La operación por paso de líneas.
La función de Diputados y Senadores debe ser técnica y no política.
EN EL 2016, EL ESTADO MEXICANO ESTÁ AGOTADO. Creado por políticos, masones y comunistas fue también agotado por ellos. El cinismo político al que se ha llegado avergüenza al pueblo mexicano.
COMO SE SABE esta etapa de decaimiento moral, ético, legal, constitucional y gubernamental, comenzó con el arribo a la presidencia de la nación del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado, primer presidente neoliberal en nuestro país en 1982.
El desmantelamiento del estado mexicano en lo referente a las fortalezas creadas por los gobiernos años atrás, para responder a contrariedades y auxilios al pueblo de México fue lo más grave.
Para el año 2000 todas esas fortalezas, las empresas estatales estaban demolidas, o destruidas por venta, entrega, desaparición, desmantelamiento, supresión y en todos los casos se puso en primer término para ello, la corrupción como alegato esencial.
Ojo rara vez se dijo ineptitud, inutilidad, o inutilización operativa y administrativa. Se apeló a la corrupción que es lo más fácilmente asimilable y entendible para una sociedad azorada por los escándalos.
Porque eso sí, los escándalos atrás de la desaparición, venta o regalo de esas empresas, cubrían con una gruesa tela las acciones sucias de los operadores de esas acciones, como el liquidador de empresas estatales Jacques Rogozinski, el “boy” de Davos Suiza, puesto en el cargo por Carlos Salinas de Gortari y actualmente administrando la nacional financiera; así ante los embates naturales que son una constante en gran parte del mundo y también en México, las personas afectadas en nuestro país, sólo tuvieron el apoyo de las Fuerzas Armadas Mexicanas como entidades “presentes” en todas las necesidades de auxilio.
 Al mismo tiempo en los últimos 30 años hasta el 2012, incluyendo dos sexenios panistas se fueron creando diversas instituciones estatales o de la sociedad, para “proteger e informar” al pueblo de México de los acontecimientos.
Algunas de esas instituciones fueron llamadas no gubernamentales, lo cual tiene como razón engañar a la gente a la que dicen proteger, haciéndole creer que la lucha por esa protección, es en primer lugar contra el gobierno y por ello se hace hincapié en el aspecto no gubernamental; les da mayor credibilidad ante sus “protegidos”.
De estas instituciones hay en todo el país miles, difícilmente se pueden encontrar algunas que no dependan de un presupuesto gubernamental para sus movimientos de protección. O que no obtengan canonjías gubernamentales para sus acciones.
De las gubernamentales también se han creado instituciones nuevas o con cambio de nombre para proteger a los ciudadanos y para atenderlos en sus necesidades. Decenas de ellas algunas incluso son secretarías de estado, subsecretarías, direcciones. Algunas también son de exclusividad electoral, es decir, para organizar elecciones en todo el país para promover “nuestra democracia”. Estas instituciones hay que multiplicarlas por 32 o más aún porque muchas son estatales e incluso municipales.
Ya me he referido a las de protección civil, que sólo son voceros de las desgracias nacionales. Las de transparencia y acceso a la información, son verdaderamente un drama y vergüenza nacionales, pues sólo transparentan la información que quieren. Igual que todas aquellas creadas contra la corrupción.
Todas estas instituciones cuestan al país miles de millones de pesos y sus acciones, que se entrometen en las del gobierno paralizan al estado nacional, coadyuvando grandemente a hacerlo inepto e ineficiente. Sé que en el aspecto de corrupción hay un porcentaje muy respetable de mexicanos que trabajan arduamente para beneficio de su país. A muchos de ellos los conozco, e incluso los he defendido en algunas ocasiones. Pero la vorágine de la corrupción es tan amplia en los gobiernos mexicanos que esas excepciones se hacen casi invisibles.
La visión militar
Militarmente esta operación de crear instituciones corruptas, ineptas y parasitarias mientras que desaparecen otras que eran más efectivas para proteger y ayudar al pueblo de México, se puede equiparar a una denominada: Por “paso de líneas”.
Esta es una operación en que las tropas que están en la segunda línea de combate, pasan a la línea de fuego mediante un relevo programado gradual e ininterrumpido relevando a quienes han defendido una posición militar, o los que han llevado el esfuerzo principal en la ofensiva, en una operación.
O sea, es un relevo planeado, creado, ejecutado y comandado por tropas y comandantes de diversos escalones, que están perfectamente compenetrados de lo que está pasando en la línea de enfrente. El éxito de esta operación entonces, no sólo es su ejecución, sino en sus fases iniciales, su concepción, planeación, operación y conducción.
Es decir, se busca completar el éxito que los relevados están teniendo o bien crear un nuevo impulso para evitar el agotamiento de las tropas relevadas, a fin de asegurar el éxito de la operación.
No fueron así desgraciadamente, los objetivos y resultados de la creación de esas empresas gubernamentales o no, por el estado mexicano. En efecto las compañías desaparecidas habían sido exitosas para atender las necesidades de auxilio o sociales de la población con muchos defectos si se quiere, pero habían cumplido; en cambio las organizaciones creadas por el gobierno como no gubernamentales, han rebasado la capacidad de control del estado mexicano.
El objetivo en ambos casos no puede ser otro que el mejor servicio a la sociedad. Las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que relevaron, por paso de líneas a las empresas del estado nacional no cumplieron con ese objetivo.
Han creado confusión, han gastado miles de millones de pesos, endeudando cada día más al estado nacional, han hecho inoperante la ejecución de las acciones, porque hay nuevos órganos del Estado, a los que supuestamente se les han dado dientes para morder, dándoles una autonomía que no saben ejercer o que cuando la ejercen, crean caos y disfunción administrativa y de operación.
Colateralmente a este caos administrativo nacional, se han formado prácticamente 32 satrapías nacionales, cuyo presupuesto aumenta en cada año, en porcentajes que no van de acuerdo con el crecimiento nacional, que prácticamente se ha paralizado en los últimos 30 años hasta el 2012.
El presupuesto asignado en esa forma, tiene que ser entonces derivado, de más endeudamiento del estado nacional, que es lo que conviene a los banqueros y financieros internacionales dirigidos por los bancos de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
El presupuesto nacional debe crecer de acuerdo con el desarrollo del país, de acuerdo con el crecimiento del producto interno bruto del país. Mientras esto no suceda, las 32 satrapías de las entidades federativas, seguirán gastando los presupuestos que les envía la federación sin ninguna responsabilidad, sin ninguna moral y sin ninguna ética.
Los gobernantes de las entidades federativas, que bien sé que no todos son sátrapas, no saben de deuda nacional, no saben de deudas soberanas, no saben del pago de intereses de la deuda, no saben que el dinero que gastan y que sube cada año en todos los presupuestos, es un dinero que endeuda al estado y al pueblo mexicano.
Los gobernantes terminan su periodo y se van a otras comisiones o a sus casas, llevándose sus ahorros. Mucho dinero de esos ahorros queda paralizado y no ejercido porque desaparece en su aplicación y sólo endeuda al pueblo de México ante los banqueros internacionales.
Sin visión
Es decir, la operación por paso de líneas, llevada a cabo por el estado mexicano sin planeación, sin visión, sin establecer objetivos concretos para cada una de las organizaciones creadas, más por impulso derivado del caos administrativo y de la desesperación, ha sido un fracaso y ha llevado al estado nacional al agotamiento.
Ni si quiera hubo una sensata aspiración de los planificadores oficiales para que esas organizaciones y oficinas gubernamentales nuevas, sustituyeran a las empresas del estado en los servicios que prestaban al pueblo de México.
Se logró la desaparición de las empresas del estado o más bien la muerte silenciosa de ellas sin informar al pueblo de México. Fue una muerte negra, porque no se supo de pérdidas o ganancias económicas durante su desaparición.
Y no fue poco lo desaparecido en términos económicos simplemente teléfonos de México tenía acciones por miles de millones de dólares. ¿Cuándo se hizo un informe pormenorizado, de sus activos y a dónde fueron a parar por su venta o traspaso?.
Pero el hecho de que lo que pasó en nuestro país, haya sido un fenómeno mundial, con operaciones de “paso de líneas” similares, principalmente del tercer mundo, pero también en algunos países de Europa, hace sospechar que esta fue una consigna o instrucción de instituciones bancarias y de gobiernos imperiales, hacia áreas como Latinoamérica a fin de debilitarlas y desestabilizarlas. Porque en Latinoamérica pasó en países como Colombia, Argentina, Venezuela y Brasil que en diversas formas llevaron a cabo esas reformas o cambios de instituciones en sus gobiernos.
 Hoy la vida nacional de las naciones, tanto en Latinoamérica como en Europa se distingue por la ingobernabilidad y por la desestabilización que las hace débiles en sus relaciones internacionales; inestables en lo interno por pleitos inacabables entre partidos políticos, que hacen frágil al estado nacional; gobiernos corruptos al extremo, en donde los políticos se ponen de acuerdo en la no aplicación de la ley cuando se trata de sus intereses o de sus personas; la no aplicación de la ley lleva al desastre nacional porque hace que el político se vuelva cínico e invulnerable, inasible e intocable ante leyes que silenciosamente vulnera; ello se extiende a toda administración pública, federal, estatal y municipal en diferentes formas. Al extenderse nacionalmente, el pueblo “siente que no puede hacer nada” porque la administración gubernamental hace lo que quiere, dice lo que quiere e impunemente roba literalmente los recursos económicos de la nación. Los gobiernos se hacen ineficaces por corrupción. No hacen obras de ninguna naturaleza.
El dinero es paralizado y repartido. Cada actor participante lo esconde y lo inmoviliza. La inmovilidad lo hace no circulable; esta situación impide que los gobernados, se exasperen y en la mayoría de los casos, los jóvenes sin acceso a los estudios superiores, escojan el camino de la delincuencia o el camino de su traslado a Estados Unidos, en búsqueda de lo que encuentre.
Eso no puede llamarse sueño americano, como sutilmente se designa, se ha engañado a la juventud Latinoamericana para que se traslade a Estados Unidos a hacer trabajos que sus pobladores no quieren efectuar.
La ultra corrupción criminal
La paralización y el escondite del dinero obtenido mediante la corrupción por funcionarios públicos, es lo que considero la ultra corrupción criminal, porque evita que el dinero de los presupuesto circule por diferentes canales, beneficiando con ello, a diferentes sectores de la población.
O sea, la no circulación monetaria inmoviliza a la sociedad. Entonces la detención del desarrollo por esta forma de corrupción del presupuesto de entidades federativas, es uno de los grandes crímenes que cometen los políticos desde sus cargos.
Esa paralización de la sociedad por la corrupción y por la iniciativa Mérida implementada por el Presidente Felipe calderón, ha hecho que a nuestro país regresen los crímenes aberrantes e indignos de una sociedad civilizada y que habían aparecido durante la Revolución Mexicana.
Al delincuente se le orilla a acciones indignas del ser humano.
Secuestran, obtienen el cobro que piden y luego matan al secuestrado. O lo descuartizan. O lo incineran. O lo queman. O lo hierven en agua caliente. Acciones indignas de una sociedad del siglo XXI, que parecen originadas, de sociedades satánicas y secretas.
Este cambio de instituciones por paso de líneas, que se anunció con entusiasmo y trompetas y que acabaron con las empresas estatales exitosas ha sido un fracaso rotundo, por la ingobernabilidad, por la inestabilidad, por la inoperatividad del gobierno, por la intromisión de instituciones extranjeras en la vida nacional, opinando a diestra y siniestra sobre cualquier tema de la vida local e incluso municipal.
El gobierno nacional está paralizado. Los medios de comunicación, que no son ni buenos ni malos pero si son necesarios e influyentes y coadyuvan con su medianía a ser más grave la situación de inestabilidad nacional.
Entonces en 2016 el estado nacional está agotado al igual que en otros países. Hay que tomar decisiones no dramáticas ni drásticas sino diferentes. Hay que terminar con la politización al extremo de todos los actores políticos de la vida nacional.
 Una decisión no dramática pero necesaria sería, transferir de entes políticos por excelencia a las cámaras de senadores y diputados, actuando en todos los ámbitos de la política nacional, que únicamente coadyuvan a la desestabilización nacional del gobierno, sean de cualquier partido, a ser entidades eminentemente técnicas que sólo tengan como misión hacer buenas leyes para el funcionamiento del aparato estatal. Habrá que cambiar leyes y reglamentos al respecto pero esto se puede lograr en una legislatura de tres años en la Cámara de Diputados actuando en coordinación con la Cámara de Senadores.
Se puede crear una entidad en la que participen Diputados, Senadores y miembros del gobierno federal que trabajando coordinadamente logren el objetivo de hacer buenas leyes. En el esquema actual Diputados y Senadores participan del pleito permanente y paralizante de la política nacional; en época de elecciones esos pleitos prácticamente paralizan tanto a la Cámara de diputados como a la Cámara de Senadores y obstaculizan ampliamente la labor gubernamental.
Dedicados a hacer leyes de calidad para la nación en coordinación con los diferentes sectores del gabinete presidencial, su rendimiento sería espléndido para el pueblo de México. Con esto eliminarían también la influencia nefasta cara y extranjerizante de los lobistas nacionales, que trabajan principalmente para la embajada de Estados Unidos y de otros países o para empresas privadas.
Tanto los Diputados como los Senadores logrando esa coordinación con las entidades del gobierno, aprenderían importantes cuestiones de la administración pública federal y de las entidades federativas y los problemas que afectan a la población, en todo tipo de asuntos. También estarían en posibilidad de proporcionar información importante de las Cámaras de Senadores y Diputados para la solución de problemas nacionales, a los empleados del gobierno.
Las leyes elaboradas de esa forma, con Diputados y Senadores y con empleados de la Federación de los niveles necesarios e incluso de estados de la República, se construirían con mayor rapidez, con mayor claridad de los objetivos que se buscan y con un costo mucho menor, al que se tiene y evitarían la participación de los lobistas que trabajan en las Cámaras de Diputados y Senadores.
Política para los partidos
Se ha dicho como una crítica pertinaz que las Cámaras de Diputados y Senadores tienen presupuestos escandalosos en relación con las condiciones de vida de la sociedad a la que representan. Se han mostrado sus gastos de viajes onerosos hacia el extranjero; los gastos también que realizan al traer a representantes o Diputados y Senadores de todo el mundo a reuniones, que no dejan absolutamente nada.
Todo eso que es cierto, se puede pasar por alto si estas cámaras dejan de hacer política y se dedican a lo suyo: a la elaboración y emisión de leyes buenas para el pueblo de México.
Que la política la dejen para los partidos y los gobiernos federal, estatal y municipal. Que sólo respondan a construir buenas leyes e incluso que sigan disfrutando de sus canonjías económicas que tienen.
Que haya incluso reelección para los legisladores que a juicio de sus partidos y de los ciudadanos, hayan cumplido con sus obligaciones. Esta propuesta daría un grado de estabilización extraordinaria al gobierno de la federación y al de las entidades federativas. (En la época en que se desarrollaba a nivel nacional el escándalo del gobernador de Tabasco Andrés Rafael Granier Melo, que había sido acusado de corrupción y de haber entregado un cheque a su hija por 238 millones de pesos, salí con mi familia de vacaciones hacia Quintana Roo, y pasamos por Villahermosa, en esa tarde, como dicen en el sureste de la república: “caía un diluvio” que casi inmovilizó el tránsito vehicular en las calles de la ciudad, entonces pensé: si el gobernador Granier ahora procesado hubiera tenido un concepto de la gobernabilidad, con esos 238 millones de pesos o con menos inclusive, hubiera construido un libramiento extraordinario, para evitar el caos vehicular que en esa tarde sufrí. Así de simple es la diferencia que existe, entre un gobernante que sabe lo que tiene que hacer y una persona llegada al poder por influencias de familia, de grupo, de partido, etc.).
La corrupción también es promovida por la multiplicidad de leyes que no se cumplen bien; por la multiplicidad de leyes y reglamentos que se deben cumplir para hacer cualquier trámite tanto en la Federación como en los estados. La corrupción provoca además que no se puedan llevar a cabo operaciones exitosas, en todos los ámbitos de la vida nacional.
Siendo responsabilidad de los gobiernos federal, estatal y municipal el progreso y el desarrollo del pueblo de México, les será más fácil lograrlo, si no tienen que estar en pleito permanente con personas con influencia política nacional, como son los Diputados y Senadores.
Esta propuesta que puede parecer extraña, tendrá que ser asumida por los gobiernos que quieran lograr un desarrollo permanente y tener una estabilidad que les permita organizar, administrar y conducir los destinos de su nación.
Como mexicanos, todos, desde el Presidente de la República, componentes de los gobiernos federal, estatal, municipal y Senadores y Diputados, queremos el desarrollo de la nación. Debemos hacer esfuerzos y ceder protagonismos personales, para que unidos en objetivos comunes, hacer buenas leyes para el pueblo de México.
Esta simple disposición, con decisión para lograrla, puede revertir el agotamiento del estado nacional, pacíficamente.
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