Edición 356 |
Caras vemos, emociones no sabemos, mañas menos
Una de las caracterÃsticas de mi enfermedad es la negación, no soy humilde ni veo la dimensión de mi problemática, no reconozco mis limitantes, no acepto las consecuencias, llámese adicción al alcohol, cigarro, sustancias tóxicas, patrones de conducta equivocados que son también adictivos, compulsivos, como los celos, etapas explosivas de ira, no acepto que soy maniaco depresivo o que me encuentro en el mar tormentoso de la lujuria, no me quiero dar cuenta, y en esa dimensión, no puedo encontrar solución; esta enfermad, es igual para todos los enfermos emocionales, es fÃsica, mental, emocional y espiritual, lo único que cambia son los escenarios y los actores, pero las manifestaciones son igual.
En este caso, la lujuria, es una enfermedad, silenciosa, como todas, te intoxicas a escondidas, te refugias en la pornografÃa, le das vuelo a tu imaginación, generando placer al ver una mujer sensual, atractiva, con una tentación sorprendente, la lujuria, refugiada en su interior, la mente te domina y te tumba, también, ahà se encuentra la recuperación, al menos, solo por hoy, tengo que acordarme, que el cavernÃcola emocional, vive dentro de mÃ, por ahora, la mayor parte del tiempo, está dormido, pero si me descuido habrá de aflorar con fuerza y me dañará, dañando sin duda, a mis seres cercanos.
Testimonio de un sexo adicto
Mi nombre es Jorge, tengo 25 años, estudio y estoy en recuperación, soy un enfermo emocional, de lujuria, adicto al sexo, a todo tipo de drogas, estoy en un programa que me ha permitido estar limpio en los últimos ocho meses, todo empezó a los 15 años, iniciándome con el alcohol, en fiestas, jugando y en el despapaye, sin medir las consecuencias, mis primeras borracheras fueron sustentadas por robar en la casa, despojaba a mi familia de dinero, aparatos electrodomésticos, joyas, ropa y lo que fuera para cubrir mi ansiedad; cursaba secundaria y siempre estuve reprobando y siendo ingobernable, bebÃa alcohol, acompañado del cigarro, después llegó a mi vida la marihuana y me prendÃ, comencé echándome un churro al dÃa, luego terminé consumiendo hasta diez gallos al dÃa, ligué mi adicción, al alcohol, el cigarro y la marihuana, después, cocaÃna, tachas, hongos, clonazepam y otros, mi consumo era durante todo el dÃa, andaba anestesiado, fuera de mi mismo, como en otro planeta, distante, yo querÃa tapar mis complejos, y establecà dependencia a las sustancias para poder reÃr, poder socializar.
Empezaron los problemas familiares, por mis bajas calificaciones en la escuela, mis padres no usan drogas, mi hogar es funcional, padres amorosos, católicos, apegados a la iglesia, trabajadores, yo rompà con la regla, mis hermanos no tienen problemas, yo soy la oveja negra de la familia, en casa yo querÃa comprensión y amor, pero por mis actos vandálicos, como el hecho de provocarlos, ofenderlos, herirlos, robarlos, eso me hacÃa alejarme más de mi familia, mientras que para mÃ, la droga era mi todo.
Hay que darle la espalda al adicto, amor adulto
En esta carrera de drogadicto, llegó el momento en que me dijeron adiós de mi casa, se cansaron de mis mentiras, de que les robara, de que a veces no llegaba y no sabÃan nada de mÃ, se cansaron de que usaba la casa como hotel, hasta que la verdad, los harté, pienso que los padres deben echar a la calle a los adictos, primero, para que fondeen, como yo lo hice, luego para que la familia trabaje su propia enfermedad que es la codependencia, el caso es que me fui a la calle a los 19 años, me la pasaba con mis amigos, de una casa a otra, siempre en la fiesta, y tuve el descaro de entrar a mi propia casa, como vil ladrón y robarles a mis padres, me llevé un carro y otras cosas de valor.
Hice mucho daño, mis padres, pidieron ayuda, debido a que me encontraron una pistola, yo andaba muy mal, robando con pistola en mano, asaltaba a parejas de novios, jóvenes, los despojaba de billetera, celulares, joyas y otras pertenencias.
Los sometÃa para que me dieran sus cosas de valor, para comprarme más droga e irme de pachanga, a viajes a Mazatlán u otros lugares, a disfrutar de la vida a costillas de mis vÃctimas, mis padres, supieron y me internaron engañado en AMAR de Chihuahua, me dijeron que Ãbamos por unas llaves por un tÃo que estaba anexado, y nada que ahà me dejaron.
La droga te obliga a ser mediocre, ladrón
Abandoné mi pastilla diaria que me habÃa mantenido sobrio por tres años, y recaà por pretextos, comencé a buscar el placer, la adrenalina, en el coqueteo en el enamoramiento, y estas mujeres me llegaron tarde que temprano a los mismos lugares donde consumÃa, a necesitar mentir de nuevo y para poder mantener de nuevo una vida falsa, siempre acompañado de masturbación y de fantasÃas sexuales.
Mi recaÃda la atribuyo a mi aspecto sexual, no sabÃa que traÃa un problema sexual, me imaginaba, pero no lograba detectarlo y asÃ, entre droga y sexo, llegué a hacerme adicto a las prostitutas, a mujeres que me daban sexo, asà andaba de cama en cama, de mujer en mujer, acompañado de la marihuana y eventualmente, cocaÃna y tachas, pero en esa época, seguà robando y para mantener mi adicción, se me dio por vender droga, andar de malandro, dañando gente, mis padres seguÃan soportándome y siempre estábamos peleando, yo mientras tanto, causando el desequilibrio familiar, me abandoné de mà mismo, no tenÃa valores, ni congruencia, ni respeto por nada ni nadie.
Llegué a navajear a dos tres, me relacionaba con hijos de narcos, con gente que vendÃa droga, pandilleros jóvenes, igual que yo, sin oficio, sin personalidad, sin presente, ni futuro. La droga trastornó mi cerebro, la marihuana lesionó mi memoria, la atención a las cosas, es decir, soy demasiado distraÃdo, me volvà hipersensible, neurótico explosivo, mientras andas marihuano, a toda madre, pero cuando no está el efecto, andas como león enjaulado.
Desorden sexual
Tuve juegos sexuales con primos y primas, con un vecino homosexual, nunca hice daño, pero sà intenté violar a un hermano, mi sexualidad se destapa con la pornografÃa, la sensación de lo prohibido, las imágenes de ver lo que yo querÃa y no poder tenerlo, yo querÃa tener un cuerpo grande, pero no podÃa y solamente en la fantasÃa lo lograba, no aceptaba mi cuerpo, ni mi pene, me hago adicto a la pornografÃa y a la masturbación, comienzo a buscar sexo en amigas o novias no siempre me complacen, tengo la habilidad de seducirlas, soy chantajista, manipulador y normalmente me salgo con la mÃa, mi sexo es enfermizo, debido a buscar sexo anal, posiciones, aberraciones, fantasÃas raras, orgÃas, trÃos, grabación de videos, me levantaba el ego para presumir de mi supuesta potencia sexual, muchas mujeres responden a todas estas actividades e inclinaciones sexuales, no batallaba para organizar los trÃos o las orgÃas, los trÃos normalmente éramos dos hombres y una mujer.
No tuve sexo con hombres, no me gusta, me hice adicto a esta compulsión de la seducción, al enamoramiento, al coqueteo, que genera adrenalina, despierta mi mente el placer de poseer, eleva el ego, pero me enfermo y enfermo a mi pareja, me causa culpa, sentimiento de soledad, vacÃo interior.
La lujuria, cobra sus facturas muy caras
La seducción empieza por la mirada, por el contacto visual, conectar con quien anda buscando lo mismo que tú, no batallo, la gente está muy enferma y establece necesidad de tener contacto sexual, sean solteras, casadas, viudas, divorciadas o jóvenes, quienes andan en busca de un brinco y hay un idioma que permite llevártelas a la cama, como el tacto, las frases, el cortejarlas, los detalles y aparentar ser lo que no eres, la llevas de compras, a comer, a comprar algo, a fingir que tienes interés, yo cumplo mi objetivo, después del acostón, depende; o le dices adiós o sigues un rato, las mujeres de ahora, son más cabronas, ellas son las que te usan y te tiran cuando quieren, te dicen, no seas cursi, a lo que te truje chencha, tu mente está concentrada en llevarte a alguien a la cama, te roba dinero, porque inviertes todo, haces hasta lo imposible por lograr tu objetivo y tienes que gastar para complacer, no se batalla, pierdes salud porque es un desgaste fÃsico, entre más sexo, quieres más, los riesgos, son las enfermedades como la gonorrea, y otras infecciones, más el riesgo como el VIH, riesgos que te cache el novio o el marido, o que te cache, como en mi caso, mi novia, que está en otro plan, mantenemos una relación sexual, pero no caigo en la adicción, aunque ciertamente es lo que busca uno, ella, mi novia, me cachó con fotos de una mujer con la que tenÃa mucha actividad sexual, ella me cortó, pero después nos reconciliamos.
Se ligaba todo, lujuria, drogas, depresiones…. Es una cadena
Todo el tiempo le doy vida a la lujuria, ligo a mujeres y hombres con quienes me topo y mi mente enferma comienza a hacer episodios placenteros como la fantasÃa de tener sexo con ella, o cuando veo a un hombre pienso qué tipo de mujer tendrá, como hará el sexo, con cuantas más se acostará, la mente es completamente enferma, ligado a ello, está la masturbación compulsiva, que es una fuga para evadir tu realidad y de las cosas que tienes que hacer en tu escuela o trabajo, en ocasiones, he llegado a masturbarme hasta ocho veces al dÃa, muchas veces también, cuando termino de tener sexo, me masturbo por insatisfacción, es también como si fuera un ritual, para recordar de lo que no se disfruta, sé que es muy falso, y mientras lo estás haciendo, no se disfruta porque no hay amor, porque no hay atracción real y la insatisfacción te domina.
Mi sexualidad está acoplada cien por ciento con mi adicción, pienso que la adicción a las drogas, viene de la adicción a la lujuria, que requiero darme la imagen y como no puedo complacer ese aspecto fÃsico, necesito drogarme para que se me olvide o se vaya, si no estoy alerta, puedo recaer en la masturbación o la seducción, cuando menos piensas ya estás coqueteando con una chava.
Nada es para siempre, hay solución
Porque es una enfermedad, porque son trastornos, baja autoestima, sentimientos de inferioridad, egos, mente enferma, es una enfermedad contagiosa, la gente se enferma, es progresivo, crece dÃa con dÃa, lo que no has hecho, lo vas a venir haciendo en busca de mayor satisfacción, no es curable, solo se puede controlar en un grupo de autoayuda, con terapia, con la ayuda de un poder superior, es un conjunto, con terapia y medicamentos, es una enfermedad compleja, es cruel porque te puede llevar muy hondo, quieres acostarte con la que se deje y la desventaja para un enfermo de sexo, es que hay infinidad de tentaciones.
Gracias por leerme y más por escribirme.- Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla .- Búscame en Facebook, SÃgueme en twitter @teo_luna. Mi columna completa en Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla Si quieres leer este articulo completo, búscalo en crisiscreces.com
Mis libros te pueden ser muy útiles. Siempre a tus órdenes 614- 256 85 20
Te recomiendo la siguiente Liga: https://www.youtube.com/watch?v=Gb206NUqyqM
More articles by this author
< Prev | Próximo > |
---|