A un año de haber ganado las elecciones presidenciales de 2018 bajo las siglas de MORENA, Andrés Manuel López Obrador no presenta grandes obras, aunque mantiene una constante campaña de apoyo a una Cuarta Transformación (4T) del país.
LA 4T, SIN Proyecto de Nación
ATRASO O INDEFINICIÓN DE LAS METAS DEL ACTUAL GOBIERNO
Valeriano Ramírez
A pesar de ello nos encontramos con una gran ausencia, no existe un Proyecto de Nación, o bien una guía de acciones en la cual se pueda basar para entender el rumbo por donde se quiere llevar la política economía.
EN CONTRASTE EL PAÍSpresenta una serie de pendientes, los cuales no han sido atendidos de la mejor manera, como son la Reforma Educativa, en la cual sólo se han centrado en la parte de evaluación, pero no con la filosofía educativa, planes de estudio orientación pedagógica y sobre todo la relación entre los diversos niveles educativos, así como la elaboración de los materiales didácticos.
Tampoco se ha fijado una política energética, recordemos que no sólo son los energéticos solidos los que mueven al país, está la generación de energía eléctrica, que por cierto es una de las causas de la renuncia del Secretario de Hacienda, y se ha limitado a PEMEX, en donde se busca aumentar la explotación de pozos petroleros, muchos de los cuales se encuentran en situación crítica.
La tendencia mundial es dejar de lado los energéticos sólidos y se buscan alternativas, en México se apuesta por una nueva refinería, la cual se plantea construir sobre una zona arqueológica, además con una fuerte tendencia a la inundación; y, por si fuera poco, no cuenta con los estudios de impacto ambiental necesarios, lo que le costó la renuncia de su secretaria del medio ambiente. Eso sin contar que los presupuestos hechos por los expertos el costo es de al menos 15 mil millones de dólares, y se tiene un presupuesto de apenas 8 mil.
En cuestión de movilidad encontramos que el 80 por ciento de los aeropuertos del país están subutilizados, y en ciudades importantes sólo tienen un vuelo de ida y otro de regreso, como es el caso de Matamoros, y se podría resolver con los incentivos adecuados de la creación de nuevas compañías de transporte aéreo.
Proyectos inacabados
El aeropuerto de Texcoco es otro despilfarro, ya que el Estado ya había invertido en la obra y el resto de la inversión es responsabilidad de particulares; sin embargo, se apuesta por un aeropuerto que se encuentra en una zona arqueológica y también altamente inundable, y por cierto tampoco cuenta con los estudios de impacto ambiental, así como el costo será mucho más del presupuestado.
La tercera obra importante del sexenio, o al menos en su inicio es el llamado Tren Maya, esta cruza por una serie de comunidades que tienen un asentamiento de al menos 700 años a las cuales tienen que reubicar, así como una serie de zonas arqueológicas no exploradas, además de que se construirá sobre terrenos de piedra caliza, lo que implica que no podría soportar grandes pesos, además de los ríos subterráneas y el daño ecológico.
La venta del avión presidencial nos está costando más caro por el pago de mantenimiento, así como el hangar en donde se encuentra resguardado que utilizarlo, incluso de manera particular, sin embargo, no hay ofertas y si un desgaste del aparato y una renta fija.