Desde su detención, Julian Assange ha sido sometido a una enloquecedora sesión de tortura psicológica; aislamiento, soledad, falta de contacto humano… lo necesario para que una persona normal enloquezca.
JULIAN ASSANGE Y LA TORTURA QUE LLEVA AL SUICIDIO
Lala Kevorian
“La tortura tiene el sublime propósito de la redención de las almas.”
Bernardo Gui o Bernardo Guidoni
El fundador de Wikileaks fue detenido en abril de 2019 después de pasar siete años en la embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado por miedo a una extradición a Estados Unidos.
ANTES DE ESO había sido acusado de abuso sexual y otras lindezas, con el objeto de suprimirlo y, en venganza por sus actividades como divulgador. O lo que es lo mismo que la actividad de un periodista que publica una nota de “primera” y no la de un espía.
El periodista trabaja a la vista de todos y muestra sus hallazgos a la opinión pública; el espía trabaja en la clandestinidad y sus hallazgos son confidenciales.
Estados Unidos acusa a Assange de espionaje por difundir en 2010 más de 700.000 documentos clasificados sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, sobre todo en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos.
Primeros efectos
Durante una audiencia ante un tribunal en Londres, Julian Assange aseguró “oír voces en la cárcel”, lo que su psiquiatra explicó como síntomas de un comportamiento suicida.
El australiano, de 49 años, presenta un riesgo de suicidio "muy elevado" si fuera extraditado a Estados Unidos, donde sería juzgado por la difusión de centenares de miles de documentos confidenciales, declaró ante el tribunal Michael Kopelman, que se ha reunido unas 20 veces con Assange.
El experto mencionó que detectó una "depresión severa" y "síntomas psicóticos" en Assange, como por ejemplo alucinaciones auditivas en su celda en la prisión de alta de seguridad de Belmarsh, cerca de Londres.
Julian Assange contó al psiquiatra que oía voces que le decían: "Eres polvo, estás muerto, venimos a buscarte".
Tortura psicológica
La tortura mental ha sido practicada desde mucho antes que se hablara de psicología, se hacía de manera empírica, porque se conocían sus efectos, los inquisidores en los siglos oscuros solían mostrar a los acusados los instrumentos de tortura física, luego eran arrojados a una celda oscura para que “recapacitaran”, muchas veces aquello era suficiente para obtener confesiones.
Inquisidores como Bernardo Gui y similares dominicos, recomendaban el uso de este método, el cual además ahorraba el pago de verdugos y torturadores. Toda proporción guardada (estamos en el siglo XXI), está ocurriendo con Assange.
Las condiciones de detención del fundador de Wikileaks ya fueron denunciadas por el relator de la ONU sobre la tortura.
Falta saber si le harán caso.
Los instintos suicidas de Assange tienen su origen en "factores clínicos", pero "la inminencia de la extradición activará los intentos" de suicidio, según el psiquiatra, que estimó que su estado se "deteriorará considerablemente" si es trasladado a Estados Unidos.
La compañera sentimental de Assange, Stella Moris, también expresó su miedo a que se quite la vida y deje a sus dos hijos sin padre.
EE.UU. amplía acusaciones contra Julian Assange
James Lewis, representante del gobierno estadounidense, hizo varias preguntas a Kopelman sobre la veracidad de algunas de las afirmaciones de Assange y sugirió que podrían haber sido inventadas.
Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel si la justicia estadounidense lo declara culpable.
La justicia británica deberá decidir si la demanda de extradición estadounidense respeta todos los criterios legales o si es desproporcionada e incompatible con los derechos humanos.
Pero ya sabemos quien es la juez para el caso, y sus muy obvias conexiones políticas.
More articles by this author
|