de órganos humanos para trasplantes. Algunos pastores religiosos sospechaban que, el menos, ese tráfico estaría relacionado con el fomento de la prostitución infantil.

La tradición humanista de la diplomacia mexicana

5 ABRAHAM TEMAConviene antes, precisar un dato para dar sentido a esta reseña: Siguiendo la histórica y digna tradición de asilo político de la diplomacia mexicana, los gobiernos de José López Portillo y Miguel de la Madrid instituyeron la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (CMAR, que atendió primero a perseguidos de las dictaduras del Cono Sur.)

Durante la tiranía del sanguinario general Efraín Ríos Mont,  que asoló Guatemala (1982-1983), territorios de la frontera sur mexicana registraron un  flujo incesante de familias indígenas que huían del despiadado exterminio.

Ya en el sexenio de De la Madrid (satanizado por el gobierno de Ronald Reagan por la promoción del Grupo Contadora, de pacificación de Centroamérica), hacia 1982 se tenía un censo de 30 mil refugiados guatemaltecos en México, a los que se brindaba asistencia alimentaria y médica en 50 campamentos fronterizos. Para 1984, la cifra se había elevado a 46 mil y el número de campamentos a 80.

Se pensó primero en reorientar a esos refugiados hacia otros países con tradición de asilo, un trámite poco expedito. La segunda opción sería su repatriación, pero sería condenarlos a muerte segura. Se optó finalmente por abrir nuevos campamentos en los que incluso se empezó a estimular el arraigo productivo en la actividad agrícola.

Esa política humanitaria -para decirlo pronto- se interrumpió abruptamente durante el gobierno tecnocrático-neoliberal de Salinas de Gortari.

Liquidación de Hermanas de Maryknoll

Volviendo a la carta que líneas antes consignamos, el documento fotocopiado nos los hizo llegar una religiosa canadiense cercana a la centenaria congregación de Las hermanas de Maryknoll, de origen estadunidense, actuante en regiones rurales, mayoritariamente indígenas, de América Central

Con esa fuente tuvimos varias sesiones periodísticas. El texto citado pasó a segundo plano, pero fue vinculatorio a otros testimonios de la religiosa canadiense que años antes había realizado trabajo misionero en Centroamérica.

El expediente más aterrador provenía de la Guerra Civil en El Salvador, donde la Guardia Civil Nacional había armado los primeros Escuadrones de la muerte. En 1980, tres monjas estadunidenses: Ita Ford, Maura Clarke y Dorothy Kazel, y la misionera laica Jean Donovan, fueron secuestradas, violadas y ejecutadas con armas de fuego por sus victimarios inscritos en la Guardia Nacional.

La preocupación más acentuada en nuestra informante eran las interminables legiones de familias civiles que eran obligadas al suicida éxodo desde El Salvador, Honduras y Guatemala hacia México, atraídas por la solidaridad y  hospitalidad del gobierno. No todas, por supuesto, llegaban a buen refugio. Eran interceptadas y exterminadas en su itinerario por las Fuerzas Armadas vecinas y sus sicarios. Empezaban a conocerse las atrocidades de los kaibiles guatemaltecos.

El tema de la compulsiva y bárbara migración centroamericana no es nada nuevo, si bien México se convirtió después en territorio de tránsito hacia los Estados Unidos.

La mano negra de Washington en la región

7 PARA ABRAHAM TEMASí. Los sátrapas latinoamericanos son unos hijos de perra. Pero son nuestros hijos de perra, dejó dicho Theodore Roosevelt. Hagamos un repaso histórico -así sea a vuelo de pájaro-, para nuestra ilustración.

Para principios del siglo XX, la República de Guatemala ya había sido convertida en feudo indisputable de la bananera United Fruit Company, después conocida como Mamita Junai.

De 1931 a 1944 gobernó Guatemala el último general de la Generación Militar de 1871, Jorge Ubico Castañeda. Convocó en 1944 a elecciones presidenciales, de las que resultó triunfante Juan José Arévalo, quien emprendió una aperturista reforma política, pero, sobre todo, la reforma económica.

La reforma económica, en tratándose de un país eminentemente rural-indígena, pretendió darse como soporte la reforma agraria, cuyo principal objetivo fueron los latifundios de la United Fruit, de la que era accionista nada menos que el jefe del Departamento de Estado (USA), John Foster Dulles (Estados Unidos no tiene amigos: tiene intereses). Su segundo de abordo era el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Allen Dulles, ex presidente de la trasnacional bananera.

Invasión de Guatemala desde Honduras

La política reformista de Arévalo fue continuada por su sucesor Jacobo Arbenz. Washington logró el aval de la entreguista Organización de Estados Americanos (OEA, conocida desde entonces como Agencia de Colonias de los Estados Unidos), que emitió una condena contra Arbenz. No conforme con la devolución de las tierras expropiadas, Washington impulsó la invasión armada de Guatemala desde Honduras.

En cuatro fraudulentas elecciones hasta 1982, se sucedió una cadena de gobiernos militares. En este último año, el del genocida Ríos Mont, en cuyo mandato, como lo registramos líneas arriba, se enervó el exterminio de la población indígena. Hasta la fecha, de nada ha valido que a la indígena Rigoberta Menchú se le haya otorgado en 1998 el Premio Nobel de la Paz, por la defensa de sus hermanos en desgracia y la promoción de una Cultura de la Paz.

Toca el turno a Honduras

El troglodita Ríos Mont.

El troglodita Ríos Mont.

En 1924, los Estados Unidos invadieron Honduras con la coartada de llevar al país la democracia formal, puesta al servicio de Mamita Junai, que extendió sus dominios con la adquisición de la Cuyamel Fruit Company, para implantar el monopolio bananero regional. Se inició un periodo de franca hostilidad contra Guatemala, esgrimiendo el conflicto de límites fronterizos.

Desde 1963 hasta 1971, gobernó con la marca de la casa el general Osvaldo López Arellano quien, sin embargo, permitió elecciones que fueron ganadas por Ramón Ernesto Cruz, del Partido Nacional, sólo para darle golpe de Estado en 1972. Arellano pretendió ciertas concesiones al campesinado. Fue a su vez sustituido por el coronel Juan A. Melgar Castro.

Para 1978, el poder estaba en manos del jefe del Ejército, Policarpo Paz García, cuya primera señal fue su alianza con el dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza, de quien dio cuenta la Revolución Sandinista.

Suazo reinauguró el reino del terror

Paz García convocó a Asamblea Constituyente, sólo para legitimar su continuidad en la dictadura, que heredó en 1982 a Roberto Suazo Córdova, quien caracterizó su mandato con la primera ley antiterrorista, la prohibición del derecho de huelga, que codificó como intrínsecamente subversivo, y, siguiendo línea de El Pentágono, creó los primeros grupos paramilitares para “desaparecer” a los militantes de las corrientes opositoras.

La más reciente operación liberadora de Washington en Hondura, fue el violento derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en 2009. Ahora despacha un gobierno a sabor de la Casa Blanca.

Kennedy y la Alianza para el Progreso

En 1960, alentado por la Alianza para el Progreso instrumentada por el después asesinado John F. Kennedy -que estimuló el impulso al Mercado Común Centroamericano-,  El Salvador pretendió dar el salto de la economía rural a un proceso de industrialización.

Obama: muy preocupado

Obama: muy preocupado

Aunque el proyecto logró en su inicio incremento en las tasas anuales de crecimiento económico, no impidió, sin embargo, contener la corriente migratoria de más de 300 mil campesinos sin tierra hacia Honduras.

Para 1969, el Imperio atizó la pugna entre ambos países, logrando la llamada guerra (futbolera) de Las 100 horas. Para los 70, la insurgencia obrero-popular dio pie a la aparición de las primeras guerrillas. Por la vía del fraude electoral se impuso al general Carlos Humberto Romero en 1977, y dos años después fue empoderada la Junta Cívico-Militar, que desplazó todo vestigio de participación civil, que en evidente simulación fue cedida al sector conservador de la Democracia Cristiana en la persona de Napoleón Duarte.

Atribuida la subversión social a la Iglesia católica (ya activa en América Latina la Teología de la Liberación), el 24 de marzo de 1980 fue asesinado mientras oficiaba misa el arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero. Fue el año en que fueron asesinadas también Las hermanas de Mariknoll, crimen anotado arriba.

Sólo los terremotos de 1986 -otra desgracia que colocó la puntilla a a los más pobres entre lo pobres- permitieron una efímera tregua, que dio pie a que Duarte, tripulado desde Washington, intentara el año siguiente negociar una salida política con el FDR-FMLN, (inspirado en el patriota Farabundo Martí),  que fue frustrada por los sectores ultraderechistas, que finalmente abrieron paso a la presidencia  a Alfredo Cristiani, de la temible ARENA, formación que dio cartas de naturaleza a Los escuadrones de la muerte.

México en el papel de Celestina

En 1991, México fue comprometido en el conflicto interno de El Salvador. En abril de ese año se suscribieron Los Acuerdos de México, pretendiendo limitar la función de las Fuerzas Armadas y prohibiendo los cuerpos paramilitares. En febrero de 1993, rindieron armas los últimos mil 700 rebeldes.

Cuando en 1994 la coalición de izquierda convocada por el FMLN tuvo participación en las elecciones presidenciales, no impidió que, con la bendición de observadores de la ONU, se le diera el triunfo al derechista de ARENA, Armando Calderón, cuya oferta incumplida fue la dotación de tierras a los rebeldes desmovilizados.

Para la primera mitad de los 90, El Salvador registraba 29 por ciento de la población en pobreza y 22 por ciento en pobreza extrema. Más de 400 mil niños menores de seis años padecían desnutrición crónica y 15 por ciento menores de cinco años presentaban desnutrición grave o moderada.

El Plan Puebla Panamá

Al arranque de la primera década del siglo XXI, la región fue avistada por el Plan Puebla Panamá (PPP), que Fox pretendió extender hasta Venezuela, cuando desde Washington se impulsaba ya el Acuerdo de Libre Comercio de América (ALCA. ¡Al carajo, gritó el venezolano Hugo Chávez. Por qué no te callas, le expectoró el rey dimitente Juan Carlos.)

El PPP tuvo como antecedente inmediato el proyecto El sur también existe, elaborado en México a instancias del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y desde la Secretaría de Hacienda durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.

Ese proyecto tiene como eje el cambio de régimen comunal de la propiedad social en México que ampara -pronto diremos que amparaba, en virtud de la contrarreforma petrolera- los derechos de las comunidades indígenas y los ejidos en territorios ricos, en primer lugar, en una formidable biodiversidad y en hidrocarburos.

Ahora que el inmenso y profundo drama de la emigración centroamericana ha sido puesto en cartelera en los Estados Unidos, donde se proclama el triunfo de la Revolución de los ricos, ¿usted le cree a Barack Obama, quien inscribe el tema en la bushiana Iniciativa Mérida? Nosotros no. Es cuanto.



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