ITINERARIO 2021
Democracia sin demócratas
Abraham García Ibarra
EN 2021, LOS MEXICANOS tenemos un rencuentro con Sísifo: Se anuncian festividades hispano-mexicanas por el V Centenario de la sangrienta caída de La Gran Tenochtitlan y se nos convoca a las elecciones más grandes de la Historia de México.
Nuestro viejo y hoy obligadamente confinado esqueleto espera llegar a la cita del 21 después de recorrida en vivo, en directo y a todo color, una kilométrica longitud, cuyo periplo trazamos en la siguiente carta de navegación: Washington -Nixon-, La Habana -Fidel-, Managua -los Ortega-, Buenos Aires -Onganía, Levingston y Lanusse-, Madrid -Franco-, Roma -Leone-, Londres -Isabel-, París -Giscard d´ Staing-, Moscú -Brezhnev- y puntos intermedios.
Apenas una década de Guerra Fría la recorrida in situ y, en al menos en cuatro capitales, la promisoria pero hueca transición democrática, en la que México pasó del populismo al salvaje neoliberalismo. ¿Dónde estamos parados en 2020?
Entre la dictadura perfecta y la democracia sin adjetivos
A finales del siglo XX -no necesariamente en orden cronológico- la intelectualidad nativa suscribió dos máximas: La dictadura perfecta y la democracia sin adjetivos,atravesadas ambas por una tercera descripción literaria: La presidencia imperial.
De la presidencia imperial, algunos autores estadunidenses hablaron después de los arteros asesinatos de los hermano Kennedy y de Luther King. Conservamos el texto de un discurso del brasileño Joäo Baptista de Oliveira Figueiredo en que levanta barreras ideológicas y propone la democracia sin adjetivos.
En la foto dos amigos: López Portillo y Manuel de Jesús Clouthier
Retenemos una imagen fotográfica con dedicatoria A mi amigo. Aparecen en la estampa el presidente José López Portillo y el robusto empresario agroindustrial sinaloense Manuel de Jesús Clouthier del Rincón. Después, el 5 de febrero los vimos juntos en la V Reunión de la República en el Hospicio Cabañas, de Guadalajara.
En la hoja de vida pública del segundo personaje, están la dirigencia de la Unión Nacional de Productores de Hortalizas y Legumbres, y las presidencias consecutivas de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y del Consejo Coordinador Empresarial (CEE).
A mitad de la década de los setenta, en la perspectiva de la sucesión presidencial, se puso en circulación una lista de precandidatos del PRI. En reunión de la Coparmex en la Ciudad de México, Clouthier subrayó el nombre de uno de esos posibles y expectoró: Si es éste, pues de plano tomamos las armas.
Diez años después, el prominente magnate hacía campaña por la gubernatura de Sinaloa. En sus giras de proselitismo repartía a granel su propia biografía en formato de comics y calientes ejemplares de Democracia sin adjetivos.
De cómo se llega a la Carta magna de la barbarie
Aquel texto tiene como punto de partida la crítica a un periodo de agravios específico: 1977-1982, casualmente, el de López Portillo, para entonces ya ex amigo de Clouthier.
En 1988, sin embargo, Clouthier era ya candidato presidencial, nominado por el PAN. En Querétaro, dio la de ocho: Presentó su estrategia de desobediencia civil pacífica con un catálogo de casi 200 acciones que, desde entonces, por nuestra parte describimos como La carta magna de la barbarie.
El candidato del PAN -tras su derrota- formó un gabinete alternativo en el que apareció, para la cartera de asuntos agropecuarios, el entonces diputado panista Vicente Fox, quien blasonaba ser pupilo político del potentado sinaloense.
Lector y practicante de ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola
Enrumbado ya por el PAN a la Presidencia de México el gobernador de Guanajuato, el mismo autor de Democracia sin Adjetivos lo identificó como lector de san Ignacio de Loyola y practicante de sus ejercicios espirituales.
Los resultados de las elecciones presidenciales de 2000 fueron marcados por los escándalos financieros de la asociación Amigos de Fox (PAN) y el Pemexgate (PRI/ Francisco Labastida Ochoa).
Tope en ello, desde Los Pinos -la misma noche de la jornada electoral del 2 de julio- se declaró triunfador a Fox. Horas después, la presidencia del Instituto Federal Electoral (IFE) le entregó sin chistar la constancia de mayoría. Al tiempo, Labastida Ochoa denunció que a él no lo derrotó Fox, sino Ernesto Zedillo.
2006: La injerencia en México del Partido Popular de España
De transición democrática no hubo nada. Todo quedó en alternancia de siglas y personas en la cumbre pinolera, avalada por los gestores del voto útil en favor del inefable guanajuatense.
La misma historia -pero a lo bestia- se escribió en 2006. Es recomendable darle una nueva lectura al texto de la sentencia definitiva e inatacable de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, si bien en el texto no se consideró explícitamente la injerencia del Partido Popular de España en la persona de José María Aznar.
El huachicol electoral en la sucesión presidencial de 2012
La misma línea de operación política se siguió en la sucesión de 2012 -segunda alternancia en Los Pinos del siglo que corre. A los árbitros electorales federales les pasó de noche el financiamiento extranjero a la campaña presidencial del PRI, aunque hubo evidencias de huachicol electoral a cargo de agencias domésticas, documentado tiempo después en Madrid, España. Hoy el tema es de los que se definen como de palpitante actualidad.
Como sea, el PRI de Enrique Peña Nieto fue echado por segunda vez de Los Pinos en un corto verano de 18 años. Previendo lo previsible, algunas voces clamaron en campaña porque al Movimiento a vencer se le negara el control del Congreso de la Unión.
¿Dónde estamos parados hoy? Seguimos anclados en la inane democracia representativa con apenas tímidos intentos por dar el salto a la democracia participativa.
Llaman a zafarrancho los frentes de francotiradores para 2021
Aún antes de la pandemia de Covid-19, desde la transición presidencial de 2018 llamaban a zafarrancho francotiradores encubiertos en la densa nube de redes sociales.
Recientemente, ha arrimado su sardina al fogón electoral “un grupo de intelectuales”, entre los que aparecen apologistas de Vicente Fox, los que le entregaron la constancia de mayoría en 2000, un tránsfuga del PRI y del PRD, y uno que otro Chicago boy. No hay que temerle al asunto. Después de todo, el fundador del Partido Nacional Revolucionario, Plutarco Elías Calles, concedió que los reaccionarios también son mexicanos.
Vienen, pues, las elecciones más grandes de la historia de México en 2021. Los pueblos originarios no comparten la agenda de festividades del V Centenario de la Conquista de México. Toca a más de 90 millones de mexicanos con derecho a votar decidir su suerte, aunque un día después del primer domingo de junio del 21 sean refundidos, otra vez, en la noche de los tiempos. Es cuanto.
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