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Edición 397
Escrito por Thierry Meyssan   
Martes, 29 de Octubre de 2019 08:05

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La comunidad internacional expresa en público temor ante la brutalidad de la ‎intervención turca en el norte de Siria.

La invasión turca en “Rojava”‎

Thierry Meyssan

Pero en realidad se felicita, extraoficialmente, ‎por esta intervención, vista como la única posibilidad viable de lograr un regreso a la paz ‎en esta región. La guerra contra Siria se termina con un crimen más. Ahora queda por ‎determinar el destino de los mercenarios extranjeros concentrados en Idlib, de los ‎yihadistas rabiosos, hijos de una guerra de ocho años particularmente sanguinaria y cruel. ‎

En 2011, Turquía organizó, como se le había solicitado, la migración de tres millones de sirios para ‎debilitar la República Árabe Siria.

A PARTIR DE ESE MOMENTO,Turquía apoyó a la Hermandad ‎Musulmana y sus grupos yihadistas, incluyendo al Emirato Islámico (Daesh), y de paso saqueó las ‎instalaciones de la ciudad siria de Alepo, cuyas maquinarias fueron utilizadas para instalar ‎fábricas de imitaciones de artículos de grandes marcas en los territorios controlados por Daesh.

ENTUSIASMADApor las victorias que obtuvo en Libia y Siria, Turquía se convirtió en la gran ‎protectora de la Hermandad Musulmana, se acercó a Irán y desafió a Arabia Saudita. Desplegó ‎bases alrededor del reino saudita –en Qatar, Kuwait y Sudán– y después contrató oficinas ‎occidentales de relaciones públicas y destruyó la imagen del heredero designado del trono saudita ‎‎–el príncipe Mohamed Ben Salman–, principalmente orquestando el “caso Kashoggi” ‎‎ [1].‎

Extender poderío

POCO a poco, Turquía se planteó extender su poderío, ambicionando incluso convertirse en el 14º ‎imperio mongol. Creyendo erróneamente que esa evolución se debía sólo a la influencia de Recep ‎Tayyip Erdogan, la CIA trató varias veces de asesinarlo, llegando a provocar el intento de golpe ‎de Estado frustrado en julio de 2016. Vinieron después tres años de incertitudes, que terminaron en ‎julio de 2019, cuando el presidente Erdogan decidió hacer prevalecer el nacionalismo sobre el islamismo ‎‎ [2]. ‎

Hoy en día, Turquía, aunque sigue siendo miembro de la OTAN, hace posible la llegada del gas ruso hasta los ‎países de la Unión Europea y compra a Moscú los sistemas antiaéreos S-400 [3]. También ha optado por proteger a las minorías –incluyendo a los kurdos– ‎y ya no exige que un turco sea musulmán sunnita sino sólo que sea fiel a su Patria.

Durante el verano, el presidente estadounidense Donald Trump anunció su intención –ya ‎expresada antes, el 17 de diciembre de 2018– de retirar las fuerzas militares de Estados Unidos ‎ilegalmente presentes en suelo sirio, comenzando por las que estaban en los territorios sirios ‎designados en Occidente como Rojava, poniendo como condición que se cortara la ruta de ‎comunicación terrestre entre Irán y el Líbano –lo cual es nuevo. Turquía aceptó ese compromiso ‎a cambio de poder ocupar militarmente la franja de territorio sirio (de 32 kilómetros de ‎profundidad) a lo largo de la frontera común, espacio desde donde los artilleros kurdos podían bombardear ‎el territorio turco.

Rusia hizo saber que no apoyaba a los grupos armados kurdos (YPG), que han cometido crímenes ‎contra la humanidad, y que aceptaría una intervención turca si se permitía el regreso de la ‎población cristiana a los territorios de donde fue expulsada, compromiso que Turquía aceptó.

Siria hizo saber que no rechazaría de inmediato la intervención turca si sus tropas podían liberar ‎una extensión de territorio equivalente en la gobernación de Idlib, lo cual aceptó Turquía.

Irán hizo saber que, aunque desaprueba toda intervención turca, su presencia en Siria sólo ‎busca proteger a las poblaciones chiitas y que no le interesa lo que suceda en Rojava, ‎precisión de la cual Turquía tomó nota. ‎

‎Varios encuentros de alto nivel y cumbres fueron organizados para examinar las consecuencias de ‎esas posiciones y arreglar cuestiones secundarias –por ejemplo, el ejército turco no explotará el ‎petróleo en la franja fronteriza de suelo sirio sino que lo hará una compañía estadounidense. ‎Primeramente se realizaron los encuentros de alto nivel entre los consejeros de seguridad de ‎Rusia y Estados Unidos y luego se reunieron los jefes de Estado de Rusia, Turquía e Irán.

EL 22 DE JULIO DE 2019,Turquía anuncia la suspensión de su acuerdo migratorio con la Unión ‎Europea [4].
EL 3 DE AGOSTO, el presidente turco Erdogan nombra nuevos oficiales superiores, entre ellos ‎varios kurdos, y ordena la preparación de la operación militar en Rojava [5].‎

EL PRESIDENTE ERDOGANordena también que el ejército turco se retire ante las fuerzas del Ejército ‎Árabe Sirio (el ejército regular de Siria) en la gobernación de Idlib, para que Siria pueda liberar allí ‎un territorio equivalente al que va a ser invadido por Turquía en el noreste. El 23 de agosto, el Pentágono ordena el desmantelamiento de las fortificaciones de las YPG para ‎que el ejército turco pueda realizar una ofensiva relámpago [6].‎
EL 31 DE AGOSTO,en respaldo al ejército del gobierno sirio, el Pentágono bombardea una reunión ‎de dirigentes de al-Qaeda en la región de Idlib utilizando datos de inteligencia ‎proporcionados por Turquía [7].‎
El
18 DE SEPTIEMBRE, el presidente Trump destituye a su consejero de seguridad nacional, John ‎Bolton, y nombra en ese cargo a Robert O’Brien, quien ya se había ocupado de “arreglar” las ‎consecuencias del golpe de Estado frustrado en Turquía en julio de 2016 [8].‎
EL 1º DE OCTUBRE, el presidente Erdogan anuncia la relocalización inminente de dos millones de ‎refugiados sirios en los territorios sirios designados como Rojava [9].‎

EL 5 DE OCTUBRE, Estados Unidos solicita a los países miembros de la coalición internacional que ‎‎“recuperen” a sus ciudadanos yihadistas detenidos en Rojava. El Reino Unido solicita que los yihadistas británicos sean enviados a Irak mientras que Francia y Alemania rechazan la petición ‎estadounidense [10].‎

EL 6 DE OCTUBRE, Estados Unidos anuncia que ya no se considera responsable de los yihadistas detenidos ‎en Rojava, territorio que va a quedar bajo la responsabilidad de Turquía.

EL 7 DE OCTUBRE, las fuerzas especiales estadounidenses comienzan a retirarse de Rojava.

EL 9 DE OCTUBRE, tropas turcas –encabezadas específicamente por oficiales kurdos– y milicias ‎turcomanas que operan bajo la bandera del llamado Ejército Libre Sirio invaden la franja de territorio sirio de 32 kilómetros de profundidad a partir de la frontera turco-siria, territorio que ‎se hallaba bajo control de las YPG kurdas. ‎

¿Legalidad?

LA OPERACIÓN“Manantial de Paz” es perfectamente legal en derecho internacional si se limita a la ‎franja fronteriza de 32 kilómetros y si no inicia una ocupación turca por tiempo indefinido ‎‎ [11]. Es por esa razón que el ejército turco utiliza las milicias turcomanas sirias ‎para perseguir a los kurdos de las YPG en el resto de «Rojava». ‎

‎La prensa internacional, que no fue capaz de seguir la secuencia de acontecimientos en el terreno y se conformó con repetir las declaraciones oficiales contradictorias de los últimos meses, no sale de su ‎asombro. Todos los países denuncian a coro la operación militar turca –al igual que ‎Estados Unidos, Rusia, Israel, Irán y Siria– pero todos la negociaron y la avalaron. Los que ‎amenazan a Turquía harían bien en pensar en el posible regreso de “sus” yihadistas, fogueados ‎durante la larga guerra en Siria, que aún están en Idlib. ‎

El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne en sesión urgente, a solicitud del presidente francés ‎Emmanuel Macron y de la canciller alemana Angela Merkel. Para que no se vea que nadie ‎se opone realmente a la intervención turca –ni siquiera Francia– ese encuentro se hará a ‎puertas cerradas y ni siquiera habrá de emitirse una declaración del presidente del Consejo. ‎

Es poco probable que Siria, país exangüe, pueda recuperar de inmediato esa franja de territorio –‎Irak tampoco ha podido liberar la ciudad de Bachiqa, a 110 kilómetros de la frontera con Turquía, ‎y la Unión Europea tampoco ha liberado la tercera parte de Chipre, que Turquía ocupa ‎desde 1974. ‎

‎A pesar de las solicitudes de Francia y Alemania, el Consejo Atlántico no se ha reunido. El 11 de ‎octubre, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, llega a Ankara para asegurarse de ‎que la operación está funcionando. Y celebra la grandeza de Turquía, ignorando así los llamados ‎de Alemania y Francia [12]. ‎

El 13 de octubre, ya en plena debacle, las YPG introducen cambios en su dirigencia. Siguiendo ‎los consejos de Rusia, los dirigentes kurdos –que siempre han mantenido negociaciones con la ‎República Árabe Siria– llegan a la base aérea rusa de Hmeimim para hacer una declaración de lealtad ‎‎a Siria [13]. Pero ‎algunos miembros de la dirección de las YPG cuestionan la renuncia al proyecto de Rojava. ‎

El 14 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anuncia la adopción de ‎sanciones contra Turquía. Pero son sanciones puramente simbólicas que permiten a Ankara ‎continuar su operación militar ignorando las críticas [14].‎

El presidente Trump logra así cerrar la cuestión de Rojava. El ejército ruso ha tomado las ‎bases estadounidenses, abandonadas por las fuerzas de Estados Unidos, como mensaje que ‎confirma el lugar que Rusia ocupa ahora en la región… en lugar de Estados Unidos. Siria, ‎denuncia la intervención turca… pero ha liberado una cuarta parte de su territorio nacional. Turquía ‎resuelve la cuestión del terrorismo kurdo y se plantea resolver la de los refugiados sirios. ‎Para ella será grande la tentación de no detenerse ahí. ‎

[1] “EXCLUSIVE: Saudi Arabia’s ‘strategic plan’ to take Turkey down”, David Hearst y Ragip Soylu, Middle East Eye, 5 de agosto de 2019.

[2] «Turquía renuncia nuevamente ‎al Califato, por segunda vez», por Thierry Meyssan, ‎‎Red Voltaire, 13 de agosto de 2019.

[3] «Turquía no se alineará con la OTAN ‎ni con la OTSC», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, ‎‎6 de agosto de 2019.

[4] «Turquía suspende su acuerdo con la ‎Unión Europea sobre los migrantes de ‎terceros países‎», ‎‎Red Voltaire, 31 de julio de 2019.

[5] «Turquía se prepara para invadir el norte ‎de Siria‎», Red Voltaire, 5 de agosto ‎de 2019.

[6] «Combatientes kurdos desmantelan sus ‎fortificaciones en el norte de Siria», Red Voltaire, 25 de agosto de 2019.

[7] «Bombardeos estadounidenses contra al-Qaeda en Idlib», Red Voltaire, 1º de septiembre de 2019.

[8] «El negociador sobre ‎rehenes, Robert O’Brien, designado nuevo ‎consejero de seguridad nacional», Red Voltaire, 20 de septiembre ‎de 2019.

[9] «El plan de Erdogan para el norte ‎de Siria», Red Voltaire, 2 de octubre de 2019.

[10] «Declaración de la Casa Blanca sobre los ‎terroristas del norte de Siria», Red Voltaire, 6 de octubre de 2019.

[11] «¿Qué es la operación “Manantial de Paz”?‎», Red Voltaire, 11 de ‎octubre de 2019.

[12] «Declaración del secretario general de la ‎OTAN sobre la operación turca ‎‎“Manantial de Paz”», por Jens Stoltenberg, Red Voltaire, 11 de octubre 2019.

[13] «El acuerdo de Hmeimim entre las ‎milicias kurdas y Siria», Red Voltaire, 15 de octubre de 2019.

[14] “Donald Trump Regarding Turkey’s Actions ‎in Northeast Syria”, por Donald Trump, Voltaire Network, 14 de octubre ‎de 2019.



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