La tortura la cometieron delante del padre del pequeño, un ministro cristiano para que el resto del pueblo se convirtiera al islam. A dos mujeres las violaron en público por negarse a abandonar su religión.
Los terroristas del estado islámico realizaron la bestial ceremonia de crucifixión en un pequeño pueblo cercano a Aleppo en Siria. La víctima de semejante acto fue un niño cristiano, a quien antes le habían cortado la punta de los dedos.
La intención de los extremistas musulmanes era que el resto de la población de la aldea se convierta al islam. Para eso eligieron como víctima al hijo de un líder de la iglesia que tenía a su cargo nueve capillas.
“Delante del líder y de parientes en la multitud, los extremistas islámicos cortaron la punta de los dedos del niño y lo golpearon severamente, diciéndole al padre que pararían con las torturas sólo si él se convertía al islam”, señaló la organización Christian Aid Mission.
Cuando el hombre se negó a la reconversión, tanto él como otros tres misioneros fueron también torturados y golpeados. Luego, murieron en la cruz, como el menor. Fueron dejados en sus cruces durante dos días y nadie se atrevía siquiera a removerlos de allí. El hecho ocurrió en agosto último, pero trascendió hasta ahora de que el organismo cristiano emitiera un comunicado. El nombre de la aldea no fue revelado por temor a que los terroristas adopten nuevas medidas contra los pocos cristianos que allí sobreviven.
Violaciones públicas
Sin embargo, la tortura contra esta minoría no terminó ese día: 48 horas después, dos mujeres que pertenecían a la misión fueron llevadas a una plaza pública e interrogadas acerca de su conversión al islam.
Las misioneras que tenían 29 y 33 años se negaron a cambiar su religión y fueron violadas en frente de todos los presentes. Y luego, fueron decapitadas. El director de la congregación señaló que además de las dos mujeres otros seis hombres fueron víctimas de los radicales islámicos.
“Todos murieron rezándole a Jesús o a Dios, una de las mujeres miró hacia arriba y sonriendo dijo ‘Jesús' antes de ser decapitada”, contó el ministro de la iglesia, cuyo nombre no trascendió por razones de seguridad.
Cientos de ex musulmanes están en peligro en las aldeas sirias por la presencia de los terroristas del estado islámico, quienes aplican la más estricta sharia cada vez que conquistan un lugar.
Según la ley islámica, la apostasía es penada con la muerte y la no obediencia al califato también es castigada brutalmente, no importa si la víctima fuera musulmana, cristana o de cualquier otra religión (también los ateos son castigados) todo eso en el nombre del “profeta”.
Asesinato de niños
Los terroristas tienen como práctica habitual el asesinato despiadado de niños cristianos y de otras confesiones.
Esta es una manera muy efectiva no sólo de mostrar a los demás su odio irracional sino de producir terror… estas actividades como la venta de niños y mujeres para esclavitud sexual son aprobadas por la sharía ya que “todo se vale para destruir o convertir a los enemigos”, no existe la piedad en el islam.
Respecto a prácticas como la homosexualidad el castigo es la muerte, pero tratándose de esclavos, niños o adultos, la violación es considerada por esta “religión de amor” como una muestra de “hombría”, el obvio homosexual activo no es considerado como tal en la doctrina del islam.
More articles by this author
|