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Suplemento 425

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Mensaje con motivo del Certamen Nacional e Internacional de Periodismo.

Celeste Sáenz de Miera y Aguiar

Secretaria General y Patrono Presidenta de la Fundación Antonio Sáenz de Miera Fieytal I.A.P.

 

AMIGAS Y AMIGOS, reporteros, comunicadores, productores, fotógrafos, camarógrafos, directores de diarios, portales, estaciones de radio.

Representantes de instituciones públicas, sociales, políticas y académicas. Una vez más, reunidos aquí, en el Templo de la Libertad, en el patio de honor, Antonio Sáenz de Miera, fundador de esta casa y del Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas, el certamen nacional e internacional de mayor tradición y legado en América Latina, que nació libre, ciudadanizado y que sigue y seguirá libre de cualquier interés político y económico, es resultado de una tenacidad inquebrantable, del reconocimiento amplio y horizontal de nuestro gremio.

En más de setenta años, suma y reconoce el talento y valentía de los mujeres y hombres que ofrecen su conocimiento, comportamiento ético y valentía para informar comunicar los hechos y circunstancias, sucesos que cambian e inciden en la vida pública nacional.

Sean, amigos y amigas, bienvenidos a su casa, la casa de las libertades.

Tenemos la gran oportunidad de volver a encontrarnos, de mirarnos de frente, de compartir, así sea por un momento —un instante de amistad que vale oro— después de casi dos años de ausencia, al respetar las medidas de seguridad adoptadas por las autoridades del sector salud, a nivel federal como de la ciudad de México.

Respetando esas medidas, sin bajar la guardia, es que estamos aquí, para reconocer el esfuerzo de los colegas, que a lo largo de los dos últimos años- porque suspendimos la entrega el año anterior- alcanzaron el grado máximo en el desempeño de esta noble profesión, con mil retos a cuestas, y que por su visión, certeza, precisión, honradez y valentía —con riesgo a su vida, en muchos casos— son hoy galardonados con el Premio Nacional e Internacional de Periodismo, un premio con un legado sólido de más de 70 años de existencia.

Esta doble entrega en una sola ceremonia, conlleva un peso específico al continuar con esta misión, a lo largo de un año de confinamiento sin encontrar descanso, por ello, el resultado es más que emotivo:

Incursionar en la sierra de Sinaloa para rastrear la huella de un laboratorio de fentanilo; decodificar las reglas de una creencia religiosa para realizar una entrevista al círculo inmediato de un narcotraficante; seguir los pasos de la Trata, su operación y sometimiento a víctimas, a través de ambas fronteras del país; o fundirse en la zona cero de un hospital Covid; captar el instante en que una vida se salva en la frontera de la extinción por contagio de Covid; acompañar la angustia de un colectivo de madres por el norte de Veracruz en busca de sus hijos desaparecidos y encontrar como respuesta solo polvo; hurgar, develar, las cuentas millonarios de los caciques del sindicato petrolero mexicano; elaborar un guion sobre el arte; construir un discurso mofándose de la realidad, a partir del humor y denuncia y salir en pantalla por la televisión pública; reportear en vivo, en tiempo real, la masiva noticia de una epidemia; la represión a una manifestación, donde el cuerpo de granadores que rodean a la reportera y camarógrafo, como fue el caso en chile; el rastreo de las cuentas millonarias bancarias en paraísos fiscales en Andorra, o el puntual análisis de las horas de exilio de Evo Morales y en análisis de los poderes facticos y económicos, quienes dictan muchas de las decisiones macroeconómicas…son algunos de los trabajos periodísticos que alcanzaron la maestría y por ello son merecedores del Premio.

 

El periodismo en México y el mundo, enfrenta serios desafíos.

Retos que implican supervivencia y sustentabilidad económica, obtención de nuevas audiencias, adaptabilidad a los vertiginosos cambios digitales, y consolidación de los medios, como fuentes de trabajo con respeto a los derechos de los trabajadores.

Y ante el fenómeno de la falsa información, de la replicación de mentiras en temas que involucran el interés nacional, como la seguridad pública, la salud, educación y campañas desestabilizadoras, ante el letal virus, y sus derivaciones, que vulneran e invaden los espacios públicos de identidad y seguridad de los ciudadanos, es necesario crear filtros y rechazar en cualesquiera de sus formas, esos mensajes. Entonces, es indispensable fomentar, puntualizar la precisión, la certeza, la verificación de la información por el bien de las audiencias.

Los medios también enfrentamos a la delincuencia. Los delitos han mutado a áreas específicas: robo de identidad digital y sustracción de información, metadatos y claves, al grado de padecer, secuestros exprés de medios. De ahí la necesidad de reforzar las medidas de ciberseguridad y denunciar, cuando sea el caso, ante la autoridad correspondiente.

Un desafío permanente seguirá siendo la defensa de las libertades de expresión, opinión y de la amplitud de un periodismo de investigación, en todas sus escalas. Fomentar una cultura de la pluralidad, igualdad - hoy incluso contenidos de equidad de género y respeto a las preferencias e identidad-, abonar por la transparencia, y fortalecer en los medios, en todas sus dimensiones, la cultura de la credibilidad, la certeza en beneficio de los públicos, de las audiencias, tangibles y digitales, en favor de sus entornos sociales, de sus procesos democráticos.

En México, continúa siendo una profesión, una misión de alto riesgo.

Los índices de agresión, de asesinato en contra de periodistas y comunicadores, como defensores de derechos humanos y ambientales, alcanza niveles sumamente preocupantes. Organismos nacionales, nosotros mismo como Club, registramos más de un asesinato al mes, desde una década atrás.

Ante estos aborrecibles hechos, la comunidad periodística se ha manifestado, entre ellos el mismo club, con manifiestos, declaraciones, protestas, ¡pero falta más! Necesitamos más organización y presencia, unirnos, para este motivo, y presentar en coro, reformas judiciales, con mayor penalización a presuntos agresores de periodistas y comunicadores, instrumentación de reformas legislativas encaminadas a políticas de prevención, de seguridad en el desempeño de nuestro trabajo.

Estamos en contra de cualquier forma de violencia y ataque a las libertades. Así, en el ámbito internacional, nos solidarizamos con los periodistas perseguidos, desplazados por la represión, por su denuncia en aquellos países que, por la violencia política y conflictos armados, tuvieron que abandonar su lugar de origen.

En esa ruta, nos manifestamos, como Premio Nacional de Periodismo por la liberación del periodista Julian Assange, y no permitir su extradición a los Estados Unidos, donde sería enjuiciado y juzgado para purgar condenas extremas. La hazaña de Assange, fue entregarle al mundo parte de la información donde se confirma el saqueo, la extorsión, el secuestro de las identidades nacionales, en beneficio de los poderosos, de políticos corruptos, anidados en la punta del sistema neoliberal.

Amigos, amigas,

El mundo ha cambiado y nosotros con él. Asistimos a circunstancias inéditas que obligan a directivos, a periodistas, comunicadores, reporteros, camarógrafos, y a colaboradores de medios ayudar en la reconstrucción del país, a recuperar la confianza, a construir la esperanza, a ensanchar las libertades y su ejercicio pleno, en beneficio de las sociedades, a quien nos debemos en pos de divulgar la verdad.

¡Viva la libertad de Expresión!

¡Vivan los periodistas del mundo y su unidad! ¡Viva el Club de Periodistas de México!

¡Viva México!



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