EL JUEGO ECONÓMICO, mi estimado, consiste en generar riqueza, en hacerlo con estabilidad y distribuyendo la misma. Este gobierno ha sido incapaz de generar riqueza, de garantizar la estabilidad y mucho menos de distribuir el ingreso equitativamente. Todo lo contrario, Calderón va a pasar a la historia como el Presidente que destruyó más riqueza, tuvo el sexenio de mayor inestabilidad y concentró más el ingreso.

El Instituto Mexicano del Seguro Social reporta que desde octubre de 2008 hasta marzo de este año, diariamente han dejado de existir 77 empresas, lo que significa que, en ese periodo, han desaparecido 9 mil 26 empresas formales en el país. Del 1 de octubre al 31 de marzo se laboraron un total de 117 días y, en ellos, el IMSS recibió nueve mil 26 solicitudes de suspensión de registro patronal lo que se traduce en la desaparición de 77 empresas diarias.

Es la peor caída que se tiene registrada desde que existen estadísticas comparables de los registros patronales en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), peor que la registrada en los primeros meses de 1995 tras el error de diciembre. Casi 14 años después, sin haber recuperado los niveles que se tenían antes de esa crisis, estamos ante un nuevo colapso que además tiene otra característica, es generalizado en todo el País, pues en 28 de las 32 entidades federativas se observó una pérdida neta de empresas.

Entre los estados más afectados se encuentran los del norte, donde empresarios cierran sus negocios ante la inseguridad, los elevados costos de seguridad que tienen que pagar al crimen organizado, los sobornos y la corrupción, que en este 2009 está peor que nunca y, finalmente, la caída del mercado de los Estados Unidos, donde se destinaban gran parte de los productos y servicios fabricados en Baja California, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas y Coahuila.

En puestos formales de trabajo, se han perdido 524 mil 743 empleos desde que nos contagiaron el catarrito por lo que no es posible determinar cuantos empleados perdieron su empleo a causa de la desaparición del negocio que les daba trabajo, pero cálculos conservadores señalan que hasta 300 mil empleos se pudieron haber perdido por estas  nueve mil 26 empresas que han bajado la cortina, un promedio de entre 30 y 33 por cada empresa cerrada.

En el primer trimestre de 2009 se observó una pérdida neta de tres mil 838 empresas, una disminución respecto a las cinco mil 188 que cerraron sus puertas entre octubre y diciembre del 2008. Los datos del IMSS señalan que en marzo se registró una pequeña mejoría con la generación de mil 668 empresas en todo el país, pero resultó totalmente insuficiente para compensar la pérdida acumulada desde octubre.

Además, es muy improbable que estas mil 668 nuevas empresas hayan dado de alta a 30 empleados cada una en promedio ya que en su mayoría se trata de nuevos desempleados que, ante la pérdida de su fuente de ingresos, han decidido buscar suerte como empresarios. En pocas palabras, cierran empresas buenas, consolidadas y abren empresas que, en el mejor de los casos, tienen sus días contados.

En el Distrito Federal y el Estado de México, donde está el 19 por ciento de las empresas registradas, en los últimos cinco meses han "bajado la cortina" mil 470 negocios con lo que la región centro del país se ha convertido, después del norte, en la más golpeada por la desaparición de empresarios y empresas.

Reporta el periódico Reforma que Luis Lozano, economista de la UNAM, aseguró que los niveles de desempleo fueron ocasionados en buena parte por el cierre de empresas que no pudieron solventar los efectos de la crisis. "Ni los paros técnicos ni los apoyos al empleo pudieron salvar la quiebra de miles de compañías", aseguró Lozano quién agregó que este panorama de cierre de negocios debe ser considerado como una señal inequívoca de que se requieren nuevos programas de apoyo.

Pero con el crédito totalmente muerto o los bancos exigiendo a los que lo buscan demostrar que no lo requieren para poder recibirlo, con las presiones de Hacienda que ahora quiere cobrar hasta impuestos que a las empresas no corresponde pagar, el IMSS y los gobiernos estatales y municipales que ya no buscan quién se las hizo sino quién se las pague, los sindicatos impulsando a sus trabajadores a boicotar y reventar sus empresas para ver de a como les toca y los monopolios, decididos a sobrevivir ejerciendo todos sus poderes oligárquicos incluyendo robo descarado, las posibilidades de sobrevivencia de miles de empresas más está en entredicho.

Muchas micro y pequeñas empresas prefieren darse de baja antes que entrar en un conflicto legal con el IMSS, otras prefieren bajar la cortina antes de comenzar a pagar protección al crimen organizado, muchas otras prefieren tirar la toalla antes de meter un peso de inversión adicional y echarle dinero bueno al malo y finalmente muchas que simplemente no pueden continuar porque están ahorcadas por sus ventas que se desploman y los costos como luz, teléfono, casetas, impuestos, agua, gas y otros servicios monopólicos que aumentan y aumentan haciendo la vida de las micros y medianas imposible.

Aquí hemos dicho hasta el cansancio que las entidades federativas y el gobierno federal deben alentar la formación de cadenas productivas, el financiamiento de parte del gobierno federal hacia nuevos negocios y pulverizar el gasto público para que miles de millones de pesos que hoy terminan en las arcas y las cuentas bancarias de Slim o Azcárraga, permitan a miles de empresas pequeñas participar del juego económico. Pero no, los celulares se siguen contratando de Telcel, los enlaces de Telmex, la publicidad de Azteca y Televisa, las cuentas bancarias se siguen abriendo en Bancomer y Banamex, en fin, los que los pusieron en el poder, a ellos es a quienes se rinde pleitesía.

Por ello es que Calderón se perfila para ser el presidente de la destrucción empresarial y económica. Ya ha dejado sembradas a miles de empresas y millones de desempleados, más de 500 mil corridos y hasta el momento, tres millones de empleos nuevos que ha sido incapaz de generar.

Rami Schwartz -

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