![]() |
Edición 341 | ||||
Escrito por Ernesto Salayandía García | ||||
Domingo, 24 de Enero de 2016 21:35 | ||||
EL CONSUMO DE ALCOHOL Y USO DE DROGAS, son tan solo un síntoma, una sensación, el verdadero origen de mi enfermedad son mis emociones, mis juicios, actitudes, mis defectos de carácter y patrones de conducta, la madre de mi enfermedad, la que yo llamo, La Saliva del Diablo, es la soberbia, esa soberbia mía que me daña y me hace dañar a los seres cercanos y no a mi vida.
La complejidad de la enfermedad emocional Esta señora, tiene una hermana, igual de perversa o peor, que es la ansiedad, la que genera mis trastornos mentales y mis dependencias físicas a las sustancias, y así, en esta familia, hay más miembros como don ego, y siempre están ahí, juntos, a veces revueltos y hay invitados al festín, como doña neurosis, el primo hermano, corto impulso, la prima culpa, parientes como los resentimientos, el pasado, la conmiseración que no es pariente, pero se hace pasar como tal. El maniaco depresivo Sufre por todo y por nada, tiene la habilidad por demás especializada de llamar la atención, trata de hacer sentir mal a los demás de todo lo que le sucede, se refugia en la cama, ausentándose del baño, claro, se auto destruye a la vista de todos para que digan… ¡ay pobrecito, como sufre. Sin duda, se tira a la lona y padece de un intenso dolor en todo el cuerpo, le duelen hasta las pestañas, se intoxica de antidepresivos y tiene un pensamiento recurrente, por demás repetitivo: Me siento mal. No valgo un cacahuate. Nadie me quiere. A nadie le importo. Se tira al drama, medio come y duerme como si no le debiera nadie, juega la parte con especial arte histriónico, y la familia preocupada, angustiada, no sabe ni que hacer, lo que hay en este tipo de cuadros, es un auto engaño, cierto es que hay muchos motivos para deprimirte, si te puso el cuerno tu marido, si te robaron tu patrimonio, si tuviste una pérdida de un ser querido, pero deprimirse por deprimirse, sin motivo, es una equivocada decisión hipócrita y atrás de esta actuación, de fingir dolor cuando no lo hay, es ego, debido a que el que se tira al suelo, solo piensa en él, no le importa nada, obliga a las personas que dejen de hacer sus responsabilidades con tal de que le presten atención, usa su aparente dolor, para manipular, es un chantajista emocional, extorsionador y un enfermo egocéntrico, ególatra que no sabe cómo enfrentarse a su realidad y se torna hábil para fingir una depresión que no existe, muchos de los maniaco depresivos que he conocido, tienen un ego del tamaño del estadio Azteca. Las parejas disparejas MUCHAS DE ELLAS, truenan como espárragos, fracasan en el punto de comprensión y de comunicación, no se entienden, ni se hallan, entran a un verdadero infierno.
El ego de la infidelidad EL AMOR muere por muchas razones, la fodonguez de la pareja, ya no se arreglan, ni procuran mantener una buena figura, por el contrario echan la lonja sin mayor preocupación y por las noches, muchas de ellas, usan el mata pasiones, el mameluco, mientras que ellos, calcetines, shorts y esa camiseta que no se la quitan ni para dormir, el amor muerte por la rutina, por la falta de mantenimiento, por la ausencia de una buena comunicación, por la apatía, la hipocresía, las mentiras.
Error tras error…
En lo personal e individual, más no en el bienestar común, es el ego de los dos que se atraviesa e irrumpe la justicia, el papá quiere llevar a los hijos a Puerto Vallarta, es su ego de buen padre, la madre quiere irse de vacaciones con los abuelos, usa su ego autoritario y ninguno de los dos es flexible, son pocos los matrimonios divorciados que llevan la fiesta en paz, después de separados, siguen como perros y gatos, con la diferencia, que ahora la carne de cañón, son los hijos. No tenemos una cultura de trabajo en equipo
¿Qué tipo de ego tengo?
Agrega que la mente de una persona con poca autoconciencia es un hotel cinco estrellas para el ego. Entonces, indica que para evolucionar es necesario conocer qué tipo de ego predomina en la personalidad y trabajarlo. Para adentrarse en ese conocimiento, invita a revisar estas categorías y enterarse en qué clasificación se encuentra. Ego SABELOTODO: Es aquel ego que siempre cree tener la razón, le gusta dar consejos sobre todo, siempre contesta aunque no sepa, cree tener respuesta para todo, no se puede quedar callado. Ego INSACIABLE: Es el ego “centro de mesa”, no le gusta pasar desapercibido, hace cualquier cosa para llamar la atención. Ego INTERRUPTOR: Su necesidad de autorreferencia es tan fuerte que interrumpe permanentemente, nunca deja que los otros terminen de hablar. Ego ENVIDIOSO: Es el que no soporta los triunfos y éxitos de otros. Degrada a los que cree que son mejores que él. Ego PRESTIGIOSO: Es el ego que busca aplausos, reconocimiento y admiración en todo lo que hace. Siempre quiere ser el mejor. Frecuentemente les dice a los demás: “te lo advertí”, “yo sabía”, “te lo dije, pero tú nunca me escuchas”, etc. Ego JINETE: Se monta de lo que dicen otros. Se aprovecha de los datos de los demás para su propio beneficio. Saca partido de lo que otros dicen para estructurar sus propias intervenciones. Es copión y usurpador. Ego SORDO: Nunca escucha, le gusta hablar sólo a él, habitualmente finge escuchar. Ego MANIPULADOR: Es aquel ego astuto que siempre se las arregla, ya sea tergiversando, acomodando, engañando, mintiendo o justificando para que las cosas resulten siempre a su favor. Ego ORGULLOSO: Es aquel ego competitivo, discutidor, que no le gusta perder. Ego PREMENTAL (silencioso): Es aquel ego que calladamente tiene un discurso paralelo, es criticón, hipócrita y enjuiciador. El reflejo del ego, es un vacío espiritual
Veo como mis egos, mis pensamientos, personalidad y actitudes dañaron mi vida, sé que debo de trabajar en la humildad, en la honestidad, en servir a los demás, en comunicar sin influenciar ni defender mi verdad, en estar sujeto a la crítica y respetar la manera de pensar de los demás, sé también que debo de dejar de meterme en lo que no me importa, en vivir y dejar vivir, en ser sencillo, no deseo volver al pasado e intoxicarme de soberbia, fui prepotente, egocéntrico y sufrí mis propias consecuencias, hoy comprendo, que no se trata solo de tapar la botella, se trata de trabajar el interior, de depurar al nefasto que fui, de bajar o exterminar mis egos, mi corto impulso, mi neurosis, dejar a un lado también mis defectos de carácter y patrones de conducta, el cavernícola no está muerto, el cavernícola emocional, está dormido, pero si me decido, tarde que temprano habrá de despertar. Sé que el tiempo no es recuperación, sé que hechos son amores y no buenas razones y celebro, el solo por hoy con alegría, actitud, libertad, humildad, servicio, amor y sencillez.- Gracias por leerme y más por escribirme.-
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
614-410-0158 Visita mi página crisiscreces.com Te recomiendo la siguiente liga: More articles by this author
|